C21: El bosque del llanto.
—¿En dónde está Isabella?—cuestionó Christopher frunciendo las cejas.—No la he visto desde la hora de la comida...
—Tampoco la he visto...
—No crees que...
—Oh, Christopher...—replicó Joel—no seas paranoico, debe estar por ahí con Richard...—Christopher suspiró.
—¿Estás seguro?—preguntó el muchacho. Joel lo miró.
—Si...no te preocupes por ella.—decidió.
—De acuerdo...
—Mejor deberías preocuparte porque se supone que es tu bienvenida al equipo de fútbol de la universidad, los futbolistas se caracterizan por ser condenadamente estúpidos y terminan haciendo que los novatos como tú...—lo señaló—hagan el ridículo para tener algo de que reírse lo que resta del semestre...
Christopher frunció los labios y negó un poco.—Guau, muchas gracias, Joel—respondió.—Eres tan bueno dando ánimos, créeme...—Joel rio.
—No te preocupes que dudo mucho que esta vez vayan a hacer cosas estúpidas...Zabdiel es el nuevo capitán así que...
—Y Richard es el mejor amigo de Zabdiel, el otro día se burló de mi...así que la verdad me espero cualquier cosa...—Joel negó.
—En este momento las cosas entre ellos no están tan bien así que creo que por el momento estás salvado...
—Chicos...—ambos se giraron para encontrarse con Richard que se acercaba a ellos a paso lento. El corazón de Joel se aceleró de inmediato y llevó su atención a Christopher que permanecía observándole con una mirada de reproche.—¿Han visto a Isabella?—cuestionó el rubio frunciendo los labios.
—¿Qué no estaba contigo?—cuestionó Joel. Richard suspiró.
—Si...pero después dijo algo sobre hablar con Zabdiel y desde entonces no sé nada de ella...pensé que estaría con ustedes porque Jim tampoco sabe nada y...
—Te dije, Joel—replicó Christopher entornando los ojos.
—Tú no te met...
—¡Basta!—le espetó Joel lanzándole una mala mirada a Richard.—Deja de perder el tiempo y pelear por tonterías...mejor piensa donde es que podría estar Isabella...
Christopher suspiró—Mira, yo sé que no me soportas y está bien, no entiendo porque pero lo acepto y realmente eso es lo que menos importa en este momento ¿Estás de acuerdo?—cuestionó el castaño.—Ahora lo importante es hablar con Zabdiel y preguntarle si sabe algo de ella...
—Tienes razón...—susurró Richard.—Pero yo no puedo acercarme a Zabdiel, esté completamente molesto conmigo y ni siquiera quiere verme...
—Bueno, puede que Zabdiel se esté comportando como un verdadero estúpido últimamente pero los tres sabemos que en realidad es una buena persona...dudo mucho que siga teniendo su actitud infantil después de esto..
—¡Dejen de perder el tiempo!
(...)
—¿Qué?—replicó Jimenna lanzándole una mirada fulminante a su novio.
—Lo dije sin pensar ¿sí?—murmuró en medio de un largo suspiro.—Fue algo así como un accidente...realmente no quería decirlo...
—Bueno pues dudo mucho que Isabella lo haya tomado como un accidente conociéndola de la manera en la que lo hago—le espetó ella.—Es que Zabdiel, yo te amo con toda mi alma pero a veces puedes llegar a ser bastante idiota ¿sabes?—se quejó.
—No sé que hacer...Isabella se fue completamente enfadada conmigo...—susurró.
—Sí, dudo mucho que se haya ido muy feliz con la tontería que le dijiste—replicó.—¡Eres un menso!
—No me regañes que me haces sentir peor—musitó lentamente.
—Es lo menos que puedes hacer ¿sabes? Sentirte mal...—le dijo la muchacha.
—Jim...
—Jim, nada—masculló de mala gana.
—Por favor habla con ella...—suplicó—hazle saber que realmente no quería decirle la estupidez que le dije, dile lo que quieras, si quiera insúltame o algo pero haz que me perdone...—ella negó un poco.
—Debería dejar que te las arregles tú solo...—le reprochó.
—Por favor...
—Está bien...por cierto, Richard...
—No me...—comenzó y luego se quedó callado cuando los ojos de su novia se anclaron en los suyos ofreciéndole una mirada llena de reproche.—¿Qué pasa...?
—Bueno, me preguntó por Isabella pero jamás se me pasó por la cabeza que tú acababas de...echar todo a perder...—susurró.
—No me hagas sentir peor...por favor...—suplicó el castaño.
—Pues deberías...—negó—cuando Isabella vuelva lo primero que vas a hacer será pedirle perdón por todo lo que le dijiste y te prometo que si no lo haces, Zabdiel De Jesús podrás estar completamente seguro que terminamos...
—¿Qué?
—No pienso volver a repetirlo, Zabdiel...—replicó.—Prométeme que vas a hacerlo...
Zabdiel inspiró profundamente y luego dejó escapar el aire de sus pulmones de manera lenta.—Te lo juro...
—¿Jim...?—susurró la voz de Christopher desde el exterior de la tienda de campaña.
—¿Si...?
—¿Zabdiel está contigo...?—cuestionó lentamente.
—Si—respondió la chica.—Pasa, Chris...—le indicó.
Dos segundos después Christopher Vélez con cara de preocupación quedó a su vista—¿Qué pasa...?—preguntó el muchacho de inmediato.
Christopher soltó un largo suspiro y negó un poco.—Isabella no está por ningún lado...—soltó.
—Joder.
—¿Sabes que fue lo que pasó...?—cuestionó en voz baja.
—Creo que es mi culpa—anunció Zabdiel y de inmediato los ojos de la chica lo observaron un momento—Bien, no lo creo. Es mi culpa—corrigió.—Discutimos y...bien, en realidad yo le dije algo que nunca debí haberle dicho y...Dios...
—Tomando en cuenta que estamos en medio del bosque y que la carretera está tremendamente lejos...realmente no creo que haya ido demasiado lejos.—susurró Jim—pero es mejor buscarla, está por caer la noche...
—Richard y Joel intentaron llamarla a su celular pero como era de esperarse ni siquiera funciona, creo que no tiene señal—comentó Christopher.
El corazón de Zabdiel se aceleró de inmediato y deseó morirse en ese mismo instante. Isabella no era tonta, era demasiado inteligente y sabía que nunca haría nada para ponerse en riesgo pero todavía estaba el hecho de que la conocía como la palma de su mano y estaba enfadada. Y cuando las personas estaban enfadadas nunca salía nada bueno.
—¡Zabdiel!—lo llamó Jimenna. Él pestañeó un par de veces y la observó un momento—¿Vas a venir o no...?
—Claro...ya voy...
(...)
El cerebro de Isabella realmente no era capaz de terminar de procesar lo que había pasado con Zabdiel. No es que ella fuese una nena llorona pero sin duda alguna nunca en su vida había esperado escuchar por parte suya una cosa así.
Se suponía que él había sido la única persona que fue feliz cuando ella volvió a Miami. O al menos eso era lo que ella pensó todo ese tiempo dado que él se había mostrado bastante entusiasta esperándola en el aeropuerto, recibiéndola con besos y abrazos. Pero no era más que mentira.
Era fuerte, sí. Pero le dolía.
Soltó un largo suspiro y se concentró en las hijas amarillentas por doquier tratando de ahuyentar las palabras de Zabdiel pero era una tarea un tanto imposible tomando en cuenta que no dejaban de reproducirse dentro de su cabeza una y otra vez.
...
—Eres tú quién no tiene derecho a hacerme esto. Eres tú quién desde que llegó jodió todo y no te das cuenta. Todo estaba mejor cuando estabas en el internado, no tenía que preocuparme por si mi mejor amigo se hacía novio o no de mi hermana porque no estabas y para mí eso era perfecto. Eres tú. Esa eres tú.
...
—¿Isabella?—ella levantó un poco la mirada para encontrarse con los ojos de Christopher que la observaban fijamente.—Por Dios, gracias a Dios estás bien...—susurró acercándose a ella.—Nos preocupamos mucho cuando nos dimos cuenta que no estabas...después Richard dijo que probablemente habías entrado en el bosque y...estás aquí...
—No estoy perdida—le respondió ella limpiándose las húmedas mejillas.
—Lo sé...sin embargo creo que tampoco tenías intenciones de que alguno de nosotros te encontrásemos...—hizo una pausa—tengo que decirle a los chicos que...
—Christopher...—él se sentó a su lado y la sonrió débilmente.
—¿Si...?
—Déjalo así...no quiero estar con nadie...—él suspiró.—sólo quiero estar un rato a solas, pensar...entender...reflexionar...
Él negó n poco—Cuando era pequeño mi abuela siempre solía contarnos una historia a mi hermano y a mi cuando pasábamos las vacaciones de verano con ella en su lago a la orilla del bosque...era sobre un bosque del llanto...—rio—al principio me parecía una tontería pero ella decía que en la antigua era un joven con una vida complicada entraba todas las noches al bosque para desahogarse, lloraba en silencio contra un enorme tronco de un árbol frondoso y permanecía horas ahí hasta que consideraba que su tristeza disminuía un poco pero al final de cuentas llorar no le solucionaba su complicada vida y sólo se torturaba a ella misma...aunque el final no es tan bueno...—comentó—terminó volviéndose loca de dolor y...—Isabella lo contempló un momento soltó un largo suspiro cuando los ojos marrones de la chica se entrecerraron un poco—sí, la verdad es que era una pésima historia para dormir pero bueno...
—No estoy entendiendo...
—Bueno, si tú quieres te puedo dejar sola para sigas pensando, llorando y sufriendo por el motivo por el cual lo estás haciendo, puedo decirles que no te he visto y hacer que volvamos al campamento con cualquier excusa tonta...—ofreció sonriéndole un poco—pero eso no significa que el problema vaya a solucionarse ¿sabes? sé que a veces dicen que llorar cura el alma, y lo hace...en parte desahogarte puede hacer que te sientes más ligero, con menos problemas encima pero al final de cuentas no se resuelve nada...y sólo te deshidratarás...—añadió. Ella rio un poco.
—Eres un tonto—replicó y él rio.
—Pero al menos te hice reír...
—Zabdiel me odia...—murmuró ella. Christopher dejó escapar el aire de sus pulmones y negó un poco.
—No creo que te odie, Isabella...—susurró.
—Cree que debí haberme quedado en el internado en España...que nunca debí volver porque así su vida era mucho más fácil...menos complicado y su amistad con Richard no se habría roto jamás...—explicó.
—¿Él te lo dijo?—cuestionó el castaño en voz baja.
—Si...
—No te ofendas—susurró—pero tu hermano es un estúpido...
—No me ofende...—sonrió—la verdad es que si lo es...
—No creo que lo haya dicho en serio ¿sabes? Las personas cuando están molestas suelen decir muchas estupideces...—hizo una pausa—yo en realidad creo que te ama demasiado y todo el problema que hay con Richard es porque está tratando de protegerte...
—¿Protegerme...?—preguntó la pelinegra.
—Sí. Protegerte.—la miró—Escucha, pasaste mucho tiempo en un internado por lo que tengo entendido, si...entonces, ¿Cómo te sentirías tú si de repente tu hermano vuelve y se hace el novio de tu mejor amiga?—cuestionó.—Sólo quiero que te pongas un momento en el lugar de Zabdiel, no lo estoy defendiendo; tienes que saberlo...es sólo que puede ser un poco complicado para él ¿no...?
—Lo estás defendiendo—replicó ella. Christopher se echó a reír.
—No, no lo estoy haciendo—respondió.—Isa...está científicamente comprobado que las mujeres son mucho más inteligentes que nosotros los hombres ¿sabías eso?—ella suspiró—sólo tienes que darle tiempo a Zabdiel para que termine de aceptar tu relación con Richard...sólo eso...—rio—deberías verlos trabajando en equipo en este momento para encontrarte...
—¿Qué...?
—Zabdiel, Richard, Joel y Jim están buscándote...—sonrió—tu hermano y tu novio están trabajando en equipo para encontrarte...¿Eso es un avance, no?
—Si...
—¿Lo ves? Todo va a estar bien...—le dijo.—ahora...¿quieres venir conmigo para terminar de una vez con su paranoia o prefieres quedarte en el bosque del llanto pensando en cosas tristes hasta que pierdas la poca cordura que sé que te queda...?—le ofreció Christopher poniéndose de pie para después ofrecerle su mano.—Lo que tú decidas yo lo voy a respetar, lo prometo...
—Voy contigo...sólo con una condición...
—La que quieras...—respondió él de inmediato.
—Le partirás la cara a Zabdiel por idiota...—Christopher rio.
—Con gusto...
_ _ _ _
Buenassssssss ¿Cómo están, cariños? Ahre que le pasaba a Gloria.
Bien, pues como algunas ya leyeron en el tablero de mensajes ¡BIENVENIDAS SEAN TODAS A LA RECTA FINAL DE EL DIARIO DE UNA REBELDE!
Si, luego de cien años...jajaja.
Espero que les gusten mis ideas locas y así.
Les dejo un beso enorme.
Gloria, xx.
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