Capítulo Sesenta
Capítulo Sesenta
14 de febrero, 2014.
—Así que decides pintar las uñas de tus manos el día de tu boda —Se ríe Katherine que esta siendo maquillada.
Veo cómo Jane pinta mis uñas y sonrío. Más que nerviosa, estoy ansiosa. Quiero y no quiero que esto suceda, tengo miedo de que esto pase tan rápido, quiero que este día sea eterno, que cada minuto pase lentamente para disfrutar cada segundo de lo que quiero llamar uno de mis días soñados.
Marian me está peinando, específicamente está haciendo más ondulado mi cabello, he decidido llevar parte de el suelto. Mamá está dando de comer a Jeff en la cama mientras contiene sus lágrimas.
Puedo asegurarles algo: Dexter ahora definitivamente va a ser el consentido.
Estoy en casa de mis padres preparándome al igual que mis damas de honor, Emma tiene una sonrisa tan radiante mientras la maquillan que me siento muy feliz de haberla hecho mi dama de honor. Admiro tanto a Emma, pasó por cosas muy feas, pero aun así es una mujer llena de tanta felicidad y amor para dar.
— ¿Me dices que no llevas velo? —pregunta Marian tomando las pequeñas flores que va dejando en la trenza que sostiene parte de mi cabello.
—Sin velo.
Ella dice algo y cierro mis ojos comenzando a murmurar en voz baja. Estoy nerviosa sobre mis votos, no quiero olvidarlos. Lo escribí hace una semana, no soy una escritora, pero espero y ellos puedan reflejar al menos la mitad de lo que siento por Doug.
El amor de mi vida.
— ¿No estás nerviosa? —pregunta Jane terminando de pintar mis uñas y sonriendo ante el resultado.
—Lo estoy, pero me siento tan feliz que eso le gana a cualquier nervio que pueda tener —suspiro—. Siempre estuve enamorada de Doug, siempre.
—Puedo dar fe de ello —Ríe mamá con la voz enronquecida debido al llanto que contiene y sacando los gases de Jeff.
Sonrío y veo mi peinado acabado, me encanta. Antes de que puedan iniciar con el maquillaje pido unos minutos para cargar a Jeff. Necesito caminar porque la ansiedad comienza a aumentar.
Cargo a mi bebé y camino por toda la primera planta de la casa, murmuro palabras para Jeff que se mantiene tranquilo observándome hablar. Se supone Jeff debería venir después de la boda, pero su llegada temprana no pudo ser mejor, es tan difícil ahora imaginarme sin Jeff, sin este bebé rubio que me mira cómo si yo fuera la cosa más maravillosa en su vida.
No pasa por mi cabeza tener más bebés, pero a Jeff lo amaré toda mi vida, cada segundo de mi vida contendrá amor para mi hijo.
—Te amo, rubio —Beso su frente y rio ante el sonido de regocijo que hace, si fuera un gatito pensaría que ronronea.
El teléfono de la casa suena y decido contestar.
—Casa Jefferson ¿Con quién tengo el gusto? —pregunto en broma como una secretaria, escucho un suspiro de alivio.
—Tienes el gusto con el hombre que va a amarte toda la vida —susurra.
—Doug... —podría derretirme en este instante.
—No me dejan hablar contigo, llamé a tu celular y Naomi dijo que no podíamos hablar —Apuesto a que hace una mueca—. Estaba implorando que fueras quien contestará el teléfono, mis plegarias fueron escuchadas.
—Es que necesitaba caminar un poco con Jeff, estoy ansiosa.
— ¿No estás arrepintiéndote?
—Si lo hiciera, igual ya estoy casada contigo —Le recuerdo haciéndolo reír—, pero no, no estoy arrepintiéndome ni un poco. ¿Cómo podría arrepentirme cuándo he pasado muchos años de mi vida derritiéndome por ti?
—Años atrapada en el encanto McQueen —Se queda en silencio durante largos segundos—. Princesa...
—Dime.
— ¿Sabes que eres más de lo que esperé algún día conseguir? No pensé que podría lograr que alguien tan puro y maravilloso cómo tú me amara tanto. Que me devolviera el amor con la misma fuerza con que yo lo siento.
Es algo bueno que aun no me hayan maquillado porque puedo sentir cómo dos lágrimas caen, este es el lado de Doug que soy afortunada de tener y conocer.
—Pensé que BG.5 me había ayudado a conseguir mi sueño con la música y maravillosos hermanos, pero BG.5 también me ayudó a conseguir otro sueño, me ayudó a conseguirte a ti —murmura en voz baja, puedo escuchar a Max hablar de fondo—. Claro, también me ayudó a conseguir el mejor sexo contigo y en consecuencia a Rayito...
— ¡Doug! —Ambos reímos—. No puedo creerme que esto esté pasando.
—Dime una cosa ¿Siempre pensaste que llegaríamos a estar juntos alguna vez?
—Pensé que tú sólo serías un platónico, estaba resignándome a ser la hermanita de tus amigos.
Permanecemos de nuevo en silencio, hay demasiado silencio. Bajo la mirada y Jeff está plácidamente dormido con su pequeña boca abierta porque parece que esta respirando por ella, sonrío, se ve adorable.
—Iba a invitarte a salir...
— ¿Eh?
—Yo iba a invitarte a salir. Estaba una noche hablando con Ashton y de un momento a otro terminé hablando de ti, y mientras más hablaba más me daba cuenta que más que gustarme anhelaba ser parte de tu vida de otra manera. No funcionaba estar con otras chicas, estaba de gira, cuando Hottie estaba embarazada.
»Entonces, dejé de tener aventuras, quería dejar todo eso atrás —suspira—, pensé en invitarte a salir, realmente me lo planteé y estaba muy dispuesto a hacerlo. Iba a hacerlo.
— ¿Qué pasó? —pregunto ansiosa de saber.
—Comenzaste a tener citas de nuevo —responde— y cuando yo intentaba acercarme prácticamente huías de mí.
Frunzo el ceño tratando de recordar. Sí, hubo un tiempo en el que salía en citas que no concluían a una segunda , y si, también me retiraba cuando Doug estaba alrededor, no porque huyera de él, sino porque era patético y desalentador estar alrededor de alguien que me enloquecía y solo me veía como una niña, aunque al parecer no era el caso.
—Pensé que tal vez debía darte un tiempo para que te acostumbrarás a que quería estar a tu alrededor... pero dos meses después, comenzaste a salir con ese chico tonto fan de BG.5 y no lo intenté más. Pero tampoco quería salir con otras, quería salir contigo, pero pensé que no estabas interesada, además ya salías con otro.
—Esta la revelación más grande para el día de una boda —bromeo.
—Espérate que viene más —ríe— ¿Cuándo te hiciste el tatuaje? Yo sabía que estabas con Frank, fui con Dexter a buscarte a la universidad y te vimos irte con él. Estaba muy celoso, ni siquiera sé porqué Dexter no se dio cuenta si prácticamente hice una vergonzosa escena. Así que te llamé y cuando aceptaste ir conmigo, sentí el más grande de los alivios. Y durante todo ese día, quise besarte, realmente besarte. Por eso te robé ese pequeño beso al final del día, estaba demasiado desesperado por tener algo de ti, un pequeño beso no era suficiente pero era algo.
»Odiaba decirte que merecías a un gran tipo, que encontrarías al correcto, una parte de mi quería mucho que tú dijeras que yo era ese tipo. Me estabas enloqueciendo. Incluso cuando Frank me caía bien, tenía pensamientos no amistosos sobre él, porque me asustaba que finalmente fuera él quien iba a hacerte feliz y alejarte...
—Pero no hiciste nada porque no captabas mis señales. Hombre despistado. Ninguna cita o relación funcionó porque ellos no eran tú. Nadie más que tú puede hacerme sentir así.
Acurruco a Jeff contra mi pecho, me gusta sentir su calor corporal.
—Gracias. Gracias por aquella noche en el estreno del CD haber hecho que sucediera toda la cosa de noche mágica. Gracias por haber ido a mi apartamento aquella noche y dar el paso por nosotros.
—Estás haciéndome llorar —rio sin poder limpiar las lágrimas que caen.
—No imaginé que casarse iba a sentirse tan bien, tan increíble y correcto. Pero quizás es porque es contigo.
— ¡Hilary! Necesitan comenzar a maquillarte si no quieres que vayamos con retraso —grita Naomi desde las escaleras.
—Debes colgar —dice.
—Debo hacerlo, pero no quiero.
—Tranquila, te veo en dos horas y media en el altar ¿Adivina quién seré?
— ¿Quién? —pregunto sonriendo.
—Seré él que sin dudar diga "sí, acepto jodidamente con pasión y amor a esta grandiosa mujer", ese seré yo.
—Te amo.
—Yo también, te veo en un rato amor. Feliz día de San Valentine —dice antes de colgar.
Dejo el teléfono inalámbrico a un lado y con mi mano abanico mi rostro, este Doug si que me ha hecho llorar.
Acuesto a Jeff en su cuna y vuelvo a las demás, sentándome para comenzar a maquillarme.
—Toma, tienes mensajes—dice Jane ya maquillada entregándome mi celular.
Son mensajes de Doug.
"Estoy demasiado ansioso. Nervioso y feliz.
¿Por qué mierda pensé que podría esperar diez años para vivir este momento?
Te amo, te amo mucho.
Pdta: Jeremy anda regalando condones por aquí, es realmente divertido ver como las personas lo observan
Pdta de pdta: no tomé condones, porque no los necesitamos. Lo cual no quiere decir que no va a haber acción, porque créeme. Va a haber muchísima acción.
Pdta de pdta de pdta: ¿Puedo ver ya tu vestido?"
Rio y respondo rápidamente.
"Jeremy está loco. También te amo mucho.
Espero toda esa acción que estas prometiéndome, te prometo que debajo del vestido hay cosas buenas.
No, sólo espera un poco para verme.
Feliz día de San Valentine."
***
Papá me ayuda a bajar del auto, viéndome por primera vez. Sus ojos se humedecen antes de que me abrace fuertemente.
—Siempre llenándome de orgullo —murmura—. Eres una de mis grandes bendiciones, cariño. Una de las personas que más felicidad ha traído a mi vida, parte de la familia que he construido y me siento afortunado de tener. Creo en ti.
—Y yo creo en ti —murmuro de regreso.
—Carter, para —dice mamá limpiando sus lagrimas y cargando a Jeff con su trajecito rojo de corbata negra—, nos haces llorar.
Ophelia, la organizadora de bodas, me ayuda a arreglar mi vestido mientras camino hacia la entrada de la iglesia que esta cerrada. Aun cuando lo hemos hecho "privado" hay unos pocos flashes de paparazzi, pero en este día nada puede quitarme la felicidad que siento.
Cuando estoy donde se supone debo estar, respiro hondo. Ophelia arregla mi vestido. Mi vestido es un vestido precioso y sencillo. Es strapless con forma de corazón ajustado en mi pecho hasta mi cintura, un bordado plateado en forma de cinturón esta a la altura de mi cintura y luego cae en una semi campana, nada muy esponjoso. Quizás mi descripción no le da crédito a lo hermoso que es, solo hay que verlo para enamorarse. Apenas lo vi, supe que era para mí.
Jane me entrega mi buque de rosas blancas mientras el de mis damas de honor es rojo. Al final cuando decidí que sus vestidos de dama de honor iban a ser rojos, le di la oportunidad de no ser el mismo diseño.
Jeremy, Dexter, Andrew y Ashton siendo los padrinos llegan hasta nosotras.
—Tanta belleza junta me incita a sentir la necesidad de casarme —halaga Jeremy, luego me sonríe—. Mitad Dilary, hoy luces cómo una estrella brillante que ha decidido pisar nuestro planeta para darnos la dicha de admirarla.
—Vaya, Jeremy, felicidades por ese cumplido, ha sido bueno —palmea Andrew su hombro—, pero tienes razón, luces hermosa. Todas ustedes lucen más hermosas de lo que suelen ser.
Les doy una sonrisa, Dexter da pasos hacia mí y toma mi mano, me observa profundamente.
—Vas a casarte —susurra en voz baja y ronca—, mi hermanita va a casarse.
—Voy a hacerlo —aprieto su mano. Aclara su garganta.
—Joder, me siento tan feliz por ustedes. Él es un hombre listo que ha conseguido a una gran mujer —besa mi frente—. Te amo muchísimo, para mi es algo grande verte dar este paso, podría llorar, pero no quiero hacer esa mierda de llorar antes de la boda, así que te deseo lo mejor en esto hermanita, siempre aquí contigo.
A pesar de que Harry no es padrino, pero fue nuestro testigo en la boda por civil, él ha salido para dejar a mi sobrino cumplir con su deber de niño de los anillos, Sophie Bratter es mi niña de las flores, debido a que puedo recordar cómo a Halle no le gustó mucho esa responsabilidad. Harry dice una de sus tantas palabras dulces que me hacen tener una gran sonrisa. Luego los dos me abrazan haciendo el típico abrazo que hemos compartido desde niños, creo que nos fotografía el fotógrafo profesional que hemos contratado.
—Voy adentro junto a mamá —dice Harry besando mi frente.
Papá me hace enlazar mi brazo con el suyo. Sonrío ante la forma que Jeremy abraza a su mamá antes de ubicarse a su lado. Katherine sonríe feliz siendo pareja con Ashton, Dexter saluda a Jane y toma su brazo. Andrew conversa con Naomi.
Ophelia da muchas indicaciones y muevo impaciente mi pie. Creo que llevamos quince minutos de retraso, lo último que deseo es que Doug piense que estoy yéndome, pero claro, él está seguro de mis sentimientos.
—Muy bien, todos listos —dice Ophelia y las puertas de la iglesia se abren.
Creo que mis piernas tiemblan ante el sonido del piano y aun más cuando Sophie con su alegría junto a mi sobrino entran a la iglesia y detrás de ellos Emma y Jeremy caminan. Veo a mis damas de honor entrar con los padrinos.
Esta es la parte en la que mi corazón podría explotar.
— ¿Preparada?
—Para estar con Doug siempre he estado preparada —le respondo a papá.
Respiro hondo y junto a quien fue el primer hombre que he amado en mi vida – papá – camino dando los pasos que me acercan al hombre que amo. Agradezco no llevar un velo, porque de esa manera no me pierdo la manera en la que Doug me ve.
Aun cuando hay distancia entre nosotros y muchas personas me observan de pie, para mí solo existe Doug. Doug y esa mirada maravillada junto a la sonrisa en su rostro. Se ve impecable con un esmoquin blanco y pajarita roja, sonrío al ver su cabello alborotado como de costumbre. Me encanta. Lo amo. Mi esposo.
Me parece que tardamos una eternidad llegar hasta él, quiero llorar. Papá se aclara la garganta.
—Me alegra estar entregando a mi niña a ti, hijo. Creo en ella, también creo en ti. Creo en ustedes —dice papá dejando mi mano sobre la de Doug.
Él me da una sonrisa radiante y hermosa que no puedo evitar devolver, nos giramos hacia el cura. Aquí vamos.
Escuchamos toda la charla, a diferencia de mi boda por civil, esta vez si presto atención a todo lo que él dice. En algún momento Halle llama a Doug en un grito, pero Harry parece calmarla. Es una bonita ceremonia.
Cuando nos ponemos de pie para decir nuestros votos, mis manos comienzan a sudar. Me intimida desnudar mis sentimientos ante tantas personas, pero cuando veo a Doug es cómo si solo él estuviera aquí.
Doug pasa las manos por su pantalón antes de tomar el anillo, con una seña me indica que estire mi mano.
—Pensé que esto sería más fácil, he dado muchos conciertos y ninguno se ha sentido cómo esto —dice antes de respirar hondo—. Nunca... nunca supe que quería esto, pero ahora sé que si alguna vez alguien me pregunta cómo se siente la felicidad, diré que la felicidad se siente cómo ver a Hilary, mi princesa vistiendo un bonito vestido de novia y viéndome cómo si fuera su mundo.
»Yo el rubio, pervertido y enamorado Doug Nicholas McQueen hoy prometo que aun con esta rareza que poseo, mis locuras e ideas no aptas para niños voy a cuidarte, amarte, protegerte toda una vida. Prometo que dedicaré mi existencia a que construyamos nuestra felicidad, a ser mejor hombre para ti y mejor padre para Rayito. No me estoy casando sólo contigo, estoy casándome con nuestro hijo y a ambos prometo más que bajarles la luna, bajarles la constelación completa, porque ustedes merecen lo mejor.
»Prometo serte fiel, respetarte, seguir molestándote y siempre una posdata en mis mensajes porque sé que te hacen sonreír. Quiero prometerte tantas cosas princesa, de las cuales algunas no las puedo nombrar porque no es un horario para adultos —Ríe y se inclina hacia mí hasta rozar con su boca mi oreja—. Prometo muchos orgasmos y decirte cuán caliente se ve tu culo y tus tetas en cada cosa que te pones, aun mejor, cuán caliente me pones cuando estás desnuda.
Aparte de contener las lágrimas puedo sentir cómo me sonrojo, es algo bueno que lo susurrara lo suficiente bajo para el micro micrófono en su chaleco no proyectara esa promesa tan intima para todos. Se endereza de nuevo y sonríe mucho.
—Prometo que serás mi todo princesa, voy a tratarte como se trata a las reinas. Prometo que conmigo siempre estarás a salvo porque eres mi vida. Y a mi vida yo la protejo contra todo, te amo mucho y prometo que este amor tan bonito, nunca se va a acabar.
Escucho sollozos y yo me guardo los míos propios porque él desliza el anillo en mi dedo y sé que es mi turno. Besa mis nudillos; tomo el anillo y aclaro mi garganta.
Aquí vamos.
—Yo...yo... —Mi voz se quiebra y respiro hondo— Todos saben que siempre he estado loca por ti, así que esa parte voy a saltarla. Yo, Hilary Jefferson —con intención obvio mi segundo nombre—, prometo que voy a amarte muchísimo, bueno llevo años haciéndolo así que unos años más no son difíciles. Sé que no imaginaste este momento o estar casado y eso me lleva a prometerte que esta etapa va a ser tan maravillosa que incluso aunque no lo soñaste adorarás cada segundo de nuestro matrimonio. Prometo cuidarte, protegerte, estar en los momentos en los que me necesites, amarte incluso cuando seas todo raro incomodando a las personas y molesto con tus comentarios fuera de lugar, porque es eso lo que te hace ser Doug. También prometo que sí mis hermanos vuelven a ponerse idiotas alguna vez, voy a golpearlos por ti— él ríe—pero creo que lo más importante que tengo para prometerte es que cada minuto a partir de ahora, será para hacerte feliz a ti y a la familia que estamos creando.
»Siempre voy a estar para ti en los buenos y malos momentos. Prometo ser la confidente de las cosas buenas y las malas porque me tendrás para compartir tus logros y las lágrimas, sin importar si éstas son de felicidad o tristeza. Siempre voy a estar ahí Doug, siempre y siempre voy a amarte, eso puedo prometértelo incluso con los ojos cerrados. Confío en ti, confío en nosotros.
Deslizo el anillo en su dedo y el presiona su mano en sus ojos, creo que podría llorar, yo derramo unas cuantas lágrimas. Él cura prosigue y realmente el "acepto" yo pude haberlo gritado un poco, Doug por su parte dice lo que prometió decir:
— Sí, acepto jodidamente con pasión y amor a esta grandiosa mujer.
El cura ríe y entonces nos declara oficialmente casados y Doug me besa con dulzura, saboreo mis propias lágrimas. Acaricia mis mejillas con sus manos, escucho a todos aplaudir.
—Hilary McQueen, tan jodidamente hermoso—susurra contra mis labios.
***
Nos tomamos muchas fotos, todas la que el fotógrafo sugiere, con cada invitado. Fotos familiares, fotos espontaneas, con poses. Todo tipo de fotos. Cuando el fotógrafo nos deja libre, suspiro con alivio. Entonces obtengo mi primer baile con mi esposo.
Doug tiene una gran sonrisa mientras nos hace girar y me pega a su cuerpo ¿Saben qué es lo que me hace llorar? Que él consigue que Ethan y Andrew con guitarra acústica canten Forbiden Fantasy, esa canción que hace tantos años escribió para mi, ese es nuestro primer baile y estoy lagrimeando mientras bailamos. También estoy lagrimeando cuanto toma a Jeff y bailamos los tres.
En conclusión lloriqueo cuando bailo con cada una de mi familia de igual forma y cada persona invitada. Para cuando termino, Mirian está sobre mi retocando mi maquillaje arruinado por las lágrimas, pero ella lo repone.
Hablo con cada invitado, bailo, rio y disfruto.
Todo es maravilloso.
Ahora Doug y yo estamos de pie en el pequeño escenario con una copa cada uno, todos nos dan su atención.
—Para mí es muy importante que cada uno de ustedes este hoy con nosotros —digo con el micrófono en mi mano, el brazo de Doug alrededor de mi cintura—. Gracias por ser parte de este momento, por compartir nuestra felicidad y buenos deseos.
Aplauden y le extiendo el micrófono a Doug.
—Bueno, evidentemente este rubio de pie frente a ustedes está increíblemente feliz porque ha conseguido a la chica y ahora no la dejará ir —ríe—, gracias por ser parte de esto y venir a compartir con nosotros un día tan importante y lleno de felicidad. Así que sin importarme cuán pretencioso suene, quiero que todos ustedes alcen sus copas y brinden con nosotros por nuestro matrimonio ¡Salud!
Doy un sorbo a mi copa y luego bajamos del lugar. Jeff está dormido en un coche que Emma y Hannah monopolizan.
Estoy hablando con Jane y Frank, quienes están tensos alrededor del otro y sonrojados, cuando Doug toma mi mano.
—Si me disculpan, necesito a mi esposa un momento—informa llevándome hasta un pequeño rincón.
Antes de hablar me besa haciéndome reír.
—Estás tan hermosa —murmura tocando mi cintura, viendo el vestido—. Es un vestido hermoso que en ti luce increíble.
—Gracias, a mi me está matando verte en este esmoquin, te ves genial —paso mis manos por sus hombros acariciando la tela—. Un esposo caliente y atractivo, que afortunada soy.
—Mirian dice que es el momento de que lances tu ramo de rosas, pero dijo que yo debía quitarte el liguero si llevas uno —Me mira con picardía—, así que dime, princesa ¿Hay liguero?
Asiento y él ríe apretando sus manos en mi cintura.
— ¿Y qué más hay debajo de tan hermoso vestido?
—No voy a decirte.
Se inclina y con sus labios acarician mi oreja.
—No quiero quitar ese liguero aquí, quiero quitarlo junto cada pieza de tela que estés vistiendo. En la intimidad, cuando solo seamos tu y yo. He estado muriendo por tocarte, esperar un poco más no va a matarme.
Sus palabras me afectan... y me encienden. Él me sonríe.
—Pero ve a lanzar ese ramo de rosas para que podamos irnos —pide tomando mi mano para guiarme—. Mamá hoy se queda con Jeff cómo lo planeamos, pasamos por él en la tarde y el vuelo sale en la noche.
—Bien.
Doug, Rayito y yo, viajamos mañana por la noche, de ninguna manera íbamos a irnos y dejar a Jeff de cuatro meses por dos semanas, eso es imposible. Pero esta noche tenemos una reservación en un buen y costoso lugar.
Me entregan mi buque de rosas y Mirian se encarga de ubicar a todas las mujeres solteras. Kaethennis está obligando a Grace quién rueda sus ojos. Rio ante el recuerdo de Grace atrapando el de Kae en su boda.
Cuando todas están listas me doy la vuelta, estoy encantada con la idea de muchas queriendo ser las próximas.
—A la una... a las dos...—canturreo— ¡A las tres!
Arrojo el buque y me doy vuelta. Grace lo tiene y ella se lo pasa a Naomi. Naomi se lo devuelve y Grace vuelve a dárselo.
—Era para ti —asegura Grace.
—Oh, no, amiga. Esto era para ti.
—No, yo vi que iba para ti.
—Yo vi que lo tomaste —responde Naomi devolviéndoselo.
—No, es para ti.
—No, para ti —insiste Naomi.
Todos vemos de una mujer a otra, cada vez se pasan el ramo con más fuerza, pobre de mi buque, está perdiendo rosas. Dexter se para entre ambas, sacude su cabeza y toma el buque. Le extiende la mitad a Juliet.
—Toma, cariño, no participaste y si ellas no lo quieren, entonces tú puedes guardarlo para cuando sea tu turno—dice guiñándole un ojo, luego se gira hacia Emma— y usted reina, también merece amor y romance. Así que tenga su parte.
Emma le sonríe con los ojos llorosos, Dexter besa su mejilla y luego pasa su brazo por los hombros de Juliet y de ese modo, Dexter ha hecho que todas las mujeres de la fiesta digan cuán "lindo" ha sido lo que ha hecho, además de lograr que Naomi y Grace no arruinaran mis rosas.
En algún momento picamos el pastel. Estoy tan feliz. Beso la frente de un dormido Jeff que se va con Emma y comienzo a despedirme de todos.
—Disfruta de tu viaje —dice Kaethennis abrazándome con fuerza—, me alegra no ser la única esposa BG.5.
Rio y le devuelvo el abrazo. Abrazo a todos y luego Doug envuelve con su mano la mía.
— ¿Lista para irnos, Princesa McQueen?
—Demasiado lista —respondo con alegría.
Desde luego que estoy lista. Muy lista para esta nueva etapa de mi vida.
***
—Muy tradicional esta entrada —rio mientras Doug aun sosteniéndome en sus brazos cierra la puerta de la habitación con su pie.
—Debemos vivir cada experiencia —es su respuesta.
Me deja sobre el mis pies frente a la bonita y enorme cama. Las luces de la habitación son bajas y velas aromáticas se encuentran en algunos pocos lugares de la habitación.
Cuando abandonamos la recepción de la boda, eran las tres de la madrugada, ahora debe ser quizás una hora más tarde.
Me gusta que no haya nada típico o muy sobreactuado como pétalos de rosas por la habitación o sobre la cama con las iníciales de mi nombre y apellido, o bueno, mi nuevo apellido. Sonrío, siento demasiada felicidad.
—Este es solo el abreboca de nuestra luna de miel, princesa McQueen.
Mi sonrisa se hace más amplia, aun en mi vestido de novia camino por la amplia habitación, incluso deteniéndome en el gran ventanal, lo abro saliendo al balcón e inmediatamente una ráfaga de viento frío eriza los vellos de mi cuerpo. Las manos de Doug se ubican en mis hombros desnudos, cómo si intentara llenarme de calor.
—Será mejor que entremos.
—Londres se ve hermoso —susurro embelesada por la imagen que proyecta Londres a esta hora.
Vuelvo a adentrarme a la habitación y él cierra el ventanal. Me observa con una sonrisa, evaluando cada aspecto de mi vestido.
—Me gustaría poder verte en ese vestido muchas veces en mi vida —murmura con apreciación—, es impresionante la manera en la que te ves...
— ¿Pero? —interrumpo conociéndolo muy bien, él ríe.
—Pero estoy deseoso de desvestirte y hacerte el amor por primera vez cómo mi esposa.
Siento mis mejillas calentarse, no importa cuánto tiempo Doug y yo estemos juntos, él siempre tendrá la capacidad de hacerme sonrojar de cualquier manera. Ese es mi Doug, mi esposo.
Me acerco con lentitud a él y deslizo mis manos por las solapas de su traje, maravillándome con la suavidad. Viéndolo con fijeza retiro el saco blanco de su traje y él toma un profundo respiro.
Me alzo sobre mis pies porque aun con los zapatos de tacón no soy totalmente de la altura de Doug y dejo un beso suave en su barbilla.
Sus manos se presionan en mi cadera mientras me deshago de la pajarita roja alrededor de su cuello, lo próximo es su pequeño chaleco blanco para luego deshacerme de la camisa, es de esa manera cómo Doug termina con el torso desnudo.
Cuando voy al botón de su pantalón, toma mi mano con las suyas, alzo la vista y niega con la cabeza, sin dejar de sonreír.
—Yo quiero desvestirte, he querido hacerlo incluso antes de ver cual era el vestido que usarías —sus manos acarician mis caderas sobre la tela del vestido.
Sus labios acarician mi mejilla hasta llegar a mis labios y besarme con lentitud, de una manera exploratoria que hace que mis manos se aferren a sus hombros. Mientras me besa sus manos se deslizan hacia mi espalda y tantea toda la hilera de perlas que cumplen la función de botones, de manera que la cremallera esta oculta bajo los botones. Un vestido con restricciones.
Aún así, él comienza a desabrochar cada perla mientras traslada sus labios a mi cuello, me escucho suspirar. El vestido se va haciendo un poco más flojo a medida que cada perla es desabotonada.
— ¿Lista para que este vestido caiga al suelo? —susurra contra la piel de mi cuello antes de pasar su lengua jadeo.
—Lista —es toda la respuesta que soy capaz de susurrar.
Sus dedos bajan la cremallera del vestido y este cae alrededor de mis pies. Adiós vestido de novia, fue un placer casarme contigo sobre mí.
Doy un paso atrás saliendo de toda esa tela blanca y sonrío ante el jadeo de Doug y la mirada apasionada y apreciativa que me da. Lame sus labios.
— ¿Te gusta?
—He conseguido la erección más grande y dolorosa de toda mi vida —es todo lo que responde.
Ubico una mano en mi cadera con una sonrisa. Ciertamente el corset era necesario para resaltar mi poco pecho y para que el vestido luciera perfecto en mí, o al menos eso dijo la modista, por su parte Kaethennis dijo que seguramente Doug enloquecería. Mis bragas blancas a juego son de algodón porque preferí la comodidad en ese aspecto, pero son pequeñas y creo que las medias junto al liguero están jugando con la cordura de Doug.
Me gusta la manera en la que me está mirando.
Corrección: amo la manera en la que me está mirando.
Rio cuando da una vuelta alrededor de mí y me sobresalto cuando palmea mi trasero riendo. Le doy una mala mirada y ríe más.
—Me pregunto cómo es qué he conseguido a una esposa tan increíble... —Deja su mirada caer en mi muslo, donde se encuentra el liguero— Ahora voy a hacer lo que no hice en la recepción de nuestra boda.
Se deja caer en el suelo sobre sus rodillas, toma mi pierna y la pasa sobre su hombro, admito que eso me hace calentarme con rapidez. Me sonríe y con sus dientes toma el liguero comenzando a bajarlo y esta es una de las imágenes más calientes que he tenido de Doug. Mientras sus dientes bajan el liguero su lengua de cuanto en cuanto lame mi piel.
Cuando el liguero está afuera estoy respirando con dificultad con mis manos sobre sus hombros para manejar el equilibrio. Sus labios besan la piel de mi rodilla. Se incorpora y comienza a besarme mientras sus manos acarician mi cuerpo.
Es de ese modo cómo comenzamos nuestra luna de miel. Besándonos y acariciando, cuando mi espalda está contra la suavidad de la esponjosa cama, siento sus manos deshacerse de las tiras de mi corset y mis manos bajan su pantalón.
Me acaricia, murmura palabras sucias y otras bastante dulces mientras me desviste; y cuando estamos totalmente desnudos, me da una sonrisa tan llena de adoración que me convence de lo afortunada que soy de estar viviendo este momento, de poder llamarlo mi esposo.
—Eres la mujer más hermosa que he visto —murmura contra mis labios entrelazando sus manos con las mías y llevándolas sobre mi cabeza, se remueve un poco haciendo que mis piernas se abran mucho más— y eres caliente. Tan jodidamente caliente y me amas.
—Sí —le sonrío.
—Bueno, quiero anunciar que estoy a instantes de iniciar mi carrera con el rayo, que en este momento voy a comenzar a hacerle el amor a mi hermosa esposa.
—Eres tan... Doug.
— ¿Eso es un halago?
—Eso significa que te amo incluso con tus estupideces.
Con sus labios acaricia mi mejilla antes de entrar a mi cuerpo y hacerme gemir. Es de esa manera como Doug y yo hacemos el amor por primera vez como esposos.
***
17 de Febrero, 2014.
Jeff abre mucho sus ojos, me muevo en la cama y grita antes reír. Yo también rio moviéndome más sobre la cama de agua, pero con cuidado para no sobresaltarlo.
— ¿Te gusta? —pregunto y me muevo de nuevo, vuelve a gritar y agita sus piernas con fuerza. Doug termina la llamada y vistiendo solo el pantalón holgado se acerca a la pequeña cama de agua.
— ¿De qué va el desorden? —pregunta.
—Mira.
Doy otro pequeño salto y Jeff grita riendo. Doug y yo también reímos. Doug lo intenta, pero lo hace con mucha fuerza y el cuerpo de Jeff rebota. Jeff se queda serio durante unos segundos antes de que sus labios en un puchero comiencen a temblar y entonces comienza a llorar.
—Oh, papi te ha asustado —murmuro cargándolo contra mi pecho mientras llora—. Doug malo.
—Exagerado —dice Doug, pero toma su mano y la besa. Jeff lo ve y sonríe olvidando su llanto. Aprieta la nariz de Doug mientras babea sobre mi hombro.
Mi bebé está a tres días de cumplir sus cinco meses. Estamos en Grecia de luna de miel y la vida no podría sentirse más maravillosa.
—Vamos a la playa —digo dejando a Jeff de nuevo en la pequeña cama de agua de la casa que Doug alquiló.
—De acuerdo ¿Lo bañó mientras te vistes?
—Sí —respondo parándome de la cama, Doug toma mi lugar y comienza a desvestirlo. Jeff balbucea hacia él y yo sonrío.
Mis dos hombres.
***
Siento a Jeff entre mis piernas sobre la arena, sosteniéndolo porque evidentemente aun no se sostiene solo, él balbucea y golpea la arena. La playa es hermosa y se encuentra con pocas personas o al menos en donde nos encontramos.
—Jeff —Lo llama Doug, Jeff alza la vista hacia él con curiosidad—, te amo.
Jeff vuelve su vista hacia la arena, no interesado en las palabras de Doug, yo rio besando su cabello rubio.
—Nicholas —Lo llama de nuevo Doug, él lo observa, reconociendo su segundo nombre por el que algunos lo llaman—, te amo.
Él balbucea y alza la vista hacia mí, sonríe cuando le sonrío aun con mis gafas y golpea la arena. Doug suspira.
—Rayito —Estoy segura que sí nuestro hijo pudiera, le resoplaría a Doug, él observa a su papá—, te amo mucho.
Jeff balbucea con fuerza y extiende una mano hacia el pie de Doug, Doug ríe complacido y lo sostiene poniéndose de pie.
—Voy a llevarlo al agua —anuncia poniéndose de pie, se quita sus gafas de sol y me extiende su celular, lo tomo—. Ve eso, no te oculto las cosas.
Enarco mis cejas hacia él y leo el correo. Un correo de Milla, ruedo mis ojos. Básicamente dice que sería bueno encontrarse de nuevo con él, que estará de pasada por Londres y unas insinuaciones sutiles.
Rio ante la corta y concisa respuesta de Doug.
"Estoy casado. No estoy interesado en alguien que no sea mi esposa"
—Me gusta esa respuesta —señalo, Jeff parece de acuerdo porque tira del cabello de Doug— ¿Puedo abrir mi correo desde tu celular?
—Claro, nosotros nos vamos al agua.
Los veo irse con una sonrisa y vuelvo mi atención al celular de Doug, cierro su correo y abro el mío, tengo unos cuantos correos en la bandeja de entrada.
Básicamente son de mi jefa, un par de invitaciones a unas exhibiciones de fotografías y un mensaje de Naomi.
Es el correo de Naomi que me sorprende, puedo leer claramente su felicidad cuando más de diez veces dice las palabras: Estoy divorciada.
Su correo esta lleno de alegría, unas pocas malas palabras y algunos comentarios graciosos. Puedo percibir su felicidad, siendo honesta, yo también estoy feliz con la noticia y se lo dejo saber con mi respuesta entusiasta.
Después de enviarle mi respuesta, le escribo rápidamente un correo a Jeremy.
"Eres como el mejor abogado del mundo. Eres EL HOMBRE.
Gracias por haber ayudado a Naomi, eres un sol Jeremy, no sabes lo feliz que las has hecho con eso.
Nunca defraudas a las personas.
Te quiero cuñado. Un beso."
Envío el mensaje, me quito mis gafas y me pongo de pie, inmediatamente el guardaespaldas cuidándonos se tensa, lo tranquilizo con una sonrisa y camino hacia el mar, para encontrarme con Doug haciendo sonidos de monstruos mientras Jeff lo observa.
Me acerco sintiendo el agua hasta más arriba de mis costillas, Jeff me sonríe, pero vuelve su atención a Doug y con su mano toma sus labios y sonríe balbuceando. Doug finge gruñirle y Jeff ríe encantado. Vuelve a reír cuando Doug vuelve a gruñir sobre su mano.
De manera divertida, Jeff pasa la lengua alrededor de su boca, saboreando el agua salada, frunce el ceño, pero sigue pasando su pequeña lengua mientras observa el agua bajo nosotros. Doug toma mi cintura y me acerca a ellos, nos abraza a ambos y Jeff se queja antes de tirar de mi cabello.
—Eso duele, niño rubio —digo quitando su mano de mi cabello—, a mami solo se le da amor.
—Él quería darte un cariñito.
Rio y beso la pequeña nariz de Jeff, luego los labios de Doug.
***
20 de Febrero, 2014.
Gimo mientras las manos de Doug sobre mis caderas guían mis movimientos. Mi cabello suelto se adhiere a mi cuerpo lleno de sudor. Él muerde su labio con fuerza y mientras desciendo sobre él, alza sus caderas encontrándose con mi movimiento.
—Mierda, princesa... —susurra con voz ronca.
Me sobresalto cuando se sienta y sus labios caen en mi pecho desnudo donde succiona, sus manos aprietan su agarre en mi cintura, pidiéndome no detener los movimientos.
Poco tiempo después alcanzamos nuestro orgasmo y me dejo caer sobre él mientras tratamos de recuperar nuestra respiración. Él ríe acariciando con sus dedos mi espalda. Permanecemos en silencio de manera que confirmamos que Jeff sigue durmiendo en la habitación de al lado.
Presiono mi barbilla contra su pecho observándolo, él me devuelve la mirada.
— ¿Te dije ya que te amo?
—Algo de eso escuche —respondo—, eres adorable cuando eres cursi.
—Soy un ángel.
—Tienes la pinta de un ángel, pero definitivamente yo no creo que tú seas uno. Estoy muy segura que no lo eres.
Ríe acariciando con sus dedos mi cabello, tratando de desenredar el lío que se ha vuelto con todo el movimiento anterior.
— ¿Eres feliz?—cuestiona.
Sonrío ante el hecho de que esa es una pregunta que me han hecho incontables veces en mi vida. Algunas veces respondí de manera afirmativa, en otras ocasiones evadí la respuesta y esta ese tiempo de mi depresión cuando la respuesta era un absoluto no.
Pero ahora que tengo a mi pequeña familia, que tengo un bebito rubio que amo con locura y un hombre que me ama con la misma intensidad con la que yo lo amo, la respuesta es muy clara y nunca me he sentido más segura sobre ella.
—Lo soy, soy muy feliz ¿Tú eres feliz?
—Ustedes me hacen feliz, soy calientemente feliz —ríe y yo rio junto a él.
La ecuación entre nosotros es muy fácil de entender: somos felices juntos.
Ese es Doug Nicholas McQueen un hombre increíble del que he estado enamorado por tanto tiempo como puedo recordar, un hombre que hace temblar mis piernas con tan solo una mirada.
¿Qué sí soy feliz? Nunca he sido más feliz en mi vida y sé que apenas es el comienzo de la felicidad, mi felicidad.
Alzo mi mano observando mis anillos.
—Hilary McQueen —murmuro.
—Sí, ese es el nombre de mi esposa.
Sonrío, Doug siempre será Doug. Doug es miesposo y Doug siempre va a ser el amor de mi vida, mi épico amor platónico que ahora es mi épico amor real.
Para noticias sobre mis historias:
Instagram: DarlisStefany
Twitter: Darlis_Steff
YouNow: DarlisStefany
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top