Capítulo 16

❝ El amor es una maravillosa flor, pero es necesario tener el valor de ir a buscarla al borde de un horrible precipicio❞.

Stendhal

✧↠ ☯ ↞✧

Tarde varios minutos en decidir si ir o simplemente acostarme en mi cama y fingir que olvide su petición, pero sabia que tarde o temprano tenia que enfrentarlo.
Baje las escaleras con desgano y lo encontré sentado en la pequeña mesa de la cocina con dos tazas delante de él. Lo que me causo extrañeza fue verlo en su alter ego gatuno.

—¿Saldrás? —Pregunte apretando mi brazo suavemente.

Sus ojos se levantaron hasta encontrarse con los míos. Ver aquellas dos esmeraldas atravesadas con una pupila en linea lo hacia ver mucho mas amenazador pero a mi simplemente me provocaba nostalgia.

—Alguien tiene que facilitarle el trabajo a los policías —Bromeó y empujó suavemente una de las tazas hacia delante, indicándome que debía sentarme pero en vez de obedecerlo me quede en el marco de la puerta —Ven, solo quiero que hablemos.

Apreté los labios y me acerqué hasta la silla, la cual empuje hacia mi para poder sentarme. Tenerlo tan cerca me incomodaba a sobre manera.

—Hoy escuché varias cosas... Lo que le dijiste a Alya —Miraba atentamente la gaza entre sus manos —¿Por qué te importa mi felicidad? —Ahora sus ojos se dispararon a los míos, llenos de curiosidad —Es decir, se que yo no te agrado demasiado que digamos...

Lo mire incrédula, no sabia de que manera había llegado a esa conclusión pero era completamente errónea.

—¿De donde sacaste que no me agradas? —Pregunté sorprendida.

—No es muy difícil saberlo —Soltó una risa nerviosa —Siempre me evitas y sospecho que mi actitud no es de mucha ayuda.

Me atreví a tomar la taza caliente y la acerqué hasta mi. Adrien miraba expectante mis movimientos mientras esperaba una respuesta.

—N... No me desagradas —Murmuré —Es que es difícil vivir con alguien como tu...

—Un psicópata —Soltó de manera un poco cruel, como si estuviera enfadado consigo mismo.

—No, Adrien —Aclaré y suspire con cansancio —Es difícil vivir contigo porque eres tu —Me miro confundido y solté un quejido bajo —Creo que a esta altura ya sabes que tu... Mejor dicho, el Adrien de mi edad, me gustaba —Asintió lentamente y llevo la taza a sus labios —Y no solamente eso, tambien eres Chat Noir.

—¿Y? —Preguntó con exasperación.

—Es que tu... Ahh, no se como explicarlo —Enterré una de mis manos en mi cabello —Tú eras... Eres él pero a la vez ya no... y es extraño.

Por la expresión que su rostro reflejaba comenzaba a pensar que se sentía molesto o irritado. Hablar sobre este tipo de cosas debía de ser una gran molestia para él.

—Pero ya no te intereso —Su tono sonó entre molesta y a la vez como afirmación.

—No... O sea si... Pero es difícil de explicar  —Las palabras se me escapaban una tras otra con velocidad —Solo no quiero que tú te sientas incómodo y yo no quiero sentirme extraña... Quiero que las cosas sigan tal y como estaban.

En cambio Chat simplemente se puso de pie y llevo su taza vacía hasta el lavavajillas, ahora su postura también reflejaba enfado al igual que su rostro. La exasperación se trasladó a mí por culpa de su malhumor repentino.

—¿Para que me haces hablar de esto? — Murmuré y frote mi rostro con ambas manos.

—¿Entonces no tendremos ningún problema si yo regreso a revolcarme con mujeres? —Su pregunta me tomó desprevenida y sentí que el estómago se me contrajo con angustia —Es decir, después de todo no te interesa lo que yo haga mientras sea feliz.

Lo mire sin poder dar crédito a lo que mis oídos acababan de escuchar, con la facilidad que había soltado las palabras cuando hace tan solo unas horas había intentado besarme.
Sabía bien que esas fueron mis exactas palabras pero nunca hubiera imaginado que las usaría de una manera tan fría.

—¿Dejaste de hacerlo? —Pregunte sorprendida.

—¡Claro!¿O es que acaso viste a alguien más que a mí en estos meses? —Sus manos apretaron el borde de la mesada —Ya me harte de fingir ser algo que no soy para... para nada —Murmuro por lo bajo.

—Es... Eso no te haría feliz —Respondí con dificultad.

Sentía que el aire se había evaporado por completo de mis pulmones y que alguien me estuviera apretando el pecho para evitar que este entrase. Si el solo fingía conmigo una actitud diferente entonces, ¿Cómo era realmente?¿Qué cosas me estaba ocultando?.

—¿Y tú qué sabes lo que me haría feliz o no a mí? —Se dio la vuelta y se acercó a mí con los ojos entornados.

Trague pesadamente y me enderece para luego tomar la taza entre mis manos. Me sentía ultrajada por la manera en la que me miraba y dirigía las palabras.

—Yo... Yo no... —Una rápida mirada hacia arriba para encontrarme con sus ojos fue suficiente para formarme un nudo en la garganta —¿Sabes qué? Puedes hacer lo que se te dé la gana.

—Eso pensaba hacer —Murmuro cambiando su enfado por una máscara de indiferencia.

Se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la puerta, a pesar de parecer desinteresado por la situación podía ver en su postura lo enfadado que se sentía ya que apretaba los puños con fuerza y los músculos de su espalda estaban tensos y apretados de una forma que parecía incomoda. En cambio yo me quede donde estaba intentando no soltar alguna estúpida lagrima de impotencia.

—¡Idiota! —Grite acercándome hasta la puerta por donde había desaparecido.

—¡Me han llamado cosas peores! —Respondió desde algún punto de la casa.

Segundos después se escuchó un portazo, seguido por el rugido del coche minutos después.

—Idiota... —Repetí aferrando mis manos a la taza.

— ☯ —


En la noche volví a soñar con Tikki, aunque esta vez me llamo tan solo un par de veces. No la lograba ver, oía su voz como un susurro lejano y demasiado bajo.
Luego de que aquel susurro cesara una figura femenina se alzó frente a mi de manera distorsionada o borrosa, solo podía ver los ojos verdes brillantes y la cabellera negra.
Tenía una mirada penetrante y seria, en ningún momento se apartaba de mi. Sus labios rojos se movían, estaba hablándome pero, a pesar de escuchar sus palabras, no las lograba entender. Hablaba un francés claro pero mi cerebro no lograba procesarlo, como si no pusiera atención a lo que decía aunque intentaba entenderlo.
Lentamente esa figura desapareció dentro de una bruma espesa que comenzó a rodear todo mi panorama. Una última frase se escucho en el aire antes de que abriera los ojos de pronto en la fría habitación.

"—Ahora solo queda esperar..."

— ☯ —


Luego de una ducha, tomé la taza vacía de la mesa de noche y baje a la cocina para preparar un te. La cabeza me palpitaba fuertemente, casi no lograba abrir los ojos   por culpa del malestar.
Para mi desgracia cuando llegué a la cocina me topé con el rubio frotándose los ojos con lentitud, debajo de sus ojos probablemente se encontraran un par de ojeras. Pase a su lado y simplemente tomé una fruta, no quería estar tanto tiempo cerca de él luego de lo de anoche.

—Hey... —Saludo con la voz ronca por el cansancio —Te despertaste temprano.

Seguí mi camino sin decir ni una sola palabra hasta que estuve cruzando a la siguiente habitación.

—Idiota... —Murmuré lo suficiente alto y enojada como para que él lo escuchara.

No pensaba dejar de llamarlo así durante un buen rato. Últimamente solo habían pleitos entre nosotros dos.

—Marinette... —Llamó pero siquiera me di la vuelta —¿Puedes venir?

Le dispare una mirada asesina y luego seguí caminando hacia el comedor, donde recibiría clases en unas horas.

—Eso si que salió bien... —Murmuró el kwami divertido.

—Cállate Plagg —Respondió con un suspiro su portador.

Me quede en silencio hasta la llegada de mi institutriz quien, como siempre, me halagaba de manera exagerada durante las largas y tediosas horas de clases que me daba. No vi que Adrien pasase ni una sola vez por la habitación para echar un vistazo como hacia a diario, y eso fue un gran alivio, con solo pensar que hacer las próximas horas que tendría a solas con él me revolvía el estómago.

—Muy bien, jovencita —Me felicitó mientras terminaba de revisar las ultimas ecuaciones que me había dado —Ya casi estas lista para tomar el examen de Matemática, es asombroso lo que logras progresar en una clase.

Se bajó los lentes y me miro con una gran sonrisa, yo simplemente imite el gesto sin mucho esfuerzo y seguí resolviendo problemas matemáticos en silencio.

Cuando la mujer se marchó a las pocas horas, volví a toparme con Adrien... Mejor dicho él se topó conmigo. Me sorprendió verlo ya en su forma de héroe cuando el sol aun no se había ocultado.

—Vaya, se ve que te emociona volver al trabajo —Murmure pasando a su lado —Intenta no contagiarte de sífilis o algo asi...

—Marinette —Advirtió con cansancio —¿Podemos hablar? Aunque sea por un mísero segundo.

Me detuve para luego voltearme y verlo con lentitud, se veía bastante cansado y eso servía solo para enfadarme aun mas. En mi cabeza ya se habían recreado tantas y tantas situaciones que lo comprometían a él con alguna mujerzuela.

—¿Qué? —Recriminé cruzando mis brazos con recelo —¿Acaso quieres que me mude al sótano así no corres algún riesgo de que una de tus zorras me vea?

Estiro los brazos y luego los dejo caer con resignación.

—¿Puedes siquiera intentar dejar de atacarme? —Contuve el aire dentro de mis pulmones y lo atravesé con mi mirada —No regresaré hasta el lunes en la mañana...

—¿Que? —Lo mire incrédula —¿Qué se supone que haga estos dos dias sola?¿A donde demonios te iras?

Estaba esperando la respuesta equivocada para tener razón suficiente para asesinarlo pero en cambio él me miro con disgusto y soltó un ligero gruñido.

—Hay unos socios de mi padre —Explicó —Van a realizar un evento social mañana en la noche y nos invitaron a ambos.

—¿Y eso te excusa para largarte durante todo el fin de semana? —Me queje.

Me di la vuelta y comencé a caminar hartada de su palabrerío, si quería evitarme solamente debía decirlo.

—¿Puedes al menos terminar de oirme? —Lo escuche a mi espalda —Tendrás todo el fin de semana para odiarme con libertad pero quiero que ahora me escuches.

Me había sujetado del brazo y me obligó a darme la vuelta para quedar cara a cara. Pensé que estaría enfadado pero en cambio su rostro se veía serio y preocupado.

—Bien... —Respondí y me solté de un tirón.

—Me iré para investigarlos —Continuó —Tengo mis sospechas de que están intentando estafar a mi padre.

Un poco de arrepentimiento me golpeó por pensar en que probablemente me estaba evitando, pero obviamente no pensaba admitirlo frente a él.

—No tienes que informarme lo que hagas —Dije de manera seca —Tu ya eres bastante mayorcito como para dar explicaciones a alguien quien apenas te conoce.

Soltó un largo y exhaustivo suspiro pero a la vez sonrió con esfuerzo, como si intentase evitar algún tipo de pelea.

—Sabes que no lo dije enserio —Respondió con la voz mucho mas suave —Solo estaba enfadado.

—¿Enfadado por qué? —Recriminé —¿Acaso no eras tu el que quería que resolviera mis problemas con Alya?

—No me enfade por eso, Marinette —Sabia bien el motivo de su enfado, pero no tenia el mínimo interés de hablar sobre ello... Y él sabia que yo estaba evadiendo ese tema en particular —Si te sirve de consuelo, dejame decirte que no me acosté con nadie y dudo mucho que lo haga —Apreté los dientes con rabia.

¿Acaso me creía una tonta? Él tenía un hábito horrible de usar y desechar a las mujeres, como Alya me había dicho una vez, y justamente los malos hábito son los mas difíciles de dejar.

—Claro —Respondí con sarcasmo.

Tenía la intensión de alejarme de allí y quedarme con la ultima palabra pero un comentario compuesto de dos simples palabras me hizo clavarme en mi lugar.

—Estas celosa —Murmuró de manera burlona, casi divertido por la situación.

Lentamente me di la vuelta y lo vi con una mano en su estupido mentón y con su estupida mirada pensativa y su sonrisa estúpidamente perfecta.

—¿Estas loco? —Comencé de manera baja pero mi tono fue aumentando —¿Yo?¿Celosa? —Él alzó una ceja y su sonrisa se ensancho aun mas —¿Alguna vez te dijeron que eres un imbecil?

—No tienes idea de cuantas veces —Se acercó un paso y yo retrocedí uno, manteniendo la distancia —Si no te molesta entonces, ¿Por que te enfadas tanto?

—Lo mismo te pregunto a ti —Me defendí con la sensación de que mi rostro se comenzaba a calentar —¿Por qué te enfada tanto lo que dije?

—Por que me molesta pensar que ya no soy la persona que una vez te gusto —Me sorprendí al ver que lo soltó con tanta facilidad —Odio saber que ya no te intereso... Pero comienzo a creer que podría estar mas equivocado de lo que esperaba —Dio otro paso y yo retrocedí uno mas.

—Deja de creer idioteces —Crucé mis brazos para evitar que notase como me temblaban las manos —Tu mismo lo dijiste, ya no eres la persona que me gustaba.

Me mordí la lengua con nerviosismo, él seguía sin borrar esa odiosa sonrisa de su rostro y ya comenzaba a ponerme los pelos de punta.

—No respondiste mi pregunta —Dijo luego de unos segundos de puro silencio —¿Por que te enfada tanto que yo quiera ver otras mujeres?

—Oh esto no se acaba mas —Me queje con cansancio —Piensa lo que quieras, prefiero irme a dormir a que seguir escuchando tus desvaríos.

Camine hasta la puerta de mi habitación pero cuando estaba por abrir la puerta de esta, la mano enguantada de aquel cuero negro se estampó contra la madera, no muy por encima de mi rostro.

—¿No te hartas de evadir los problemas? —Su voz sonaba peligrosamente cercana a pesar de que estaba susurrando.

—Mira quien habla —Respondí por lo bajo.

Sentía su respiración justo detrás de mi, chocando contra la parte trasera de mi oreja.

—Marinette... —Comenzó con la voz suave —¿Aún te gusto?

Me quede sin aliento, la facilidad con la que soltaba las preguntas comenzaba a ser molesta. Mi mano se apretó en el picaporte de la puerta, odiaba no poder formular una respuesta pero mi lengua se sentía pesada.

—No... —Pude decir luego de unos cuantos segundos con la voz temblorosa.

—¿Puedes repetirme eso pero esta vez mirándome? —Pidió casi como un ruego.

Tragué pesadamente y solté la manija ya caliente por mi prolongado tacto sobre ella. Mis pies se arrastraron lenta y pesadamente sobre el suelo hasta obligarme a voltearme por completo. Como siempre, tuve que levantar la vista para encontrar sus verdes ojos, ya con el estomago pesado como si estuviera relleno de piedras me atreví a abrir la boca para repetirlo.

—No —Dije con lentitud, mis ojos estaban clavados en aquella mirada intensa —No... —Repetí aun con la voz débil.

Su mano se separó de la pared y acarició mi mejilla con tanta calma. Sonrió a medias mientras seguía en completo silencio.

—¿Alguna vez te dijeron que mientes terriblemente mal? —Tanto su voz como su mirada estaban relajadas, como si ya tuviera la respuesta preparada desde hace un buen rato.

Su otra mano se deposito en mi otra mejilla, acunando mi rostro. Se inclinó lentamente y besó mi frente con lentitud, sus manos acariciaban mi piel con calma mientras sus labios la rozaban a la vez. Apenas se separó para bajar un poco mas y depositar un beso en cada pómulo, yo apenas y me movía, estaba completamente paralizada en mi sitio... Intentando juntar el valor y la fuerza para alejarlo, pero ni una sola fibra de todo mi cuerpo quería que eso ocurriera.
Por ultimo besó el ápice de mi nariz y se separó unos cuantos centímetros, no sabia en que momento había movido mis manos hasta sus muñecas, las cuales apretaba con ansiedad.

—¿No te gusto? —Volvió a preguntar con la voz mas ronca pero aun sin perder ese atisbo de calma y suavidad.

Como única respuesta mis manos apretaron aun mas sus y no me atreví a parpadear mientras esperaba a que la entendiera. Una respuesta silenciosa. Una suplica silenciosa.

—¿Que se supone que voy a hacer con esa actitud tuya? —Dijo con un suspiro y desprendió una de sus manos para moverla a la parte trasera de mi cuello.

Miro mis labios y los acarició, arrastrando una de sus garras a lo largo de estos, separándolos apenas. Se volvió a inclinar con lentitud hasta que nuestras narices se rozaron, ya me encontraba con los ojos cerrados a la espera de sentir sus labios.

—No tienes una idea de lo mal que esta esto —Susurró apoyando su frente contra la mía.

—¿Que cosa? —Pregunte sin aliento —¿Fingir que vamos a besarnos? Si, es terrible...

Soltó una risa y sentí como su mano abandonaba mi mejilla para sujetar mi cintura y apegarme mas a él.

—No deberíamos fingir —Agregó simulando seriedad.

—Ya entendiste el punt... —Me congelé al sentir el roce de sus labios contra los míos.

—¿Qué pasa? —Ronroneó —¿El gato te comió la lengua, Mari? —Soltó otra risa baja.

—Ya cállate y hazlo —Le pedí apretando mis manos contra su traje.

Casi como si hubiera estado esperando mi aprobación, lo hizo. Sus labios impactaron con los míos con necesidad y sin ningún pudor se movieron contra ellos.
Enredé mis manos detrás de su cuello para mantenerlo tan cerca como me era posible, pero en cuanto el aire se nos terminó acabó por separarse. Volvió a recostar su frente contra la mia, aun sin alejarse.

—Esto esta mal —Repitió haciendo énfasis en cada palabra —Terriblemente mal...

—¿Que tan grave puede ser un beso? —Murmuré intentando calmar mi taquicardia.

—No, no me refiero al beso —Abrí los ojos y vi como el cerraba los párpados con fuerza —Lo malo son mis pensamientos, Marinette —Sus párpados se separaron y me encontré con la intensa mirada esmeralda —Lo malo es lo que quiero hacerte, lo que quiero que me hagas y tantas cosas que van mucho mas allá que un simple beso.

Si había intentado calmar mi corazón, entonces fue una perdida de tiempo ya que con aquellas palabras hasta mis piernas habían flaqueado notoriamente.

—¿Y es igual de malo si yo digo que tambien lo quiero? —Pregunté con la voz temblorosa.

✧↠ ☯ ↞✧↠ ☯ ↞✧↠ ☯ ↞✧↠ ☯ ↞✧↠ ☯ ↞✧↠ ☯ ↞✧↠ ☯ ↞✧↠ ☯ ↞✧↠ ☯ ↞✧

Holus seniures, como están? hacia ya un buen tiempo que no hablaba... creo.

Well, ¿Que les pareció el capitulo? Pense en cortarlo en dos por que es bastaaante largo pero quería que se besaran de una buena vez, es decir ya estamos en el capitulo 16 en algún momento tenia que suceder. Ademas me sentía piadosa hoy, recientemente termine de ver Digimon Tri y estaba tan alegrona que decidí mandar todo junto.

Bueno, a partir de ahora puede que la historia se empiece a adentrar en otras cosillas, solo les pido paciencia ante todo.

Siendo eso todo me despido, nos leemos próximamente.

PD: ¿Alguien mas odia como se actualizo Wattpad? Eso de, suponganle, #5 lugar en "Plagg" o alguna otra etiqueta. Dios, es horrible eso.

Bueno ahora si jeje, byee.




Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top