Capítulo 48. Los verdaderos enemigos

Esta podría ser mi batalla final con los Antiguos. Los cuatro últimos me miraban con desprecio, como si yo no fuera algo importante. Solo un bicho que se estaba entrometiendo en sus planes de conquista. Ahora no podía contar con la ayuda de los chicos. Yo estaba un poco cansada con el ataque que realicé. Entonces, no me dio tiempo de reaccionar porque unas ramas me atraparon. Saita usó su poder.

—Eres una criatura singular con el poder de los Antiguos. Eres arrogante.

—No merece existir en este mundo —habló Fromhed que se acercaba a mí—. Padre estará orgulloso de haber exterminado a la reencarnación de nuestra querida hermana.

—¡Laura! —gritó Luffy a pleno pulmón, quien intentaba todo lo posible en deshacerse del agarre.

—Dejad que coma su cuerpo —dijo Diduedd. En su boca no paraba de segregar saliva por doquier—. Tengo mucha hambre.

Esto no pintaba bien. Para nada. Estaba en un aprieto. Necesitaba liberar el poder de Diena o Licht para enfrentarme a esos cuatro enemigos. Las raíces aprisionaban más mi cuerpo y yo me estaba quedando sin oxígeno. Piensa, Laura. Un momento, recordé aquel evento cuando me enfrenté a esa Antigua en el coliseo. Yo hice que emergieran raíces para atraparla. Entonces, di un buen bocado a la planta mordiendo y masticando ante la atenta mirada de todos. ¡Qué asco!

Sin embargo, noté mi cuerpo cambiarse simultáneamente. Un aura de color dorada rodeaba mi cuerpo. Vi a Stolz sonreír con orgullo y de su mano hizo aparecer una espada enorme. Él se abalanzó sobre mí y yo pude retenerlo con mi trenza de caballo imbuida por el Haki de Armadura. El “Estado Diurno” se activó a causa de haber devorado esa raíz. No sé cuantos minutos tendré, pero esta era mi oportunidad.

Usé toda mi fuerza para lanzarlo lejos del lugar y me agaché porque Diduedd estuvo a punto de morder mi cuello. Menos mal que podía contar con mi Vision. Giré mi cuerpo a noventa grados y mi trenza golpeó la cara de este cual látigo. No iba a permitir que me tocase un ser inferior. Más ráices salieron de la tierra y yo di un gran salto enorme impidiendo a que me capturasen. Con mi mano pude controlar esas plantas para que vayan en dirección a Saita. Este chasqueó la lengua con mucha molestia y tuvo que esquivarlo.

Diduedd volvió a atacarme con intenciones de moderme por ser un dragón con ganas de probar carne humana. El agua surgió de la palma de mi mano y lo lancé con todas mis fuerzas, como si fuera una cascada furiosa rompiendo todo a mi paso. Entre Fromhed y Stolz se abalanzaron con las espadas en alza y yo los retuve empleando el Crimson Red en mis brazos. Esas armas blancas se estaban quemando a causa de mi Haki de Armadura y se aeljaron, pero Stolz lanzó una ráfaga de aire cortante gracias a la ayuda de su espada.

Leves cortes recibí en mi cuerpo, pero me iba curando poco a poco. Ventaja de tener la habilidad del sol a mi favor. Mis ojos giraron a la izquierda viendo a Saita agachado y con las manos en la tierra para invocar una gran planta carnívora. No iba a permitir que esa cosa me tocase, así que lancé fuego de mi boca para quemarla completamente. La pelea se estaba intensificando aún más.

—¡Si no puedo comerte, entonces me comeré a tus amigos!

Diduedd gritó acercándose con peligrosidad a mis amigos. ¡No! ¡No lo iba a permitir!

De “Estado Diurno” pasé a “Estado Nocturno” sabiendo perfectamente que aquellos que tanto amaba iban a sufrir por mi causa. Mis brazos se oscurecieron y se estiraron para coger del cuello al enemigo y lanzarlo en otra dirección. Enseñé mis dientes a mis enemigos, una manera de advertirles que no se acercaran. Mis emociones dependían de mi estado, al igual que los elementos de la tierra.

—De orgullo al amor —vociferó Stolz acercándose con peligrosas—. Del amor al orgullo. ¿Seguirás cambiando?

—Si tengo que proteger a los míos, lo haré —esclarecí.

—Princess, no sabes bien con quién te estás enfrentando.

—¡A unos hijos de puta!

Alas negras de demonio salieron de mi espalda y eso me ayudó a moverme mucho más rápido y dar una patada tremenda en la cabeza de Stolz. Él no lo vio venir. Mi olfato se agudizó y giré mi cabeza sin ningún problema agarrando con mis dientes aquella filosa espada y romper de cuajo. Fromhed estaba sorprendido ante mi temeridad. De mi boca escupí una nube de veneno altamente tóxico en su cara para que se alejara de mí. Desconocía si le iba a afectar, pero era una manera de prevenir un ataque próximo.

Un grito me alertó demasiado. Diduedd estaba enfrente de Nami con la boca abierta a punto de dar un mordisco. Toda mi rabia se consumió y volé en dirección hacia él, sin embargo, Saita se interpuso para invocar una ráfaga de viento. Sonreí viendo lo estúpido que era. Mi cuerpo se fusionó con la tierra siendo la sombra de este y puede moverme a la velocidad de la luz. Resurgí de la tierra cual tiburón en el agua y abrí mi boca para morder el cuello del Antiguo, mientras desgarraba su piel con mis uñas largas.

Diduedd estaba gritando de dolor e intentaba todo lo posible en deshacerse de mí, incluso giró una de sus cabezas para morderse. No contó que iba a ser cortada porque apareció una cola fina y letal en la zona de mi coxis. Me estaba dando cuenta que mi cuerpo poco a poco estaba aparentando en una dragona fiera y letal.

—¡Maldita! —rugió Diduedd—. ¡Suéltame!

El Antiguo dejó de gritar porque atravesé mi mano en su pecho cogiendo su corazón. Ese órgano lo aplasté con mis manos y, finalmente, pude soltarlo. Diduedd cayó al suelo convirtiéndose en polvo completamente. Un enemigo menos. Me faltaban tres.

—¡Hermanos! ¡Su poder está creciendo! —advirtió Saita.

—Es normal que crezca —habló Fromhed que parece que no le afectó mi ataque—. Si dejamos pasar más minutos, será imposible seguir su ritmo.

—Para mí mejor. Me está pareciendo divertido —dijo Stolz.

—¡Deja tu orgullo arrogante! ¡Tenemos que…!

No le di tiempo a terminar su frase porque estaba delante de él. Saita se asustó tanto que se alejó de golpe e invocó otra flor carnívora y, esta vez, me atrapó. El Antiguo de la arrogancia estaba riendo por cumplir su objetivo, sin embargo, no contó que yo cambiara a mi “Estado Diurno” al devorar una pequeña parte de esa planta. Al final, me volveré vegana como siga así. Lo más sorprendente eran los cambios de estado; me transformaba sin ningún problema, como si mi mente estuviera mentalizada de este suceso.

De mi dedo empezó a emitirse luz y disparé cuales rayos láseres de Borsalino. Saita los esquivaba sin ningún problema. Detrás de mí apareció Stolz con cierta emoción en su ser. Me atacaba con su espada y yo me defendía con mi trenza de caballo. Estaba más centrada en matar a ese Antiguo débil que no servía para nada. Solo huía como un cobarde. La planta carnívora tomó forma de un girasol que yo controlaba. Sus pétalos brillaron porque estaba a punto de lanzar una ráfada de luz solar.

Cinco segundos conté. El girasol disparó ese ataque mortal y Saita no pudo huir de ella. Su aura ya no se percibía por ningún lado. Me di cuenta que mi piel se estaba creando escamas de dragón y mis alas de demonio se transformaron en unas de ángel. Mis cuernos habían crecido. Sí, justo como dijo Saita. Mi poder iba cambiando a cada minuto que pasaba y cuando mis emociones estaban en juego.

Mis ojos se desviaron para ver a los dos últimos hermanos. Fromhed estaba sorprendido ante mi poder, pero Stolz estaba igual. Estaba claro que este último representaba el orgullo. Yo, para él, solo soy un mero insecto ante sus ojos. Entonces su hermano gemelo empezó a reírse descabelladamente. ¿Debía preocuparme?

—Vaya, eres sorprendente, Princess —comentó—. Es una pena que no quieras unirte a nosotros.

—No me uniré a seres débiles como ustedes.

—¡Vamos, Laura! ¡Ya lo tienes!

Desde el otro lado, me animaban los chicos. Tampoco quería confiarme demasiado porque estos dos tenían pinta de ser muy fuertes. Ninguno de los tres movió un dedo. Nos observávamos perfectamente. Stolz fue el primero en atacarme y yo me quedé quieta para detener su espada con un solo dedo, sin embargo, me percaté que su fuerza estaba incrementando a momentos. Esto no me gustaba para nada. Lo alejé de un latigazo de mi trenza y alcé la mirada viendo que Fromhed tenía inteciones de cortarme a la mitad.

Rodeé hacia la derecha pudiendo esquivar a tiempo. No se iban a rendir tan fácilmente estos enemigos. Ojalá pudiera tener la habilidad de dividir mi cuerpo en dos y poder atacar sin ningún problema. Chasqueé la lengua un poco molesta ante la situación que estaba pasando. Los dos me empezaron a atacar simultáneamente con sus espadas y yo los esquivaba gracias a la ayuda de mi Vision. Podía escuchar a los chicos seguir animándome en todo momento. No podía desconcentrarme. Esta vez no.

Los dos se alejaron de mí y juntaron sus espadas para lanzar una bola de energía que me era difícil describir de qué elemento era. No sé cómo pude desplegar mis alas y volar hacia arriba porque estaba claro que era un ataque potente. Me mantuve cerca del grupo por si tenían intenciones de atacarlos.

—¿Por qué seguimos con este estúpido juego? —preguntó Stolz. Esa cuestión hizo que alzara la ceja sin entender nada.

—Este es nuestro objetivo.

—¿Nuestro objetivo? ¿Acabar con ella? ¿No te acuerdas las palabras de uno de nosotros?

—Pero es peligrosa, hermano.

—Mejor para nosotros. Con ella podemos conquistar no solo este mundo, sino ese mundo lleno de demonios.

No estaba comprendiendo. ¿Había un mundo lleno de demonios como ellos? Pero lo dijo de una forma no muy convincente. Por lo que tengo entendido, los Antiguos son descendientes de los dragones. No eran demonios tal cual.

—Hermano, ¿sabes qué significa la palabra “callar”? Estás dando información que no nos conviene —dijo Fromhed con el ceño fruncido.

—Ella tiene que saber la verdad. Su verdadero propósito. Todos nuestros hermanos son unos verdaderos incompetentes.

—Nuestro hermano Senku nos dijo que no lo hiciéramos.

¿Senku? ¿Qué tiene que ver con esto? Yo miré de reojo a los chicos que tampoco estaban comprendiendo. Entonces un sonido de un trueno me alarmó demasiado. Me fijé que los dos hermanos gemelos empezaron a temblar de miedo.

—¡Mierda! ¡Dijiste su nombre, Fromhed!

—¡Hermano mayor! ¡Perdónanos! ¡No era nuestra intención de…!

Un rayo negro, el mismo que vimos que mató al rey marino del principio de nuestra aventura, hizo acto de aparición. Los dos hermanos gemelos recibieron el impacto mortal de ese ataque desintegrándolos completamente. ¿Por qué? ¿Por qué hizo eso? ¿Su intención no era matarme? Entonces me quejé por lo bajo porque sentí una especie de aguja en mi cuello e hizo debilitarme completamente. Mi “Estado Diurno” desapareció completamente volviendo a mi estado normal.

Mi respiración se volvía dificultoso. Alcé la mirada buscando a alguien. Esas ropas llamativas y sexy me resultaban muy familiar. El demonio de la lujuria, Lust, me miraba con preocupación, pero esa sonrisa pícara no se le quitaba nadie. Y a su lado, estaba Senku con su rostro serio y pacífico. Podía escuchar a los chicos llamarme. Todos mis sentidos se estaban apagando.

Todo se volvió negro.

🦋🦋🦋🦋

Mis ojos empezaron a abrirse lentamente no sabiendo con claridad donde me encontraba. Lo único que sé era que notaba mi cuerpo suspendido y mis muñecas y tobillos amarradas por unas simples cadenas. Estaba en un cuarto que no conocía mucho. ¿Qué pasó? ¿Dónde estaban los chicos? ¿Habíamos derrotado a los Antiguos?

—Princess Laura, al fin despiertas.

Esa voz. Mi visión iba mejorando poco a poco encontrándome a Senku enfrente y detrás suya a Lust quien me miraba con su típica mirada lujuriosa.

—¿Senku? ¿Qué ha pasado? —La cabeza me estaba doliendo a mares.

—Simplemente tuve que limpiar todo este desastre. Era lo mejor.

—¿Limpiar?

Entonces recordé que esos Antiguos fueron desintegrados por un rayo negro y nombraron a Senku. Mis ojos se abrieron de par en par no creyendo que él…

—Yo fui quien mató al Rey Marino. Yo fui quien mató a mis dos últimos hermanos. No tenían que haber mencionado mi nombre.

—Pero… tú eres el tercero más fuerte…

—Oh, eso. Deja que te lo explique, frutilla de melocotón —habló Lust interrumpiendo la conversación—. Senku, en realidad, es el más fuerte de todos nuestros hermanos porque fue el primero en nacer. Fue bendecido por padre por un gran poder devastador. Yo tuve que fingir porque yo estaba dentro de su plan, al igual que Fromhed y Stolz.

—¿Por qué mentir? ¿Por qué hiciste que me entrenara? —Todo se estaba volviendo confuso.

—Como te dije, los Antiguos provenimos de los dragones, pero no te especifiqué como nacimos.

Con su bastón dio un pequeño golpe creando una imagen grande. Estaba viendo un montón de figuras.

—Nuestros antepasados se estaban extinguiendo a causa del ser humano y de todas las criaturas existentes. No obstante, una de ellas, llamada Madre de Dragones, sobrevivió y decidió desarrollarse ocultando su verdadera identidad —me iba explicando—. Nuestra antigua emperatriz tuvo que relacionarse con humanos para tener descendientes. Cuando cumplían la mayoría de edad, la emperatriz decidió tener relaciones sexuales con sus hijos.

—¡Incesto! ¡Incesto! Hay que definir las cosas con su respectiva palabra —lo riñó Lust.

—Todos eran machos —prosiguió—. La única hembra fue ella. No obstante, la Madre de los Dragones pereció a causa de un ser humano. Los Antiguos no tuvimos más opción que relacionarnos con otras criaturas inferiores no queriendo acabar con nuestra descendencia. Todos pensábamos que algún día nacería una hembra. La nueva emperatriz para gobernar los mundos. Pero todo era en vano porque solo teníamos mil años de vida por no ser completamente puros.

—¡Y así nació nuestra hermanita! —exaltó con emoción Lust.

—Pero se enfrentó a padre sabiendo su naturaleza. Ella no deseaba ser la emperatriz. La nueva gobernadora. Diena o Licht solo quería vivir en paz con las criaturas inferiores.

—Pero nunca pensamos que moriría. ¡Pero mira! ¡Se reencarnó! ¡Ahora eres la nueva y futura gobernadora! ¡Todos los Antiguos existentes tendremos sexo y tendremos más descendencia!

Mis ojos estaban abiertos como platos. No podía creer lo que estaba sucediendo realmente. Entonces, toda esta maldita causa, era porque ellos buscaban a la nueva emperatriz. A la Madre de los Dragones. Una gota resbaló por mi sien aún procesando la información.

—Te entrené para que matases al resto de nuestros hermanos y seamos los únicos en procrear contigo —me dijo Senku.

—¡Sois unos malditos canallas! ¡Jamás voy a acostarme con ninguno!

—Por eso tenemos que doblegarte para que la oscuridad te consuma por completo —continuó.

—¡Licht es la oscuridad misma!

—Hay una peor: lo llaman "La Nada". Es un antiguo hechizo de nuestra raza que provoca amnesia a uno de los nuestros y recrea una falsa personalidad volviéndolo siniestro.

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Esto no me gustaba para nada.

—¿Dónde están los chicos? —pregunté.

—En una sala apartada. Ah, y este tema de los Yonkōs y Gorosei todo fue una trampa para atraerte —confesó—. Una mera ilusión. Y esas personas que desaparecieron en la segunda isla de Blue Line, están fuera de este gran océano sin poder entrar.

¿Cómo era posible? ¿Cómo no me he dado cuenta de ello? Estaba claro que esto no podía ir demasiado bien. Solo quería llorar o despertar de este gran sueño. ¿Este era mi fin?

—Lust, entretenla para yo encargarme del ritual.

—¡Sin problema, hermano! —exaltó emocionado. Senku se marchó, dejándome a solas con el Antiguo—. Bien, frutilla de melocotón, te voy a conceder tu último deseo sexual. Vas a tener un bonito sueño con ese chico de pelo piña —dice. De su mano había polvo y sopló en mi cara para toser—. Espero que disfrutes de este momento, querida. Tengo muchas ganas de hacerte mía y convertirme en el emperador.

No pude decir nada porque el sueño empezaba a dominar por completo mi ser. Mis ojos se cerraron con pesadez. Caí en el suelo de la tentación.

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