Ahora que pude quitarle el diario a mi hermano, voy a escribir para desahogarme como él lo hace. Tengo o tenía una amiga llamada Kelly y, hasta hace poco, éramos buenas amigas, pero su reciente actitud egoísta fue lo que me hizo enojar.

Siempre teníamos uno que otro pleito por tonterías. A veces me sacaba de quicio su comportamiento. Ojalá pudieras leer esto, Kelly. Tómalo con cariño, de verdad.

El diario de Trixie

Empecemos... Tú eres... hum...

A ver...

¡Bah! Pero cómo Eddie puede escribir tan fácil... ¡Esto es difícil!

Bueno, ojalá que mi rabia ayude a que la lírica fluya.

Tú hablas...

Tú hablas mucho, pero si supieras el origen del problema,
ahora me estarías hablando con cautela.

Te la das de consejera del amor y de príncipes anhelados.
Mucha palabrería y andas celando a tu enamorado.

Si te molesta que los chicos te coqueteen a tus espaldas,
ponte algo más recatado y deja las minifaldas.

No me prestas la tarea, ya que te lo tomas todo a pecho.
A otra le prestas, pero luego te dice que está mal hecho.

Una rebelde y caprichosa que solo piensa en ella.
Y si otra se fija en su novio, se arma la tercera guerra.

¿Te dolió esa? Ja, ja, ja.

Te metes en líos y respondes con groserías,
y el que sufre es tu padre, que tiene aguantar tus niñerías.

No mides tus actos, nada te es suficiente.
Por eso siempre apareces en miles de memes al día siguiente.

¡Toma!

Antes de dar a entender que todo lo que haces es perfecto.
Mejor tómate tu tiempo para corregir tus propios defectos.

Tu súbditas te dan siempre la razón, aunque estés cabeceando.
Y a pesar de que eres una egoísta, todavía te siguen aguantando.

Sé que mis palabras te provocan comezón en la nuca.
Te entran por las orejas y te explotan como bazuca.

Eres una paranoica porque de todo armas un circo.
Se te subieron los humos, como el que salió para elegir al papa Francisco.

Tuviste un día perfecto o un mal día,
y buscas discusión porque andas aburrida.

El perfume que te pones es excesivo.
Se siente como si estuvieras fumando cigarrillo.

Y si te pones a la defensiva, es porque te sientes aludida.
Y si mis palabras son nocivas, búscate un pesticida.

Bueno, ya me desahogué, ¡ay!, espero no haber sido tan cruel. Besos, Kelly.