Capítulo 3.



Dannielle:


Días después:


Llevo algunos días trabajando como la secretaria del señor Nigel, puedo decir que me siento comoda haciendolo ya que el es bastante comprensivo con respecto a mi trabajo, ya que el sabe que soy nueva en este tipo de cosas.

Desenvolverme en el trabajo ha sido sencillo, lo que no ha sido sencillo es acostumbrarme a la ciudad, los ruidos, las calles, las avenidas, las personas. Todo, se me ha hecho muy complicado de aprender.

En Texas no había nada de esto, tanta modernidad ni calles tan habitadas, cada cosa que veía era nueva para mí, eso me hacía sentir como un bicho raro, ya que no conocía nada sobre la modernidad, estaba aliviada de que Brook me haya ayudado con eso de la vestimenta y los arreglos en mi, quería lucir presentable ante todos aquí.

Conocí a casi todos los empleados de la empresa, todos han sido amables conmigo hasta ahora y no puedo quejarme, por otro lado Flora y su novia son unas chicas realmente geniales, ambas son divertidas y siempre tienen un tema de conversación.

Aún me resultaba difícil de asimilar el hecho que ella es gay, no quise sonar juzgona ni nada, pero me era difícil verla abrazada con una chica, pero luego ya dejé de prestarle atención a ello. De dónde vengo la homosexualidad no está bien vista, aunque me parecía extremista tratar a esas personas mal, por que cuando era niña, eso me parecía correcto. Pero ahora que soy una adulta, puedo entender y ver las cosas de manera distinta.

Se que la relación de Brook con mis hermanos no está del todo bien vista ante la sociedad, yo también lo veía como una abominación, pero entendí que no estaba tan mal como lo pintaban las personas.

Me di cuenta de lo bonito que tratan mis hermanos a Brook, para ellos, ella es lo más importante que tienen y siempre velan por su seguridad y bienestar. A veces siento un poco de envidia por qué nadie, me ha llegado a querer de esa manera.

Aunque yo, no sé si pueda tener una relación como esa, sería extraño al menos para mí.

Está claro que hay algunas cosas que debo cambiar.

—Dannielle..

—¿Sí señor? —conteste el teléfono.

—Ven un momento por favor.

Colgó el teléfono, tomé la libreta y entre a la oficina. Nigel estaba sentado en su escritorio mirando una gran cantidad de papeles, sobre el escritorio habían al menos tres latas de bebida energética.

Está pasando por un mal momento, eso se nota.

—Dígame señor.

—¿Has visto el documento de propiedad de las tiendas en Michigan? No logro encontrarlas.

Me acerqué al escritorio, levanté un par de papeles y saqué la carpeta para dársela.

—Es este.

—Ah, gracias —me miró y sonrió—, estaba perdido.

Me quedé como estúpida mirándolo, no podía apartar mi vista de sus ojos. Sus ojos eran oscuros e intensos, era la primera vez que los veía así de cerca.

Podía escuchar los latidos de mi corazón en mis oídos como un tambor que resonaba una y otra vez.

Salí de mi ensoñación y camine hacia el otro lado del escritorio tratando de calmar mis nervios.

—¿Necesita algo más?

—Eh... No, por ahora no... Puedes volver a tu puesto.

—Claro y señor... No tome demasiado bebidas energéticas, eso no es bueno para el corazón.

Salí de la oficina y me senté en mi puesto, me recargue de los codos y metí la cara en mis manos, no puedo creer que haya pensado cosas como esas con mi jefe, no puedo, es mi jefe, además de qué es un hombre casado.

No, eso no está bien.

Tengo que controlarme, llevo días así y esto no está bien. Cada día que llega a la oficina luciendo un traje, bien peinado y con perfume, me hace perder la compostura y no, no puedo permitirme pensar en esas cosas, por Dios.

No quiero que el ni nadie piense que soy una mujer de esas que se mete en el medio de una relación, no, no soy de esas.


(...)


Estaba saliendo del trabajo, por suerte la jornada fue tranquila, Nigel y yo no volvimos a cruzar palabras ya que el estaba reunido con algunos clientes en su oficina, el resto, fue de sacar copias, llevar papeles de un lado a otro, eso me gustaba por que me permitía estar distraída y así no pensar en cosas que no debería.

Mañana por suerte era fin de semana y eso significaba descanso, limpieza y compras.

—Dannielle —mire hacia la puerta, Nigel venía saliendo de su oficina— ¿Te vas a casa?

—Si señor, ya dejé todo ordenado para el dia lunes.

—Perfecto —sonrió— ten.

De su saco, sacó un sobre, yo dudosa lo abrí y sonreí al ver que era mi primer sueldo.

—Felicidades por tu primera semana de trabajo, es un buen sueldo y tiene un bono extra por quedarte ayer hasta tarde conmigo.

—Señor no era necesario..

—Si, si lo era, había que recompensarte por tu arduo trabajo, me gusta recompensar el trabajo bien hecho —se acercó a mi—, buen trabajo Dannielle.

El sonrió, no puedo evitar mirarlo, por más que luche con esto no puedo evitarlo, es tan dulce y amable conmigo, no puedo hacerme ideas erróneas en la cabeza.

Yo, aún siento cosas por..

—¡Dannielle!

Ambos miramos hacia el pasillo, Flora venía y estaba alzando la mano.

—Debo irme señor —lo miré—, nos vemos el lunes, que tenga un lindo fin de semana.

—Algo me dice que si lo tendré, ve con cuidado Dannielle.

Le asentí. Tome mi abrigo y bolso para caminar hacia Flora, ella, rodeó su brazo con el mío para así comenzar a caminar hacia el ascensor.

Tengo que aterrizar, debo hacerlo por mi bien. Tengo que repetirme en mi cabeza que no debo, no debo, eso debo repetirlo una y mil veces más.

—¿Quieres ir a cenar?

—¿Dónde siempre?

—Si, amo la comida coreana —ella rió—, mi novia nos espera.

Le asentí, ambas entramos al ascensor, dentro del mismo habían algunos empleados y justo antes que se cerraran las puertas, me encontré con la mirada de Nigel, sentí mi piel erizarse ante aquella mirada.

Dios mío.

Que dilema..


(...)


—Entonces no te has cruzado con su esposa.

—No, hasta ahora no y rezo todos los días para que no nos encuentre en una situación vergonzosa. 

Ambas rieron.

—Me refiero a que...

—Tranquila que te entiendo —me dijo Flora—, me encontró a mi, a su lado, o sea estábamos cerca Pero yo estaba haciendo mi trabajo —ella rodó los ojos— y pues la cabecita loca de ella pensó demasiadas cosas que ni al caso.

—¿Sabes? Ese es mi miedo ahora... Que yo esté hablando con el y ella se aparezca y me forme un escándalo —me tape la cara— Dios, sería tan vergonzoso.

—Te comprendo, esa mujer está loca.

—Yo tengo una teoría —dijo Aileen—, de hecho son dos... La primera es que debe tener algún problema mental muy serio, aunque no es tan convincente como la segunda.

—¿Y cuál es la segunda? —pregunté.

—Que ella tiene un amante —respondió.

—¿Qué? —Flora y yo la miramos como si estuviera loca.

—Vamos preciosas, es lógico ¿No lo creen? Está cuidándolo demasiado, está cuidando su patrimonio, su herencia y quiere asegurarse de que ninguna mujer se le acerque con otras intenciones para que no se robe lo que le pertenece —se encogió de hombros—. Si desconfía y se molesta por qué hable una mujer es por qué ella está haciéndolo. Se acordarán de mi cuando eso suceda.

Lo que dice Aileen es muy fuerte. Pero yo no le veo la lógica ¿Por qué ella tendría un amante? Si Nigel es un buen hombre y se nota que la adora, es algo que no entiendo.

—El señor Sanders la ama —dijo Flora—, se desvive por ella y me consta, el no tiene ojos para nadie más que no sea su esposa y también es un hombre tradicional por así decirlo, para el, el matrimonio y la familia son intocables. Si ella tiene un amante, está loca.

Con lo que dijo Flora me pareció mucho más que suficiente para aterrizar como es debido. Así que toda idea o ilusión que llegue, debe ser descartada, no puedo permitirme esos sentimientos por qué claramente no están bien.


(...)

Al día siguiente.


—Si Ryan, todo está bien aquí.

—¿Segura? Sabes que si quieres regresar..

—Ryan, déjala —me rei cuando escuché a Brook—. Me alegra saber que todo esté bien y que Nigel no te esté cargando de trabajo.

—Para nada, el señor Sanders es un buen jefe.

—Lo es, claro que sí...

—Debo dejarlos, tengo que ir por compras, saludos a mamá y a las niñas, los quiero mucho.

—Y nosotros a ti.

Colgué la llamada, tome mi bolso y salí del departamento, tenía que hacer las compras de la semana. Además de averiguar un curso de idiomas los fines de semana, como no tengo demasiada vida social aquí, hacer un curso en mis días libres no me vendría nada mal.

Cerca de aquí estaba un súper en dónde vendían de todo, me alegra que mis hermanos al menos me hayan dejado un departamento con todo cerca para no perderme ya que aún no se bien las direcciones.

Cuando entre tome un carrito y me dirigí hacia el área de las harinas. Una cosa que si aprendí es ahorrar, algo que me enseñó mi mamá, hacer compras necesarias y darse un gusto de vez en cuando. Y como he trabajado duro esta semana me merezco un litro de helado.

—Oye.

Miré hacia aquella voz, me tense al ver que era la esposa de Nigel.

—Oh por Dios, eres la cuñada de Brook ¿No es así?

—Si, soy yo..

—Que bueno verte no sé si me recuerdes, Pero nos vimos en la boda de Brook, soy la esposa de Nigel Sanders, Mary. 

—Un gusto conocerla señora Sanders —estreché su mano.

—El gusto es todo mío... Supe que eres la nueva asistente de mi esposo.

Aquello me dejó nerviosa y no sabía porque. Tenía que disimular, no vaya a ser que se crea algo que no es. 

—Si, el señor Sanders me ha dado una oportunidad en su empresa y estoy agradecida con el.

—Me lo puedo imaginar —sonrió—, mi esposo es un hombre excelente, si gustas saludarlo, está en el área de los vinos, estamos de compras, queremos celebrar la llegada de nuestro bebé.

—¿Bebé? Vaya, muchas felicitaciones señora Sanders.

—Aun es reciente, pero gracias..

Nigel venía detrás de ella con el vino en la mano. Luego se acercó a su esposa, ella, se pegó a el y sonrio de manera encantadora. La verdad es que se veían muy bien juntos. 

—Señor Sanders.

—Hola Dannielle.

Me sentía muy incómoda y no entendia el por que. Sentía una opresión en mi pecho que me hizo sentir muy mal y no entendía, no lograba entender el por que me estaba sintiendo así.

—Debo irme, que tengan un lindo día, adiós. 

Tome el carrito y decidí irme y continuar con mis compras. Tome aire y decidí ignorar aquel incómodo encuentro. Era mucho más evidente lo que había dicho Flora ayer, Nigel ama a su esposa y ahora tendran un bebe. 

Es mejor poner los pies sobre la tierra y seguir con mi trabajo de manera profesional, me estoy dejando llevar por mis emociones y por mi corazón que obviamente está carente de cariño. Independientemente no debo pensar o codiciar a un hombre que está casado, no es lo que mi madre me enseñó. 

No es lo correcto y eso es lo que debo repetirme. 

Después de hacer las compras no me tope con ellos, compre lo que sería necesario y regresaba a los departamentos en donde vivía. La verdad que la ciudad tiene sus lados bonitos, lugares a los que se puede ir y pasar un buen rato. 

Habían tiendas de todas las marcas, clubes, centros comerciales entre otras cosas, quizá mañana me decida a salir un poco y conocer un poco la ciudad. Jamas había salido de Texas ya que vivi ahi toda mi vida y pues íbamos de viaje una vez al año y eso era cerca ya que mama no le agradaba viajar y debíamos respetar aquello. 

No estaba acostumbrada a este tipo de cosas, la modernidad ni nada por el estilo, pero si vine aquí, fue para formarme como profesional y hacer sentir orgullosa a mi mama y mis hermanos, quienes dieron todo por mi. 



Hola hola lectoras, espero que esten bien y que el capítulo les haya gustado jeje la Dannielle esta en un dilema JAJAJA esta cayendo ante los encantos de Nigel ¿Y quien no? Si Nigel es hermoso.. 

No olviden dejar sus votos y comentarios. 

Besos, Ross.

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