El tiempo sí que vuela en el fin del mundo. En este momento han pasado casi dos meses desde que todo comenzó.
En este mes y tanto que ha pasado desde la última vez que escribí han ocurrido... ciertas cosas.

Primero tuvimos un infectado. Al parecer era un tipo raro que no se relacionaba con nadie y cada cosa que decía te hacia odiarlo más.

De lo que me entere es que de alguna manera tenía una ruta segura para salir del lugar en el que estamos (Un hospital muy bonito por cierto) que daba a un refugio lleno de recursos. ¿Como lo consiguió? No lo sé, se me acabaron los adivinos ayer ¬¬.

Normalmente todo el mundo estaría saltando de alegría, si no fuera porque el refugio estaba hasta el borde de esas cosas. Sugerí abandonar las cosas y buscar por otro lado.

Mi respuesta: "Ve junto con la loca y trae todo lo que puedas contigo". La razón te preguntas. Literalmente somos los únicos que no tienen problemas para cubrirse de viseras por largos periodos de tiempo. Ahora que lo pienso, eso no es muy higiénico.

Normalmente quemamos esa ropa luego de usarla, pero en el caso de mi gabardina la limpio hasta que huele a rosas. Y eso que no he visto u olido una en años eh.

Como sea, tuvimos a uno de nuestros compañeros de búsqueda de recursos conduciendo una camioneta por nosotros, él conduce y nosotros cargamos. Simple ¿no?

¡¡¡PUES NO!!!

En un principio no me importo que solo nos mandaran a nosotros, pero era raro que solo fuéramos nosotros si iba a ser de día. PUES RESULTA que no se mueven de noche, sino en la OSCURIDAD.

Fue cuando vagábamos por el lugar que entendí como el tipo acabo infectado y porque querían que no escondiéramos. Durante unas horas consideré matar a Ángel e irnos nosotros con todo, pero luego recordé que solo se manejar motos y se me paso.

Total, dimos con las cosas, las cargamos, fuimos por más, por poco escapamos de la muerte, volvimos a cargar, matamos todo lo que se nos puso enfrente (Por poco mi virilidad), cargamos, hicimos esto varias veces (Casi pierdo lo mío en el proceso, VARIAS VECES. Enserio ¿Qué le pasa a esa tipa?) y luego nos fuimos.

Ese fue un día productivo. Conseguimos alimento por un valor de tres meses si fuéramos cinco personas, pero en el hospital a lo mucho durarían dos semanas si los alimentamos con el mínimo necesario.

Hasta ahí todo bien, pero unos días después recibimos un ataque. Eran cerca de diez personas, todas armadas y con chalecos antibalas. Solo había un pequeñísimo e insignificante problema.

Era el grupo de Arturo.

Dicen que la vida da muchas vueltas, y parece que Arturo se mareo y se dio de cara con el suelo. Luego de que apareciera junto con su grupo y nos llevara a la recepción, tuvimos una pequeña plática.

Por extraño que parezca, ninguno levanto la voz. No más de lo necesario (Le grite a los demás, pero se lo merecían). Fue una plática civilizada entre gente civilizada. Así me entere de los problemas que tuvieron.

Se quedaron sin comida, sin agua, fueron atacados y la esposa de Arturo y uno de sus hijos murieron. Casi no había munición y su esperanza estaba por los suelos.

El tipo se aventó un monologo más propio del villano de una película con eso del débil y el fuerte y no sé qué.

Consiguieron más armas y gente y se convirtieron en bandidos. Unos días atrás vieron una camioneta llena de comida y otras cosas y la siguieron hasta su base, luego atacaron.

Cuando lo hicieron nos reunieron a todos en la recepción y Arturo y yo tuvimos una pequeña plática civilizada entre gente civilizada.

No sé porque estúpida razón la loca maniática se enojó e intento herir a Arturo. Se lanzó contra él y como estaba muy lejos, le dio tiempo a uno de sus compañeros a apuntar

La idiota por poco muere si no hubiera recibido la bala por ella. Cuando el tipo estaba por disparar ella pasaba a mi lado así que la empuje y en ese momento una bala atravesó el brazo.

Te puedo asegurar que mi cuerpo ha sufrido mucho hasta ahora, pero una herida de bala esta varios niveles por encima de mi resistencia al dolor.

Después de que fui herido la luz se fue sin razón alguna y a pesar de que debería haber suficiente luz natural para ver sin problemas, literalmente estábamos en oscuridad total.

Ni siquiera había comenzado a pensar en las causas cuando comenzaron a oírse gritos. Pero no eran gritos cualquiera, o no no no no. Eran gritos de dolor, pánico, terror y pavor. A esto le siguieron disparos, más gritos, más disparos y después... nada.

La luz volvió como si nunca se hubiera ido y frente a mí había una carnicería. El único miembro del equipo de Arturo que seguía con vida era Brenda, los demás solo eran una pila de miembros destrozados y viseras regadas.

Nuestro lado tampoco salió ileso. Fui la única persona a la que alcanzo una bala sin recibir una herida fatal. Muy pocas personas sobrevivieron. Por supuesto Abi y yo también (Sino que seria, ¿un mensaje de ultratumba?).

Eso fue hace dos semanas.

Ese mismo día me curaron la herida de mi brazo y decidí largarme de ahí. A modo de recompensa/soborno por que no les disparase con una de las nuevas armas que había conseguido, me dieron una buena parte de suministros, gasolina y una camioneta, y a Brenda luego de que los amenace para que me la dieran.

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-¡YO NO LA QUIERO CONMIGO! -Grito José muy alterado cuando los pocos sobrevivientes del ataque, le pidieron que se llevará a Brenda con él.

-Por favor, nosotros no la queremos aquí y sabemos que si está contigo al menos tendrá una oportunidad de redimirse y que su alma no vaya con el diablo. -Le dijo una señora mayor.

De hecho, era sorprendente que siguiera viva o que no hubiese muerto de un ataque al corazón con tantos disparos tan solo unas horas atrás.

-¡COMO SI ESAS COSAS EXISTIERAN VIEJA LOCA! -Siguió gritando.

-¡Tu solo cállate y llévala con nosotros!-Dijo Abigail con un claro tono de molestia.

-¡NO QUIERO!

-¡Si no lo haces no volveremos a tener sexo!

Las personas solo podían ver impactados ante esa declaración, pero los ojos de José reflejaban confusión.

-¿Segura que sabes con quien hablas? Hasta donde yo recuerdo lo más parecido que hemos tenido es cuando te metí un pan hasta el fondo de la garganta. Ahora que lo pienso... creo que a Eren le paso algo similar.

-¡¿ASÍ QUE ADMITES QUE TE PASASTE CON LO DEL PAN?!

-¿Cuándo lo negué?-Pregunto despreocupado alzando los hombros mientras negaba con la cabeza.

Los demás no podían hacer nada más que mirar intrigados la escena frente a ellos. Lo que inicio como una pelea por una esclava, termino en una discusión de pareja fuera de las normas.

-Como sea.-Dijo Abigail.-Aún necesitamos a alguien que conduzca la camioneta.

La cara de José paso por varias fases, al principio estaba pensativa, luego se retorcía de ira, nadie sabía cuándo paso, pero tenía una gran sonrisa dibujada en su rostro, luego volvió a estar pensativo cuando de repente comenzó a reír sin razón.

-JAJAJAJAJAJA, si es cierto eso paso no me acordaba JAJA.

-¿Ahora que estás haciendo?

-Esque... esque me arde de algo JAJA.

-¿Y qué paso con la otra?

-Ah claro, vamos a llevarla con nosotros.

Sin saber cómo, la extraña pareja se decidió por llevarse a la mujer con ellos. Por más que pensaran, nadie podía ver un futuro alentador para este trió de raritos.

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No lo voy a negar, es casi un sueño hecho realidad para mí (Pero no puedo hacerlo con ninguna), las dos son bonitas, por decir los menos, ¡Pero quiero un amigo!

Lo mejor sería que fuera similar a mí, así seriamos los mejores amigos. Lo peor sería si solo nos habláramos cuando fuera necesario. Pero no importa, su sola compañía ya sería suficiente.

Pues bueno, supongo que toco hablar sobre los problemas que hemos tenido hasta ahora.

Pese a que lo normal sería que se odiaran a muerte, por alguna razón Abi y Brenda son como mejores amigas. Nunca pongo atención a sus conversaciones en susurros, pero de vez en cuando escucho cosas como "supervivencia", "lo que sea necesario", "niños" y otras cosas raras.

No creí que me respondieran si les preguntaba así que lo dejé así.

También está el problema con el refugio. Últimamente ha resultado complicado encontrar refugio en interiores, pero hemos aprendido una forma de acampar en el exterior.

Es simple, solo tenemos que llenar lo que no vaya a cubrir de viseras y demás y listo. ¡Eres indetectable! Mientras perdure el olor claro.

Supongo que puedes decir que lo aprendí por las malas, ¡Porque así fue! Estaba haciendo guardia cuando de repente se puso a llover, y como no, esas cosas se abalanzaron sobre nuestra carpa.

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-¡DESPIERTEN MALDITA SEA!

Los gritos de desesperados de José se dirigían a una pequeña tienda de campaña armada sobre la banqueta. Dentro se encontraban Abigail y Brenda durmiendo plácidamente ya que ambas se habían puesto tapones para los oídos.

Mientras que fuera José estaba cortando lo más limpio que podía las cabezas de los muertos con el machete que tenía en mano.

-¡ESTÚPIDAS! ¡SI SALGO DE ESTA LES JURO QUE ME LAS VAN A PAGAR Y MUY CARO!

Grito lo más alto que pudo, pero el sonido de la lluvia y los gruñidos de los muertos ahogaron su grito, apenas escuchándolo el mismo.

De ese modo pasaron las horas donde cabezas, sangre y gritos volaban por el aíre. José ni siquiera sabía a cuantos había matado, pero literalmente la casa de campaña había sido rodeada por una pared de cadáveres.

Con los primeros rayos de luz los muertos bajaron considerablemente el ritmo. Cuando el sol comenzó a ser visible, el último muerto cayó al piso.

José estaba ahí parado. Un machete sin filo en su mano izquierda y una pistola en su mano derecha. Cuando se acercaban mucho o eran demasiados para pelear dependió completamente de ella. Lo que llevo a su estado actual.

Una parte de su gabardina fue arrancada. La sangre cubría su cuerpo de arriba a abajo y su rostro era una mueca increíblemente molesta.

-Me deben una grande. -Dijo antes de caer inconsciente.

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La siguiente vez que supe de mí estaba en la camioneta. El motor estaba encendido y había un ligero tambaleo. Era obvio que nos estábamos moviendo. Quería levantarme y preguntar qué había pasado, pero era tan suave y cómodo que me quede dormido otra vez.

Eso nos lleva a ayer en la mañana.

Resulta que pase poco más de un día durmiendo, quizá exceder mis turnos de guardia cada que me toca fue mala idea.

Además, ahora (tal vez) ¡Tengo un potencial amigo! No sé cómo llego con nosotros pero ahora está aquí.

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-Entonces... ahora estamos en...?-Pregunto José.

-Otro lado.-Respondió Brenda, que a diferencia de lo que parece, no estaba molesta. Simplemente no sabía dónde estaban.

-¿Y quién eres tú mi muy macho amigo? -Le pregunto a s nuevo acompañante masculino.

Era de edad similar a la suya, aunque no lo aparentase. De piel clara y con barba de candado que se extendía hasta sus patillas. Su físico no era muy destacable y sí era guapo o no... las opiniones estaban divididas (3 de c/4 creen que no).

Y su voz, a decir verdad, aunque no era mala, tenía cierto tono que le molestaba a las chicas.

-Llámame... Dante. -Respondió el chico.

Te voy a llamar Guatemala. -Dijo José con una sonrisa burlona.

-...Perdón?

-Perdonado Guatemala. Ahora, con eso resuelto vamos a hacer de comer, tengo mucha hambre.

-...Perdón?

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¿Oh bueno, quien soy yo para juzgar a las personas de todos modos? Soy un Otaku y pase por la época chunni.

No sé lo que nos depare el futuro ahora, sinceramente, tengo miedo. Pero eso no importa cuando tu prioridad #1 es sobrevivir y la #2 es encontrar a tu hermana.

¿Qué, tengo algo en la cara? 

Notas del autor:

Hey gente. ¿Como están?¿Todo bien?¿Todo correcto? Pues ni que me importara.

Y tenemos el primer capítulo con el nuevo formato de escritura. Como se habrán dado cuenta, paso mucho tiempo desde la última vez que la libreta fue tocada. Y esto es para poder dar un poco más de material y darle tiempo al superviviente de que se meta en problemas de los buenos.
También tengo planeado comenzar a escribir otra historia pronto. Esta va a tratar sobre Hidra, una versión de mi que al ser invocado a a otro mundo se convirtió en un dragón de tres cabezas, y por otras cuestiones se convirtió en el reemplazo de "El cambiante".

Pero... ¿De que chingados estoy hablando? Lo descubrirán cuando comience a publicar. Sin más:

LA_GARGOLA se despide.