Querido diario, hoy fue un día inusual. La mañana empezó bien, estaba yendo a la escuela llevando con msgia mi abominable perfecto en su recipiente. Mientras leía mi libro de Magia 101 escuché un ruido familiar. Al levantar mi mirada vi a la casi bruja Willow en el suelo. Usando mis dotes de actuación le hablé con aires de superioridad de como era alguien insignificante y que por ello merecía ser pisoteada. Ella me saludó sin ganas y yo le pregunté si era temprano para ir a la escuela al pensar que no tenia listo su proyecto. Como por arte de magia su recipiente se cayó desparramando su contenido entristecido y avergonzado a la bruja y dándome la razón. He de decir que me alegró estar en lo correcto pero por dentro me sentí terrible por el malestar de aquella bruja que se encontraba frente a mi.

Siguiendo con el acto invoqué mi abominable perfecto para que le diera un saludo, que podría ser una estrella pero tan insignificante al mostrarle mi estrella de alumna ejemplar desplomado su autoestima aún más. Le sermoneé que como era la mejor de la clase era mi deber ayudarla pero solo lo decía para burlarme ya que estaba prohibido que tuviera algo amistoso con ella, decidí dejarla allí y llegar a tiempo a clase, que no quería tener problema.

En el transcurso del día todo era como siempre hasta que llegó la clase de abominaciones. Como siempre todos habían fallado, solo quedábamos Willow y yo. Quería mostrar mi abominable pero el profesor la había elegido causando molestia de todos al saber que fallaría como era costumbre. Tímidamente llevó su carretilla al frente y con temor lo invocó. Cuál fue mi sorpresa que su abominable estaba vivo, era más que eso, podía hablar a la perfección y bailar hasta hizo una estúpida broma de que ella era su abomimami, que ridiculez. Le dió una nota máxima algo soprendende, tenía que averiguar qué había hecho para tener algo de esa calibre.

Al maestro le fascinó tanto que me quitó mi medalla de alumna ejemplar cuando salía del aula, eso me cabreó demasiado. Nunca pensé que me quitarían lo que tanto esfuerzo había costado, estaba claro que esto no se iba a quedar así. Le pregunté sobre qué magia negra había hecho ya que era algo insólito que aquella papilla mal hecha se convirtiera en algo distinto. La muy idiota me respondió que la platica que tuvimos en la mañana la había inspirado. La amenacé con que la iba a vigilar todo el tiempo lo cual no pude ya que era tan escurridiza que le perdí de vista.

Como loca la estuve buscando en todo Hexside hasta que la hallé en la cafetería almorzando con Augustus. Cuando la vi de lejos todo era normal pero algo que presencié era que el chico le daba de comer al abominable.

Todo el mundo sabe que ellos no comen. Corrí a toda la velocidad y de un salto llegué a la mesa. La confronté diciendo que había visto que comiera, tomé la criatura de su recipiente y comencé a agitarla queriendo respuestas pero solo se quedaba inmóvil y emitiendo sonidos guturales. Todo el mundo se encontraba mirando pero me daba igualar, quería una explicación para todo,por desgracia no contaba que el profesor me había visto, se decepcionó de mi comportamiento y me mandó a la oficina del director sin escuchar lo que tenía que decir. Me sentía derrotada.

"Este día no podía ser peor", eso rondaba por mi cabeza cuando iba a la oficina obligada.

Cuando llegué a la oficina del director Bump se extrañó al verme, me hizo pasar y tomar asiento. Le comenté todo lo que había pasado, de como Willow había hecho un abominable sobresaliente a tal punto se poder comer o hablar a la perfección. El se mostró intrigado al escuchar todo mi relato. Decidió ir buscar a Willow para verlo con sus propios ojos. Tuvimos suerte se hallarla en el salón de abominaciones junto a Augustus quienes se encontraban haciendo cosas sin importancia.

Con una sonrisa triunfal entré al aula y observé al director ir directo a la criatura para observará y manipularla mejor. Bump comenzó a darle órdenes. Al principio supo acatar que debía levantarse pero después comenzó a comportándose extraño como en el aula algo que le pareció divertido o eso me dió a entender pero le explicó que debía acostarse en una mesa para ver su interior.

Willow se encontraba nerviosa de que interviniera, quería mostrar los ingredientes de como lo había hecho pero no le hizo cambiar de opinión. Sacó un enorme cuchillo que guardaba y se lo dió para que hiciera el primer corte. Parecía dudar si cortar o no pero nadie contaba que el entrometido de Augustus tirara tres recipientes de abominables que el director controló. Ellos lograron salir del aula pero el director hizo un hechizo que bloqueaba las entradas. Cuando salimos del salón habían muchas enredaderas, con mucho esfuerzo logré quitarmelas de encima pero ya era demasiado tarde, eso se había ido. Supe que el director la cambió a la clase de plantas (por suerte) y yo tuve que pedir puntos adicionales para volver a ser la mejor, la perfecta Amity Blight. Ahora no permitiré que nadie se entrometa en mi camino para ser una gran bruja nunca mas.