Dannielle:

No se que estaba pasando, pero estaba dejándome llevar por el beso de Nigel, aquel beso se estaba volviendo mas y mas intenso. Sus manos se metieron en mi ropa y mi piel se erizo ante su tacto.

Yo queria que me siguiera tocando así, que me besara así.

Nigel dejó de besarme para girarme, me encontré con la mirada intensa de Gian, el estaba sentado en mi sofá mirándome a mi.

Sentí como me daba besos en el hombro, mi piel se erizó ante el tacto de Nigel sobre mi piel. Sus enormes manos acariciaron mi vientre, luego sus dedos apretaron mi cintura. Sabía lo que estaba por suceder, iba a tener sexo con ambos.

No es que me molestaba la idea, más bien me emocionaba la idea de poder tenerlos a los dos al mismo tiempo.

—Ve con el.

Escuche decir a Nigel, camine hacia donde estaba Gian, no dude un segundo en subirme a su regazo, al hacerlo nuestras miradas conectaron el acaricio mi espalda y mi pierna. Había olvidado por completo que el había sido mi primera vez, desde entonces otro hombre jamás me tocó, hasta ahora.

No quería que fuera como mi primera vez, quería que fuese más intenso, quería algo distinto.

Bese a Gian de manera apasionada e intensa. El me correspondió sin dudarlo, nuestro beso se volvió realmente mas intenso, la manera en que Gian me apretaba a su cuerpo era tan posesiva que me encantaba, el soltó mis labios para besar mi cuello justo a nuestro lado estaba Nigel, quien no dudó en besarme mientras que Gian se encargaba de darle atención a mis pechos.

No se como hacer esto, pero planeo dejarme llevar.

La parte de arriba de mi pijama fue quitada de mi torso, escuche a Gian gruñir y meter su cara entre mis pechos. Nigel dejo mis labios y se puso de pie, luego Gian lo hizo dejándome a mi parada en medio de ambos.

Ambos comenzaron a quitarse los sacos y sus camisas. Sus torsos estaban bien mucho mas que bien para mi, ambos eran sexis a su manera y esto era algo que a mi me encantaba ver.

Nigel fue quien se acercó a mi primero, me tomó del montón para volver a besarme con intensidad, su lengua se metió dentro de mi boca con una felicidad que hacían que mis piernas temblaran, ya nos hemos besado Pero esto, esto era mucho más intenso.

Sentí a Gian a mis espaldas, el estaba terminando de desvestirme, mi piel se erizo por completo ante ello. Nigel soltó mis labios, el seguía sin soltar mi mentón.

—¿Quieres esto, linda?

—Si, lo quiero —respondí segura.

Nigel sonrió de lado, claro que lo quería, estaba decidida y nada me hará cambiar de opinión. Gian volvió a besar mi hombro y susurró:

—¿Quien de los dos va a probarte?

—Ambos, no quiero excluir a nadie, los quiero a los dos.

Ambos se arrodillaron ante mi. No sé si ellos ya estaban coordinando esto, pero no iba a poner peros. Mi vista no se apartó de Nigel quien estaba frente a mi, con cuidado alzo mi pierna y la dejó en su hombro. Dejó un par de besos en mi muslo y comenzó a meterse entre mis piernas.

Gemí cuando su lengua se metió de lleno a mi intimidad. Dejándome sin aliento, aquello envió corrientes de placer por todo mi cuerpo. No basta con eso, Gian también estaba metido entre mis piernas, ambas lenguas estaban metidas en mi intimidad, era tanto el placer qué me estaban dando que me sostuve de los hombros de Nigel para no caerme.

Mi cabeza se fue hacia atrás, esto que estaban haciendo no tiene comparación alguna. Mis jadeos no se detenían y ellos tampoco, no quería que ellos pararan, quería mucho más de ellos.

Sus succiones eran tan fuertes que se podían escuchar por todo el departamento, mi vientre se contrajo y no pude retener mi orgasmo, lo deje salir rápidamente y ambos me sostuvieron ya que sentí que estaba por caerme. Nigel se puso de pie y se relamió los labios.

—Deliciosa —murmuró.

—Muy deliciosa —escuché a Gian detrás de mi.

Me tomó de la cintura para llevarme hasta la cama, me acostó en ella y pude ver como el estaba soltando su cinturón. También el botón de su pantalón y así quedarse en ropa interior. Se subió a la cama y se posicionó entre mis piernas yo toqué su torso y bajé mis manos hasta la liga de su ropa interior.

Nigel se acercó a la cama, también estaba en ropa interior. Hice lo mismo, lo toque, lo hice sin pudor alguno, lo hice como siempre quise hacerlo, sin miedo.

Gian con cuidado me alzo dejándome de rodillas en la cama, el quedó frente a mi y Nigel a mis espaldas, Gian acaricio mi mejilla y sonrió.

—Estamos locos por hacer esto —murmuró—, pero estaría aún más loco si no lo hacemos. Joder Dannielle, eres una hermosa.

Solo sonreí ante aquello, ya mis sentimientos estaban muy claros, mi corazón no tiene por qué quedarse con uno solo, cuando puedo quedarme con los dos.

La mano de Gian se quedó en mi cuello.

—Bésame mientras el te folla Dannielle.

Sus labios de nuevo, besaron los míos con ímpetu y mucha necesidad, su lengua se metió en mi boca y ambos comenzamos a devorarnos entre si.

Un fuerte gemido salió de mi boca, cuando sentí a Nigel penetrarme, escuché su gemido que para mí fue lo más hermoso que he escuchado en mi vida. Mis paredes comenzaron a estirarse mientras el se metía más y más en mi.

Hace mucho tiempo que no tenía sexo.

Gian soltó mi boca e hizo presión en mi mentón.

—Solo el y yo podemos tocarte y follarte ¿Cierto, linda?

—Si —dije en un hilo de voz.

Gemía sin control mientras que Nigel me embestía con mucha fuerza, mis labios se unieron a los de Gian, quería que el también me tomara de la misma manera en que lo hacía Nigel. Gian soltó de nuevo mi boca y bajo hasta mi cuello para darle un par de apretones y meterlos a su boca. Aquello me hizo gemir aun mas de placer. 

—Oh si, te sientes tan bien linda —Nigel susurró en mi oído. 

Su mano se poso en mi cuello y sus dedos delinearon este con mucha lentitud, Nigel salió de mi con brusquedad, senti como me giro en un rápido movimiento. 

—Ve y montalo linda —me dijo Gian—, iré en un momento. 

Gatee hacia Nigel, me subi encima de el, tome su miembro entre mis manos para meterlo en mi, el comenzó a gemir y yo, a moverme encima de el. Mis caderas se movían con mucha rapidez, estaba dejándome llevar por el placer, Nigel gemía con mucha más fuerza mientras mis caderas no paraban de moverse. 

Mis manos se posaron en su pecho para inclinarme un poco hacia el y moverme más rápido. 

Sentí que me tomaron del cabello, sabia que era Gian. De pronto, ambos me inmovilizaron. Yo sabía lo que venia asi que me relaje lo mas que pude. Gian, lentamente entraba en mi, yo me quede sin aire un momento, luego, comencé a sentir placer de nuevo. 

Ambos comenzaron a moverse de forma brusca, nuestros cuerpos comenzaban a sonar entre si al igual que nuestros fluidos. Ambos gemían al unísono. Me incline hacia atrás para que mi espalda quedara en el pecho de Gian, mi mano acaricio su cabello mientras que la otra tocaba el abdomen de Nigel. 

Esta era la primera vez que estaba experimentando este enorme placer que me estaban dando ellos dos. Gire un poco mi rostro para que quedara cerca al de Gian, el me besó mientras seguía dándome aún más y más duro. 

Mi segundo orgasmo se hizo presente. Ellos aun me embestían con fuerza hasta que al fin se corrieron. 

Eso fue increíble. 

Necesito más. 

(...) 

Al dia siguiente. 

Mis párpados estaban un poco pesados, sentia un par de dedos tocarme la espalda. Voltee a ver quien era, Gian estaba tocándome la espalda. Estiré un poco mi cuerpo y el me miro. 

—Buenos días linda —me sonrió. 

—Hola —susurré— ¿Dormiste bien?

—De maravilla —rió—, dormí como un bebé —me miró— ¿tú?

—Muy bien —miré a mi otro lado— ¿Donde esa Nigel? —miré a Gian. 

—Tuvo que irse, se fue hace como una hora, su abogado lo llamó para reunirse con el sobre su divorcio.. Me dijo que te vería en su oficina.

Solo asenti. 

Me sentí un poco mal por no haberlo visto cuando desperté, quería besarlo y abrazarlo, que supiera cuánto lo quiero. 

—Gian cielo ¿crees que ella le de el divorcio a Nigel? 

—No —respondió—, pero debe hacerlo... Mary está loca, ella no dejará en paz a Nigel. 

—Me da miedo que ella haga algo en su contra.. Nigel se ve muy lastimado —susurré. 

—Lo está, no la pasó bien con ella cuando estaban juntos, se que tu no eres la salvación de el, pero.. Nigel tiene otra cara desde que están juntos, mi amigo se ve feliz y eso es importante linda —el acarició mi mejilla—, tu tienes mucho que ver.. 

—Lo se, pero... No quiero ocultarme con ustedes, yo se que muchos me dirán cosas así como lo hicieron con Brook.. 

—Oye no —se subió encima de mi—, no pienses en ello ¿bien? Aquí las personas son muy liberales, no pienses en eso, creeme que nadie va a juzgarte. 

—¿Tu crees? 

—Lo creo, de eso estoy seguro.. —sonrió—.. Tu eres una mujer hermosa, dulce, con muchas cualidades, además de sexi —me beso—. Así que cuando Nigel sea un hombre libre, nosotros lo haremos oficial. Se que no es justo para ti, que no es lo que quieres en una relacion por que te conozco, pero debemos hacerlo para no perjudicarte a ti y a el. 

En eso tiene mucha razón, no quiero que el se vea perjudicado por nada del mundo, mucho menos yo. No quisiera meterlo en problemas por mi culpa. 

Yo quiero una relacion sana, bonita, así como la tengo ahora, pero tendré que calmarme y esperar que Nigel se divorcie para que podamos estar juntos. 

(...) 

Tuve un rico desayuno con Gian, me invitó a desayunar y me llevó al trabajo. Me encanta pasar tiempo con el, andar de las manos en la calle, que me bese y que me diga cuanto me quiere. Se que en algún momento, yo estaré así con Nigel. 

Eso me entristece un poco, pero al final yo se que el y yo podremos estar juntos. 

Estaba entrando a la empresa como de costumbre, pero fui interceptada por Mary, ella me dio una fuerte bofetada. Todos en el pasillo nos veían horrorizados. 

—Maldita zorra —masculló— ¿Crees que no me enteraria de lo que haces con mi esposo? 

—¿D-De que habla?

—¡Tu y Nigel son amantes! —alzó la voz— Lo vi salir esta mañana de tu departamento... Se quedó contigo anoche.. 

Mire a todas las personas, todos ellos me miraban como si fuese una zorra. Yo quería llorar pero debía ser valiente. Debía defenderme, asi como me lo dijo Brook. 

—Dannielle —Flora se posó a mi lado. 

—El señor Sanders y yo no tenemos nada.. —dije.

—¡No te atrevas a mentir maldita zorra! 

—No miento —dije más calmada—, el si se quedo en mi departamento, pero estaba mi novio presente, ellos tomaron un poco, mi novio no lo dejó ir ebrio y le ofreció quedarse.. Por eso lo vio salir de mi departamento. 

Todos comenzaron a murmurar mientras miraban a Mary, algunos decían que ella estaba loca por haberme golpeado y por decir lo que dijo. 

Odiaba mentir, pero no iba a dejar que ella me humillara frente a todos. Por el pasillo venia Nigel a grandes zancadas, se veía muy molesto. Al verme supo lo que había pasado. Yo ni siquiera me atreví a mirarlo. 

—Demonios Mary —dijo el murmurando— ¿Por qué golpeaste a Dannielle?

—Lo vio salir de mi departamento esta mañana —el me miró—, yo le dije que se quedo en mi departamento por que había tomado de más con mi novio y por eso se quedó, explíquele a su esposa que mi novio es Gian Morgan, jefe y que no tengo nada con usted, permiso. 

Flora y yo caminamos hacia mi sitio de trabajo, las ganas de llorar eran inmensas. Deje mi bolso en mi escritorio. 

—Hey Danni —mire a Flora— ¿estas bien? 

—No —negué—, Dios eso fue tan humillante —me senté en la silla y metí la cara en mis manos para poder llorar—. Jamás me habían humillado tanto. 

—Ay linda —giró la silla y me abrazó—, esa mujer esta loca definitivamente. 

Eso es lo más lógico, claro que lo estaba. Volvió a seguir a Nigel hacia donde vivo, lo peor de todo es que ella se quedó hasta que amaneció. 

Esa mujer está demente. 

—Calma ¿si? —nos separamos un poco— No debes dejar que eso te afecte. 

—¿Como no, Flora? Me llamo zorra delante de todos, Dios eso fue tan horrible. 

—Aquí la zorra es ella por haberte golpeado asi ¿ok? mejor.. 

—Dannielle —ambas miramos hacia el pasillo, Nigel venía hacia acá. 

En este momento no quiero hablar con el. No es que esto sea su culpa, pero en este momento no quiero hacerlo. Quiero estar un momento sola. 

Hola hola mis lectoras espero que esten bien, lamento mucho haberme tardado en actualizar El Dilema de Dannielle, ya comenzare a actualizar más seguido. ✨

No olviden dejar sus votos y comentarios. 

Besos, Ross.