C A P I T U LO 4
Así siguieron el rumbo hacia el parque, el cual tenía como nombre "La Gran Laguna" debido a su característico y enorme lago. Lo primero que hicieron al llegar al parque fue buscar un lindo espacio cerca de la atracción principal de dicho lugar, donde pegue una brisa fresca y tenga un poco de sombra, así como el lugar perfecto para un picnic; caminaron un rato pero a la final lo encontraron debajo de un árbol, ahí se instalaron, claro que colocaron la manta en el césped y se sentaron sobre ella. Empezaron con una conversación normal para luego llenarse de risas y carcajadas, disfrutaban mucho de estar juntos, pero ya al rato el hambre les llego de imprevisto, a lo que decidieron comer una merienda, la cual eran unos ricos postres y dulces que Amelia ya tenía preparado desde hace días, pero que fue degustado y devorado por las seis personas en ese día.
— ¡Estuvo delicioso! — Exclamó Amy encantada con lo que estaba comiendo.
— ¿Delicioso? Esta riquísimo ¡amo comer dulces! — Comentó Shadow agarrando un Cupcake de vainilla.
— Me alegra, porque me esforcé en preparar esto. — Hablo Amelia observando muy feliz a los niños apreciando su comida.
— Tal vez, cuando Shadow y Melphis cumplan año, te pida hacer el pastel. — Dijo Laura mirando a Amelia, quien asintió.
— sssjjkkzziii. — Balbuceaban los dos niños y hermanos con comida en la boca, pero a consecuencia se atragantaron un poco y empezaron a toser, lo que fue algo gracioso para sus amigas, quienes iniciaron una serie de risas. — No es gracioso. — Se quejaron los dos al unísono ya al terminar de tragar lo que comían.
— jaja si, lo siento. — Se disculpó la peli-rosa ya calmando las risas y dándole un codazo a su hermana para que también lo hiciera.
— lo siento. — Esta vez se disculpó la menor de todos, Emili.
— Jeje bien, vayan a jugar. — Dijo Amelia hacia los niños.
— ¡Si! — Exclamaron los tres más menores con cierta emoción mientras se levantaban de su lugar.
— Mmmm... A-Amy q-quieres venir conmi-migo a un lu-lugar. — Pidió tartamudean el mayor azabache de franjas carmesí a la mencionada, estaba nervioso.
— Claro que si. — Acepto gustosa la niña de mirada Esmeralda. — ¿vamos o que?
— ah, si vamos. — Murmuró para luego acercarse a si madre, ya que ¿cómo podría irse sin avisarle a su madre? — Mamá voy a enseñarle un lugar a Amy.
— Okey, anda, pero tengan cuidado. — Hablo Laura.
Shadow sonrió e inmediatamente agarro la mano de Amy para luego empezar a correr hacia unos arbustos guiándola, por donde pasaban estaba muy oscuro y era un poco difícil ver el camino pero Shadow sabía perfectamente por donde ir, así que no había mucho problema. Al cabo de unos minutos se empezó a ver una luz, era leve pero iluminaba más o menos la ruta por donde iban, que a cada paso que daban se expandía y saturaba, ocasionando que los niños —que salieron de los arbustos— cerrarán los ojos por su potente brillo, pero ya al acostumbrase empezaron abrirlos poco a poco observando a su alrededor, por supuesto que la única sorprendida fue Amy, ya que Shadow ya conocía ese lindo Prado lleno de flores de diferentes especies y colores.
— ¡Shadow, esto es hermoso! — Exclamó admirando todo el lugar.
— Sabia que te encantaría. — Hablo el mayor sonriendo para luego sentarse en el césped con cuidado de no aplastar algunas flores. — Ven siéntate.
— ¿como encontraste este lugar? — Pregunto curiosa sentándose al lado de Shadow.
— Bueno, mi padre me trajo aquí, me guío por el mismo camino y jugamos un rato, hasta vimos el atardecer juntos, fue un día que dudo olvidar, también me dijo: "Si algún día encuentras a alguien especial para ti lo puedes traer a este lugar y enseñarle lo hermoso que es la vida y hacerlo o hacerla feliz como yo lo hice con tu mamá" yo asentí, no entendí mucho a lo que se refería pero como tú eras alguien especial decidí traerte jeje. — Contó el mayor con un leve sonrojo en sus mejillas algo avergonzado.
— Gracias por traerme aquí, tú también eres importante para mí. — Comentó alegre para luego recostarse en el hombro de Shadow. — ¿Qué hacías aquí?
— Yo venia seguido con mi papá y mamá, hasta que llego mi hermano por lo que mi papá comenzó a trabajar casi todo el día, no lo veíamos seguido, yo, mi mamá y Mephiles veníamos aquí, creo que una vez al mes o algo así, bueno eso era lo que mi mamá me contó. — Respondió observando el cielo recordando todos esos momentos.
— No sabía eso. — Murmuró la menor volteando a ver a su contrario, para luego sonreír, de pronto algo cruzó por su mente y creyó que sería divertido, así que sin más se acostó en el césped y empezó a rodar. — ¡Wi! — Exclamaba mientras seguía haciendo tal acción alargando la letra "i", pero ya luego de unas pocas vueltas se detuvo sentándose en el césped y mirar a su amigo. — alzó, es divertido.
Shadow no contesto, solo se levanto y camino un poco hacia una pequeña montaña, que había, colina arriba, luego se acostó y empezó a rodar como lo hacía Amy, pero esta estaba algo distraída con una flor que llamó su atención, el mayor seguía rodando, era divertido pero no veía en qué dirección iba aunque no pareció importarle, ambos estaban en lo suyo y a causa de eso terminaron chocando los dos, pero lamentablemente Shadow al ir rápido se llevó a Amy dando los dos un par de vueltas, estaban algo en shock, pero al reaccionar inmediatamente se detuvieron, El mayor estaba encima de Amy, por supuesto sin aplastarla, ambos se miraban el uno al otro y estaban muy cerca, era una pose algo comprometedora —A la vista de alguien más— Pero ellos no le daban importancia y solo empezaron a reír, también debían admitir que fue algo divertido; Shadow se levantó ayudando a su amiga para así seguir con sus juegos, tal vez eran solamente ellos dos, pero se sentían tan bien estando juntos que se divertían mucho, se divertían como nunca. Ya al estar cansados lo único que hicieron fue sentarse en el césped, aunque Amy se acostó recargando su cabeza en las piensa de su compañero, quien se sonrojó levemente ¿Está niña no tiene vergüenza? No, ni siquiera sabe con exactitud lo que significa. Ambos se miraban fijamente, apreciaban los orbes del otro, pero el inicio del amanecer interrumpió la conexión entre las dos miradas, la menor emocionada se levanto quedando sentada, esta vez no paraba de ver aquel momento donde el cielo cambiaba de tonalidades, era único.
— Es hermoso. — Murmuró Amy esta vez viendo como ya empezaba a salir la luna.
— Si. — Afirmo el mayor, para luego mirar a su compañera. — Al igual que tu. — Murmuro algo apenado, ambos se sonrojaron de sobremanera, para él, era la primera vez que lo decía, para ella, era la primera vez que alguien le halagaba así.
— ¿En serio? — Pregunto ella dudosa, estaba sorprendida.
— ¿Alguna vez te mentido? — Pregunto.
— No. — Contesto. Volvió a ver a su amigo con un nuevo sonrojo en su rostro. — ¿entonces, me quieres?
— Si. — Respondió sincero y seguro, volteando su rostro en dirección opuesta a Amy, estaba muy sonrojado, no quería que lo vieran así.
Amy volvió la vista hacia el cielo y noto que todo ya estaba oscuro.
— Ya nos tenemos que ir. — Comentó Shadow levantándose y poniéndose de pie. — Vamos. — extendió su mano hacia Amy, quien la acepto, para luego ayudarla a levantarse, así iniciar rumbo de regreso con sus madres y dejando atrás ese hermoso y fascinante lugar.
Pero mientras ellos regresaban muy contentos, no podría decir lo mismo de las dos señoras mayores. Ya que Amy y Shadow al irse, le hicieron pensar a Amelia que eso sería rápido, pero ella al llevarse la sorpresa de todas la horas que pasaron empezó a preocuparse ¿y si les pasó algo? ¿Y si se perdieron? Muchas preguntas la invadían, aunque su amiga la calmaba solo era por unos momentos, pero simplemente al notar la luna su nivel de preocupación estaba en el borde.
— ¿Donde están? ¿Crees que les paso algo? Ya es muy tarde ¡voy por ellos! — Hablaba desesperada y rápidamente, estaba muy preocupada y muy decidida en levantarse para ir en dirección hacia dónde fueron antes su hija y amigo, pero Laura la detuvo. — ¡Oye!
— Tranquila, de seguro ellos ya vienen. — Hablo con la intención de relajar a su amiga, aunque debía admitir que también estaba preocupada.
— ¿Pero a donde se fueron? — Pregunto algo enojada, quería saber con detalle eso.
— Creo que se fueron a esa Prado. — Respondió con una sonrisa la azabache, recordando cómo era esa lugar hace meses.
— ¿Prado? — Estaba confundida.
— Antes de que naciera Mephiles. Shadow, Adan y yo íbamos muy seguido a un prado de flores no tan lejos de aquí, era un lugar hermoso donde se veía muy bien el atardecer, pero cuando Mephiles nació todo cambio, Adan tuvo trabajar mas seguido pasta ganar dinero y por ello no lo veíamos mucho. Shadow, Mephiles y yo veníamos una vez al mes, admito que en ocasiones no quería ir y Shadow iba solo, al principio me preocupo, pero luego se hizo una costumbre para él y para mí, pero me alegraba ya que él siempre volvía feliz. — Contó la de mirada anaranjada sonriendo muy feliz al recordar esos momentos, lo que ocasionó que la contraria sonriera igual.
— Te entiendo, cuando nació Emili, Eduardo comenzó a trabajar mucho casi nunca lo veíamos, y ya que su jefe le dio "vacaciones" de dos días ahora hay que aprovechar eso ¿no? — Contó la de cabellera rosa.
— Tienes toda la razón, a mi esposo también le dieron "vacaciones" de dos días jeje. — Comentó Laura.
Ambos sonrieron y así empezaron a guardar las cosas en la cesta, acto seguido se dedicaron a buscar a Mephiles y Emili en la zona para niños del parque, lo que fue fácil, pues estaban en los columpios. Las dos madres solo los llamaron para luego sentarse en una banca cerca del lugar donde hicieron el picnic, así cuando Amy y Shadow lleguen les será fácil encontrarlos, lo que ocurrió.
— ¡Mamá! ¡Mamá! — Gritaban los dos niños desde lejos corriendo hacia sus supuestas madres.
— A la próxima voy con ustedes y me enseñan ese hermoso lugar ¿Si? — Hablo divertida Amelia sonriendo como siempre, a lo que los dos pequeños asintieron con la cabeza imitando la sonrisa de la mayor.
— Bueno, ya que llegaron vámonos a casa. — Hablo Laura, pues ya se estaba haciendo muy tarde y el parque estaba algo solitario.
Los cuatro se levantaron de la banca, Amelia sostenía la cesta y Laura la manta, así emprendieron la caminata de regreso hacia sus casas saliendo del parque, el camino estuvo algo silencioso pero era cómodo, principalmente para los menores, pues las mayores mantenían una conversación. La primera casa en la que llegaron fue la de la familia Hedgehog, por lo cual se despidieron y el resto siguió el camino, no tardaron mucho ya que la distancia no era tan larga, lo que las beneficiaba.
Al llegar a casa lo único que hicieron fue lo típico, saludar a su padre, irse a bañar, colocarse la pijama e ir a dormir, pero tanto la niña peli-rosa como el Niño azabache no alcanzaban el sueño, no podían dejar de pensar en su contrario, no sabían el porque, estaban confundidos, pero sencillamente no podían dejar de tener esos pensamientos, aunque ya después de un rato empezaron a caer poco a poco en brazos de Morfeo.
— Que tengas Buenas noches, Shadow/Amy. — Murmuraron ambos al mismo tiempo soñolientos, así empezaron a cerrar los ojos y dejarse llevar por el sueño que los invadía.
CONTINUARÁ...
Nota: El padre de Shadow y Mephiles se llama Adan.
◣ Reescrito el 18/12/2016 ◢
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