Capítulo 8

Unos nacen con estrella, y otros nacen estrellados.❞

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—Que haces aqu...—Él no llegó a concluir su pregunta ya que un puño le impactó el rostro empujándolo varios pasos hacia atrás.

—¡¿Te crees muy chistoso, verdad?! —Gritó un hombre entrando —¡¿No te cansas de hacer sufrir a las personas?!

—¡¿De que estas hablando?! —Respondió Adrien tocando su nariz para ver si sangraba —¡Y, diablos, contrólate!

—¡Nino, prometiste no hacer estupideces! —Dijo una joven entrando apresuradamente e inclinándose a un lado de Adrien —Dis...discúlpalo, ya sabes como se pone cuando se enfada.

A primera vista no la reconocí pero luego de unos segundos noté las similitudes de esa mujer con mi mejor amiga. Ella era un poco mas alta, su rostro redondo se había afilado haciéndola ver mas madura y hermosa, al igual que su figura se había formado aun mas.
Sentí uno poco de celos al ver que todos habían madurado y se convirtieron en personas atractivas mientras que yo aún padecía de los hermosos síntomas que traía consigo la adolescencia.

—¿Que me disculpe? —Exclamo el supuesto Nino que media el doble que la mujer que trataba de detenerlo, era hasta más alto que Adrien —¡Es ese infeliz el que te estuvo llamando, Alya! Es solo un pedazo de mierda sin corazón.

—¡Yo no llamé a nadie! —Adrien se puso de píe y se acerco de manera amenazadora —¡¿Crees que tengo tiempo para andar fingiendo que somos amiguitos como antes?!

—Ya para, Adrien —Advirtió la joven poniendo una mano en su pecho —Sabemos que tienes cosas que hacer, pero no te atrevas a negar lo que hiciste.

—¡Yo no hice nada! —Su voz salió cargada de ira.

Nino alejó a Alya y se acercó nuevamente a Adrien para tomarlo del cuello de su camiseta. Estaban por comenzar una fea pelea y todo por mi culpa, me había congelado en mi lugar sin saber que hacer. Dejé a la gatita en el suelo, contuve el aire y salí de la cocina pero pareció que nadie notó mi presencia allí.

—Deja de llamar a mi novia, Agreste —Advirtió el joven morocho con los puños apretados en la camiseta del otro —¿No te bastó con hacerme eso? Al menos ten un poco de respeto por las personas.

—Por última vez, yo no les dirigí la palabra a ninguno de ustedes desde que nos graduamos —Le apretó las muñecas esperando a que lo soltase.

—Si lo hiciste —Gritó nuevamente.

—En realidad...fui yo...—Murmuré a unos cuantos pasos de distancia de ellos.

Todos parecieron congelarse en su lugar, el primero en reaccionar fue Adrien quien maldijo en voz baja y por fin logro soltarse para detenerse delante mio.

—Te dije que te quedarás en la cocina, Marinette —Dijo por lo bajo notoriamente molesto.

—Estaban por pelear! No podía sentarme a ver como si nada —Respondí cruzando mis brazos —¡Es tu mejor amigo! —Cuando no respondió sentí pánico —¿Verdad?

—Las cosas ya no son lo que solían ser —Respondió rápido y con una mirada seria.

Cuando por fin reaccionaron, Alya empujó suavemente al rubio a un lado para poder detenerse frente a mi y mirarme con confusión. Una de sus temblorosas manos tocó mi mejilla como si esperase traspasarla o algo parecido, pero cuando tocó la solidez de ésta, se sobresalto.

—¿Como es posible? —Preguntó suavemente sin despegar su mano mientras me encogía de hombros —¿Entonces realmente eras tu?

—Lo lamento, no debí haberlo hecho —Dije consciente de que Adrien estaba escuchando y probablemente me patearía el trasero ahora que sabía que la volví a llamar —Pero yo...

—¡Tu nada, Marinette! Te dije que me dejaras esto a mi —Adrien sujeto del brazo con un poco de fuerza mientras me alejaba de los demás.

En el momento que me comenzó a arrastrar lejos de ellos, una mano sujeto mi muñeca deteniéndonos.

—¡Adrien! —Exclamó molesta y confundida la castaña —¡¿Que demonios es esto?!¿Como es que ella...?¿Que hiciste?

—Yo no hice nada —Respondió a la defensiva —Y no, no se como es que esta viva.

Ambos me soltaron y se alejaron unos cuantos metros dejándome sola mientras hablaban en murmullos a pesar de que podía oírlos.

—Antes de que te vuelvas loca, dejame explicarlo —Murmuró dándome la espalda.

—¿Es ella? —Preguntó con sus ojos clavados en mi mientras se abrazaba a si misma —¿Es realmente ella? —Adrien asintió lentamente —¿Por que esta aquí?

—Ya te dije que no lo se —Su voz sonaba impaciente y por la forma de su postura podría decirse que estaba tenso.

—No, me refiero a que hace aquí —Lo miro a él con enfado —¿Por que esta en tu casa?¿Ella vino a buscarte?

—No, es una historia un poco larga...—Se dio la vuelta y me miro con los brazos cruzados sobre el pecho —No quería decirles nada hasta que pudiera entender bien la situación, pero parece que hay algunas personas que no pueden ser discretas...

—Lo siento...—Mascullé sonrojada por la fuerte mirada de reprimenda que estaba recibiendo por parte del rubio.

Un silencio incómodo se posó sobre nosotros cuatro, hasta que al fin Nino volvió en si y se aclaró la garganta.

—Creo que esta visita va a ser mas larga de lo que esperaba —Anunció Nino mientras cerraba la puerta —Van a tener que darnos una buena explicación de lo que esta sucediendo aquí o creo que perderé la cabeza.

— ☯ —

Luego de que nos acomodáramos en una mesa, el silencio se volvió nuevamente pesado. Delante mío se sentó Alya y a mi lado estaba Adrien golpeteando los dedos en la mesa con impaciencia.

—¿Y bien, Agreste? —Preguntó con enfado la mujer delante mío —¿Piensas explicar por que no dijiste ni una sola palabra?

—Ya te lo dije —Respondió sin mirarla con la voz lúgubre.

—No, no me vengas con esas idioteces —Lo señalo con un dedo —¿Con que derecho ibas a ocultarla?¿Acaso crees que es una mascota? —Frunció las cejas y cruzó sus brazos —Mas te vale que no le hayas tocado ni un solo cabello, porque sino...

—¡¿Que clase de pedófilo crees que soy?! — Sus palabras me dejaron en blanco.

—Ohh no me vengas con eso, todos sabemos que eres la nueva definición de Promiscuidad, en lo que a mujeres respecta — Acuso nuevamente la chica que estaba frente a mi.

Abrí la boca para decir algo pero me interrumpieron velozmente.

—¡Claro que no! Yo solo intento ayudarla —Explicó golpeando la mesa —Que alguien mas supiera de esto seria una carga con la que lidiar.

—Pero yo era su mejor amiga —Dijo dolida —¡Yo la conocía mejor que nadie!

—Chicos...—Habló Nino pero la voz de Adrien lo interrumpió.

—Yo era uno de sus mejores amigos —Reclamó el rubio —La conocía tan bien como tu.

—¡Oh Dios! Solo eras el muchacho que se sentaba delante nuestro —Soltó una carcajada amarga —Apenas y notabas su presencia —Dijo señalándome y haciendo que ni rostro se volviera rojo al instante.

—¡Tu sabes que eso no es cierto! —Parecía que Nino y yo estábamos de pura decoración ya que la pelea solo se desarrollaba entre ellos dos —¡Te conté la verdad, Alya! Ustedes dos saben que nosotros no eramos como el resto.

—¿A que te refieres? —Pregunté abriendo los ojos de par en par, pero fui nuevamente ignorada.

—¡Claro! Por que tu te desvelabas pensando en Marinette antes de saber quien era en verdad,¿no? —Aquel comentario me había dolido en verdad y probablemente mi rostro lo reflejó ya que el muchacho que permanecía en silencio se levantó y golpeó la mesa.

—¡Chicos! —Gritó —¡Ya basta!¿Podrían dejar hablar como si ella no estuviera aquí? —Su voz se relajo y tres pares de ojos me observaron —Se que es difícil pensar que ella esta viva pero así es, por eso, no hablen como si estuviera muerta —Suspiró y se dejó caer en la silla.

—Lo lamento —Murmuró Alya al fin dirigiéndome la palabra —¿Tu nos recuerdas? Es decir, hay películas en la que los personajes pierden la memoria y...

—Claro que te recuerda —Respondió de manera cruel el rubio —¿Sino como es que te llamo? —Le di un codazo en las costillas tomándolo por sorpresa.

—En verdad es algo difícil de explicar —Dije mirando mal a Adrien —La realidad es que hace tan solo una semana atrás tu y yo estábamos sentadas en el parque organizando mi...

—Tu fiesta de cumpleaños —Terminó ella por mi —Lo recuerdo.

—Ya tenía casi todo preparado —Murmure con tristeza, pensando en la fiesta que nunca pudo ser.

—Estábamos hablando de que usaríamos pero tu estabas empecinada en que querías un vestido rosado que viste en Gabriel's pero era demasiado caro...yo pensaba comprártelo —Sonrió con nostalgia y asentí con la misma expresión —Pero eso paso hace muchos años.

—A lo que voy —Expliqué suspirando —Es que se que estaba ehh...haciendo algo y de un momento a otro me desperté en una tumba, con un loco aterrador corriendo detrás de mi mientras gritaba.

—Vaya, me alegro que me veas de esa manera —Dijo Adrien entornando los ojos.

—¿Espera, como fue eso? —Preguntó curioso Nino.

—Justo como dije —Respondí encogiéndome de hombros —Cuando logre salir del pozo comencé a caminar y Adrien me encontró...luego de explicarle muchas veces que yo era yo, al fin me creyó y me dijo sobre todo lo demás.

—Eso debió ser duro para ti —Alya puso su mano sobre la mia y la apretó —Lamento no haberte creído...

—Esta bien —Aclaré rápidamente —Yo fui cruel al no pensar en como te afectaría.

Ella suspiro y sonrió ampliamente mientras miraba cada fracción de mi rostro con cuidado.

—¿Entonces sigues en tus 17? —Pregunto de manera burlona.

—No, tiene nuestra edad —Dijo Adrien sonando un poco nervioso.

—Debería tener unos 21, pero considerando que me perdí casi cinco años de mi vida...—Lo corregí y me miró con el entrecejo fruncido.

—Ya hablamos de esto —Susurró cerca mio —Las personas deben creer que tienes nuestra edad.

—Adrien, no la presiones —Advirtió Alya seria —¿Hace cuanto te tiene aquí? —Devolvió la mirada a mi.

—Ya unos dias —Asintió lentamente —Quiere que me quede hasta que encuentre a mis padres.

—Hace varios meses que no se de ellos —Dijo para si misma —Ellos vienen solo para tu cumpleaños, luego regresan a Shangai...No les interesa mucho hablar con los que fuimos amigos tuyos, les traemos demasiados recuerdos —Nino chasqueo la lengua con amargura luego de aquellas palabras.

—¡Pero no puedo esperar hasta mi cumpleaños! —Me quejé mirando a al rubio que miraba en dirección opuesta —Faltan meses —Hice énfasis en la última palabra mientras alzaba las cejas de manera exagerada.

—Por eso estoy intentando de encontrarlos cuanto antes...pero hay que tener un plan b, ¿cierto? —Dijo mirándome y sonriendo de manera extraña.

—Plan B?¡No puedo quedarme aquí si tanto tiempo si tu "plan A" falla!

—De hecho...—Comentó la castaña apretando los labios en una linea recta —No creo que sea buena idea que te quedes aquí, Mari.

—¡¿Qué estas tratando de hacer?! —Adrien volvió a fruncir el entrecejo —Ella se va a quedar aquí.

—No seas terco —Soltó junto con un suspiro —¿Como crees que puedes convivir con una adolescente probablemente traumada? Ella necesita personas a su alrededor, no que la aíslen en medio de la nada.

—Solo para aclarar —Dije riendo nerviosamente — Yo no estoy traumada...eso creo.

—No, si las personas se enteran de que ella está viva, comenzaran a atosigarnos a todos los que estemos involucrados —Alya soltó un quejido mientras Adrien hablaba.

No estaba del todo segura pero comenzaba a creer que esos dos no se llevaban muy bien que digamos, ni siquiera Nino se metía en sus peleas continuas.

Acabé por reposar mi cabeza sobre mi mano al igual que el chico de los lentes mientras los otros dos discutían, hasta que por fin se agotaron de escuchar sus irritantes voces.

—¿Ya esta? —Pregunte desinteresada —¿O todavía no terminan de decidir que será de mi vida? —Dije haciendo énfasis en las últimas dos palabras.

—Esto es por tu bien, Marinette —La castaña me sonrió de manera reconfortante pero solo pude poner los ojos en blanco.

—En lo que a mi me respecta —Comencé diciendo en voz tranquila que poco a poco fue aumentando — Si yo quisiera, podría salir por esa puerta y marcharme! Ya que por lo visto tengo 21 —Mire de manera burlona a Adrien aunque estaba realmente furiosa —Pero no lo hago por que tal vez tengo algún trauma que me dejo chiflada —Ahora mire a mi amiga quien aparto la vista.

—Yo solo intento ayudar —Murmuró avergonzada —No puedo creer que este tipo te tenga encerrada como a una mascota, es un cerdo...

—¡Ya! Juro que voy a darme cabezazos contra la pared si los oigo pelear un minuto mas —Estalló Nino hablando firmemente —Superen sus problemas de una maldita vez! Ya pasaron años desde que eso sucedió.

Lo miré extrañada, era la segunda vez que "eso" salía a la conversación, pero cuando estuve a punto de preguntar que paso exactamente, me dio una mirada de que mejor no abriera la boca ya que no era el momento de sacar los trapitos viejos al sol.

—Bien —Dijo Alya poniéndose de pie y caminando hasta la puerta —Pero vendré cuando se me de la gana a ver a Marinette.

—Claro que no —Se rió de manera arrogante mientras cruzaba sus brazos —Eso seria muy sospechoso y atraerías la atención de los paparazzi si te ven visitando mi casa a menudo.

—¿Si me vieran?¿Acaso no eres consciente de que vives en la nada? —Preguntó riendo al igual que él —Que te diviertas jugando a ser mamá osa —Se encaminó hacia la puerta seguida por Nino —¡Pero no me llames si te das cuenta que no tienes idea que hacer!

—No necesito de tu ayuda —Le di un codazo en las costillas y me acerqué a mi amiga.

—No lo escuches, por favor —Pedí con la voz temblorosa —Ven todas las veces que quieras.

—Claro que lo haré —Susurró sonriendo —Solo quiero desquiciarlo un poco —Ambas soltamos una risa cómplice y luego se alejó —Espero que sepas tragarte el orgullo, Agreste. Nos vemos luego, Mari.

Nino se despidió agitando su mano y ambos salieron dejándonos a solas. Rápidamente ambos nos dirigimos miradas mortales. 

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