Capítulo Veintiséis
Capítulo veintiséis
13 de diciembre, 2012.
—Uhm, Hilary—dice Kaethennis viniendo de la habitación de mi sobrino, donde lo dejó dormido. Grace toma a Halle, sacándola de su coche, Halle ya con cuatro meses esta encantadora, sobre todo con sus gorgoteos de bebé cuando Grace deja besos continuos en su mejilla sonrojada.
Mi sobrina solo está vistiendo una camiseta color amarillo, con su pañal y unos calcetines cubriendo sus pies, por alguna razón Kaethennis le quitó el pantaloncillo de algodón que estaba usando.
— ¿Hilary? —Vuelve a llamarme Kaethennis, sacudo mi cabeza.
— ¿Si?
—En estos días que le di un beso a Harry frente a Dan, mi hijo dijo algo muy interesante en cuanto Harry se dirigió al baño, dijo que él vio a tía Hil ayudar a tío Dou.
Abro mis ojos con sorpresa, ya veo por donde irá esto. Kaethennis sonríe un poco.
—Dijo que si papi me estaba ayudando a mí de igual forma —prosigue—yo le dije que mami y papi se estaban dando un besito y él dijo que tío Dou y tía Hil también.
—¿Dijo eso? —murmuro sintiéndome un poco fría, yo pensé que mi sobrino olvidaría el hecho de que me vio besar a Doug en la fiesta de cumpleaños de Adam.
—Sí, y es algo bueno que me lo dijo a mí y no a Harry —indica—. No voy a meterme en tu vida, solo que creo que debías saber que Dan sintió la necesidad de decir lo que vio.
Grace finge que no nos escucha, supongo que dándonos "privacidad" mientras le habla a Halle, que patalea y agita sus manos hechas puños. El rostro de Halle se sonroja mientras da la impresión de que puja, parece que alguien está haciendo del número dos.
—No le digas a Harry, voy a decírselo, pero aún no.
—¿Qué no debo decirle? —pregunta en respuesta—. Cuidado Grace, creo que ella está haciendo popo.
—Déjenla hacer sus necesidades —bromea Grace acostándola en sus piernas, me gusta el vestido floreal que está usando Grace.
—No debes decirle que Doug y yo somos novios.
—¡Hilary! Mierda, debiste guardarte eso ¡Yo no lo sabía! —Se queja Kaethennis—. Estaba hablando del besito que Dan te vio darle a Doug, madre de Dios, ahora me has hecho ser tu cómplice.
—Oh, lo siento, lo siento.
—No puedes pedirme que no le diga esto ahora a Harry —Pasa una mano por su rostro—. ¡Mierda! No puedo simplemente tener secretos con tu hermano ¡Debiste quedarte callada!
—Kaethennis, respira —recomienda Grace haciendo muecas para Halle.
—Kae, no, no puedes decirle. Doug y yo vamos a decírselo pronto, por favor, Harry no es mi padre y no quiero que lo sepan aun.
—¿Qué pasa si se entera por otro medio y se da cuenta de que yo sabía? —pregunta con las manos en sus caderas.
—Yo diré la verdad, que te pedí que no lo dijeras, solo por favor, respeta mi decisión.
Ella muerde su labio y sacude su cabeza, luego respira muy hondo y sacude sus manos.
—Es tu vida, siempre supe que Doug y tú tenían esta química entre ustedes cada vez que los veía, me alegro por ustedes, solo por favor no tardes en decírselo a Harry, es preferible que lo sepa de ustedes que de terceros.
—Lo sé, gracias, Kae —digo dándole un abrazo.
—¡Mierda, Halle! —grita Grace sosteniendo a Halle lejos de su cuerpo, Kae y yo volteamos sobresaltadas—. Oh, Kae, ella ha trasladado su popo sobre mi vestido.
Llevo una mano a mi boca para cubrir la risa que quiere escapar de mí, el vestido de Grace ciertamente tienes áreas de un color que no debería, Halle se queja y comienza a llorar, seguramente molesta de estar siendo sostenida como un balón.
Kaethennis riendo se acerca y toma a Halle, sin pegarla a su cuerpo, Grace solo mira su vestido con el ceño fruncido.
—No es gracioso —Se queja.
—Sí, lo es —dice besando la cabeza de Halle que no deja de llorar—. Quítate ese vestido, iré por alguna ropa. Halle pensé que solo te gustaba hacerte encima de papi y el abuelo Luca...
Yo rio acercándome a Grace quien mira su vestido con desagrado.
—Quizá eso signifique que tendrás suerte —comento, ella me da una sonrisa antes de resoplar.
—Espero y sea mucha suerte, me quitaré esto, tal vez pueda lavarlo ahora y se seca antes de irme. ¡Rayos! Yo iba a salir con un chico, tardé tiempo escogiendo este vestido —murmura desatando los lazos en su cuello—. Bueno esto será incomodo, el corte del vestido no me deja usar sujetador, así que como que tendré los senos al aire.
—Bueno, sé cómo lucen unos pechos —bromeo—, pero si quieres me doy la vuelta.
—Por mí no hay problema —indica encogiéndose de hombros, sin embargo me doy la vuelta viendo alrededor mientras la siento quejarse—. Oye, por favor baja la cremallera de atrás.
Camino detrás de ella bajando el cierre y me sorprendo al ver una cicatriz a mitad de su espalda hasta la parte baja, no es grotesca o llamativa, pero se ve como que dolió muchísimo.
—Listo —digo y el vestido cae—. Eso se vio como que dolió.
Ella se tensa y asiente saliendo del vestido, quedando en ropa interior.
—Lo hizo, causo mucho tipo de dolores —Es lo que dice, voy a responderle, pero justo la puerta se abre.
—Vengo por el pequeño —grita Ethan cerrando la puerta detrás de él—. Oh, mierda, veo tetas.
—¡No! —chilla Grace, por la manera en la que sus brazos se mueven supongo que está cubriendo sus senos con sus manos.
Salgo de mi sorpresa cuando Ethan murmura algo que no logro entender.
—¡Cierra los ojos, ciérralos! —Le ordena Grace y Ethan cubre con una manos sus ojos.
—Los cierro, los cierro —dice riendo—. Tienes un cuerpo de muerte.
—Ethan cállate —digo poniéndome delante de Grace.
—¿Qué está sucediendo? —cuestiona Kae llegando hasta nosotros—. Ethan Jones, será mejor que cierre tus ojos.
—Sí, mantenlos cerrados —ordena Grace tomando la ropa que mi cuñada rápidamente le da.
Las mejillas de Grace están muy sonrojadas mientras se viste rápidamente con una camisa y pantalón holgado. Cubre su rostro con sus manos.
—¿Ya puedo destapar mis ojos? —cuestiona Ethan.
—Sí, puedes —responde Grace.
—¿Qué estás haciendo aquí? —cuestiona Kaethennis sosteniendo a Halle en pañal contra su pecho.
—Harry me envió por el niño, me dio las llaves; claro, nunca me dijo que encontraría semejante vista —responde Ethan viendo con fijeza hacia Grace—, me siento un hombre afortunado.
—Compórtate, Ethan —Le señalo.
—Dan está durmiendo —Le indica Kaethennis.
—Iré a suicidarme al baño, literalmente uno de los integrantes de mi banda favorita me ha visto solo en bragas, adiós —dice Grace caminando a paso rápido al baño, Ethan la sigue con la mirada, luego nos ve con una gran sonrisa.
—Ella está llena de agradables sorpresas—dice Ethan sin perder su sonrisa—. ¡Qué mujer!
***
Abro la puerta del apartamento encontrándome con la sonrisa de Doug, quien se abre paso tarareando alguna canción.
—Hola a ti —digo con sarcasmo.
Tenía aproximadamente cinco días sin ver a Doug, de acuerdo, sé con certeza que son cinco días porque los he contado. Él junto a Andrew y Dexter habían viajado a Irlanda a una firma de autógrafos y entrevistas. Solo habíamos hablado por teléfono.
Quizá esa sea la razón por la que esperaba un beso de saludo y no solo su sonrisa pretenciosa.
—No me veas de ese modo, en un momento te besaré —dice quitando su gorrito de lana color negro de su cabeza, dejándolo sobre el sofá—. Así que estuve pensando...
—¿En cosas sucias?
—No precisamente, princesa pervertida —Hace una mueca—. Bueno, de hecho si estuve pensando en cosas sucias mientras te extrañaba.
—Ve al punto.
—Bueno, estuve pensando que cumplimos un mes de novios y no estuvimos juntos.
Abro mis ojos con sorpresa, no lo había pensado, espera, yo ni siquiera estaba llevando una cuenta. ¿Qué clase de novia melosa soy?
—Así que lo olvidaste —dice divertido—. Princesa, ¿Realmente quieres dejar lo romántico de nuestra relación en mis manos? Porque sabes cuál es mi estilo de romanticismo.
—No, no, digo si olvide, pero... ¡Sé que fue el 8!
—Bien, pasaste la prueba —Se acerca a mi sonriendo—; así que vi algo en Irlanda y me dije "hey, esto tiene que tenerlo mi chica."
Saca una pequeña bolsa de seda y se acerca tanto a mí que sus zapatos tocan las puntas de mis pies, sonrío ante la mirada divertida que él tiene.
—Espero y te guste —dice tomando la palma de mi mano y depositando la pequeña bolsa.
Abro la bolsa encontrando una cadena de plata muy fina, el dije hace que mi sonrisa se haga muy grande. Es un corazón de plata y dentro de él tiene grabado una letra musical, al darle la vuelta descubro que tiene una fecha grabada: 08-11-2012.
Lo miro con una gran sonrisa, vuelvo la vista al collar antes de arrojarme y abrazarlo con fuerza, mis brazos enredados de su cuello.
—¡Me encanta! —digo sin soltarlo, lo escucho reír mientras me abraza a la altura de la cintura—. Es hermoso.
—No más hermoso que tú.
Me separo de él y le doy una gran sonrisa, él tiene una sonrisa amplia que hace que sus ojos se vean más pequeños, mi sonrisa favorita.
—¿Me la pones?
—Claro, date la vuelta —Hago lo que dice y siento su palmada en mi trasero—. Me encanta tu trasero y también me encanta...
—Mis pechos, sí, sí lo sé, lo has dicho muchas veces.
—Solo trato de que no se te olvide.
Cuando termina de colocarlo, me doy la vuelta y quiero golpearme ante el hecho de que no tengo nada para él. Decido improvisar y saco con rapidez el dije de ancla de plata en mi pulsera. Él ríe divertido y deja que lo coloque en el collar que nunca se quita.
—Listo, es un regalo improvisado, pero lo que cuenta es la intensión ¿Verdad?
—Lo mejor es que tú lo has llevado —murmura tomando mi rostro en su mano—; ahora, déjame saludarte del modo en el que se debe.
Presiona sus labios contra los míos comenzando a besarme de manera profunda, adentrando su lengua en mi boca sin preámbulos mientras yo enredo mis manos en su cabello. Me dejo guiar por el movimiento de sus labios y no protesto cuando me alza haciendo que enrede mis piernas alrededor de su cadera.
Lo siento caminar, pero estoy demasiado concentrada en el beso como para que me importe. Cuando llegamos a mi habitación y cierra la puerta detrás de nosotros, saco su camisa por sobre su cabeza y acaricio sus hombros ahora desnudo.
Rio cuando me arroja en la cama comenzando a bajar mi short y dejando un beso en mi muslo izquierdo. De esa manera me va desvistiendo, para luego proceder a desvestirse asimismo. Cuando queda desnudo toma un preservativo.
Una vez la protección lista se inclina hacia mí, retirando el cabello de mi rostro.
—Te extrañé —murmura contra mi barbilla.
—Yo también.
—¡Eres toda linda sonrojándote por admitir eso! Aun me sorprende que las cosas dulces te sonrojen y las sucias no —Se burla besando mis labios—. Mi pene también te extrañó.
—Por supuesto que ibas a decir algo como eso.
—Ya conoces mi nivel de romanticismo —murmura antes de entrar muy lentamente dentro de mí, gimo tirando de su cabello—. ¿No tienes algo que decirme de casualidad? —cuestiona sin moverse, lo miro confundida.
—Eh... ¿Qué te muevas?
—Tranquila, sé que debo moverme, solo quiero que me digas algo.
—Uh... no sé —digo moviéndome un poco, él aprieta sus dientes y respira hondo.
—No, tienes que decirlo o no me muevo.
—¿Qué quieres que diga? —pregunto frustrada.
—Que me...
—¿Qué te qué?
—Vamos, princesa, eres una mujer lista.
Lo miro con fijeza a instantes de molestarme por la frustración, pero su mirada insistente me hace entender y entonces comienzo a reír.
—Ya, ya sé —digo riendo—, te quiero.
—¿Lo ves? Eres una mujer lista— dice antes de comenzar a moverse.
—¿No tienes tu algo que decirme? —cuestiono y me quejo cuando deja de moverse una vez más.
—Cierto —presiona sus labios contra los míos—, también te quiero.
—Vale, ahora muévete.
—He creado a una mujer adicta a mi cuerpo.
Rio, no niego su afirmación, pero no se me puede culpar, después de todo se trata de Doug McQueen.
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