C A P I T U L O 11

Como todos los días, el sol se asomaba por el horizonte dando a entender de que empezaba otro maravilloso día, solo que este no era maravilloso, era lunes; solo lunes. La alarma diaria, que colocaba la chica, empezó a sonar inmediatamente cuando dieron las seis, provocando que la peli rosa se despertara para que empezara el día, igualmente, haciéndole recordar que tenía clases, algo que en cuánto paso por su cabeza, empezó a maldecir el día, o bueno, la simple palabra "lunes". Sin más, caminó a paso lento hacia el baño en su habitación, donde inicio su rutina, como siempre solía hacer.

En vaqueros, salió del cuarto de baño mientras sostenía la toalla cubriendo su torso, se le había olvidado por completo elegir su ropa, por suerte había dejado aquel pantalón y ropa interior en una de las repisas; arrastrando sus pies se dirigió a su closet, donde saco una camisa manga larga color blanca, decorada con puntos dorados en la parte del tronco, para, acto continuo, colocársela. Ya vestida y con sus converse puestos, procedió a acomodar su bolso para alistarlo a la escuela; ósea, los bolsos también tienen que estar presentables, es obvio; para sencillamente salir de su habitación y dirigirse a la cocina, en donde Amelia se encontraba cocinando, como todos los días a esa hora, claro, a excepción de los fines de semana.

— ¡Mm! Huele bien ¿que cocinas? — Pregunto la adolescente acercándose a su madre por detrás y asomándose para observar lo que se está preparando en la cocina.

— Huevos con tocino: lo único que quedo en la nevera. — Respondió sonriendo levemente, para luego voltear a ver a su hija fijamente.

— Lo siento, jeje, pero valió la pena. — Se excuso, sabía muy bien que estuvo a punto de vaciar la nevera con lo del sábado, por lo que aceptaba la culpa, pero ¿Qué podía hacer? El amor le gano. — ¿Quieres que te ayude?

— No, tranquila. Ve comiendo, que ahí prepare sus platos más temprano. — Comento señalando al comedor, donde había dos platos con huevos y tocinos servidos.

— ¿En serio? Gracias, mom. — Agradeció, para acto seguido sentarse en una de las sillas y empezar a devorar el desayuno.

En el momento cuando dio el ultimo bocado y después de lavar su plato, corrió a la habitación de su hermana, sorprendiéndola por la inesperada entrada.

— ¡¿No sabes tocar?! — Exclamo mientras seguía peinándose el cabello frente a su tocador.

— Me voy adelantando ¿oíste? — Informo rápidamente e ignorando la pregunta que le formulo la menor, a lo cual esta rodó los ojos.

— Si, si, vete.

Amy solo sonrió y salió corriendo de vuelta a la cocina, donde se despidió de su madre con un beso en la mejilla, para así emprender el camino a la institución Everest, sin embargo, cuando miro hacia al frente, observo a aquel erizo que tan extraña la hacía sentir, por lo que estuvo entre acercarse o no, pues a pesar de que se sentía extrañamente cómoda cerca de él, no le agradaba en lo absoluto, aunque, al final, con desconfianza en su decisión, apresuro su paso, quedando al lado del chico.

— Hola, Shadow. — Saludó la chica expresando su alegría, pero también su desconfianza, haciendo que el azabache se enojara un poco.

— Hola, Amy. — Igualmente saludó, solo que estaba vez sonaba aún más serio y frío, era evidente su frustración ¿Tan miedo daba?

— Oye ¿Por qué no sonríes? — Se atrevió a preguntar luego de unos incomodos minutos en silencio, pero no obtuvo respuesta. — Al menos ¿sabes sonreír? — Volvió a preguntar, pero recibió lo mismo como respuesta, un "...". Suspiró frustrada. Pero sonrió maliciosa al tener una idea en la cabeza. Por lo que susurro con un tono serio. — Entonces sonreirás a las malas.

— ¿Eh?

— ¡Sonríe! — Grito, para luego, colocando sus dedos en las esquinas de los labios contrarios, hacer una sonrisa en el rostro del chico, aunque parecía más a una mueca, por lo que la chica no hizo más que iniciar una ronda carcajadas exageradas.

— Ya deja. — Ordeno Shadow apartando las manos ajenas de su cara, frunciendo más el ceño, avergonzado.

— Eres un gruñón. — Exclamo mientras se calmaba un poco y limpiaba las lágrimas que salieron de sus ojos. — Creo que te llamare Osito gruñosito, aunque creo que él es aún más alegre que tú.

— ¿Algo para que te calles? — Pregunto algo fastidiado continuando con la caminata.

— Ríete. — Respondió rápido y sencillo, a lo que recibió una mirada de ¿En serio? De parte del contrario. — Aprovecha que solo te pido eso.

— ¡Bien! Está bien. Ja Ja Ja.

— Que risa mas animada tienes. — Hablo sarcástica dándole un leve empujón al mayor de estatura.

Ya después del intento de Amy, la mencionada solo se dedicó a hablar y buscar diversos temas, a lo mejor y quizás podía lograr hacer que Shadow deje de solo responder con monosílabas y bisílabas, inclusive podía ÉL empezar una conversación... ¡Vale! ¡Se vale soñar, eh! Bueno, entre charlas cortas y uno que otro silencio, al fin terminaron tocando el cemento áspero que se encontraba en el extenso sendero de la entrada de la institución, por lo que, en ese momento, Amy al notar a sus amigas esperándola se dirigió a ellas dejando a Shadow atrás, no sin antes despedirse; debía admitir que ya estaba algo cansada del silencio.

— ¡Hola chicas! — Saludó mientras movía su mano derecha de lado a lado, recibiendo una "Hola" de parte de todas las personas que estaban en ese grupo.

— ¿Cómo te va, cariño? — Pregunto la, al parecer, mayor que todas: Rouge, mientras, colocaba su mano en el hombro de la peli-rosa.

— Estoy súper feliz, ya quiero que llegue Sonic. — Respondió animadamente con un brillo en sus llenos de esperanza.

— ¿Por qué, Amy? — Esta vez pregunto Cream con inocente curiosidad.

— B-Bueno, el sábado lo i-invite a un picnic. — Contesto tartamudeando levemente mientras sus mejillas se tornaban de un tono rojizo.

— ¡Se puso roja! debieron a ver hecho algo. — Exclamo Rouge colocando una expresión perversa dirigida a Amy.

— ¡Nada de eso! — Exclamo avergonzada por el comentario de la vampiresa, junto con unas mejillas más rojas de lo que ya estaban.

— Cuéntanos. — Comento Cosmo intentando cambiar el ambiente después de un pequeño silencio. A lo cual, Amy empezó a desarrollar a palabras todo lo que realizo con Sonic el sábado en el parque, con cada detalle sin olvidarse de nada, claro que tuvo que resumir debido a que estaba consciente de que muy pronto sonaría la campana, por lo que sonó entre lo aburrido y lo entretenido.

— ¡Aw! Eso fue tierno. — Exclamó Rouge en el mismo momento en que Amy termino de contar lo sucedido.

— Entonces ¿eso significa que te gusta? — Pregunto Blaze algo temerosa de la respuesta, aunque mantenía su inexpresivo ceño, sabía que no debieron ir aquel día.

— Si, es un chico muy dulce, jeje. — Hablo sonriendo embobadamente mientras suspirada; era como toda una enamorada en la adolescencia.

— E-Eh, si. — Hablo nerviosamente alargando la "i" sin ser sarcástica, solo no sabía que decir ante los sentimientos de Amy. Inmediatamente algo llego a su cabeza como un cubo de agua fría. Se preocupo. — Chicas, lo siento, debo ir a hablar con Silver, me acabo de acordar de algo.

Ante dichas palabras, salió corriendo sin esperar una respuesta por sus compañeras, debía encontrarlo rápido, debía asegurarse de que no estuviera pasando lo que se imaginó, de que todo estuviera bien, bien con Silver. Caminando por el pasillo más solitario se encontraba aquel blanquecino erizo, la gata lo miro extraño desde la distancia, pues la ropa de invierno que llevaba aquel chico se le hizo algo inusual.

— ¡Silver! — Grito mientras se acercaba a paso rápido hacia el chico, ocasionando de que el mencionado se voltee debido a que estaba de espaldas. — Silver ¿Estas bien? — Pregunto confusa y preocupada al verlo a la cara, donde solo se asomaban sus ojos ambarinos debido a la bufanda que tapaba su boca.

— Intermedio. — Contesto viendo alrededor para ver si se encontraba alguien en el pasillo, pero los únicos eran ellos. — Blaze... — Se detuvo mientras se ponía más tenso de lo que estaba, empezando a temblar, hasta podía sentir lagrimas asomarse por sus ojos. — ¿Qué está pasando? — Pregunto con una voz temblorosa y aguda. Tenía miedo.

— ¿De que hablas? Silver tu... — Fue interrumpida por el contrario, quien solo se quitó la bufanda dejando atónita a la gata, que, en un reflejo, se tapó la boca con sus manos. — Silver...

— ¡Lo sé! — Exclamo colocándose otra vez la bufanda, inhalando un poco de aire e intentando retener las cataratas que sus ojos querían expulsar. — Pero no sé el por que, no entiendo.

— Amy está enamorada de Sonic. — Soltó de sopetón mientras apretaba los puños, reteniendo la rabia y la tristeza que le invadía al decir esas palabras.

— ¿Qué?

— ¡Como oíste! — Alzo la voz. Se sentía imponente. — Te lo dije un millón de veces. — Murmuro en voz baja, aunque a un volumen que el chico también pudo escuchar. — "¡No tenemos que ir!" Te lo dije ¿no? — Lo miro con los ojos aguados, sin duda el ambiente se sentía pesado y melancólico. — ¿Por qué tienes que ser un idiota todo el tiempo? ¡¿Por qué no me haces caso?! ¡¿Por qué eres tan terco?!

— ¡Pues lamento ser así! ¡no puedo evitarlo! ¿Okey? ¡Además, si te das cuenta, nos liberamos de muchos problemas!

— ¡Pero un así lo empeoraste más! ¿Por qué? ¡Pues porque antes ellos ya estaban destinados! ¡Ahora ya no y es por tu culpa!

— ¡Eso no es verdad!

— ¡Claro que si! Y no intentes negar la verdad ¡Ellos no tenían que encontrarse y tú y tu necedad hicieron que si! ¿En serio no pensaste en lo que podía pasar si cambiabas eso?

El silencio gobernó en ese momento, ninguno dijo nada, ahogándose en las lágrimas que desprendían de sus ojos, Blaze miraba a Silver con enojo, mientras temblaba por lo tensa que estaba, tenía miedo, no lo podía negar, al contrario, Silver mantenía la cabeza gacha, se sentía un estúpido ignorante por actuar ante sus emociones, admitía que su amiga tenía razón, tenía toda la razón, pero el odio y el rencor era mayor, odiaba actuar sin pensar. Ambos se sobresaltaron en el momento en que la campana sonó, alertándolos.

— Ya debemos irnos. — Hablo entrecortadamente la chica, bajando la vista al piso y suspirando con tristeza. — Ya resolveremos esto, siempre lo hacemos. — Animó tímidamente, colocando su mano en el hombro del contrario por un momento, para luego dirigirse a su salón. En cambio, Silver miro como Blaze se iba, siguiendo con una mirada entristecida los paso de ella, para, en el momento que no pudo verla más, irse a su salón, cubriendo más su boca con la bufanda.

— Buenos Días, Alumnos. — Saludo la profesora Vainilla una vez que estaba sentada en su escritorio, sonriendo cariñosamente hacia los presentes, a lo cual, estos devolvieron el saludo en coro, para así empezar con la clase, que a la mayoría de los estudiantes la consideraban aburridas, aunque Amy pareció notar a Shadow muy concentrado, solo era literatura después de todo.

En lo que restaba, Amy se la paso haciendo garabatos en la última hoja de su cuaderno, por suerte estaba en la última fila y la profesora estaba concentrada en la pizarra, por lo que tuvo el tiempo de dibujar a Sonic en una esquina de la hoja y aunque no dibujaba tan bien, inusualmente quedo bien, con trazos entendibles y el otro ojo le salió bien, por suerte no hizo las manos. Sonrió embobadamente, sin embargo, la campana empezó a sonar con desesperación, ¿Tanto se tardó en hacer un dibujo que ni siquiera media seis centímetros? Pero bueno, le había quedado bien, era lo que le importaba. Con más ánimos, salió del salón junto con Cream, preguntándole sobre la clase, ya que no presto nada atención, hasta el momento en que noto que los dos hermanos azabaches se encontraban algo atrás, por lo que Amy quiso ir con ellos. Admitía que Mephiles le agradaba, al menos, más que a Shadow.

— Oigan ¿Por qué tan lentos, acaso no quieren comer? — Pregunto acercándose a ellos, seguida por Cream, quien no quería ir sola a la cafetería.

— Yo si, pero me tengo que quedar con este antisocial, o sino, será un antisocial para siempre. — Hablo Mephiles apuntando con el pulgar a Shadow, mientras sonreía divertido.

— Cállate. — dijo algo avergonzado el mayor de los cuatro, mirando más serio a su hermano.

— Algún día dejaras de estar solo, Shadow. — Hablo divertida Cream, con una sonrisita pequeña pero siniestra. Enojando un poco al mencionado, pero la grotesca risa de Mephiles se oyó por todo el pasillo, haciendo que todos pongan su atención en él.

— Creo que estas exagerando. — Comento Amy viendo con extrañeza al chico con una exagerada risa.

— Estoy al cien por ciento de acuerdo. — hablo Shadow, dándole un zape con todo gusto a Mephiles, quien empezó a sobarse por aquel ataque.

— Eso dolió.

Entre risas, burlas y uno que otro golpe de Shadow hacia Mephiles, llegaron a la cafetería, donde sencillamente compraron su comida y se dirigieron a la mesa a la que siempre suelen sentarse en grupo, encontrándose con sus amigos, aunque la vestimenta de Silver fue lo primero que llamo la atención de los cuatro recién llegados.

— Eh, Silver, estamos en Mobius, no en el Polo Norte. — Bromeo Amy tomando asiento al lado de Rouge.

— Eh, bueno, y-yo.. eh... tengo frio, si. — Respondió tartamudeando y nervioso, mirando a todos los chicos, esperando que nadie lo notara, hasta que vio a Shadow, quien serio no le apartaba la mirada, se asustó un poco porque esa mirada la conocía a la perfección, estaba sospechando.

— Eres raro, Silver. — Bromeo Sonic riendo un poco.

— Eh, jeje, muchos dicen eso. — Dijo rascándose un poco la cabeza, apenado, mientras recordaba como sus amigos le decían eso seguido, después de todo, lo había sacado de su familia.

— ¿En serio? — Pregunto Amy con cierta preocupación subyacente.

— Si, mis tíos me dicen que lo saque de mi padre, ya que él era muy misterioso. — Comento recordando aquella reunión familiar que habían hecho.

— ¿Y cómo se llaman tus padres? — Pregunto esta vez la curiosa de Rouge. Silver y Blaze tragaron en seco con nervios.

— Em... — Paró, ¿Qué podía decir? Tenía que pensar en unos nombres. — Mia y... y S... ¡Dark!

— Son lindos nombres. — Comento sincera Cosmo, sonriendo tiernamente mientras sorbia el jugo a través del pitillo*.

Ambos mejores amigos, Silver y Blaze, sintieron un gran alivio, por poco, pero aun así estaban en super problemas, aunque telepáticamente decidieron hablarlo más tarde, por lo que siguieron hablando con los demás, contestando con mentiras las preguntas que los demás les hacían, aunque también entre todos se hacían preguntas. Así la pasaron el resto del recreo, hasta que tuvieron que volver al salón, donde la profesora ya se encontraba sentada en la silla de su escritorio, algo que los extrañó y los asusto.

— Bienvenidos, alumnos. Tomen asiento que tengo algo que decirles. — Hablo dulcemente mientras se levantaba y agarraba una hoja, que estaba posada en su escritorio, esperando a que todos estuvieron en sus puestos asignados. — Bien, la profesora de música, Elizabeth The Cat, propuso hacer un evento, que consiste en recaudar fondos para el baile de graduación, ya que, con lo que gana la escuela, no iba a alcanzar para poder despedir como se debe a los graduados, por ello, todos los profesores estuvieron de acuerdo. — Dicho esto, todos se sintieron más relajados.

— Profesora ¿Y que haremos en el evento? — Pregunto Mephiles con curiosidad.

— Ya voy a esa parte. — Dijo, para luego mirar la que estaba escrito en la hoja. — Los Alumnos de secundaria participaran en un concurso y en los puestos que se van a colocar para vender comida, mientras los de primaria ayudaran en los juegos que se van a hacer.

— Profesora Vainilla, disculpe ¿Pero de que es el concurso? — Pregunto Sally.

— De Canto. — Contesto sencilla.

—Pero hay personas que no saben cantar. — Hablo Mephiles algo nervioso, él es una de esas personas. Maldijo mentalmente a Shadow por tener una puta voz de los ángeles.

— Tranquilos, por ello, la profesora Elizabeth dará clases de canto más seguido al igual que sus clases, ya en unos momentos les escribiré en la pizarra los cambios en el horario escolar.

— ¿Y cómo vamos a cantar? ¿En grupos o individual? — Pregunto esta vez nuestra protagonista rosada.

— Será a dúos, justo aquí tengo la lista de quien va con quien, verán, estas no las elegí yo, así que les pido que no se quejen, gracias. —Sonrió levemente, para continuar a leer la lista. — Cream estará con Sally, Sonic con Mephiles y Amy con Shadow. Las canciones pueden ser propias o no, no hay reglas para eso.

— ¿Y cuándo será el evento? — Esta vez, y por primera vez, pregunto Shadow.

— El evento será en dos semanas, la fecha será publicada por la profesora Elizabeth en la cartelera, asi que sin más que decir, saquen una hoja para copiar el nuevo horario temporal, recuerden que este horario es el que van a seguir a partir de mañana  y cuando termine el evento, volverán a usar el horario normal, ¿Entendido?

— ¡Si!

Esta vez, la clase fue más animada, pues entre preguntas sobre el supuesto evento, sugerencias de la profesora y charlas amistosas, logro pasar las horas; con toda esa nueva noticia, solo se dedicaron hablar de ello, los preparativos, los puestos, los reproductores, las cornetas, los micrófonos, la tarima, entre todas las cosas que serían necesarias para todo, por suerte, la mayoría de las cosas ya las tenían y otras podían traerse de casa; lo que más trataban, era conseguir todo sin gastar mucho dinero, a lo que llegaron a la conclusión de utilizar materiales reciclables, sin embargo, el timbre no permitió que terminaran todo lo que estaban planeando, por lo que lo dejaron para el siguiente día.

Con charlas animadas todos los estudiantes salían de la institución, hablando sobre aquel evento que tanto había sorprendido a todos.

— ¿Y con quien les toco? — Pregunto Amy a su grupo de amigas, quienes se encontraban en una esquina de la entrada, a lo que cada una menciono a su pareja, dando uno que otro comentario, quedando así: Rouge con Knuckles, Blaze con Emili, Cosmo y Scourge, Sonia y Espio, Maria con Silrver y Wave con Manic.

— ¿y a ti, Amy? — Pregunto Rouge.

— Con Shadow. — Respondió con cierto fastidio y con una sonrisa algo forzada.

— Que alivio. — Murmuro Blaze para si, colocando su mano en su pecho y relajando los hombros.

— Pero ¿Quién le toco a Sonic? — Pregunto, con cierta preocupación por su amiga, Cosmo.

— Mephiles, pero no puedo hacer nada, la profesora misma dijo que no podemos quejarnos.

— Tranquila, ya tendrás más oportunidades con él. — Comento Emili dándole un golpe en la espalda, animándola, aunque la dejo adolorida. — Ahora vámonos, porque tengo hambre.

— Okey, okey.

— ¡Adiós, chicas! — Se despidió la menor de las Rose, empezando a caminar hacia su casa.

— ¡Adiós! — Igualmente, lo hizo Amy, aunque tuvo que trotar un poco para llegar rápido a su hermana, pues esta caminaba rápido y estaba algo adelantada.

Mientras ambas iban por la acera, pudieron ver a Mephiles y Shadow igualmente caminando un poco más adelante, por lo que optaron en ir con ellos, así platicar con más personas y echar un poco de broma, además que Amy aprovecho para cuadrar con Shadow el momento para ver que podían hacer para la canción. Como siempre, entre charla y charla, no hicieron más que llegar rápido a casa.

Estas semanas iban a ser divertidas.

CONTINUARA...






(*) Pitillo (o Pajilla): Es un plástico cilíndrico que sirve para tomar bebidas, en mi país Vnzla así se le llaman.

No se, pero me dan ganas de hacer una escena Sonadow, es que lo amo y con lo antigua que soy en el yaoi, poco a poco los he Shippeado, hasta convertirse en mi OTP.

Dios, ¿Pueden creer que con este capítulo Shippeo el Mephiles x Sonic :v?

A lo mejor haya algo cambiado en el capítulo siguiente ( ͡° ͜ʖ ͡°)  aunque bueno, ya la mayoría de las escenas en este cap están cambiadas :/

Por cierto, las canciones van a cambiar, pos, las que puse ya no me gustan y me resultaron estupidas. No me odien por eso! (ㆁ✿)







Reescrito el 16/09/2017

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