—¿Entonces linda señorita, quieres dar un paseo en el bosque conmigo?—cuestionó Richard entrelazando sus dedos con los de su novia.

La piel de Isabella se erizó por completo sintiendo como su corazón se aceleraba en respuesta ante el contacto con la piel del moreno. Amaba cada una de las sensaciones que Richard le hacía sentir. Adoraba poder ser capaz de tomar su mano, de mirarlo a los ojos e incluso de saber que estaba cerca suyo.

Y sí. Oficialmente Isabella De Jesús Colón estaba enamorada.

—¿Es seguro?—preguntó la chica sin dejar mirarlo a los ojos.

—Pues claro que si—respondió Richard—Yo nunca haría nada que te pudiese poner en peligro...

—¿Vas a cuidarme?—cuestionó la chica con media sonrisa

—Siempre...

—Me encantas—susurró la pelinegra. Richard le ofreció una pequeña sonrisa y se acercó a ella para dejar un beso sobre sus labios

—¿Te confieso algo?—ella asintió.—Desde que Zabdiel sabe que estamos juntos realmente siento como si me hubiesen quitado un gran peso de encima...—sonrió.—Sé que puede llegar a sonar un tanto cruel tomando en cuenta que está totalmente furioso con ambos pero la verdad es que me gusta estar así...me gusta ser capaz de tomar tu mano...de hablar contigo sin tener que escondernos de nadie...amo de poder besarte...amo saber que todo el mundo sabe que estamos juntos...suena muy cursi, lo sé pero de verdad me encanta...—explicó el rubio. Isabella acarició su mejilla con delicadeza.

—A mí también me encanta saber todo eso...se siente bien no tener que temer de nadie ¿sabes?—suspiró.—Richard... ¿pensaste sobre lo que te dije el otro día?—cuestionó sin apartar sus ojos de los de él.

—¿En qué...?—preguntó inocentemente y automáticamente las mejillas de la muchacha se sonrojaron.

—Lo que te dije en el prado, cuando nos estamos de la fiesta de mis padres...—le recordó.

—No lo recuerdo—admitió Richard. Isabella entornó los ojos con fastidio y se acercó hasta él para hablarle en el oído. Él rio y ella lo miró mal.

—Claro que lo recordabas—se quejó.

—Bien...puedes que si lo recordase pero la verdad es que no lo he pensado...—confesó.—Han sido tantas cosas, Isa...y créeme que lo que menos quiero es que te sientas presionada o algo parecido...yo te quiero porque eres tú, no por si estás conmigo o no—le sonrió—Eso supongo que vendrá después...

—¿De verdad lo dices así de tranquilo?—cuestionó la chica. Richard rio.

—Si...—hizo una pausa—creo que en lo que deberíamos enfocarnos justo ahora es hacer entender a tu hermano que nosotros queremos estar juntos y que nada va a cambiar... ¿no lo crees...?

—Lo que yo creo es que no deberíamos darle tanta importancia a Zabdiel...—soltó la pelinegra—de todos modos es asunto suyo si se enoja o no...

—Pero para mí es importante...y para ti también aunque en este momento estés molesta y digas que no te importa, él sigue siendo tu hermano...—Isabella suspiró.

—Supongo...—susurró arrugando la nariz. Richard sonrió.

—¿Entonces, mi amor...?—murmuró él acercándose a sus labios sigilosamente—¿quieres dar un paseo por el bosque conmigo...?

—Nada me haría más feliz...

(...)

—¡Joel!—Joel se frenó de inmediato apenas la voz de Holly. Las mejillas del muchacho se sonrojaron de inmediato y la muchacha le ofreció una pequeña sonrisa.

—Hola—saludó.—¿Pasa algo...?

—Eh, no...—susurró—bueno, si...—hizo una pausa y negó un poco. Joel se cruzó de brazos para observarla sintiendo como su corazón dentro de su pecho luchaba por liberarse. Seguramente en cualquier momento se le saldría y terminaría muerto. Pero al menos si moría se iría completamente feliz sabiendo que lo último que había hecho fue mirar a los ojos a la chica que le gustaba.

Bien, era un tanto drástico, pensó graciosamente.

—Te escucho...—indicó cuando la muchacha se quedó en completo silencio.

—Eh...hoy en la noche los futbolistas tienen su fiesta de bienvenida y...George me ha dicho que estoy invitada y...—dejó escapar el aire de sus pulmones y Joel sonrió.

Adoraba la manera en la que las mejillas de esa chica se sonrojaban haciendo ver como la cosa más adorable sobre el planeta Tierra.

—¿Me estás invitando a la fiesta de bienvenida?—cuestionó simplemente. Holly asintió de inmediato apartando la mirada nerviosamente. Joel deshizo su postura y se acercó a ella para dejar un pequeño beso sobre su mejilla de la chica.

De inmediato la respiración de Holly se volvió superficial y la sonrisa del muchacho creció.—Eso...

—Perfecto...—sonrió él.—Vayamos juntos entonces...—decidió.

—Joel...—lo llamó de nueva cuenta.

—¿Si...?

—Gracias...—murmuró sin dejar de mirarlo a los ojos. Él le dedicó media sonrisa y negó un poco.

—No tienes que darme las gracias...para mí es un placer...

(...)

—De verdad que no entiendo en que nos ayuda esto—replicó Leslie cruzándose de brazos.

—¿No te has dado cuenta que Isabella y Richard están junto o de plano estás ciega?—cuestionó Sammirya lanzándole una mirada reprobatoria.

—Bueno, pues supongo que entonces sólo era cuestión de tiempo para que lo estuvieran—respondió.—Lo que no entiendo es que tiene que ver ese chico con todo esto...

—Me escuchó hablando con Zabdiel—confesó—Así que supongo que ya debe haberle ido con el chisme a Isabella, son amigos; los he visto hablando antes...

—¿Y...?

—¿Qué no lo ves? Si Isabella sabe que soy quién ha estado conspirando en su contra para que Zabdiel siga enfadado con ella y con Richard entonces todo se vendrá abajo...—le explicó—Y por supuesto que no voy a permitir que sea Christopher quién eche a perder mis planes—agregó frunciendo los labios.

—¿Y que se supone que vas a hacer...?

—Que vamos a hacer—corrigió la muchacha.—Lo primero que tenemos que hacer es hacer que Richard y Christopher peleen...cuando eso pase entonces Richard estará tan molesto que terminará haciendo elegir a mi prima...

—No entiendo tu finalidad, me parece bien que quieras que peleen pero que tiene que ver que Isabella elija...—señaló Leslie.

—Es tan fácil...—rio—Cuando Richard la haga elegir como la tonta que es seguramente se enojará porque se sentirá entre la espada y la pared, pelearan y entonces Zabdiel verá que nunca es bueno dejar que tu mejor amigo se vuelva el novio de tu hermana cuando se entere que el primer problema ha llegado e Isabella salga corriendo a llorar en brazos de Joel...—hizo una pausa—es tan simple todo...

—¿No se te hace un poco bajo poner a Zabdiel en contra de Isabella?—cuestionó Leslie en voz baja.—Si bien Isabella es lo peor que me pudo haber pasado en la vida Zabdiel no lo es...además, ha sido el mejor amigo de Richard desde que son prácticamente unos fetos...no entiendo porque tienes que meterte entre su relación...ellos son amigos de toda vida, entiéndelo...déjalos fuera de todo esto...

—El sentimentalismo nunca llega a nada bueno, ya deberías saberlo, Leslie...

—¿Por qué odias tanto a Isabella?—preguntó de repente.—No lo entiendo...

—Isabella siempre ha sido primero...

—Pero uno es su novio y el otro es su hermano—le espetó—No la estoy defendiendo porque sigue cayéndome fatal pero no puedes ponerla a elegir entre los dos porque es obvio que no podrá hacerlo...—Una enorme sonrisa se hizo presente en los labios de la chica y Leslie negó. —¿Y ahora que...?

—Que buena idea, Leslie...eres brillante cuando quieres...—se burló.

—Sammirya...

—Vamos a hacerla elegir entre su novio o su hermano...—la chica le lanzó una mala mirada.

—¡No!—negó de nuevo—¡Eres una loca! No cuentes conmigo para esto...

—¿A dónde crees que vas?—cuestionó ella tomándola del brazo. Leslie se zafó de su agarre y le ofreció una falsa sonrisa.

—Lejos de ti y de toda la locura...prefiero seguir odiando a Isabella de la manera en la que lo hacía, no de esta...

—¡Eres una maldita cobarde!—le espetó Sammirya.

—Pero prefiero no tener nada que ver contigo...

(...)

—¿Alguna vez piensas volver a dirigirme la palabra o algo así?—cuestionó Isabella entrando en la tienda de campaña de Zabdiel. Él apartó la mirada del libro que estaba leyendo y se giró dándole la espalda. Isabella entornó los ojos y negó un poco. Tomó una almohada y se la lanzó con todas sus fuerzas.—¡Te estoy hablando!—replicó—Si algo me enseñaron en ese estúpido internado es que a uno le están hablando es de mala educación darle la espalda.—pero Zabdiel no respondió.—¡Ya! Deja de tener esa actitud tan infantil y escúchame...

—¿Qué quieres?—se quejó el chico finalmente girándose para mirarla un momento.—Dilo y después vete...

—Eres un estúpido—replicó.—Zabdiel, no puedes seguir haciendo esto ¿entiendes? No puedes seguir molesto sólo porque salgo con Richard...no tienes el derecho como para hacerme esto...—Zabdiel negó.

—Eres tú quién no tiene derecho a hacerme esto—protestó.—Eres tú quién desde que llegó jodió todo y no te das cuenta. Todo estaba mejor cuando estabas en el internado, no tenía que preocuparme por si mi mejor amigo se hacía novio o no de mi hermana porque no estabas y para mí eso era perfecto. Eres tú. Esa eres tú—anunció.

La chica se quedó en silencio y negó un poco. Zabdiel soltó un largo suspiro.—Isabella...

—Tienes razón...soy yo quién jodió todo.

—No quise decir eso...—comenzó él pero ella ni siquiera lo miró. Se apartó las pequeñas lágrimas que comenzaban a escurrir por sus mejillas y negó un poco.

—Lo dijiste y está bien...—decidió comenzando a salir.

—Isabella...no quise decirlo...fue una mala elección de palabras...—explicó.

—¡Vete a la mierda, Zabdiel!

_ _ _

Creo que alguien se enojó...un poquito, ah.