~CAPITULO 1~
Pasaron un par de días desde mi adopción y yo despertaba más animada que nunca, al fin tenía una familia. Ya no me sentiría sola, tenía una madre, una hermana, una familia que veía por mi, ya no más soledad.
Me levanté de mi cama y me dirigi al baño para tomarme una ducha, antes de ir a la escuela donde días atrás mamá Naomi me había ingresado junto con kagome.
FLASH BACK.
-T/n, cariño ¿podrías venir un momento?- gritó mamá Naomi desde la cocina, bajé inmediatamente y la vi sentada en la mesa junto con mi kagome, el abuelo y Sota, me sentía nerviosa porque todos tenían la mirada fija en mí.
-Etto...,¿Qué sucede mamá Naomi?- pregunté nerviosa, en realidad todavía no me acostumbraba a esto.
-Pues verás...mamá y yo hemos decidido que sería bueno que te inscribieramos a la secundaria, para que no retrases tus estudios- esta vez hablo kagome y en cuanto lo escuché mi mirada se iluminó, siempre había querido ir a la escuela, las pequeñas clases particulares en el orfanato eran al menos algo, pero no enseñaban lo que yo quería aprender específicamente.
No pude contenerme, salté de emoción lanzándome abrazarlas fuertemente- ¡Muchas gracias! ¡gracias! no sé cómo agradecérselo ¡las amo mucho!- me separé un poco para observarlas, dándome cuenta que me miraban con ternura. Aunque mi vista era un poco borrosa por las lágrimas que se agrupaban en mis ojos, pude ver cómo me brindaban una sonrisa.
-No tienes porqué agradecerlo t/n. Ahora eres parte de la familia y es nuestro deber criarte, educarte y amarte. Cómo haría cualquier familia.- mamá Naomi me acarició suavemente mi cabeza, ¡la amaba tanto!, ahora comprendía lo que era el verdadero amor materno, así la abracé y me aferré con fuerza a ella.
FIN DEL FLASH BACK.
Con una sonrisa tome las cosas para mi baño y fui en su dirección, no podría tardar tanto porque se me hacía tarde, pero realmente era relajante.
Al salir de la ducha, me encamine hacia mi habitación, saludando en el camino a mi abuelo recién despierto y al pequeño Sota que todavía tenía unos cuantos cabellos rebeldes pegados a su cara.
En cuanto entré, me encontré con un joven de cabello plateado, lindas orejitas y vestimenta roja, que estaba de cuclillas sobre el suelo olfateando mi habitación, me sonroje furiosamente, su mirada se pegó en mi, noté un ligero sonrojo en su rostro, y grité.
(Nota: lo había olvidado jaja pero bueno, la habitación que t/n esta ocupando ahora es la habitación de kagome en el anime, solo que en mi historia ella se pasó hacia otra que era un poco más grande y le dejó la suya a t/n)
-Kyaaaaaaaa~ ¡KAGOME! ¡HAY UN HOMBRE EN MI HABITACIÓN!- al cabo de unos cuantos segundos kagome llego, me escondí detrás de su espalda, noté como fulminaba a él chico con la mirada, y este la miraba aterrado.
-I-N-U-Y-A-S-H-A- ¿inuyasha? ¡Ah! claro era aquel chico raro que estaba escondido detrás del árbol el día de mi adopción.
-K-kagome n-no queri~- el chico intentó hablar pero de lo asustado que estaba no pudo, además de que kagome dijo una palabra haciendo que el caiga en el suelo de cara.
-¡Abajo!- Grito fuertemente. El collar qué el chico llevaba brillo y como si pesara lo jalo del cuello enterrandolo en en suelo, después de un rato el chico, que por cierto gruñe como perro, levantó su rostro fruncido en dirección hacia a kagome.
-Kagome...¡tonta! ¡¿porque hiciste eso?!- gruñó más fuerte.
-¡Por atrevido!- me dio un poco de risa ver como ellos dos discutían, parecían una buena pareja.- ¡¿Como se te ocurre entrar a la habitación de t/n haci?!.
-¡Fhe!~ yo que iba saber que esta era su habitación ¡¿no se supone que era tuya?!- dijo con un sonrojo en sus mejillas.
-Ya te lo había dicho inuyasha, pero nunca entiendes ¡baka!- Okay, esto se estaba saliendo de control, el rostro de kagome Estaba totalmente rojo.
De pronto me entró la duda, ¿como pudo entrar el aquí?, mi cuarto estaba cerrado con llave, ya que kagome me había advertido que sota era un poco fisgón, así que no había posibilidad de que el entrara.
-P-perdón por interrumpir, pero...¿quién es el? ¿por dónde entro? mi habitacion estaba cerrada, ¿y porque tiene orejas de perro? ¿E-es un cosplayer?- note como kagome e inuyasha me miraban nerviosos- ¿Pasa algo?.
-T/n, primero lo primero, tienes que cambiarte y arreglarte para la escuela, después responderé todas las preguntas que tengas, ¿esta bien?- asenti, había olvidado por completo que solo una toalla cubría mi cuerpo, sentí mi cara arder- vamos inuyasha- su tono era amenazante erizandome la piel y seguro también la de el. Ambos salieron de la habitación, aunque uno arrastrando al otro de una de las orejitas.
-¡Auch~! ¡kagome! ¡Eso duele!- se quejó antes de que desaparecieran de mi visita.
Cerré la puerta y la ventana, me retiré la toalla y me coloqué el uniforme escolar, era un poco incómodo para mí, la falda era un poco corta y la camiseta estaba pegada en la parte del pecho, pero poco a poco me iba acostumbrando.
Me dejé el cabello suelto que me llegaba a la cintura, me coloqué mis calcetas y zapatos nuevos.
Salí de la habitación y bajé a la cocina, de donde provenían unas voces.
-Yo creo que es hora de decirle- la voz de mamá Naomi se escucha calmada.- ¿Decirme que?
-Pero...¿y si no nos cree?- la voz de kagome se escuchaba preocupada.- ¿me ocultaban algo?
-Tranquillas ella lo entenderá, ella tiene un gran espíritu y es seguro que comprendera lo que le trataran de explicar, además ella es muy aficionada a esas historias- ¿"A esas historias"?.
-Tienes razón abuelo ella misma dijo que esa "leyenda" era su favorita, ademas~fue interrumpida.
-Sal de ahí mocosa- la voz del peli-blanco se escuchó muy cerca ¿como descubrió que estaba aquí?.
Salí de mi escondite con la cabeza gacha, siendo observada por todos.
-Oh, t/n cariño, toma asiento por favor- me llamo cariñosamente señalándome una silla a su lado, mi corazón se aceleró, su voz era angelical.- Supongo que tienes muchas preguntas sobre ese raro joven y lo que escuchaste ¿verdad?.
Me cara enrojeció de vergüenza, solo pude asentir por que sentía que no iba a poder formular ni una sola palabra.
-Bueno querida, tal vez esto que te contaremos te suene trivial, pero por favor escucha hasta el final- Asentí de nuevo, mamá Naomi y kagome comenzaron a contarme una loca historia sobre una sacerdotisa y un medio-demonio que se habían enamorado (kikyo y Inuyasha), pero fueron engañados por un enemigo poderoso (Naraku), esto llevó a que kikyo entendieran mal las cosas y flechara a inuyasha al árbol sagrado quedando por 50 años en un sueño eterno, despues una joven reencarnación de la sacerdotisa kikyo (kagome) lo libero y este la atacó con el fin de recuperar la perla de shikon que se encontraba dentro de ella, pero lo logró dominar con un collar, en un ataque de un demonio la perla se destruyó en miles de fragmentos, obligándolos a recuperarlos, en el camino conocen a 4 personitas, Una cazadora:Sango, Un monje:Miroku, Un zorrito:Shippo y una gatita demonio:Kirara. También me contaron sobre sus aventuras y diferentes enemigos a los que se tuvieron qué enfrentar, de ahí llegué a la conclusión del por que el novio tenia orejitas y como estaba aquí, era por el pozo. Claro que note que kagome anulaba algunas partes de la historia.
(Nota:Esta historia concluye después de los 7 guerreros)
Me quedé pensativa, ¿como era posible? Lo que yo creía una leyenda era verdad, y resultaba que ahora mi hermana era la sacerdotisa que se enamoró de un medio-demonio y venció a un enemigo muy poderoso. Mucha información para mí cabeza. Entonces una idea llegó a mi cabeza, si era verdad eso, tenia que encontrar la solución para serles de ayuda.
Me levanté abruptamente y corrí hacia mi habitación, hurge entre mis cosas hasta que lo encontré.
-¡Aja!- lo tomé entre mis manos y bajé corriendo hacia la cocina donde todos tenían la mirada baja.
Kagome me miró y después lo hizo hacia el objeto que tenía entre mis manos.
-O-oi t/n ¿que es eso?-me pregunto acercándose a mi.
-E-es un viejo libro que nana me regalo de la biblioteca de orfanato, lo que ustedes me relataron ya lo conocía...solo que no sabía que era verdad, este libro tiene la información de cómo vencer a naraku y el deseo correcto para la perla- kagome me miro asombrada y iba a tomar el libro, pero antes de eso el medio-demonio me lo arrebató.-¡O-oye! esta bien que seas el novio de kagome pero no tienes por qué ser haci- hice un puchero y me reí por el sonrojo que se apoderó en la cara de ambos, ¿entonces no era...?-¡Oh! ¡lo siento! no quise...
-No te preocupes es nuestra culpa, solo somos amigos y compañeros...además el está enamorado de otra...-bajo la mirada, y sentí tristeza por ella, al mismo tiempo enojo por que el único hombre que ella amaba la lastimaba mucho. Lo sabía, el libro era muy específico con todo lo que pasó, incluso con el dolor de la sacerdotisa al ver marchar a su amado con la sacerdotisa de barro y huesos.
-¡Fhe! Ya déjense de estupideces y veamos la solución para derrotar a ese maldito- mostraba enojo- tenemos que llevar esto con kaede para ponerlo en marcha- hablo seriamente, ¡hay como lo odio!.
Kagome solo asintió, dirigi mi vista hacia el reloj, ¡ya pasaban de las 8! ya las clases habían empezado y no me dejarían entrar a la escuela a estas horas. Entonces una idea surco por mi cabeza.
-Yo voy con ustedes- hable decidida, recibiendo una cara sorpresa de mi familia y una de desaprovacion de parte del peli-blanco.
-T/n no estoy segura de si podrías cruzar el pozo- me habló kagome con sinceridad.
-No perdemos nada con intentarlo- ¡hay! nunca me había sentido haci en mi vida, eso era nuevo.
Observe como kagome empacaba un millón de cosas dentro de una gran mochila amarilla, entre ellas el libro.
Me despedí de mamá Naomi y caminamos al pozo en la pagoda bajamos las pequeñas escaleras y llegamos a él.
Kagome me tomo de la mano y me sonrió, tomé confianza y le devolví la sonrisa.
Saltamos dentro del pozo....cerré los ojos fuertemente esperando el golpe, pero nunca llegó.
Abrí mis ojos y pude observar la luz rosa-Violeta me rodeaba a mí, a Inuyasha y a kagome.
La última me miro con una sonrisa que me decía "¡lo lograste!".
Las luces cesaron y miré hacia arriba encontrándome con el cielo azul.
Con ayuda de inuyasha salimos del pozo, ellos comenzaron a caminar y yo más nerviosa que nunca, los seguí.
Caminaban uno a lado del otro, por un momento pude observar un delgado hilo rojo que viajaba desde sus meñiques, uniendolos. Movi la cabeza hacia los lados, pero ni aún haci ese hilo desaparecía, ¿era posible que?....¡no! ¡Ella lo podía ver!.
Quería chillar de alegría, saltar, abrazar a ambos y contarles la noticia, pero me contuve.
En fin...les contaría después....
Continuará...
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