— Vamos, deprisa, dámelo ya — Es la voz de Hermione.

¡Quiero saber que hacen! Los señores Granger no están...

— ¿Cómo se supone que meta mi baúl dentro del maletero del avión? — Draco está confundido.

— Confía en mí, solo dámelo. — ella me toca. — No puedes llevarlo en la mano durante el viaje. No lo dejaré con las maletas, solo estará en mi bolso.

—¿me lo regresarás? — mi amo parece un niño pequeño a punto de dejar su osito de felpa.

— Lo prometo, ahora dámelo.

Ahora estoy en un lugar oscuro, lúgubre y solo. Pero puedo saber lo que ocurre a mi alrededor.

Una vez en el avión puedo sentir que mi amo está asustado.

— No me siento bien, creo que debería bajar. — se oye agitado.

— Calma, esto es más fácil que usar una escoba — Hermione le susurra. — Dame la mano, así te calmarás.

— Me gustaría que tomaras algo más...

— Niño, te estoy escuchando, no perviertas a mi bebé. — El señor Granger habló.

—¡Papá!

— ¡Señor!

— Cariño, déjalos, recuerdas que éramos jóvenes e impetuosos. — luego se dieron un sonoro beso.

T-R-A-U-M-Á-T-I-C-O

— Creo que quieres un amor como el de tus padres. — Draco habló suavemente.

— parecen unos adolescentes, realmente podría ser feliz si alguien me amara de esa manera, que la rutina fuera divertida... Que los...

Me gustaría saber porque se ha callado, pero puedo pensar que es un beso, un largo beso.