Capítulo 22

12 de Noviembre.

Mi amado diario:

Éste día ha sido encerio difícil, Lady Valentine llegó ayer a la ciudad, ni siquiera me había enterado. ¡Pero cómo soy tonta!

Hace cuatro días ya me había enterado de ello, cuando estaba con Cream, cerca del castillo.

Te preguntarás, ¿Qué tiene de malo que venga? Oh, no, nada, no tiene nada de malo, lo unico malo es... ¡Que quiera incluirme!

Caminaba por la ciudad, necesitaba un poco de aire fresco, y derepente... ¡Pum! ¡Aparece!

- "¡¿Amy?! ¡¿Querida?! ¡¿Eres tú?!" - Escuché una desagradablemente familiar voz.

- "No es posible..." - Me giré.

Si, allí estaba ella.

Hablé un rato con ella, procurando no llamar tanto la atención, es realmente vergonzoso.

Me contó de su visita al castillo de la princesa Sally, de la cual yo ya estaba enterada, pensé que ya había ido y sólo venía de regreso, pero no, apenas había llegado.

Me invitó a ir con ella, a lo cual agradecí el gesto pero inmediatamente me negué, me siguió insistiendo demasiado, realmente no quería ir.

Me dijo que se sentía muy orgullosa de mi, que ya era toda una dama y que quería que la acompañara.

No lo entiendo, al recibir el título de la nobleza, ella se fué y nos abandonó, perdimos contacto con ella, nada le importó, y... de la nada... ¿Me dice que se siente orgullosa de mi?

Realmente creo que a ésa mujer no le importa nadie.

Me recordó varias cosas, entre ellas momentos que compartió con mi madre, ¿Y qué crees?
Fui con ella.

Le gustó mi vestido floreado, y me dijo que estaba perfecta.

Subí con ella al carruaje y nos dirigimos hacia el castillo.
Que vergüenza.

Esperaba que no hubiera nadie allí, sólo la princesa Sally, aunque también me avergonzaba no haberla visto en tres meses desde que llegué, ahora tendría que verme de ésta manera.

Bajamos del carruaje en un jardín muy bonito. De una de las grandes puertas, salió la princesa.

- "¡Lady Valentine! Es un gusto verla nuevamente, ¡Y a usted también señorita...! amm..."

- "Amy, me llamo Amy. Un gusto en conocerla Princesa Sally."

- "Ella es mi sobrina Amy." - Dijo Lady Valentine...
¿Orgullosa? No lo sé, no entiendo a ésta mujer.

- "¡Oh! ¡Mucho gusto en conocerla también Madame Amy! Por favor síganme." - Dijo entrando al castillo.

¿Madame? ¿¿¿Yo???
Emm... oki.

Fuimos a tomar el té a la terraza y platicamos, bueno, en realidad, ellas platicaban, yo... Sólo hacía que entendía su platica.

Política, carruajes, castillos... bla, bla, bla... no puedo decir que me llamó la atención hablar de vestidos... eso sería una mentira. Sally no ha cambiado nada, todavía irradia elegancia, amabilidad y a la vez belleza.
Aún no puedo creer que no me reconociera, éramos muy buenas amigas.

Al por fin terminar y salir...
Vi a Shadow y a Sonic en el jardín. Al pasar cerca, traté de esconderme en los arbustos, me funcionó. Nos despedimos de la princesa Sally. Subimos al carruaje y le pedí que me dejara en mi casa.

-"Gracias por llevarme, Lady Valentine." - Agradecí.

- "Gracias a ti por acompañarme Amy, y te he dicho que no me llames Lady Valentine, soy tu tía."

Realmente no quería tener que llamarla así, me causaba algo de tristeza.

- "Pero es una forma de respeto, es usted de la
nobleza."

- "Pero aún así sigo siendo tu tía." - Rió.

Hubo un incómodo silencio.

- "Emm... bien, tía Valentine." - No pude evitar reír, me causaba algo de gracia.

Para mi sorpresa, ella rió conmigo, sentí algo que hacia ya mucho que no sentía, una extraña comodidad. Como en los viejos tiempos en la casa del árbol de mi antiguo hogar.

Me he puesto a pensar demasiado.
Luego que me despedí de ella, la vi, su carruaje alejándose, como si una parte de mi no quisiera que se marchara, me deprimí.

Corrí hacia el bosque, no me importó que aún trajera el vestido, estaba sola, o eso creía.

Quería trepar alto. En el fondo del bosque, encontré un árbol muy alto. Me asusté, de la nada, ya no me sentía viva. Yo sólo quería...
Sentirme viva.

Subí muy alto, no me importó, y en una de las últimas ramas, me senté a ver lo que quedaba del día. Miré mi reloj, 6:00 de la tarde.
¿Qué haría el resto de la tarde? ¿Me quedaría deprimida y a pensar toda la tarde?

Entonces, jeje, él apareció.

- "¿Amy? ¿Qué haces aquí arriba?"- Preguntó Shadow.

- "¡Hey Shadow! Hola."

Noté que estaba flotando con sus patines.

- "Hola." - Sonrió. - "Amm... ¿Qué haces aquí arriba?"

- "¡Oh! ¡Sólo trepaba un poco! Es muy divertido."

- "Y... ¿No crees que estás muy alto?"

- "Emm.. no, suelo trepar mucho más alto."

Mentira.

- "Wow, y... ¿Piensas quedarte más tiempo aquí?"

- "Pues... ahora que lo pienso... no."

- "Knuckles nos invitó a cenar a su casa, de hecho, te estaba buscando para decírtelo, pero dijo que no te encontró." - Me miró extrañado.

- "¡Ah! ¡Si! Esque salí."

- "¿Encerio? ¿Y a dónde?" - Preguntó sospechando.

- "¿A dónde?" - Dije lo mismo que él de manera juguetona notando su interés.

No creí que fuera posible pero, le saqué un sonrojo.

- "¡Ah! ¡Emm! ¡No! ¡Digo...!"

Me reí, era demasiado adorable.

- "Es broma... ¿Y bien? ¿Vamos con Knuckles?" - Sugerí para que se tranquilizara.

- "Si, jem..." - Respondió rascándose la nuca. Se notaban sus nervios.

- "Bien." - Miré hacia abajo preparándome para bajar.

Pero, noté que Shadow extendió la mano y lo miré.

- "Yo te llevo." - Dijo alegre.

Como si de la nada, sus nervios hubieran desaparecido.

- "Amm... de acuerdo."

Shadow se acercó a mi, y me tomó en sus brazos, me cargó.

- "Bien, sosténte Amy-Chan." - Me ordenó riendo.

Dicho eso, comenzó a avanzar por el aire. Ahora la nerviosa era yo.

Sentí, algo tan... lindo.
Aunque estoy segura de que ésa palabra no es suficiente para describirlo.

- "Huy, lo olvidé, perdona que valla tan alto, estoy acostumbrado." - Se disculpó.

- "Descuida, ésto es genial."

Me sonrió. Tuve que girar la mirada porque sentí un extraño calor en el rostro.

Toda la ciudad se veía muy iluminada, era como estar volando mucho más arriba de las estrellas. Sentí como si sólo fuéramos los dos.

Yo... no lo sé.

Llegamos a casa de Knuckles.

- "¡Amy! ¡Qué bueno que viniste!" - Exclamó Tails acercándose.

- "Hola Tails." - Lo abracé, no se esperaba el abrazo, lo que me causó risa.

- "Amy ¿Qué tal?" - Llegó Knuckles.

- "Hola Knuck."

- "Que bueno que viniste, hoy ha sido un día muy ocupado para casi todos los chicos y algunos no pudieron venir, bueno, sacaré la parrilla." - Dijo el dueño de la casa.

Unas fotos sobre un estante capturaron mi atención, me acerqué a verlas.

En una foto aparecían Knuckles y Rouge abrazados, los dos se ven muy felices, parece que son novios.

En otra, están Tails y Knuckles de pesca.

Tails me vió curioseando y se acercó.

- "Me caí ése día." - Dijo nostálgico.

Contuve la risa con todas mis fuerzas, pero era inevitable reírse con la manera con que lo dijo.

- "Pobresito." - Dije entre risas, pero se me unió.

Shadow estaba en la cocina ayudando a Knuckles. Pero aún así pude escucharlos.

- "¿Y Sonic?" - Preguntó Shadow. - "Juraría que pasé la tarde con él." - Dijo riendo.

- "Fué a visitar la tribu de Nash, al parecer había prometido brindarle ayuda a Siku."

- "Ah ya veo... Emm... Knuckles, ¿Qué tienes en la espalda?"

- "¿Eh? ¿Qué cosa?... ¡Ah!
¡Un escarabajo venenoso! ¡Quitámelo! ¡Quitámelo!"

Tails y yo escuchamos Knuckles y fuimos corriendo a la cocina.

- "Cálmate Knuckles, no es venenoso." - Trataba Shadow de tranquilizar.

- "¡¿Y tú cómo lo sabes?!"

- "Si no paras de moverte no te lo podré quitar."

- "Shadow tiene razón, Knuckles, no es venenoso." - Le dijo Tails.

Shadow aprovechó la ocasión para hacerce el chistocito y
tomó un bat que estaba cerca.

- "Descuida Knuckles, yo lo mato." - Dijo haciendo voz de miedoso.

Y... claro, eso obviamente asustó aún más a Knuckles.

- "¡Noooooo! ¡Shadow! ¡¿Qué rayos?! ¡Noooo!" - Gritaba Knuckles mientras Shadow lo perseguía por todo el jardín.

El escarabajo ya se le había caído de todos modos.

Cuando Shadow se cansó de molestar a Knuckles, ambos procedieron a sacar la parrilla y Tails y yo los ayudamos a preparar hamburguesas.

- "Yom, yom." - Decía el pequeño Tails mientras comía. Sigue siendo una ternurilla.

Terminamos de cenar y los chicos comenzaron a platicar y decir cualquier payasada. Fué muy divertido pasar el tiempo con ellos, como antes.

Finalmente Shadow y yo nos despedimos de ellos, y me acompañó a mi casa.

- "Buenas noches Amy-Chan."

- "Buenas noches Shadow, descansa, hasta mañana."

- "Hasta mañana." - Sonrió.

Éste día comenzó siendo un poco difícil, sin embargo, terminó siendo grandioso, estoy convencida de que hice bien al volver... tal vez.

Oh, no he llamado a mi tía.

Atentamente,
Tu propietaria,
Amy Rose.

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