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¡¡Lo he logrado!!, ¡esto es un éxito!, ¡un rotundo éxito!, ¡ellos están vivos!, ¡son reales!. No puedo describir ahora la emoción que siento, quisiera salir y gritarle al mundo que yo tenía razón... pero no puedo, aún no. Debo planear la manera en que los presentaré y sobre todo... debo estudiar a mis creaciones... Valió la pena ensuciarse las manos un poco para traer a la realidad mis caricaturas.

Esas escorias merecían morir, mis colegas no fueron oponentes difíciles, pobres, siento un poco de pena por ellos, fueron muy ingenuos al creer que no podía hacer nada. Traerlos acá sin ser visto fue lo más difícil... arrebatar sus vidas en cambio fue bastante fácil, con mi vieja y confiable hacha terminé rápido con ellos, la manera en que gritaron antes de que su vida escapara, esa cara de terror al ver lo indefensos que estaban, la sensación de miedo que producía sobre ellos, debo admitir que me gustó mucho... quizás después de todo, tenga algo de psicópata dentro de mi, no me arrepiento de nada, y ahora menos ya que mi experimento ha sido todo un éxito.

Las escenas de lo que sucedío hace unas horas aún siguen en mi cabeza.

Flashback:

Ya tenia todo preparado, los materiales estaba en su lugar perfectamente ordenados, tal cómo lo indicaba el ritual, ahora solo faltaba lo esencial, almas humanas que servirían como sacrificio. Por fortuna conseguir a mis sacrificios no fue nada difícil, contacté a mis últimos empleados que me habían abandonado hace ya un tiempo, debo admitir que fueron los mas fieles, o eso aparentaban, solo les importaba el dinero, siempre hablaban a mis espaldas, susurrando toda clase de cosas sobre mi, no era necesario que me lo dijeran, yo ya lo sabía, aun así, para comprobarlo decidí colocar un par de grabadoras por todo el taller, ellas captarían las conversaciones de mis empleados; creían que estaba loco, que equivocados estaban, pero ahora tienen razón, ya he perdido la cordura.

Decidí enviarle una carta a todos ellos, diciéndoles que necesitaba su ayuda para un último trabajo y que les pagaría muy bien por ello, esperé pacientemente su respuesta la cual no tardó mucho en llegar, los cité en el taller para que nos viéramos, les tenia una sorpresa preparada.

Cuando llegó el día que yo les indiqué, uno por uno se presentaron al taller, eso me facilitó las cosas, los golpee en la cabeza apenas cruzaron la puerta, los necesitaba vivos, por el momento, algunos de ellos se defendieron, otros trataron de huir, pobres, siento algo de pena por ellos, no pudieron hacer nada para salvar sus vidas, sus intentos fueron inútiles, pero fue su culpa por subestimarme, creyeron que era un inútil, solo un loco que debía ser encerrado en el manicomio. Ahora yo me río de ellos. La manera en que gritaron, cuando suplicaron piedad, la expresión de sus caras llenas de pánico al ver que su fin estaba cerca, todo eso fue tan satisfactorio, quizás... Después de todo, haya algo de psicópata dentro de mi.

Coloqué a cada uno de ellos en los ataúdes que había prepararon para la ocasión y fue allí donde los asesiné, fue bastante sencillo al tener esta vieja hacha, se supone que era solo para emergencias como algún incendio, pero yo le di un mejor uso. Tomé algunas precauciones y me coloqué un delantal para evitar mancharme de sangre. Una vez el líquido carmesí fue derramado proseguí con la siguiente parte y recite el conjuro que me indicaba ya que para que esto fuera efectivo necesitaba almas como sacrificio, espero que hayan sido suficientes, ya que por desgracia uno de mis sacrificios murió antes de iniciar el ritual, Sammy, el era el director del departamento musical, intentó escapar del taller pero por desgracia olvido que yo había planeado todo muy bien, las otras salidas estaban bloqueadas por la tinta que se sale de los conductos de la máquina y al intentar escapar por una de las salidas murió ahogado por la tinta. Aun así espero que con los otros empleados sea suficiente. Recite aquellas palabras tal y como lo decían las páginas, me había preparado bastante para este momento, las velas comenzaron a parpadear como si una corriente de aire intentara apagarlas, la invocación del demonio estaba saliendo a la perfección, realmente estaba emocionado en ese momento. Al terminar, todo seguía igual, el pentagrama seguí intacto y las velas estaban en su lugar. Esperé por unos minutos creyendo que un milagro se haría presente justo frente a mi, pero no sucedió nada. Me sentí desilusionado, todo había sido en vano.

- Demonios, creí que esto funcionaría - dije un poco triste, tenía bastantes esperanzas en que esto funcionara.

- Bueno... al menos me divertí, será mejor que tire la basura - mencioné para mi mismo en tono sarcástico refiriéndome a aquellos cadáveres. De pronto, se escuchó un gran sonido que provenía de la parte de arriba, más específico, en la habitación de la máquina de tinta. - ¿Me pregunto qué habrá sido eso? - aquel ruido era algo extraño, era como si alguien hubiera puesto en funcionamiento la máquina, aunque claramente recordaba haberla apagado antes. - Con mucha confusión decidí subir arriba, no sin antes haberme quitado aquel delantal sangriento y con un trapo limpiar las pequeñas gotas rojas de la piel, cerré con llave la puerta que conducía al sótano y salí a investigar que había sido ese peculiar sonido. Cual sería mi sorpresa al abrir la puerta...

¡Hola! - Exclamó alegre un simpático personaje de estatura baja, su piel era completamente negra y vestía con unas botas negras, una corbata de moño y unos guantes blancos. Era él, aquella caricatura que tanto me había empeñado en traer a la vida, el mismísimo Bendy en persona. No lo podía creer, me quedé sin palabras por lo que mis ojos estaban presenciando. Al ver eso aquel personaje de caricatura volvió a hablar para confirmar su existencia - Mi nombre es Bendy, ¿tú eres mi creador cierto?, tú eres Joey Drew. - Dijo mostrando su característica sonrisa

- E-Estas vivo - Mencioné con algo de dificultad, realmente estaba impresionado

- Por supuesto que estoy vivo, ¿cuantos demonios bailarines ves a diario?, soy único en mi clase, y todo esto es gracias a ti, tú nos diste vida -

- ¿Diste?- pregunté algo confundido

- Si, a Boris y a mi - Respondió gustoso el pequeño demonio - Hey amigo, sal de allí pronto, el creador está aquí - dijo señalando a Joey. De pronto, de la máquina salió una gran cantidad de tinta que cayó al suelo, pero en unos segundos, se materializó ante ellos una caricatura de gran tamaño, el mejor amigo de Bendy, aquel lobo alegre que amaba tocar música, Boris.

- Joey Drew... es verdad, el creador, mucho gusto en conocerte - dijo aquel otro personaje acercándose a ambos.

- Ya era hora de que salieras viejo amigo - mencionó Bendy a aquel lobo.

- ¡Ustedes son reales!, ¡lo sabía!, ¡lo he logrado! - gritó eufórico aquel caricaturista

- Claro que estamos vivos, tú nos animaste - dijo Boris

- ¿Acaso ustedes saben cómo lo hice? - preguntó Joey algo inquieto, su creación había implicado cosas muy oscuras, no sabía si ellos lo tolerarían.

- No, solo sabemos quienes somos y que tú y Henry son nuestros creadores - comentó el pequeño demonio. Eso era un alivio, mientras menos supieran, era mejor.

Fin del Flashback

Fue algo magnífico; pero aun tengo mucho trabajo...

Necesito limpiar el lugar y deshacerme de los cuerpos... traje un par de ataúdes que me sirvieron para guardar los cadáveres, además de que fueron parte importante de el ritual... aún tengo mucha evidencia que desaparecer, no quiero que la policía me descubra, aunque, no creo que eso suceda, nadie me vio con ellos antes y sobre todo, ellos tampoco han sido grandes personas que merezcan ser recordadas, que yo sepa no tenían ningún familiar que los quisiera realmente cerca, creo que le hice un favor al mundo con deshacerme de ellos. Pase lo que pase, nadie debe saber de esto, en especial Bendy y Boris, no creo que soporten la verdad de su creación... ellos no deben saberlo nunca, yo me encargaré de que eso no suceda.

Bendy me esta llamando, tiene mucha curiosidad por el mundo que lo rodea, tengo que ir con ellos ahora, quiero aprovechar todo el tiempo posible para aprender de ambos.

Hasta aquí llegan mis palabras por el día de hoy, estoy muy emocionado por lo que suceda de ahora en adelante, y tengo el presentimiento de que pronto, mi querido amigo Henry, nos volveremos a ver.

-Joey Drew

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