Capítulo 8.
Nigel:
No dejaba de mirarla, ella no decía nada. Yo, me sentía como un completo imbecil justo ahora, yo, me sentía culpable por no darle lo que ella quería que era amor. Trate de hacerla feliz lo mas que pude, pero al final, fue ella quien termino fallandome.
—Entonces, ¿Todo ha sido una mentira, Mary?
—N-Nigel.. Yo..
—No lo niegues por que te escuche, te escuche maldita sea —farfullé—, me has mentido todo este tiempo.
Me acerque mas a ella, claro que estaba asustada, yo, estaba tratando de no tomarle el cuello y romperlo en dos. Estoy completamente decepcionado de ella.
—No estás embarazada, vamos, respóndeme... ¡Responde! —alcé la voz.
—No lo estoy... —ella comenzó a llorar.
—¿Por qué, Mary? ¿Por qué me mentiste? ¿Por qué quieres mantenerme atado a ti inventando algo como eso?
—Y-Yo, yo lo hice por que no quiero que me dejes —se tapó la cara con las manos—, hace... Hace semanas me hice un estudio y descubrí que no puedo tener hijos...
—¡Cállate, cállate! —le volví a gritar— ¡¿Crees que te voy a creer semejante mentira?! ¡Te escuché, Mary, te escuché decir que no estás embarazada, que todo era una maldita mentira para mantenerme atado a ti!
No pensaba dejar pasar esto, ella se ha excedido en sus mentiras ¿Cuantas mentiras no me habrá dicho durante todo este tiempo? ¿Tan siquiera me amó un poco?
No, no me amó.
—Has ido demasiado lejos esta vez Mary, yo... Estaba sintiéndome culpable por querer dejarte, por qué no quería dejarte sola con el embarazo. Me sentía un asco por pensar que sería un mal padre —mi voz se tornó temblorosa—. Dios Mary...
—Escúchame Nigel, esto podemos arreglarlo..
—¿Arreglarlo? ¿Qué demonios tenemos que arreglar, eh?
—Fue un error de mi parte —dijo desesperada—, lo admito y lo lamento... Pero no puedes dejarme, no lo hagas.
—Muy tarde Mary, estoy asqueado. Eres una mentirosa, una desquiciada, recoge tus cosas, quiero que te largues de aquí.
—No, no, no Nigel, no me hagas esto.. No puedes dejarme, no, no puedes.
Me tomó de las manos pero me solté de ella con brusquedad, no quería que me tocara, sentía asco de solo verla y tenerla cerca.
Me siento como un estúpido, en haberle creído, en haberme puesto un poco feliz de que iba a tener una familia, pero todo fue mentira, mentira de ella para poder tenerme en sus manos hasta que ella lo quisiera.
Camine hscia el clóset, escuchaba sus lamentos y de cómo me pedía perdón una y otra vez. No quería escucharla, así que tomé una maleta y metí toda su ropa, dejé vacío su espacio, salí de ahí y de la habitación para buscar una bolsa de basura. Al regresar la encontré en el suelo llorando de manera desconsolada, ahora nada me podía convencer, si lloraba, si gritaba, si se golpeaba, nada. Ya no le creía.
Metí todas sus cosas en la bolsa de basura, cada prenda, cada zapato, cada perfume todo. No quería tener un solo rastro de ella en mi habitación, en mi casa o en mi vida.
—Nigel no —sollozaba, estaba de rodillas ante mi—, cometí un error mi amor...
—No me llames así Mary, ya no quiero oir esa palabra saliendo de ti.. Eres una mentirosa.
—No me dejes por favor... No puedo vivir sin ti.
Me agaché y le tome el rostro con fuerza.
—Cállate de una buena vez, por qué no te creo ¿Lo entiendes? No te creo.
La solté de manera brusca, me puse de pie y tomé aquella maleta y bolsa de basura. Comencé a caminar hacia la salida, abrí la puerta y saque todo al pasillo.
Ella venía a paso lento limpiándose el rostro.
—Quiero el divorcio —le dije firme—, en unos días te llegará la demanda, más te vale que firmes Mary.
—No lo haré —negó—, no pienso firmar nada, tu eres mi esposo y juramos estar hasta el final juntos.
—Si, es verdad. Pero tú lo arruinaste.. Me arruinaste la vida Mary, me tenías controlando, me celabas sin motivo alguno, me espiabas —me acerqué a ella—. Me tratabas como tú propiedad, me obligaba a mi mismo a tener sexo contigo para que estuvieses feliz, me dejaba conmover por tus lágrimas, me sentía mal por lastimarte, pero al final, eras tú, la que me lastimabas.
Ella no respondía, prefería que fuese así, por más dolido que estaba, tenía que dejarle en claro que ya no podía seguir manipulandome, ya no iba a permitirlo.
—Vas a firmar quieras o no, sabes que soy un hombre de principios y aunque no merezcas nada de mi, voy a ser considerado y no te dejare en la calle por más que lo merezcas, solo, recibirás una pequeña parte de dinero, por qué se que estabas conmigo por eso —masculle—, ahora largo.
Cien dólares.
Es lo que pienso darle por todo el tiempo que estuvimos casados, y no, no me siento mal por no darle nada por qué ella no se merece absolutamente nada de mi.
Saber que estuvo conmigo por dinero y manipulación, me hace sentir de la mierda. Por qué creí que ella era sencilla, honesta.
Desde que la conocí me demostró serlo, me demostró que no estaba acostumbrada a los lujos o a la posición económica que poseo, creí que me quería por lo que era y no por lo que tenía. Vaya estúpido que fui. Por qué eso es lo que soy, un estúpido.
—Nigel no —se aferró a mi torso—, no me dejes por favor.
—Suéltame ¡Suéltame! —la alejé de mi— ¡Jamás me vuelvas a tocar! —mi respiración se tornó errática— Lárgate Mary, lárgate, toma —quité el anillo de mi dedo y se lo deje en la mano— vendelo, empeñalo, haz lo que quieras con el, esto no significa nada para mí.
La tome del brazo y la lleve hacia la salida, la saqué del departamento y cerré la puerta con fuerza. Camine hacia mi despacho y ahí me encerré.
Me senté en mi escritorio y vi aquella foto, era la del día de mi boda, la tomé en mi mano y la rompí en mil pedazos cortándome en el intento.
Estaba desecho, no por qué la amaba, si no porque viví engañado durante mucho tiempo. Me siento mal, pero me siento liberado.
(...)
Más tarde:
Estaba sentado en la sala del departamento mirando hacia la ciudad por el enorme ventanal. Sobre mi mano posaba un vaso con alcohol. Hace mucho tiempo que no tomaba de esta manera, mientras miraba la ciudad me puse a recordar el momento en que conoci a Mary, en nuestras citas y de como me esforzaba en impresionarla pero no funcionaba, de como nos enamoramos, de como ella conocio mi historia, el matrimonio, todo.
Todo se habia ido a la basura en un segundo.
Justo ahora me sentia como un fracasado. El ser mas fracasado de todo el mundo, me estaba preguntando en que diablos habia fallado, en ser insuficiente para ella, pero... Demonios, yo hice todo lo que pude, lo unico que queria era que ella me quisiera y me diera lealtad.
Nada más.
Supongo que merezco todo esto ¿no?
Mi vista se fue hacia la puerta, mi hermana y mi papa habían entrado a mi departamento. Había olvidado que Nadia tenía llaves.
—Hola hermano —ella se acercó a la sala y se sentó a mi lado— ¿como te sientes?
—No entiendo, ¿que hacen aquí? —los mire a ambos.
—Mary fue a la casa —respondió mi papá—, nos ha dicho que la corriste ¿qué fue lo que pasó Nigel?
No se por que me sorprende que les mintiera, no quería contarles nada por que soy un adulto que puede resolver sus problemas. Pero decidí hacerlo, decidí contarles para que supieran que yo no era el malo del cuento, que ella me había mentido con respecto a muchas cosas.
Tanto mi papá como Nadia estaban sorprendidos ante lo que les conté. Hasta siento vergüenza de mi mismo al que ellos lo supieran, por que no estoy acostumbrado a que mi familia sepa mis asuntos.
—No lo puedo creer —mi papá murmuró— ¿que tiene esa mujer en la cabeza?
—Que está mal papá, eso es lo que pasa... Esta loca.
—Lo está —lo admití—, pero es mi culpa por permitir muchas cosas.
—Un momento Nigel, no te culpes de nada —me dijo mi papá— ¿Lo entiendes? Aquí la única culpable es ella por hacer lo que hizo... Eso es enfermo y despiadado, tu madre estaba contenta con la noticia del bebé, hasta se puso a tejer.
—Dame eso hermano —Nadia me quito el vaso—, te haré algo de comer.
—Lo siento mucho papá, debí buscar un consejo antes —murmuré apenado—, lo que estaba viviendo con Mary es un calvario y no quería decirlo por...
—¿Vergüenza?
—Quizá papá.
—No hijo, solamente por que somos hombres y nos pasen cosas, no las hacen menos importantes —se sentó a mi lado—, lo que te hizo esa mujer se llama violencia de género y manipulación... Dime hijo, ¿te ha golpeado?
Desvié la mirada ante aquella pregunta. No se si lo llamaría golpe, pero ella me había golpeado una vez en medio de nuestras peleas, me había lanzado un objeto y este se estrelló a mi lado cortándome un poco el rostro. Recuerdo haber usado maquillaje para tapar la cortada y el moretón.
—Si papá, lo ha hecho o al menos no directamente.
—Dios hijo ¿por qué no dijiste nada?
—No se papá, crei que podia controlarlo, crei que podia manejarlo —murmuré frustrado—. Quizá fue por que sentia verguenza de ello, no lo se.
Estaba frustrado, me sentía demasiado frustrado por no haber podido hacer más por mi antes. Ella me hizo mucho daño y no sabía como salir de ello, supongo que debía darme cuenta hoy de lo que estaba viviendo para poder tomar valor y dejarla.
—Mi querido hijo, hay algo importante que quiero que sepas. A veces, los hombres también enfrentamos situaciones difíciles y dolorosas. La violencia de género no distingue entre sexos; afecta tanto a hombres como a mujeres. Algunos hombres pueden ser maltratados física o psicológicamente por sus parejas. Aunque no siempre es fácil hablar de ello, es fundamental que sepas que no estás solo. Si alguna vez te sientes en peligro o necesitas ayuda, no dudes en buscar apoyo. Sabes que soy su padre y siempre has tenido mi apoyo, sabes que cuentas conmigo.
Las palabras de mi padre me llegaron a lo más profundo de mi ser. El tiene razón, me alegro mucho de haber salido de ahí, de haberme dado cuenta de que ella era dañina para mi.
—Gracias papá, de verdad necesitaba esto —le dije de manera sincera—, lo siento por no haber dicho nada a tiempo.
—No te culpes hijo, sabes muy bien que a veces se necesita un poco de ayuda..
(...)
Al dia siguiente:
Estaba terminando de recoger las cosas de Mary, las pocas que quedaban. Estaba metiendolas en cajas, todas las fotos que nos tomamos desde que nos conocimos hasta el dia de nuestra boda. No queria tener nada de ella aqui, no queria conservar nada de ella.
Me ha llamado muchas veces, me ha enviado mensajes y de la rabia misma destroce el telefono en muchos pedazos. No estaba de humor para nada.
Llamé a un colega para que me pudiera ayudar con los tramites del divorcio. No seria algo sencillo ya que se como es Mary y se negaria a firmarlo. Se que es buena para mentir y no dudaria en que ella inventara cosas sobre mi.
Debo prepararme para lo que se me va a venir encima con ella. Mary no me dejara ir.
Camine hacia la puerta ya que estaban tocando, al abrir, era Jensen, mi abogado.
—Hola Nigel.
—Patrick, pasa.
El pasó y se fue hacia el comedor en donde ambos nos sentamos.
Yo a pesar de tener mi empresa, tambien soy abogado, pero deje de ejercer después que me case con Mary ya que ella decía que el ser abogado me quitaba demasiado tiempo y por eso me dedique a la compra de propiedades y así, transformé mi bufete de abogados en una empresa que compra y vende propiedades.
Hasta en eso le hice caso a ella, no voy a mentir amaba ejercer las leyes, pero la empresa ahora es mi vida y pienso conservarla tal y como esta.
Ahora, debía prepararme para el proceso de divorcio, quiero estar separado de ella cuanto antes.
Hola hola, espero que esten bien, que el capítulo haya sido de su agrado. No olviden dejar sus votos y comentarios. Ahora si, se viene mas drama pero para los tres cuando sepan sobre Dannielle jjejeje
Por cierto, mis niñas comenzaron las clases asi que estoy en modo mamá atendiendo todas las tareas, tratare de publicar lo mas que pueda, asi que espero que me tengan paciencia.
Besos, Ross.
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