Capítulo 50. ¡No me rendiré!
No me gustaba para nada esa cosa. Yo sentía una energía extraña que no era agradable. Debe ser sumamente peligrosa. Senku me miraba como si nada. Lust se puso al lado de su hermano con una sonrisa traviesa. Y detrás de ellos estaban los chicos. Veía como Luffy quería alcanzar tanto a Senku como a Lust para darles una paliza, pero la jaula se lo impedía. Todo mi cuerpo estaba entumecido debido a ese rayo que recibí.
—Has tartado un poco, hermanito —se quejó Lust—. Pensaba que era un demonio muerto.
—El hechizo se demoró un poco, pero ya está todo listo. —Senku alzó su brazo para mostrarme ese cubo—. He aquí “La Nada”, Princess. Solo tienes dos opciones: aceptar tu destino o que este hechizo te manipule completamente.
—¡¿Crees que voy a dejar que unos mentirosos me ganen?! —gruñí con mucha molestia—. ¡No voy a ser la futura Madre de Dragones! ¡Prefiero estar con mis amigos, con los seres que amo, con unas criaturas insignificantes!
—Hermanito, debes lanzar el hechizo ya.
—Solo es posible cuando esté cerca.
—Oh, entonces te la traigo.
Lust desapareció delante de mis ojos, sin embargo, no contó que en este estado era capaz de ver las sombras que creaba. Giré mi cuerpo con la pierna alzada para golpear con brutalidad su cabeza. El Antiguo empezó a quejarse de dolor no imaginándose tal cosa. Ya lo dije, no permitiré que este insecto me toque las manos. Mi cola se enroscó en su cuello para asfixiarlo.
—¡Princess!
Escuché la voz de Senku y giré mi cabeza. Unas nubes negras rodearon la jaula y emanaba descargas eléctricas. Eso no me gustó para nada. El Antiguo más poderoso iba a efectuar un ataque mortal hacia ello.
—¡Déjalos en paz! —grité.
—Lo haría, pero estás negando tu voluntad.
—¡Ellos no tienen nada que ver con esto! ¡Déjalos ir!
—Pues acéptalo —me recomendó—. Si no quieres que los mate, acepta tu destino. Tú estás hecha para ser nuestra emperatriz. Los Antiguos no debemos desaparecer.
—¡No lo hagas, poupou!
¿Qué hago? Estaba entre la espada y la pared. Podía matar con facilidad a Lust, pero Senku me estaba amenazando por matar a los chicos. Yo no quería que sucediera eso. Sobre mi cadáver. Si acepto, mi destino cambiará por completo. La prioridad número uno son mis amigos. Todo mi cuerpo se relajó completamente e iba soltando a Lust que empezó a aliviarse. Alcé los brazos en símbolo de paz y rendición. Yo no deseaba esto, pero no tenía más opciones.
—Déjalos ir, por favor —susurré.
—Compasiva.
Los chicos me empezaron a llamar, mientras la jaula iba descendiendo lentamente. No los iba a liberar hasta completar su misión. Senku se iba aproximando estando a escasos centímetros de mí. Se acabó. Yo no me consideraba a alguien fuerte. Solo una chica corriente obtuvo estos poderes, debido a que soy la reencarnación de una. El brazo de Senku se extendió un poco y soltó ese cubo que se iba acercando. Esa cosa iba entrando en mi cuerpo.
De pronto, desde mi garganta solté un grito aterrador. Me estaba quemando por dentro. Dolía. Mucho. Todas mis neuronas estaban siendo martilleadas. Poco a poco notaba como los recuerdos se iban desvaneciendo. Aún podía escuchar a los chicos llamarme, pidiéndome que luchara. Esas voces estaban siendo apagadas.
Todo se puso en blanco.
🦋🦋🦋🦋
¿Dónde estoy? ¿He muerto? Este lugar no me resultaba familiar. No había nada. Todo el lugar estaba en blanco. ¿Esto era “La Nada”? La pelea acabó por rendirme, por proteger a mis amigos. Cualquiera lo hubiera hecho. Unas cuantas lágrimas resbalaban por mi rostro sintiéndome un tanto inútil. Yo no sé si este sueño acabará pronto. Solo deseaba despertar ya. No quería seguir luchando. Quería volver a la realidad. Yo…
—¡Laura!
La voz de Luffy llamó mi atención. ¿Cómo? Era imposible que estuviera aquí. Su voz resonó detrás de mí y me giré. El chico de sombrero de paja me estaba dedicando una gran sonrisa. ¿Qué significaba?
—¡Eres fuerte! ¡Sé mi nakama! ¡Tendremos grandes aventuras!
Esas palabras… En ningún momento recuerdo que él me haya dicho eso. A lo mejor será una parte de un sueño olvidado.
—No debes rendirte —me aconsejó—. ¡Eres fuerte!
Luffy tenía algo que me invitaba a seguir adelante. Su voz de niño y su seguridad me inspiraban confianza y llena de valor. Entonces, hicieron acto de aparición el resto de la tripulación.
—¡Laura! ¡Únete con nosotros! ¡Así te demostraré el poder de las mujeres a base de dinero!
—¡El Gran Usopp te contará todas las historias posible!
—¡Seré un gran doctor y tú lo verás, Laura!
—¡Eres super, pequeña peleona!
—¡Eres grande y fuerte! ¡No tienes miedo a nada!
—¡Laura-chan! ¡Te prepararé los mejores batidos del mundo!
—¡Mis canciones son lo mejorcito del mundo, yohoho!
Chicos. Unas cuantas lágrimas empezaron a resbalar por la cara. Ellos me estaban animando. Poco a poco iban desapareciendo delante de mis narices. Yo extendí mi brazo no queriendo que se marcharan. No quería quedarme sola. Necesitaba a mis amigos. A esos amigos que compartí grandes momentos en esta aventura.
—¿Sabes, poupou? —Esa palabra solo decía el libro-búho. Él hizo acto de aparición delante de mí—. Eres una buena persona, poupou. A mí me gustaría seguir viviendo grandes aventuras, poupou. Ojalá pudieras perdonar mis palabras groseras o cuando te molesto, poupou. ¡Eres grande, Laura!
Poupou. Él desapareció también. Por favor, que ninguno se vaya de mi vida. Yo no deseaba perder estos recuerdos con todos ustedes. Sois lo mejor que me ha pasado en la vida. Caí de rodillas no parando de llorar. Que pare esta sensación de dolor. Quiero seguir viviendo. Quiero mantener mis recuerdos con todos ellos.
—Tú nunca te rendirás con tanta facilidad.
Mis manos se apartaron para ver a Zoro plantado delante de mí. Y no estaba solo. Como diría Poupou, eran los hombres que yo les atraía demasiado. Me miraban como queriendo obtener explicación. No sabría qué decir.
—Te daría mis espadas para que siguieras peleando —me dijo Zoro—. Eres la chica más fuerte que he conocido en mi vida. Y quisiera seguir disfrutando de esos momentos contigo.
—Zoro…
—¡Tú no te puedes morir tan fácilmente! ¡¿Qué pasa con nuestra boda?!
—Cracker…
—Esa sonrisa no debería desaparecer nunca. Me dio tanta lástima que te hayas marchado. Quisiera que tú y yo seamos algo más, yoi.
—Marco…
—Serías una mujer temida por todos los Marines, incluso llegué a pensar que obtendrías con facilidad el puesto de Almirante. ¡Sigue tu justicia!
—Smoker…
—Mataré a cualquiera que te toque o que te haga llorar.
—Lucci…
—Princess —me llamó suavemente Katakuri—, no nos olvides, por favor.
—Katakuri…
Ellos desaparecieron también. Este era mi fin. Todos me dejaron. ¿Por qué tuve que aceptarlo? ¿Para qué servían esas palabras? No podía hacer nada. Todo tiene un final en este mundo.
No.
Soy una mujer fuerte. No digas estúpideces, Laura. Si estás en este mundo, es por algo. Vencer a los Antiguos es tu destino y no convertirte en la futura Madre de Dragones. Esos sentimientos negativos son causa de ese hechizo. No puedo dejar que domine fácilmente mi cabeza. Tengo que luchar. Debo pelear hasta el final. Todos ellos me estaban esperando al otro lado. Ellos esperan que mis sentimientos florezcan y venzan a esta magia negra.
¡Yo soy Princess Laura! ¡Autoproclamada como la reencarnación de la Antigua, Diena o Licht! ¡También conocida como futura Madre de Dragones! ¡No permitiré que jueguen con mis sentimientos!
🦋🦋🦋🦋
El dolor que estaba sintiendo hace escasos minutos desaparece por completo. Aquella energía negativa se desvaneció. Había vuelto al lugar de enfrentamiento con Lust y Senku. Me notaba diferente. Estaba calmada y cabreada al mismo tiempo. Notaba las miradas de todos en mí, preguntándose si el hechizo funcionó.
—Oh, frutilla de melocotón —escuché la voz de Lust cerca de mí.
—... ¿Cómo me has llamado? —pregunté de forma neutra y peligrosa. Debo jugar con ellos.
—Oh, perdone su majestad, no era mi intención faltarle el respeto.
—¡Funcionó! —exclamó Senku—. ¡Por fin! ¡Nuestra raza se expandirá por todos los mundos!
Debo parecer una mujer dura para que no sospecharan y así tomar ventaja. Debo seguir con el plan.
—Bien, ahora sabiendo que nuestra emperatriz volvió, ¿qué le parece si matamos a esos indeseables?
Lust se refería a los chicos que me miraban con miedo o como que no lo podían creer. Tranquilos, todavía sigo manteniendo mis recuerdos. Esbocé una pequeña sonrisa, casi de forma burlesca y divertida.
—Claro, son solo meros insectos que no deberían existir.
Lust estaba tan emocionado que dijera eso. Senku se apartó, viendo que flexioné mi brazo hacia atrás a punto de asestar un golpe en el aire. En mi muñeca se formó un aura dorada con aspecto de dragón. Solo esperé unos segundos a que tuviera recarga y, sin más dilación, giré mi cuerpo para atravesar mi puño en el cuerpo de Lust. Este me miró con sorpresa al igual que todos y cada uno de ellos. Una vena se hinchó en mi sien y grité:
—¡Tú! ¡Nadie puede arrebatarme mis recuerdos y mis sentimientos porque son todo para mí! ¡Lucharé hasta el final! ¡Si me han dado este poder, es por algo! ¡Id al infierno!
En mi otro puño se formó otra cabeza de dragón, pero de oscuridad significandome que era el poder de Licht. Golpeé con rabia la cabeza de Lust y este murió. Sin embargo, dijo unas últimas palabras que se grabaron en mi memoria:
—¡Perdóneme, maestro! ¡Le he fallado!
Un enemigo menos. Todo mi cuerpo estaba teniendo una transformación. Luz y oscuridad se unieron en uno solo, como dos auras en contraste. Dos alas y dos colas se formaron a través de esas energías. Esto me recordó un poco cuando Naruto entró en su modo Kyubi.
—Imposible. “La Nada” se creó para que sucumbieras a ella. ¿Habré fallado en el conjuro?
—Mis sentimientos son más fuertes que ese hechizo. ¡Ahora, Senku! ¡Me las vas a pagar!
Junté mis manos para que las dos cabezas abrieran sus bocas y lanzaran fuego en ellas. Senku esquivó el ataque sin ningún problema, sin embargo, no contó que fuera rápida y asestara un golpe en su pecho. Su Haki era resistente. Chasqueé la lengua con mucha molestia. Este enemigo iba a ser complicado de narices, pero no me rendiría tan fácilmente.
Los chicos me animaban para que siguiera combatiendo y eso haré. ¡No los fallaré! Senku usaba su bastón para defenderse de los latigazos de mi cola, mientras intentaba golpear su cabeza con mis puños. Él era sumamente rápido hasta creo que estaba empleando todo su poder para estar a mi nivel. Senku invocó de nuevo una tormenta donde los rayos me golpearon. Yo lo resistí como una campeona.
Se la devolví con el puño de la cabeza del dragón oscuro. Este era más poderoso. Senku no lo esquivó porque le dio de lleno y su cuerpo chocó con la montaña más cercana. Desconocía cuánto tiempo iba a estar en este estado y tampoco sé la duración de esta batalla. Solo debo centrarme en él y en nadie más. Volé en su dirección con tal rapidez dándole una patada en su estómago.
Este escupió sangre. Un gruñido de molestia realizó y todo su cuerpo estaba cambiando. Sí, se estaba transformándose parcialmente en un dragón. Un tercer ojo hizo acto de aparición en su frente. Esta vez sí tenía la capacidad de verme completamente. Mi Vision me permitió ver el siguiente movimiento de Senku, que consistía en colocarse detrás de mí y crear una onda de corriente en mi cuerpo. Yo lo detuve con mi puño absorbiendo tal cantidad de electricidad.
—Estaba seguro que ibas a hacer eso —dijo. Yo me quedé confusa. De repente, todo mi cuerpo me empezó a doler porque las descargas eran tan fuertes que eran capaces de romper cada músculo—. Te recuerdo que mi Haki de Observación está más desarrollada que la tuya.
—Puede que sea así… ¡pero no me rendiré!
Le di un buen cabezazo con mi frente provocando que sangrara. Él se quejó por lo bajo y estuvo a punto de morderme. Yo se lo impedí agarrando su cuello con mi cola. Los dos estábamos empleando la fuerza bruta. Su piel llena de escamas se estaba resquebrajando. Era como los diamantes. En este caso, escama contra escama. Senku no paraba de abrir y cerrar la boca con tal velocidad queriendo morderme. Tengo que resistir. No debo rendirme.
Empleé más fuerza con mi cola, esa masa de energía se estiró alejándolo de golpe y se estrelló en una de las paredes. Senku me miraba con rabia. Desesperación veía en sus ojos. De sus manos creó una gran bola de energía que iba creciendo más y más. Esa esfera circular emanaba descargas eléctricas capaces de noquear a un mortal.
—¡Si no te puedes unir a nosotros, entonces debes morir!
Senku lo lanzó hacia mí. No había escapatoria, así que usé mis manos como bloqueo. Mis palmas se estaban quemando a causa de las descargas eléctricas. Notaba como mis músculos se atrofiaron por cada segundo que pasaba. Esta era la diferencia de un poder abismal. Yo debo resistir. No puedo rendirme con tanta facilidad. He llegado lejos para acabar con esto.
Ambas energías, luz y oscuridad, devoraron aquella masa de energía. Ahora esa esfera me pertenecía. Senku me miraba con asombro no creyendo lo que estaba viendo. Había superado sus expectativas. Ahora era el momento de acabar con todo esto. Los chicos vociferaban, gritando que lo derrotase.
—¡Aquí quien debe morir eres tú, Senku! ¡Desaparece!
Y al cabo de unos segundos, le devolví el ataque y Senku hizo lo mismo, detuvo esa energía con sus manos. Grave error. Como la luz y la oscuridad estaban unidas superaraban cualquier elemento de la naturaleza. Un grito desgarrador soltó Senku siendo devorado por aquella masa. Una luz cegadora rodeó todo el lugar.
Minutos después iba desapareciendo y yo lentamente iba cayendo notando que ambas auras dejaban de fluir por mi cuerpo. Sin embargo, observé a la lejanía a un Senku derrotado, pero con ganas de seguir viviendo. Dime que esto acabó. Sí, porque estaba viendo que su cuerpo se estaba convirtiendo en polvo.
—¿Así que esto es lo que le espera cuando uno muere? —se preguntó así mismo—. Siento paz. Es… reconfortante.
Se me olvidó que Senku representaba la paz. Ahora podrá descansar eternamente. Sus ojos ciegos se quedaron fijos en mí queriendo decirme algo.
—Princess —me llamó—, piensas que esto es el fin. No es así. Los Antiguos somos viajeros de mundos, gracias al poder de nuestra antigua emperatriz. Hay un mundo donde viven los cuatro primeros Antiguos, los verdaderos hijos de Madre de Dragones y nuestros tatarabuelos. Son los únicos que quedan en este espacio remoto de mundos diferentes. Ellos conseguirán el propósito de nuestra raza. Tú caerás y serás aclamada como la nueva emperatriz. Tenlo presente.
Esas fueron sus últimas palabras antes de desvanecerse completamente. No había escuchado del todo la conversación porque mis párpados cerraron, mientras yo seguía cayendo, tocando el suelo, finalmente. Estaba cansada, solo necesitaba dormir. Escuchaba ruidos a mi alrededor. Tal vez sean los chicos que me estaban llamando. Oí a Chopper gritar con desesperación pidiendo un médico hasta notar cierta calidez en mi pecho.
Al fin, pudimos derrotar a todos los Antiguos. Blue Line es libre.
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