C22: Dúo.
—Isabella...—susurró Richard apenas la vio aparecer frente a él junto a Christopher.—¿En donde estabas...? ¿Estás bien...?
—Estoy bien, no te preocupes—respondió de inmediato.
—¿De verdad estás bien?—añadió Joel lanzándole una mirada de preocupación.
—Sí, no te preocupes—repitió.
—Isabella...—la llamó Zabdiel en voz baja. Los ojos de la chica se posaron un momento en él y luego apartó la mirada.
—Sólo...quiero dormir...
—Isabella...—repitió él sin dejar de mirarla.—¿Podemos hablar...?—cuestionó débilmente.
—Ahora no Zabdiel, por favor...
—Es mejor que esperes, Zab...—musitó su novia ofreciéndole una pequeña sonrisa.—Es todo lo que tienes que hacer, amor...esperar un poco...
—De acuerdo...
(...)
—En este mismo momento me vas a decir qué demonios es lo que pasa contigo...—estalló Joel tomando del brazo a Sammirya.
—¿Qué? ¿Se puede saber de qué demonios me estás hablando...?
—No te hagas la tonta que sabes perfectamente bien de lo que te estoy hablando—inquirió él.—Sé perfectamente bien que has estado metiéndole ideas estúpidas a Zabdiel en la cabeza para que siga molesto con Isabella y con Richard...—masculló sin dejar de mirarla a los ojos.
—¿Yo?—cuestionó la chica inocentemente.
—Sí, tú.—respondió de inmediato.—Todo este tiempo has estado poniéndolo en contra de ambos y no te das cuenta que todo lo que haces es lastimar a Zabdiel—replicó.—No eres capaz de ver la manera en la que estás afectándolos porque a comparación de ti ellos se aman...
—¡Cállate!—se quejó ella zafándose de su agarre.—¿Y quién se supone que eres tú?—cuestionó la chica—¿El defensor de Isabella...?
—No, pero si soy capaz de ver que tú no eres una buena persona, soy capaz de darme cuenta que no eres capaz de amar ni siquiera a las personas que son parte de tu familia...y si una persona no puede ser capaz de amar a los miembros de su familia... ¿Realmente que se puede esperar de amor hacia personas que no lo son?—Sammirya negó.
—Puedes hacer y decir lo que tú quieras pero realmente no tienes manera de comprobar nada, Joel...y puedes tratar patéticamente de querer pertenecer a la familia de mis primos pero sabes muy bien que nunca lo harás...nunca serás pate de ellos...
—Tú sólo hablas de ser, de cosas materiales y de pertenecer...—ironizó Joel—tienes un gran trauma con eso y no puedo entender porque...deberías tratar de ir a visitar un psicólogo para ver si de esa manera eres capaz de dejarlo atrás y finalmente tratar de ser feliz...
—¡Tú no sabes nada!—le gritó furiosamente—¡Largo de aquí...!
—Yo puedo irme si eso es lo que quieres pero eso no quitará el hecho de que no eres como Isabella, no eres ella y nunca lo serás...—anunció antes de salir de la tienda.
—¡Te odio, Joel Pimentel! ¡Te odio!
(...)
—Realmente no tengo ni la menor idea de que es lo que pasó contigo y con Zabdiel, Isa...—susurró Richard en voz baja. La chica dejó escapar el aire de sus pulmones y apoyó su cabeza en el pecho del muchacho.
—Prefiero no hablar de eso por el momento...—murmuró Isabella.
—De acuerdo, si eso es lo que quieres, yo lo respeto—le sonrió él pero ella ni siquiera lo miró.
—Gracias...—susurró dejando escapar el aire de sus pulmones de manera lenta.—¿Vas a ir la fogata para el ritual de iniciación de los nuevos miembros del equipo de fútbol?—preguntó ella en un hilo de voz.
Richard suspiró.—La verdad es que prefiero quedarme aquí contigo...después del susto que nos diste, lo último de lo que tengo ganas es de alejarme de ti...—susurró pegando sus labios a la frente de su novia.—¿Sabes...? No sé exactamente qué fue lo que pasó contigo y con Zabdiel pero él parecía realmente desesperado cuando se enteró que no aparecías...—ella no respondió—Parecía realmente que estaba comenzando a volverse loco de a poco...
—Rich...
—También habló conmigo...—anunció él en voz baja. Isabella se apartó del cuerpo de su novio para poder mirarlo a los ojos un momento.—Creo que al final de cuentas el Zabdiel de siempre está volviendo ¿no lo crees..?
—¿De verdad lo crees?—susurró sin dejar de mirarla a los ojos.
—Si—le sonrió.—Creo que deberías de darle al menos una oportunidad para hablar con él...tal vez al final de cuentas finalmente tu hermano, la personal racional a la que estamos acostumbrados volverá...—Isabella suspiró. Se sentó con las piernas cruzadas y Richard la observó fijamente.—¿Qué pasa...?
—Sé que te dije que no quería hablar de ello pero creo que de nada me sirve ocultártelo si al final de cuentas de todos modos te enterarás...—susurró—entré en el bosque porque quería caminar un rato, estar a solas y pensar...siempre he sido el tipo de persona que cuando tiene algún tipo de problema, la soledad y una caminata la ayuda a aclarar sus pensamientos y esta vez fue una de esas ocasiones...
—No te estoy entendiendo, mi amor...—comentó Richard en voz baja.
—De acuerdo...—susurró.—Luego de hablar contigo sobre Zabdiel, decidí ir a hablar con él pero cuando llegué a su tienda discutimos...—Richard suspiró—literalmente me dijo que su vida era mucho mejor cuando yo estaba en el internado...que todo era más fácil y él no tenía que preocuparse por si su mejor amigo se hacía novio de su hermana no...—le explicó.
—Yo puedo hablar con Zabdiel...—le ofreció.
—No es necesario, Richard. De todos modos si Zabdiel piensa eso dudo mucho que vaya a cambiar de parecer sólo porque tú hablas con él o no...—musitó lentamente.—Déjalo así...
—¿Estás segura, Isabella...?—cuestionó en voz baja.
—Muy segura...
—¿Y sabes...? Ni siquiera tenemos que convencerlo de nada, dejemos que piense lo que quiera, me da lo mismo—decidió.
—¿Qué pasa, Isa? Pensé que querías a tu hermano de vuelta...
—Y lo quiero pero no así...si Zabdiel en algún momento vuelve entonces tiene que hacerlo él solo, no porque nosotros lo convencimos de ello ¿sabes?—Richard le sonrió un poco y luego la envolvió en un largo abrazo.
—Entonces será como tú quieras...si tú quieres que hablemos con él lo haremos y si no quieres pues no.—ella suspiró.
—Pero eso no quiere decir que no puedas hacer nada para recuperar a tu amigo...—comentó la muchacha.
—Los conocí siendo un dúo y así es como los quiero de vuelta...quiero que sigan siendo el mismo dúo de siempre...—Isabella sonrió.—No voy a renunciar a ninguno de los dos, Isa...te lo juro...—suspiró—ahora duerme, amor...descansa que mañana será un día completamente nuevo y todo lo malo de hoy mañana vas a verlo de una manera completamente diferente, te lo prometo...
—Te quiero...—susurró Isabella sin apartarse un solo centímetro del cálido cuerpo de su novio. Él dejó un beso sobre su cabello.
—Te quiero mucho más, bonita...muchísimo más de lo que te imaginas...
(...)
—Richard...—lo llamó Zabdiel apenas lo vio salir de la tienda de su hermana. El rubio se detuvo de golpe para observarlo fijamente.
—¿Si...?
—¿Podemos hablar...?—cuestionó en voz baja.
—Zabdiel...—hizo una pausa—si lo que tú pretendes es seguir diciendo estupideces sobre Isabella y sobre mi créeme que...
—No es eso—respondió de inmediato.
—¿Entonces que es...?—susurró Richard sin dejar de mirlarlo a los ojos.
—En realidad...quería pedirte una disculpa por ser tan idiota en cuanto a ti y a mi hermana se refiere...—anunció.—La verdad es que me siento completamente mal por comportarme de la manera en la que lo hice, no tengo derecho alguno y sé que jodí todo...con los dos...
—Zabdiel...
—Comprendí que no quiero ser excluido de sus vidas y lo supe hoy cuando mi hermana se aferró a ti y ni siquiera me dejó hablarle...—murmuró.—Y es lo que más amo en la vida y no me gusta estar así con ella, sobre todo cuando sé que toda la culpa es mía...realmente nunca quise decirle lo que le dije hoy y sabes que a veces puedo llegar a ser bastante idiota y no medir la magnitud de las cosas que digo o hago hasta que me doy cuenta que metí la parta y...
—Isabella te ama como a nadie en su vida—le dijo el rubio.
—Es mutuo, créeme...—susurró Zabdiel con media sonrisa.
—Eres su hermano y no voy a reemplazarte, Zabdiel...nunca lo haría y aunque yo quisiera hacerlo, ella te ama o suficiente como para no dejarme hacerlo...—hizo una pausa—tomaste una mala decisión, si pero al final de cuentas... ¿e de humanos equivocarse, no?—cuestionó.
—Richard...—él lo miró—Perdóname por favor...
—No tengo nada que perdonarte, Zab...probablemente si yo estuviese en tu lugar habría reaccionado de la misma manera en la que tú lo hiciste...—sonrió—Y si mi hermana fuese igual de hermosa que la tuya probablemente te habría partido la cara de un puñetazo para asegurarme de que de verdad no te acercaras a ella...—Zabdiel negó un poco.
—¿Entonces...amigos de nuevo?—cuestionó en voz baja.
—¿Amigos de nuevo?—preguntó Richard con media sonrisa.—Por Dios, si nosotros jamás dejamos de ser amigos...—anunció—Además, ahora además de ser mejores amigos ahora somos cuñados...
—Qué raro se siente... y la verdad es que se siente todavía más extraño saber que ahora formas parte de mi familia de una manera más...intima—comentó Zabdiel frunciendo los labios.
Richard se echó a reír.—Un poco solamente...—concedió Richard.—Por cierto, ¿Estás listo para el ritual de iniciación de los novatos?—cuestionó lanzándole una sonrisa maliciosa a Zabdiel.
—¿Sigues queriendo hacerle la vida imposible a Christopher?—Richard rio.
—No. Sólo quiero que lo hagas lanzarse desde le copa más alta de un árbol al lago—confesó.
—¿Qué...?
—Desnudo.—añadió de inmediato con una sonrisa maliciosa tirando de sus labios.
—¿Y eso no es hacerle la vida imposible?—preguntó Zabdiel completamente divertido.
—Yo diría...darle la bienvenida a mi círculo de amistad...
_ _ _ _ _
Hola, hola, hola. ¿Cómo dicen que les va? Asdfghjklasdfghjkl.
Ya se saben todo mi sermón, soooooooooo.
Un beso enorme, Gloria, xx.
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