— Inuyasha, Kagome... Inuyasha, Kagome... ¿Por qué escribes mi nombre? Se supone que tienes que aprender el tuyo en letra de carta — le recordó su mejor amiga Kagome a Inuyasha, se encontraban en la casa de los Taisho's como siempre solían hacerlo después de la escuela.

— El tuyo también Kagome, tengo que saber absolutamente todo de ti...

— Awww Inu — Kagome se sonrojo.

— ¿Recuerdas Kagome?

— ¿Qué cosa?

— Nuestro cumpleaño ya se acerca.

— ¡Cierto! ¡Cumpliremos nueve años, cada vez más grandes!

Inuyasha sonrió al escucharla, sí, cada vez más grandes y lo más importantes cada vez más unidos.

— ¡Inuyasha, Sesshomaru, Kagome la chocolatada está lista! — el grito de la madre de Inuyasha se escuchó.

— ¡Yo pedí café helado! — se escuchó la queja de Sesshomaru.

— ¡Pues deja tiro la chocolatada y te hago tu riquísimo café helado!

— ¡No! ¡Cómo vas a desperdiciar así la comida, me tomaré la chocolatada! ¡Pero recuerda que no me gusta mamá!

— Si, si claro...

°°°

Un café helado para Sesshomaru por favor, porque al nene grande ya no le gusta la chocolatada jajaja