Problemas en Mewni (Parte 3/3).

NARRADOR OMNISCIENTE.

Reino de Mewni.

-Star-dijo Moon intentando excusarse-. Sé que parece una locura que Mina trabaje para mí, pero déjame explicarte...

-Eres una... ¡TRAIDORA!

Star se transformó en mariposa nuevamente y se elevó en el aire. Moon hizo lo mismo y ambas se confrontaron

-¡Sé lo que parece!-dijo Moon-. ¡Pero tienen que entender...!

-¡DA USTED PENA!-gritó Amity invocando sus guantes de abominable-. ¡¿TRAICIONÓ A SU PROPIA FAMILIA Y PUSO A SU PROPIO REINO EN PELIGRO POR UNA ESTÚPIDA CORONA?!

-¡Tú no tienes derecho a hablar aquí!-dijo Moon molesta-. ¡No entiendes nada de este mundo, ninguno de ustedes!

-¡Creo que entendemos lo suficiente!-dijo Willow invocando sus plantas y lista para atacar a Moon-. ¡Conocemos muy bien a un hombre en nuestro mundo muy parecido a usted! ¡NO ES DIFERENTE A BELOS, Y MUCHO MENOS A MINA!

-¡Hace tiempo que Mina quiere derrocar a Eclipsa!-dijo Moon-. ¡Créanme, evité un desastre mucho peor que éste!

Pero antes de que pudiera seguir hablando, alguien la empujó a toda velocidad contra la pared y la retuvo con sus garras.

-¡ESCÚCHEME BIEN, "SU MAJESTAD"!-Lilith parecía mucho más furiosa que todos los jóvenes juntos y miraba a Moon de una forma que hasta la misma Moon, conocida como "la reina inconmovible", se asustó-. ¡LE VOY A DAR DOS MINUTOS PARA QUE ME DÉ UNA BUENA RAZÓN PARA QUE NO LA DESTRIPE POR PONER A SU HIJA, LA MÍA Y A ESTOS NIÑOS EN PELIGRO, SIN CONTAR EL REINO QUE USTED DICE PROTEGER! ¡Y LLEVA UNO!

-¡ELLA FUE LA QUE EMPEZÓ TODA ESTA GUERRA!-gritó Moon desesperada señalando a Eclipsa, aunque por los nervios terminó arrojando un hechizo que casi le da a la bebé Meteora.

-¡Oh no!-dijo Moon al ver lo que casi hace-. ¡Perdón, fue un accidente!

-Ajá, y Odalia Blight es la mejor madre del multiverso-dijo Amity todavía molesta. Ella, Willow y Star se acercaron a Lilith y a Moon, listas para golpear a Moon y hacerla sufrir un par de contusiones por lo que había provocado.

Moon volvió a su forma normal.

-Miren, entiendo que Eclipsa pueda ser muy amable y gentil y por eso todos confían en ella tan fácil-dijo Moon-. Yo lo hice una vez. Y no tienen idea de lo que sucedió.

-¡¿Disculpa?!-dijo Eclipsa indignada.

-¡Por culpa tuya me perdí en un reino mágico y me separé de mi familia una vez!-reclamó Moon.

-¡Fue un accidente, querida Moon!-dijo Eclipsa-. Y tu hija es perfectamente capaz de cuidarse sola. Ella es mucho mejor de lo que nosotras jamás fuimos a su edad, ni seremos.

-No voy a discutir esto contigo, Eclipsa-dijo Moon-. Vine a ofrecerte un trato.

-¿Qué tipo de trato?-preguntó Gus.

-Mamá, ¿qué estás haciendo?-preguntó Star.

-Devuélveme la corona-le ordenó Moon a Eclipsa-. Y haré que Mina y los guerreros solarianos detengan el ataque.

-Entonces usted creó esas armaduras gigantes invencibles-dijo Lilith todavía mirando a Moon como un gato mira a un canario antes de comérselo-. ¿Por qué no me sorprende?

-Y luego de eso-dijo Moon ignorando las miradas asesinas de todos menos Eclipsa-, sanaré a Globgor y a todos los demás monstruos en el refugio de la magia. Y luego podrán vivir en el universo que ustedes quieran, excepto en este.

-¿Y si no hago lo que me pides?-preguntó Eclipsa.

-Las cosas, podrían ponerse mucho peor.

-¡¿Es una amenaza?!-preguntó Amity lista para lanzarse contra Moon, pero Lilith la detuvo. Por mucho que quisiera arrojar a Moon desde el acantilado más alto que encontrara en ese mundo, no podía negar que para ella era mucho más importante que los heridos recibieran la atención que necesitaban.

Tras un momento en el que nadie hizo nada, Eclipsa entregó su paraguas.

-¡NO!-protestó Willow, pero Hunter la detuvo antes de que atacara a Moon, mientras Marco veía la escena boquiabierto.

-Está bien, chicos-dijo Eclipsa sonriendo triste-. Hice lo mejor que pude. Pero a veces, lo mejor no es suficiente.

-¿Qué?-dijo Star. No podía creerlo, no después de todo lo que ella y Marco habían luchado para que los mewmanos aceptaran a Eclipsa y a los monstruos.

-No, no es justo-dijo Amity, furiosa por lo impotente que se sentía al no hacer nada en ese momento.

Moon tomó el paraguas y éste se convirtió en una especie de cetro dorado pequeño con una joya en forma de corazón de cristal.

Mientras tanto, la Alta Comisión de Magia celebraba que Eclipsa hubiera sido derrotada y pronto ella y todos los monstruos serían desterrados. La única que no estaba tan de acuerdo era Hekapoo, quien incluso se sentía algo incómoda con todo el desastre que ellos habían provocado y ni que decir de lo que le podía pasar a los heridos por las espadas solarianas, por lo que se sentía fatal.

-¿No es un poco prematuro?-preguntó Hekapoo al resto del grupo mientras se dirigían al refugio donde todos estaban reunidos para ver en persona la derrota de la supuesta reina de la oscuridad-. Eclipsa todavía no se ha rendido completamente.

-¿Eso qué importa? No es como que le queden opciones-dijo Rhombulus como si nada.

-¿Y qué hay de los heridos?-preguntó Hekapoo sin ocultar la preocupación en su tono-. ¿Si se acuerdan que se pueden morir?

-Una vez los lleven al refugio de la magia-dijo Omnitraxus Prime-, se curarán y se irán de Mewni. Tampoco somos tan crueles como tú crees, Hekapoo.

-Si ustedes lo dicen...

Pero mientras llegaban a Mewni, Hekapoo sentía que algo no iba nada bien. Que algo muy malo estaba por ocurrir.

Mientras, Eclipsa fue a ver a Globgor en la enfermería. El enorme monstruo igual que el resto de los heridos estaba cada vez peor, la herida ya se había expandido por casi todo el cuerpo.

-No le queda mucho tiempo-murmuró Willow con pesar.

-Tranquila, va a estar bien, todos lo estarán y estaremos-dijo Hunter sujetando su mano para darle confianza, a lo que Willow sonrío.

-Yo no quería...-empezó Moon, pero Hunter la miró molesto.

-Cállese, señora-le exigió Hunter molesto y apartándolos a él y a Willow de Moon-. No se le olvide que todos estamos en el mismo barco por culpa suya.

-Pero...

-¿Valió la pena?-preguntó Amity molesta-. ¿Valió la pena armar todo este caos por un trozo de metal en la cabeza? Ojalá lo haya valido para usted, porque le aseguró...

Amity señaló a Star.

-Que para ella no lo valió. Y se lo digo por experiencia, las madres que traicionan a sus hijas sólo se ganan su desprecio absoluto.

Moon no dijo nada. Por dentro, se sentía miserable. Quería la corona devuelta y a los monstruos fuera de Mewni, pero nunca quiso que gente inocente saliera herida. Ni que Star la odiara. Pero bueno, ya no había vuelta atrás. Además, la Alta Comisión de Magia llevaba mucho tiempo presionándola para que sacara a Eclipsa del trono. Si no hubiera sido ella, hubiera sido Mina. Al menos así, tendría la situación bajo su control.

O eso creía. 

-Hola cariño-dijo Eclipsa acercándose a su esposo-. Creo que encontré una forma de mantenernos a salvo. Tendremos que renunciar a mucho, pero, ¿desde cuándo nuestra relación ha sido fácil?

Eclipsa sacó un pañuelo y se secó un par de lágrimas.

-¿Baba?-preguntó Meteora al ver a su papá en ese estado.

-Sí, papá no está nada bien-dijo Star cargando a la bebé.

-Yo jamás quise que esto pasara-dijo Moon, pero Star sólo bufó.

-¿En serio?-preguntó la rubia incrédula.

-Se los juro, yo jamás lastimaría a gente inocente.

-No lo sé, "majestad"-dijo Lilith con desdén-. No parece muy ajena a todo esto en este momento.

-Estoy haciendo esto por todos nosotros, Globgor-dijo Eclipsa besando a su esposo-. Ya regreso.

Todos salieron al encuentro con Mina. Mientras esperaban a que llegara, aprovecharon para tener una última conversación con Eclipsa.

-Así que se irán del reino-dijo Star con tristeza.

-Lo siento, Star-dijo Eclipsa-. Sé que te esforzaste mucho para ayudarme. Pero lo mejor para Mewni en este momento, es que mi familia y los monstruos se vayan.

-Eclipsa tiene razón, Star-dijo Moon-. Como reina, es tu deber hacer lo mejor por tu gente, aunque terminen odiándote por eso.

Nadie le hizo caso y siguieron con Eclipsa. 

-Si no fuera por nuestro problema con Belos, con gusto les ofreceríamos asilo en las Islas-dijo Amity.

-Oh, linda, te lo agradezco-dijo Eclipsa-. Pero tranquila, he pasado por esto muchas veces, créeme, estaremos bien. Pero gracias por preocuparte.

-Gracias a usted por ofrecernos asilo en su reino-dijo Willow.

-Y por ayudarme a ver que incluso en la oscuridad hay luz-dijo Lilith.

Eclipsa sonrió. Pero antes de que alguien más dijera algo, un fuerte temblor se sintió en el lugar y la Alta Comisión, junto a Mina, aparecieron en la entrada del refugio.

-¿Qué onda, canallas?-dijo Mina en tono burlón-. Se terminó su tiempo. Ahora empieza la diversión.

-Veo que por fin atrapaste a la besa monstruos, Moon-dijo Rhombulus-. Bien hecho.

-No, no la atrapé-dijo Moon-. Eclipsa aceptó rendirse.

-Claro que aceptó rendirse-dijo Mina-. Es una cobarde, traidora a su propio reino y al legado de su madre.

-Muy bien, terminemos con esto-dijo Omnitraxus Prime-. Llevemos a los monstruos al refugio de la magia y...

-Oh-Oh-Oh, no tan rápido grandote-dijo Mina-. No vamos a llevar a nadie a ningún lado.

-¿Qué?-dijo Hekapoo confundida-. Mina, ¡si no reciben la atención adecuada los heridos morirán!

-¿Y a quién le importa?-dijo Mina-. Son monstruos, por amor a Mewni, nadie los va a extrañar.

-Yo solía admirar a esta tipa-dijo Star con asco.

-¿En serio?-dijo Amity sorprendida.

-Ahora, voy a necesitar que se hagan un poquito a la derecha-dijo Mina a Moon y a la Comisión-. No quiero lastimarlos cuando atraviese a Eclipsa y a su abominación de bebé con mi espada.

-¡¿Qué?! ¡ES UNA MADRE CON SU BEBÉ MALDITA LOCA!-protestó Willow.

-¡Basta!-ordenó Moon-. ¡No hace falta más violencia, Eclipsa aceptó rendirse y renunciar voluntariamente!

-En eso sí estamos de acuerdo-dijo Rhombulus-. Esto se acabó, Mina. Detén el ataque.

-A estas alturas mejor me saltó el discurso y me voy a...-dijo Eclipsa pero fue interrumpida por Mina blandiendo su espada.

-¡Nadie irá a ningún lado!-dijo Mina-. ¡¿Dónde está Globgor, besa monstruos?!

-Globgor ya no es una amenaza, Mina-dijo Omnitraxus Prime-. Todos los monstruos se irán de Mewni según el trato entre Eclipsa y Moon. 

-¡PERO LOS ESTÁN DEJANDO IR MUY FÁCIL!-protestó Mina-. ¡¿QUÉ HAY DE NUESTRO EJÉRCITO?! ¡TODOS HICIMOS EL JURAMENTO DE PROTEGER A MEWNI DE LOS MONSTRUOS INVASORES Y DEVOLVERLE MEWNI A LOS VERDADEROS MEWMANOS!

-¡Esto nunca fue sobre herir o matar monstruos, Mina!-dijo Moon-. ¡Por última vez, cancela el ataque!

-¿O sino qué?-dijo Mina en tono burlón.

-Yo te di poderes, Mina, a ti y a tus tropas-dijo Moon-. Y se los puedo quitar.

-Tiene razón, esto ya es demasiado incluso para mí-dijo Rhombulus-. Última oportunidad, Mina, detén esto ahora.

-Nope, no me da la gana.

-Muy bien, tú lo pediste...

Moon empuñó su varita y comenzó a recitar:

-Regresa el poder pagado en sangre, tu esencia ahora restaurada, revoca la fuerza que te inunda... ¡Y DESCANSA PARA SIEMPRE!

Un rayo de color azul salió de la varita de Moon y cubrió a los guerreros solarianos. Sin embargo, no pasó nada.

-Sentí un cosquilleo-dijo uno de los guerreros, que seguía tan fuerte como antes.

-¡¿Qué?!-dijo Rhombulus-. ¡¿Cómo?!

-¿Realmente pensaron que eso funcionaría?-dijo Mina con sorna-. Tú nos diste poderes, Moon... ¡PERO NOSOTROS JURAMOS NUESTRA LEALTAD A LA REINA SOLARIA!

-¿Qué?-dijo Amity confundida-. ¿Eso qué tiene que ver?

-Un juramento hacia una reina es más poderoso que cualquier hechizo-dijo Star-. Si Mina y sus guerreros ofrecieron su lealtad a Solaria...

-Sólo Solaria puede detenerlos, pero ella está muerta-dijo Marco.

-Osea que no hay forma de detener a los guerreros solarianos-dijo Hunter asustado-. Estamos perdidos.

-¡AHORA LEVÁNTENSE MIS GUERREROS!-ordenó Mina-. ¡PREPÁRENSE, PORQUE HOY NO SÓLO DESTRUIREMOS POR FIN A TODOS LOS MONSTRUOS, SINO QUE HAREMOS PAGAR AL REINO HUMANO POR INTERVENIR EN LO QUE NO LES IMPORTA!

-¡¿Qué?!-Marco se aterró al oír eso-. Pero entonces... ¡Mamá, papá!

-Incluso si pudieras advertirles, es muy tarde-dijo Mina-. Porque hoy, ¡EMPIEZA EL DÍA DE LA UNIDAD!

-El día de... ¡¿Cómo sabes eso?!-preguntó Amity.

-Oh, ¿de dónde crees que Solaria aprendió todos esos hechizos para hacernos tan poderosos, Amity?-dijo Mina haciendo que la joven se asustara más al descubrir que sabía su nombre-. En la época de Solaria, la reina tuvo que hacer muchos sacrificios para detener a los monstruos traidores. El más grande, fue hacer un trato con una deidad, un dios del caos que le ofreció los conocimientos y acceso a una magia más poderosa que cualquier otra para crear al ejército perfecto. 

-Bill. Por eso estaba en el tapiz...

-¡Ding-Ding, acertaste!-dijo Mina-. Y siendo yo la única guerrera solariana original que queda, he tenido un par de videollamadas con el triángulo parlante. Y me contó que cierta salamandra de diez mil años y un viejo cascarrabias de un lugar llamado Islas Hirvientes estaban planeando una gran fiesta... y yo me muero por unirme a ellos. Marco Díaz, espero que haya valido la pena meterte en mi camino, ¡porque tu mundo sufrirá por haberse metido donde no les llaman!

-No, no se supone que esto pasaría...-murmuró Omnitraxus Prime.

-¡¿Y QUÉ ESPERABAN?!-gritó Gus-. ¡YO CONOZCO A MINA MUCHO MENOS QUE USTEDES Y NO LE CONFIARÍA NI LAS TORTILLAS, ESTÁ CHIFLADA!

La Alta Comisión de Magia, los magos encargados de custodiar el equilibrio del multiverso, se acobardaron ante ese regaño.

-El chico tiene un punto-admitió Rhombulus-. Todo esto fue un error desde el principio. ¡Nos enfocamos tanto en nuestro orgullo que no vimos que Mina era el verdadero peligro!

-¡Vámonos de aquí!-gritó Hekapoo.

Pero antes de poder huir, Mina volvió a su armadura y los agarró a todos con su enorme puño.

-¡Ah, no! ¡Están bajo arresto!-dictaminó Mina-. ¡Primero, por no dejarme matar a los monstruos! ¡Segundo, por apoyar a la besa monstruos y a su familia! ¡Y tercero, porque me da la gana y me caen muy mal! Ahora, Hekapoo, si fueras tan amable de abrir un portal hacia la Tierra para mis soldados...

-¡Nunca!-dijo Hekapoo-. ¡Ya no seguiré tu juego enfermo! ¡Y no lo olvides, Mina, los portales sólo los puedo abrir yo!

Mina sólo se rió al escuchar eso.

-¡¿Qué es tan gracioso, desquiciada?!-exigió saber Amity.

-Oh, nada, sólo que aunque la pequeña chica flama tenga razón en que no puedo viajar a través de SUS portales, no significa que no pueda viajar.

-¡¿Eso qué significa?!-preguntó Rhombulus.

De repente, una intensa luz blanca apareció en el cielo y empezó a arrastrar todo el reino de Mewni.

-¡Significa que mi transporte a la Tierra llegó!-Mina sonrió maliciosamente y empuñó su espada con fuerza. Todos los guerreros solarianos hicieron lo mismo.

-Que no sea lo que creo que es-pensó Amity suplicante-. Por favor, que no lo sea...

-Aunque no estén listos, humanos... ¡AQUÍ VA MINA!-dijo Mina riendo como una completa loca mientras que la luz blanca los cubría a todos... 

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