Luego de terminar unos trabajos muy pesados, me empecé a sentir algo estresado. Por lo que me recosté en la cama y me puse a mirar la televisión para formatear los malos pensamientos.

Haciendo zapping, me topé con el noticiero y, sin más remedio, me puse a verlo. Todo iba bien hasta que al poco rato, lo apagué y tiré el control.

Comencé a inflar un globo, globo que, a los pocos segundos, reventó en mi cara...

El diario de Eddie

Somos siete mil millones de habitantes.
Cuatro razas, y tres clases predominantes.

Hay diversidad, hay gente amable e irritante,
como también hay eruditos e ignorantes.

Desde el suspuesto Big Bang hasta la actualidad,
pasamos de partícula a hallar partículas.

Desde el hombre primitivo cazando hienas.
hasta las primeras civilizaciones escribiendo en piedras.

Desde la debacle de las dinastías y romanos inclementes.
hasta el descubrimiento de un nuevo continente.

Desde los grandes inventos e innovaciones,
hasta los conflictos políticos y revoluciones.

Desde que el hombre conoció el carbón y el fuego,
hasta que un día decidimos viajar al espacio y pisar otro suelo.

Hasta que el hombre equivocó camino.
La codicia y el odio lo han vuelto mezquino.

Hemos avanzado y, al mismo tiempo, hemos retrocedido.
Estamos perdiendo lo que hasta ahora hemos conseguido.

Vivimos en un mundo de hipocresía y arrogancia.
Donde primero llega la pizza antes que la ambulancia.

Si comes algodón de azúcar se te caerán los dientes, lo dice un pugilista,
ya que el algodón de azúcar lo inventó un dentista.

Según tu color de piel te tratan con preferencia.
El líder manda y los borregos cumplen con obediencia.

Te apuntan con el dedo por tus preferencias sexuales.
Por tu origen, por tus modales y porque ellos y tú no son iguales.

Desaprueban y juzgan algo que está mal.
Sin embargo, ellos actúan con su doble moral.

Se quejan de la belleza y de la gente narcisista,
pero viven pegados a una cámara junto al espejo y su maquillista.

Hablan de pobreza y de buenas acciones,
comiendo sus mariscos desde sus lujosas mansiones.

Abogan por la ética y los actos bondadosos,
pero al dar la vuelta te roban en la cara y se sienten orgullosos.

Dicen que te brindan su ayuda desinteresada,
pero cuando ya no tienes nada, no te ofrecen ni una frazada.

Nos sometemos al tirano y a sus arbitrariedades,
mientras que otros se matan trabajando, viendo al rico disfruta sus comodidades.

Los continuas guerras nos pusieron y nos ponen otra vez a la deriva.
Volvimos a creer que los intereses están primero antes que la vida.

Aprendimos poco o nada después de dos guerras mundiales.
Si siguen gobernando líderes con actitudes nada confiables.

La delincuencia y los robos son el pan de cada día.
No queremos más puentes, queremos más policías.

Mientras el gobierno compra armas y despilfarra el dinero,
hay médicos que dicen que la salud está primero.

Crisis, revueltas y caos por doquier.
Gente inocente muriendo y el tirano se aferra al poder.

El vaticano predica la bondad y el compartir.
Sin embargo, es la mafia y la corrupción lo que te quieren impartir.

Vegetarianos pueden comer papas o tal vez albacas,
pero extraídos del abono orgánico de una vaca.

Pero un mundo mejor es posible, ya que no todo está perdido.
No pierdo la esperanza, pero aún falta un largo camino.

Podemos fabricar autos eléctricos en pos de cuidar el aire y la biodiversidad.
Solamente, hace falta voluntad.

Hace años, un trasplante de corazón era toda una proeza.
La gente va más allá, ya que ahora será un trasplante de de cabeza.

La bondad y el hambre van de la mano como un candando y una llave.
Hay personas devolviendo a su dueño una billetera que encontraron en la calle.

Hay rescatistas salvando a perros abandonados.
Y personas que tienen poco ayudando a los más necesitados.