¡Qué enfado tengo! ¡Estuvo arreglado! No puedo creer este resultado... Bueno, mejor me calmo y vayamos al grano.

El diario de Eddie

El esfuerzo a conciencia trae su recompensa tarde o temprano.
Sin regularidad y constancia, el esfuerzo será en vano.

La perseverancia y la fe en tu equipo te llevará a la victoria.
El desafío puede ser difícil, pero no imposible poder llegar a la gloria.

Salir a la batalla, como dijeron, con demasiado respeto,
es como regalar la victoria mientras te quedas quieto.

También la suerte juega un papel muy importante.
Para unos hay tormentas, y para otros sale el sol radiante.

Su cabeza pendía de un hilo, su destino lo definía una pelota.
Llegó el día y, contra todo pronóstico, sorprendió y cerró muchas bocas.

Llegaron más triunfos históricos que llenaron de ilusión a la gente.
Hasta que llegó la hora de jugar ante un rival mucho más fuerte.

Ante el menosprecio de la prensa visitante y la polémica que se encendía,
fueron vencidos ante un equipo inferior como ellos decían.

David venció a Goliat cuando pocos creían en aquellos jugadores.
Acapararon las portadas como los grandes vencedores.

La alegría se extendió demasiado sabiendo que había un partido más por jugar.
Reinó la actitud triunfalista y sucumbieron ante la jerarquía del rival.

Y los que se subieron a la camioneta del triunfalismo,
se bajaron y se esfumaron con escepticismo.

Todo era alegría y elogios por un lado,
y por el otro desazón, críticas y memes por el vergonzoso resultado.

La ilusión se convirtió en decepción por el marcador tan abultado.
Y el villano se convivió en un héroe inesperado.

Fin.