Capítulo veintinueve
Capítulo veintinueve
7 de enero, 2013.
—¿Por qué precisamente contrataron a Milla? —cuestiono a Harry, viéndolo conducir. En el asiento de atrás escucho a Andrew reír, Ethan y Dexter van en el auto de Doug.
—¿Te desagrada Milla? —cuestiona mi hermano viéndome brevemente antes de volver su vista a la carretera.
—Solo estoy curiosa de por qué la contrataron a ella para el próximo video musical —digo cruzándome de brazos. Ardo de celos.
—Bueno, ella no es fea, Hil —menciona Harry y quiero pellizcarlo—, es una buena bailarina y creo que iría bien con el concepto del vídeo.
—Escuché que ella también es un poco... dependiente a ciertas sustancias —comenta Andrew tomando una foto de Max, quien duerme a su lado, está en modo representante que no deja irlos solos, eso sin contar los tres guardaespaldas que vienen en motocicletas.
—¿De dónde escuchaste eso? —cuestiona mi hermano.
—De la pequeña rubia —responde Andrew—. Ella lo llamó en una de sus subidas de... ¿Hierba? Ella es un poco tóxica.
—Max dice que es una buena estrategia, puesto que están vinculándola con Doug. Ellos pueden ser el eje principal del vídeo y...
—¿Doug está de acuerdo? —interrumpo, y Andrew aclara su garganta, cierto, no debo ser obvia—. Quiero decir, ¿Él está de acuerdo en estar siendo usado? Después de todo él siempre ha dejado en claro que no le gusta eso de la publicidad por conveniencia.
—Doug no va a hacerlo —indica Andrew inclinándose hacia mi puesto—, yo lo haré, me ofrecí, digo, no habrá ninguna escena de besuqueo, solo es dejarla que me baile, tomar su mano y cosas sosas.
Andrew se inclina mucho más sobre mi asiento y sin que Harry lo escuche, murmura algo en mi oreja.
—Puedes darme las gracias.
—Por eso eres mi BG.5 favorito.
—Es linda ver la forma en la que nos manipulas diciendo eso —comenta riendo antes de volver a su puesto.
Rio sosteniendo con mucho cuidado el envase lleno de fresas con chocolates especialmente para Arthur, porque él le dijo a Andrew que las amaba.
Finalmente estoy teniendo mi oportunidad de conocerlo y estoy tan entusiasmada sobre ello. Max logró pautar este día antes de que la banda parta de Londres para hacer conciertos fuera, sin contar el vídeo que se grabará en España, donde desde luego estará Milla.
Creo que mi plazo ha expirado, los dos meses han pasado y creo que Doug le gusta recordármelo, no lo culpo, considero que mentirles a mis hermanos realmente lo perturba. Miro de reojo a Harry doblar una calle, según Andrew quien da las indicaciones falta muy poco para llegar.
—¿Qué tanto me miras, Hilary? —cuestiona mi hermano con una sonrisa divertida.
—Solo... uh... debo decirte algo luego.
—De acuerdo... ¿Algo como qué?
—Confórmate con saber que te diré algo —murmuro removiéndome un poco.
—¿Vas a empezar el último semestre cierto, Hil? —cuestiona Andrew.
—De hecho he terminado todos mis semestres, solo tengo que hacer tres seminarios y defender mi tesis para obtener los créditos que me faltan.
—¿Y realmente tu jefa te está dejando irte por dos semanas?—cuestiona de nuevo.
—Sí, no es como si me dejara ir, haré mi trabajo desde el correo, todo lo de documento y si me necesita realmente estoy a una llamada de Skype, creo que de hecho a ella le ilusiona la idea de tenerme lejos.
—¿Cómo puedes desagradarle? —pregunta ahora Harry—. ¿Segura que no exageras?
—Ni un poco, yo no le agrado, créeme.
Cuando llegamos a la clínica, por mentira que parezca yo estoy muy nerviosa y ansiosa, creo no ser la única porque Harry mueve con impaciencia el pie mientras escuchamos las indicaciones de Max, entiendo que es su trabajo proteger a la banda, pero cualquiera creería que estamos a instantes de visitar a unos terroristas. Es increíblemente exagerado, aun así, todos lo escuchamos para no hacerlo desesperar, bastante tiene con aguantarse todo el tiempo las bromas, chistes y demás de BG.5.
—¿Ya terminaste de divagar? —cuestiona Ethan cuando Max toma un respiro.
—Sí, firmaré unos papeles rápidamente y terminaré unas llamadas, pórtense bien niños.
—Claro, papito —dice Ethan en lo que creo es español—. Andrew, ¿Te fijas como recuerdo más el español que tú?
—Encantador —es todo lo que dice Andrew comenzando a caminar, siento seguido por los cuatro tontos y por mí.
Doug y yo no estamos dándonos miradas cómplices porque creo estamos muy enfocados en la idea de conocer a Arthur.
— ¿Te ayudo a llevar eso? —pregunta Dexrter a mi lado, siendo los últimos en caminar, refiriéndose a las fresas con chocolate—. Eso luce delicioso.
—Espero y le guste, y tranquilo, yo puedo llevarlo.
Como todos no entramos en el ascensor, ellos optan por dejarme subir a mí en el ascensor junto a Andrew y Dexter, el resto sube las escaleras, lo bueno es que solo se trata del tercer piso.
Cuando llegamos, segundos después llega el resto y se están riendo. Andrew nos guía. Caminamos el largo pasillo y sonrío cuando el café de la que reconozco como la madre de Arthur cae al suelo. Leslie Anderson.
—Mierda... qué hermosa —murmura Dexter a mi lado.
Los ojos peculiares e increíblemente llamativos de ella están muy abiertos, luce pálida, lleva ojeras y tiene el cabello recogido, pero sigue siendo sorpresiva e intimidantemente hermosa.
Es algo más alta que yo, ella nos observa y luego deja su mirada en Andrew, continuando con su sorpresa. Una mujer que está sentada se pone de pie y bueno, es evidente que son familia.
Estoy confundida, ahora no sé cuál de las dos es más hermosa. Son diferentes, pero tienen casi el mismo color de ojos, solo que los de esta mujer desconocida son un poco más sorprendentes, luminosos y azules, parecen algo irreales, ella tiene el cabello castaño oscuro, es más alta que Leslie. Creo que el parecido está en el hecho de los ojos, esa belleza llamativa, la manera en la que llaman la atención.
Andrew aclara su garganta, ambas lo observan, Leslie sin salir de su sorpresa. Creo que la desconocida por un momento me mira, luego a Dexter y vuelve su atención a Andrew.
—Uh... Hola, Leslie.
—Hola —murmura ella—, esto es... una sorpresa.
—Sí que lo es, finalmente conozco al héroe de mi sobrino —dice la desconocida con una pequeña sonrisa, noto que ella también lleva algo de ojeras—. Mucho gusto, soy Elanese, hermana de Leslie.
Andrew estrecha su mano con una sonrisa, no me pierdo que los ojos de Leslie se humedecen, no soy siquiera capaz de intentar imaginar por todo lo que está pasando como madre.
—Arthur va estar muy feliz... no te esperábamos —dice estrechando la mano del resto de nosotros—, quiero decir, no los esperábamos, soy Leslie.
—Es un placer conocerte, Leslie —digo estrechando su mano y luego la de su hermana— y también a ti Elanese.
Leslie ríe un poco y limpia sus parpados, seguramente evitando que las lágrimas escapen, estruja sus manos.
—Él está despierto... dijo que hoy se sentía como un buen día, quizás mi hijo es brujo.
—Ya decía yo que ese sobrino mío era demasiado especial para ser normal —le sigue su hermana pasando un brazo por su hombro y abrazándola—. ¿Quieren entrar ahora que él está despierto?
—Sí, es mejor ahora, luego lo van a llevar a su... radiación y no se sentirá bien al terminar —la voz de Leslie se quiebra antes de sacudir su cabeza—. Pasen, pasen.
Ella abre la puerta y Andrew, Doug, Ethan y Harry entran. Dexter y yo somos los últimos, él se gira brevemente hacia Elanese, viéndola con el ceño fruncido.
—Esto sonará raro... pero ¿No nos conocemos de algo? —le pregunta—. Siento que te he visto antes.
—No lo creo —responde ella encogiéndose de hombros, Dexter la observa un poco más y luego asiente con la cabeza.
—Sí, seguro solo estoy divagando —luego sonríe en modo coqueto haciéndome rodar los ojos—, no creo que olvidaría a alguien como tú, esos ojos no se ven en todas partes... creo que por ahora le ganas a los ojos de mis hermanos.
—Oye, sigo aquí —me quejo.
—Pero creo que si te hubiese conocido te recordaría.
—Sí, seguro —dice ella.
Tiro del brazo de Dexter para entrar, me giro hacia Elanese para decir algo, noto que parece distraída, luego se da cuenta de mi atención y sonríe.
—Discúlpalo, él cree que conoce a todas las mujeres hermosas —ruedo mis ojos.
—No te preocupes.
Cuando entro escucho una exclamación de sorpresa. Miro al rostro angelical, pálido, con calvicie y mismos ojos hermosos de Leslie que me observa.
—¡Trajeron a la bella! —dice señalándome—. Andrew, trajiste a la bella.
—Sí, amigo, dije que le diría que viniera.
Me sonrojo un poco, le doy el envase de fresas a Dexter y me acerco a la cama donde está sentado. Beso su frente y le sonrío. Me siento privilegiada de estar conociéndolo.
—Hola Arthur, estoy muy contenta de verte.
—Eres muy bella —mira a su mamá—, bueno, mami y tía también son muy bellas. Bueno no, mami es hermosa, pero estás en mi lista de mujeres bellas.
Todos ríen, yo llevo una mano a mi pecho demostrando cuán halagada me siento.
—Gracias por el privilegio —digo, él sacude su cabeza.
—Yo prometí guardar tu secreto —dice con complicidad llevando un dedo a sus resecos y un poco agrietados labios—. ¿Mami verdad que soy bueno guardando secretos?
—Eres el mejor, cielo—dice Leslie.
—Traje fresas con chocolate para ti —digo y Dexter se acerca.
—Hola, me siento intimidados por esos ojos —dice abrazándolo—, soy fanático de unos buenos ojos, y Arthur los tuyos son impresionantes.
—¡Como los de mami y tía Ela! —exclama viendo con emoción a Dexter—. Tienes un arete en la boca ¿No te duele?
—Ya no duele —responde mi hermano— y sí, ustedes tienen ojos grandiosos.
—Somos un club como de súper ojos. ¿Cierto, Arthur? —pregunta Elanese estrellando su puño con el de él, haciéndolo reír.
—¡Es cierto! Tu puedes entrar Harry y tú también bella —me mira—. Doug también... y Ethan, ¡Dexter tiene los ojos como el jardín de casa!— señala— Oh y Andrew nos gana a todos. Tienes los ojos como la comida de Winnie the Pooh.
—Ojos color miel —murmura Leslie—, muy observador, mi niño.
—¡Lo sé mami! Todos ellos pueden entrar al club —luego ve a Harry—. Tú tienes bebés, ¿Cómo tienen los ojos tus bebés?
Harry ríe sentándose a un lado de la cama, dejo las fresas sobre una pequeña mesa, Arthur relame sus labios.
—El niño tiene los ojos grises como su mami y la niña tiene los ojos como yo.
—Genial, qué genial —dice antes de toser y llevar una mano a su pecho. Respira muy hondo y parece que le duele. Leslie se acerca y le da un poco de agua, murmura algo contra su oído mientras acaricia su espalda.
Él cierra esos ojos maravillosos con fuerza, es increíble el dolor que refleja su rostro angelical. No puedo evitar preguntarme cómo alguien tan maravilloso puede estar pasando por este tipo de dolor.
Él abre de nuevo sus ojos mientras recuesta su cabeza del brazo de su madre, nos sonríe un poco.
—Leah no va a creer que estuvieron aquí y se...—comienza a toser de nuevo—, se lo perdió. Seguro está besuqueándose con el niño greñudo.
—Oye —dice Elanese entrecerrando los ojos—, no seas celoso.
—Él tiene cabello como niña y huele a insectos muertos —finge estremecerse— y ella es como una hada, es pequeña, ¿Verdad, tía Ela?
—Es algo baja de estatura, un pequeño elfo —bromea Elanese—, pero es encantadora y los ama muchísimo, por algo volvió a nuestro Arthur en un gran fiver.
—Es como el chico que besaba a tía Ela... él nunca sonríe. A él no le gustaba verme.
—Cielo —lo reprende Leslie—, ya te hemos dicho que tía Ela ya no lo besa.
—Lo cual es genial —él ve hacia los chicos—. Tía Ela y mami no tienen novios.
—No necesitamos publicidad —ríe Elanese.
Él va a decir algo, pero entonces comienza a toser fuerte y suena tan fuerte. Unas lágrimas salen de su rostro mientras cierra los ojos con esfuerzo, me doy cuenta que cuando tose expulsa un poco de sangre.
Leslie acaricia su espalda y murmura palabras para él mientras su hermana sale y llama a una enfermera.
—Me duele, mami...—dice respirando de manera dificultosa.
—Lo sé, mi amor. Mami está aquí.
—No... puedo... respirar.
La enfermera llega a tiempo y sin siquiera una mirada, palabras o mediación, inyecta alguna sustancia en la bolsa que suministra a sus venas. Ella nos pide salir de la habitación mientras Arthur sin siquiera planearlo se queda dormido, como un sedante.
Es tan doloroso. No puedo evitar ver mientras salgo, como Leslie murmura palabras para él, como si quisiera acompañarlo en sus sueños.
—Te amo, mami te sostiene, duerme cielo—murmura una y otra vez.
Harry me da un empujón leve para que salga. Al salir todos estamos en silencio, siento un nudo demasiado fuerte en mi garganta.
—¿Podremos volver a entrar cuando despierte, verdad?—cuestiona Doug.
—Eso creo —es la respuesta de Elanese viendo fijamente la puerta.
Entiendo porque la mira de esa forma en el momento en el que Leslie al salir de la habitación se refugia inmediatamente en sus brazos. Solloza y sus manos estrujan la parte de atrás de la camisa de su hermana, quien derrama lágrimas y acaricia su espalda.
—No quiero que sufra... pero no quiero que se vaya. Es mío, no quiero perderlo. Lo siento.
—Lo sé Les, lo sé, yo tampoco quiero. Tranquila—murmura.
—¿Puedo irme con... él?—escucho un murmuro, me estremezco, esto es demasiado.
—No, no puedes irte con él Leslie, no puedes.
—Es mi bebé, por favor...
—Vamos a sentarnos—dice Elanese, se sientan y ella la mantiene abrazando—, sé que esto es una mierda, que es horrible. Que está doliendo, mi corazón está igual de roto que el tuyo, pero él no quiere que te vayas con él Les, él quiere que mami se quedé aquí. Quiere que seas feliz.
—Yo soy feliz con él, Ela. No necesito nada más.
Ella no dice nada, nosotros tampoco, solo nos sentamos porque está claro que BG.5 y yo, no nos iremos sin verlo de nuevo.
***
10 de enero, 2013.
—¿Cuándo?—pregunta Doug sentándose a mi lado en el aeropuerto, Kae está a mi otro lado, puesto que ella ya sabe sobre nosotros, solo finge que no existimos intentando darnos privacidad.
—¿Es buena idea decirlo en un aeropuerto cuando estamos rumbo a viajar para que ustedes den un concierto? ¿Qué pasa si ellos se enojan lo suficiente y los conciertos se arruinan? ¡Incluso el vídeo musical!
—Siento que esto puede explotar en cualquier momento, Hilary, siento demasiada tensión. No se siente bien mentirles.
—Podemos decirle ahora, no quiero que te sientas así —lo miro a los ojos.
—Estás asustada, me estás viendo como si te acorralara —sacude su cabeza—. De acuerdo, no queremos arruinar los conciertos. Pero al regresar vamos a decirlo, no hay más prorroga.
—De acuerdo.
—Y no me mires de esa forma, me gusta más la otra mirada que me das.
No puedo evitar sonreír, él también lo hace y mi sobrino llega hasta nosotros con un juguete de avión. Me rio cuando lo estrella contra el estómago de Doug.
—Papi dijo que vamos a volar aquí —dice sacudiendo el avión y viendo a Doug.
—No creo que vayamos a volar en tu avioncito, pero si en uno más grande —es la respuesta de Doug.
—Dan, ¿Tú no estabas con papi y tío And?—cuestiona Kaethennis viendo de reojo a Dexter que está alejado, creo que sigue haciendo muecas para Halle, aunque ella solo bosteza.
—Sí, ellos vienen ahí.
Efectivamente ellos vienen riendo, los flashes se perciben un poco, aun cuando le prohibieron la entrada.
Estoy entusiasmada acerca de estas dos semanas estando afuera. Italia y Francia son el destino principal, tres conciertos en cada país. El hecho de que luego de ello, viajemos a España, para los dos días programados para el rodaje de la grabación del vídeo, dio la oportunidad de que añadieran dos conciertos al país. Estoy tratando de no pensar en el hecho de que Milla estará viajando a España, es la bailarina principal y eje central, aun cuando contrataron a dos bailarinas más.
—Ahora vengo, voy por algo de comer.
—Espera que voy contigo, Hil—dice Kaethennis y Harry llega hasta nosotras—. Si Halle llora, tú solo dale una de las papillas.
—Vale —responde Harry dándole un beso breve.
***
Miro la espaciosa habitación en la que voy a hospedarme. Claramente ellos han sido "modestos" y no han reservado habitaciones tan costosas, pero esta habitación es claramente espaciosa, más para una sola persona.
Mi propia habitación en el hotel de Roma. Roma, es increíble el hecho de estar en Italia por tercera vez en mi vida. Me siento en la enorme cama de sabanas doradas y sonrío.
No pasa mucho tiempo para que la puerta de mi habitación suene. Al abrir me encuentro con Andrew y Doug, quienes se abren paso en mi habitación evaluando todo.
—Linda, es una habitación como la de nosotros —murmura Andrew—, aunque solo serán tres días antes de ir a Venecia.
—Eso no hace menos espectacular el hecho de estar en Roma —murmuro con satisfacción, Andrew rueda sus ojos.
—¿Tienes un adaptador? Olvidé traer el mío y necesito comunicarme con alguien —pide Andrew—; necesito cargar mi celular.
—De acuerdo, pero me lo devuelves, mira que Dexter ya me ha perdido dos en sus viajes —señalo buscando en mi bolso de mano y extendiéndoselo.
—Voy a conectarlo rápidamente en el enchufe del baño, aprovechen su privacidad, tortolos.
Rio viendo a Andrew entrar al baño, incluso veo sus piernas extendidas en el suelo, donde se sienta mientras carga su celular. Enredo mis manos en el cuello de Doug en el momento en el que siento sus brazos alrededor de mi cintura.
—Había sido mucho tiempo sin tocarte, princesa.
—Y besarme —añado jugando con las hebras rubias de la parte baja de su nuca.
—No te estoy besando.
—No aun, pero vas a hacerlo —murmuro poniéndome de puntillas viendo como inclina su rostro al mío.
—Cielos, ustedes le están haciendo la competencia a Harry y Kaethennis, para ver quiénes son más empalagoso —grita Andrew desde el baño—, yo no era así con Isla.
—¡Cállate, perra de limpieza! —Le grita Doug antes de presionar finalmente sus labios sobre los míos.
Suspiro de satisfacción sintiendo la invasión de su lengua en mi boca mientras me besa de manera profunda, sus manos bajan un poco hasta sostenerse en mi trasero presionándome contra su cuerpo. Enredo mis manos en su cabello, disfrutando de su beso, como si fuera el primero.
—¿Sabes cuán difícil será hacer de cuenta que no me importas como mujer en este viaje? —pregunta contra mis labios, antes de presionar un beso más leve—. Jodidamente difícil.
Murmuro un incoherente "sí" mientras nos besamos una vez más, sentimos un flash que al separarnos proviene de Andrew desde el baño, en el suelo con su celular.
—Lindo, ahora tengo como chantajearlos —indica poniéndose de pie—. Me llevo tu adaptador, Hilary, si te niegas esta foto saldrá a la luz.
—En realidad te lo iba a prestar, tengo dos, pero vale, eres un hombre malo, Andrew —bromeo haciéndolo reír.
—Vamos, Romeo pervertido rubia, vamos a ver que noticias tiene el estresado de Max.
—¿Qué harás mientras nosotros vamos a ver el estadio en el que vamos a presentarnos, princesa?
—Quedé en salir con Kae y los niños, llegaré a tiempo para la prueba de sonido.
—Vale, te espero allá preciosa —Me besa continuamente hasta que Andrew tira de su camisa alejándolo.
—Solo serán unas horas, déjala respirar —señala abriendo la puerta de la habitación, solo para encontrar a Harry y Dexter a instantes de tocar.
— ¿Qué hacen aquí? —pregunta Harry entrando a mi habitación, ahora con los cuatro la habitación parece muy pequeña.
—Vinimos por un adaptador —responde Andrew—. ¿Ya nos vamos?
—Sí, ya llegó una camioneta por nosotros. Max dice que una de tus guitarras aún no ha llegado al estadio —indica Harry.
—Blue, tu guitarra llamada Blue no ha llegado.
—No jodan con eso, esta noche quiero tocar con esa y Wanda —se queja a Andrew con enfado—. ¿Dónde están mis guitarras?
—Pensé que ibas a tocar con June —señala Dexter.
—Esa también voy a usarla. Si por alguna razón mis guitarras se perdieron, voy a golpear a alguien —advierte Andrew saliendo de la habitación. Doug entrecierra los ojos hacia mis hermanos.
— ¿Realmente sus guitarras están perdidas? —cuestiona Doug cruzándose de brazos, Dexter y Harry ríen.
—No, solo queríamos ponerlo un poco histérico—se ríe Harry—, todos sabemos que las guitarras de Andrew son intocables y que si alguien tan siquiera le deja un rasguño él enloquece, déjalo que se estrese por un rato.
—Pobre Max, tendrá que aguantar a Andrew jodiendo y molesto hasta que lleguemos a estadio —Doug niega con la cabeza—, creo que deberíamos aumentar su sueldo.
—Sí, es la misma putada que yo dije rubia —dice Dexter riendo.
—Los espero abajo —Es lo que dice Doug antes de salir y dejarme en la habitación con mis hermanos.
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