Capítulo 26. Princess vs Zorn

La lluvia se estaba volviendo más densa que nunca. Una gran distancia nos separaba de Princess porque había una grieta enorme y, el fondo, lleno de lava. Ese demonio nos advirtió que, si intentásemos algo indebido, él hará algo peor. No estaba muy seguro el qué, pero no quería averiguarlo. No notaba sudor en mi cuerpo a causa de las gotas de lluvia. No obstante, estaba tenso ante esta pelea. Zorn dijo algo que no me gustó mucho. Iba a obligar a Princess a que se enfadase. ¿Por qué quería eso?

Entonces caí en la cuenta lo que contó Charlotte Katakuri y el pequeño libro-búho. ¿Quiere que libere ese poder oculto? Mierda. Ojalá pudiera hacer algo al respecto, pero solo me limitaba a observar con mucha preocupación. Zorn no paraba de agitar su cola al suelo con emoción, ya con ansias de comenzar esta pelea. Los puños de Princess eran mortales, pero no estaba seguro si serían lo suficientemente fuertes como para derrotar a ese Antiguo. Mi instinto me pedía a gritos que la ayudara, pero debíamos confiar en ella.

De pronto, el demonio se movió con tal rapidez que ni le dio tiempo a la chica reaccionar porque recibió un golpe de su cola en el rostro. Bolas de lava creó en sus manos para lanzarlas luego contra ella. Esta vez sí que reaccionó a tiempo para esquivarlas. Ser pequeña tenía sus ventajas y desventajas también. La lava se comía poco a poco el suelo fértil y la lluvia lo solidificaba, convirtiéndolo en piedra. Recuerdos de lo sucedido en MarineFord llegaron a mi mente. La muerte de Ace y de padre. Deseaba que no ocurriese lo mismo con Princess.

Quien estaba muy tenso era Mugiwara. Sus puños estaban apretados al igual que su mandíbula. Sé que tenía ganas de pelear y darle una buena paliza a ese ser, pero debía entender que esta era una batalla entre la chica y el demonio. Aunque no lo iba a negar, todos estábamos tensos. Zorn mandó una corriente de aire caliente hacia Princess y ella se cubrió con los brazos soportándolo. Su ropa se estaba quemando. Esto no me gustaba para nada. Escuché que se estaba quejando de dolor, pero no lo suficiente como para rendirse.

Ella dio un gran salto hacia el enemigo con la intención de propinarle un puñetazo. Sin embargo, Zorn se hizo a un lado y Princess golpeó el suelo con tanta violencia que creó un agujero enorme. Como dije, los puños de la chica eran mortales, pero no lo suficientemente efectivos contra el demonio. Su cola dio de lleno la espalda de ella y casi todos gritamos su nombre porque estuvo a punto de caer en la lava. Di gracias al cielo que sus reflejos no le fallaron en colocar las manos al suelo amortiguando ese empujón.

—Tienes unos buenos reflejos, humana —comentó Zorn liberando alguna que otra baba de lava—. Pero eso no dudará por mucho tiempo.

—Tú eres realmente fuerte —comentó Princess, mientras se retiraba la sangre de su labio inferior. Joder, como me fastidiaba verla así—. Pero yo puedo superarte.

—Eso quiero verlo. Y espero que liberes ese poder magistral.

Sí, estaba muy empeñado a que sucediera eso, pero dudaba mucho que Princess supiera liberarlo. Charlotte dijo que perdió la noción, que no sabía lo que estaba haciendo y que cayó inconsciente. Era un poder muy distinto a las frutas del diablo. Deseaba verlo con mis propios ojos, pero desconozco si era bueno o malo. Si era posible que la matase por dentro. No lo sé. Princess era un misterio para mí y para todos. ¿Qué secretos escondías? Zorn golpeó el suelo con tanta violencia que se iba resquebrajando poco a poco y ella no tuvo más opción que saltar a un lado porque iba a caer.

El Antiguo no dejaba que respirase porque atacaba una y otra vez. Hasta llegaba un punto en que la chica se perdía y no podía ver los siguientes movimientos de Zorn. El cocinero de los Mugiwara quería ir para salvarla, pero Robin lo detuvo a tiempo antes de que esto se convirtiera en una masacre. Yo estaría igual. Me negaba rotundamente a que le tocara un pelo más, pero aguantaba. Desconocía mi límite. Princess ya comenzó a jadear muy agotada porque sus fuerzas estaban fallando.

Eso era causa de Zorn porque ese era su objetivo principal. Sus párpados se cerraban a cada momento, pero se mantenía firme de pie. No se atrevía a caerse. De ninguna manera. Para ella el cansancio no era nada, pero sus reflejos no eran lo mismo. ¿Por qué? Porque Zorn dio un puñetazo en el estómago de Princess y ella ahogó un grito de dolor. Eso me cabreó bastante, ¿qué queréis que os diga? Estaba en el suelo con los brazos colocados en su estómago para amortiguar ese dolor que estaba sintiendo.

No paraba de escupir sangre. Será desgraciado. Él no dejaba de esbozar una gran sonrisa por pura satisfacción. Ella intentaba levantarse, pero él se lo impedía dándole patadas en el estómago. Apreté mis puños con fuerza dejando que mis nudillos se pusieran de color blanco. No podía soportar ver esto. Princess estaba indefensa en ese estado. Ella no podía levantarse de su sitio y él lo disfrutaba. Su cola se enroscó en el cuello de la joven para elevarla lentamente casi poniéndola a su altura.

—Vamos, enfádate —le ordenó.

—Nunca —jadeó.

—Me obligaste a llegar a esto.

¿Qué quiso decir con eso? De pronto, su cola comenzó a emanar calor y Princess dio un grito de desesperación y de dolor. ¡Mierda! ¡Estaba destrozando su cuello!

—¡Si no lo hiciste a las buenas, entonces lo haremos a las malas! —exclamó Zorn sin importar que la joven sufriera—. Es una pena la verdad. Yo pensaba que eras una chica diferente, pero ¡mírate! Ni eres capaz de soportar este calor infernal.

Princess no paraba de gritar que hasta colocó las manos en la cola con tanta desesperación, queriendo liberarse cuanto antes. No. No hagas eso. Te quemarás igual. Gruñidos y chasquidos escuché a mi alrededor. Todos queríamos salvarla de ese monstruo. Hasta Poupou agitó sus alas para que hiciéramos algo al respecto. Vamos, Marco. No puedes permitir esto. Apreté los dientes con tanta fuerza que pensé que se iban a romper. Verla sufrir de esa manera. Ver como moriría ante las manos de ese demonio. ¡No me lo perdonaría!

Con toda la rabia del mundo me dirigí allí con una velocidad increíble y transformado parcialmente en fénix golpeé con fuerza a Zorn. Este soltó a Princess dándome la oportunidad de cogerla en brazos. No paraba de tocarse el cuello con mucho dolor. Le había dejado una buena marca. Mi instinto me pedía que la curase de inmediato, sin embargo, la cubrí con mi cuerpo porque el demonio escupió lava. Agradecí que mi fruta del diablo era mitológica y podía amortiguar esos golpes, pero no por mucho tiempo.

—No me gusta que nadie interfiera en mi pelea —vociferó Zorn con molestia.

—Y a mí no me gustaba verla sufrir —aclaré.

—¿La Tori Tori no Mi: modelo fénix? ¡Ja! Me sorprende que un enclenque como tú tenga esa fruta del diablo.

—Ten cuidado con lo que dices. —Llamas azules fluían por todo mi cuerpo no muy contento.

—¿No te das cuenta lo que estás haciendo? Cada vez que dejas que tu ira se libere, más absorberé y me haré más fuerte.

—Marco... vete —jadeó Princess, muy agotada.

No era un cobarde. Seré yo quien me enfrente a ese demonio. Mis brazos se transformaron en alas y fui directo hacia Zorn. Él escupía lava para detenerme, pero yo, siendo un ave fénix, no me afectaban en absoluto. Di un giro de 360º para golpear su cabeza con total violencia. Él se quejó, pero el maldito tenía una buena resistencia porque pudo coger mi pie y tirarme al suelo. Comprobé que todo su cuerpo era caliente, pura lava. Este era peor que Akainu. ¿El Haki será efectivo contra él?

Mis piernas se volvieron negras a causa del Haki de armadura y golpeé con rabia nuevamente. Él se protegió con los brazos y me di cuenta que esas rocas que le cubrían su cuerpo no se rompieron de cuajo. Era muy resistente el desgraciado. Zorn estuvo a punto de darme un puñetazo, pero lo esquivé a tiempo alejándome de ese ser. Lo que estaba intentando era que estuviera lejos de Princess para que ella huyera o que Mugiwara estirase su brazo y la sacase de allí.

Estaba tan centrado en ella que no me di cuenta que Zorn me golpeó con su cola. ¡Concéntrate, Marco! Apoyé las manos para elevar mi cuerpo y patearlo, pero su cola se enroscó en uno de mis tobillos y me elevó para que todo mi cuerpo cayese con violencia en el suelo. Todos mis músculos y mis huesos se contrajeron tanto que escupí saliva por ese repentino ataque. Otra vez ese calor. Me estaba afectando y eso que mis piernas estaban transformadas. ¡Mierda! Comencé a quejarme de dolor.

—Grave error en enfrentarte a mí —me dijo el demonio—. Somos los hijos del Diablo del Mar y conocemos las debilidades de las frutas. Te has confiado demasiado creyendo que tu fruta te iba a proteger de mí. Pero no es así.

Y un grito desgarrador salió de mi garganta. Me estaba quemando. Notaba como ese calor intentaba traspasar mi piel para llegar a los músculos y a los huesos. Destrozará mi pierna. Sé que debía moverme, pero me era imposible. Ningún ser humano era capaz de aguantar esto.

—Para... —escuché a Princess, que intentaba levantarse, pero caía de rodillas—. Para, por favor —suplicaba.

—No voy a parar por entrometido —anunció Zorn—. Sería divertido que perdiese la pierna, ¿no crees?

—No te preocupes por mí. Podré salir de esta —dije, aguantando el dolor.

Pero ella no parecía estar conforme con mis palabras. Sus manos estaban apoyadas en el suelo con la intención de levantase poco a poco. Yo seguía gritando, ya deseando que esto acabara pronto, pero parecía que disfrutaba de verme sufrir. Estiré mi brazo hacia él dispuesto a lanzarle una bola de llama azul, pero mis fuerzas me estaban fallando de una forma abrumadora. Fallé en mi ataque. Zorn reía sin control. Si este era mi fin, pues lo aceptaré encantado.

—Para —suplicó Princess—. Para.

Él no la escuchaba por nada en el mundo. ¿Por qué tenía la sospecha que esto lo estaba haciendo para hacerla enfurecer?

—¡Cabeza de piña! —gritó Mugiwara al otro lado.

¿Cabeza de piña? Vaya mote que me había puesto, aunque no negaba que mi peinado diera esa forma curiosa. ¿Así me iba a recordar el "hermano" de Ace? Bueno, si iba a ser así, está bastante bien.

—¡He dicho que pares!

De pronto, una luz abrumadora nos cegó a todos al instante. Sentí como la cola se iba desenroscando, liberándome completamente del agarre. Yo, por inercia, sujeté mi tobillo con mucho dolor y empecé a curarlo lentamente. Por un momento no sentí las gotas de lluvia caer en mi rostro, como si se hubiera ido por unos segundos. La luz poco a poco se esfumaba y pude abrir lentamente mis ojos. Me quedé sorprendido por lo que estaba viendo. Era Princess, pero emanaba un aura dorada que nunca antes había visto.

Podía decir que su figura había cambiado, es decir, adelgazó un poco porque sus ropas le sobraban. Sus ojos estaban en blanco y sus cabellos parecían estar vivos como culebras. ¿Ese era el estado que hablaron Charlotte y Poupou? Yo la miraba y me transmitía paz y serenidad. Y no sentía dolor en mi tobillo. Al pensar en ello me fijé en la zona afectada y había desaparecido completamente. E hice el mismo gesto en el cuello de Princess. Ambas marcas desaparecieron. Yo estaba perplejo y no era el único.

Diría que los ojos de Luffy brillaban con emoción porque estaba viendo algo maravilloso. Esa aura era agradable. Podía sentir como tocaba mi rostro sin necesidad de un roce. Pero me alerté al oír los pasos firmes de Zorn caminando hacia Princess. Él también emanaba esa energía. Eso significaba que lo estaba absorbiendo. Mierda. Esto pintaba mal.

—Ese es. ¡Ese es el poder que estaba esperando! —exclamó Zorn con mucho entusiasmo—. Nunca me imaginé que absorbería tanto poder.

—¡Princess, sal de ahí! —gritó Charlotte Cracker al otro lado.

Pero ella no hizo caso. Estaba en un estado que era difícil de explicar. Las gotas de lluvia volvían a caer, pero su aura la protegía de ella. ¿Qué estaba pasando? ¿Qué era esa fuerza misteriosa?

—¡Te demostraré porqué me llaman Zorn, el demonio de la ira!

—¡Laura!

El Antiguo se abalanzó para atacarla con el puño alzado. No obstante, como si todo fuera a cámara lenta ante mis ojos, Princess colocaba poco a poco su brazo hacia atrás como si pensara también atacar. Esa parte del cuerpo se cubrió de un color negro oscuro. Espera, ¿eso el Haki de armadura? ¿Cómo era posible eso? Ni siquiera había visto a la chica activar ese estado. Zorn ya estaba lo suficiente cerca para arrematar, pero ella reaccionó rápido y estiró el brazo con mucha fuerza.

Una corriente de aire provocó que Zorn se desequilibrara y caminara hacia atrás. Eso era algo nuevo. Un momento, eso ya lo había visto antes. ¿Haki de armadura avanzada? No, eso era imposible. Pocas personas llegaron a ese estado. Incluso escuché que Mugiwara se estaba entrenando para dominarlo. Zorn sacudió la cabeza con violencia y esbozó su sonrisa, pero escuché un estruendo atrás de mí. Me giré y mis ojos se abrieron de par en par y no fui el único. Algunos tenían la boca abierta.

¡Princess había destrozado una gran cantidad de árboles dejando el camino despejado, hasta llegar a la orilla más próxima!

Yo temblé con miedo. Era increíble. Incluso diría que su poder superaba con creces a Barbablanca. Volví a mirar a esos dos individuos queriendo saber cuál era el siguiente paso. El cuerpo del demonio tenía pequeñas resquebrajaduras a causa de ese viento. Un viento cortante y letal, pero eso no me afectó. ¿Por qué? Me era difícil entender que estaba pasando.

—Es increíble el poder que estás emanando. Ni siquiera mi cuerpo puede soportar esa ira tan extraña —comentó Zorn, muy impresionado.

Princess no decía nada al respecto. Estaba muy callada. Era posible que ese estado era la causa de que estuviera tan idea o estuviera muy concentrada con su enemigo. Yo me centré en Zorn que, poco a poco, su expresión facial cambiaba. ¿Uno de miedo quizás? El demonio empezó a temblar con tal violencia que no era nada normal.

—No —susurró bajito—. No. ¡No! ¡Imposible!

—¿Qué le pasa ahora? —preguntó Smoker.

—Eso pasó con los otros dos —comentó Katakuri—. Temblaban de miedo. Como si no creían que Princess emanara tal cantidad de poder.

—Lo único que dijo Vertrauen, antes de morir, era "ella", poupou.

—¿Ella? —cuestionaron al mismo tiempo el trío monstruoso.

Yo también me preguntaba lo mismo. ¿A qué se refería Poupou con eso? El Antiguo agitó sus alas con violencia y estaba echando humo por las orejas, literalmente. Estaba sumamente furioso.

—¡¿Cómo te atreves a aparecer entre los muertos, Diena?! —gruñó el demonio con todas sus fuerzas.

—¿Diena? ¿Quién es Diena? —Buena pregunta, Cracker.

—¿Se estará confundiendo con otra chica?

—No lo sabemos, Robin-chwan —comentó Sanji.

Zorn creó una gran bola de magma en sus manos a punto de atacarla con toda la rabia del mundo. Y Princess alzó su brazo a un lado, donde se centraba un gran charco de agua y barro, como si estuviera llamándolo. Y, efectivamente, poco a poco gotas de agua se juntaban en su mano creando una especie de masa deforme. Eso sí que era propio de una fruta del diablo. Esa masa cada vez se hacía más grande. Ambos individuos lanzaron sus ataques provocando un gran choque de vapor.

Dios, mi cara empezó a arder de una manera bestial. Tuve que salir de ahí volando cuanto antes y me reuní con los chicos. En ese humo salió Zorn con salvajismo para atacar a Princess, pero ella agarró su muñeca inmovilizándolo completamente. El calor que desprendía el demonio no la estaba afectando demasiado. Era inmune. ¡La cola! La chica reaccionó rápido mordiéndola como un verdadero animal. Vaya, la próxima vez debería cuidado con esa mandíbula poderosa.

Lo tenía. El Antiguo no podía hacer nada al respecto, salvo a escupir saliva de magma. Princess los esquivaba a tiempo, como si adivinase cuál era su siguiente movimiento. ¿Haki de observación avanzada? ¿Qué demonios estaba pasando con ella?

—¡Nunca acabarás con todos nosotros! —exclamó el demonio—. ¡No somos los demonios que éramos antes! ¡Somos mucho más fuertes y acabaremos contigo de una vez por todas, Diena!

Y esas eran las últimas palabras de Zorn porque Princess acabó con su vida propinándole un puñetazo en su estómago. De su puño emanó esa misma energía provocándole un gran agujero en su estómago y eliminándolo por completo. Solo tenía palabras para expresar como me sentía ahora mismo:

—Guau.

—¡Laura es increíble! —se expresó con fuerza Mugiwara.

El muchacho no dudó en saltar hacia donde estaba ella. Poco a poco, Princess volvía a su estado normal y cayó de rodillas, muy agotada. No paraba de jadear al haber consumido tanta energía. Miró sus manos queriendo buscar alguna explicación de lo ocurrido. No estaba entendiendo. Estará muy confusa como todos nosotros. Y era normal. ¿Qué es lo que pasaba con ella? Yo miré a la única persona que podría facilitarnos dicha información: Poupou. El libro-búho no dijo nada al respecto.

Una gota de sudor resbalaba por su sien. Sí, él sabía algo. La tripulación de Mugiwara corrió en dirección a la joven para saber si estaba bien. Y, obviamente, me acerqué para asegurarme que esa marca en el cuello se había ido. Era increíble. Que poder tan extraño y abrumador. Solo se activaba cuando una ira inexplicable salía de sus entrañas. Yo, por instinto, la abracé, pensando que la íbamos a perder. Juré que la protegería con toda mi alma. Y ahora la pregunta en cuestión era:

¿Quién demonios era Diena? 

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