Capítulo Cuarenta y Seis


Capítulo cuarenta y seis

22 de julio, 2013

—Hilary Antonella, será mejor que te levantes ahora mismo —dice mamá y yo abrazo mi almohada mientras cierro mis ojos más fuertes—. Ese nieto mío te está volviendo una perezosa.

—No te metas con mi bebé —murmuro quedadamente sin abrir mis ojos.

— ¿Qué sucede? —escucho la voz de papá.

No puedo evitar sonreír, esto se siente cómo cuando hasta hace unos meses vivía aquí con mis padres. Por alguna razón deseé realmente pasar la noche aquí con ellos, supongo que fue el asunto de la nostalgia ante el hecho de que hoy es mi graduación.

—Hilary va a perderse su graduación si no se levanta de esa cama, Carter.

—Exagerada —murmuro abriendo uno de mis ojos hacia ellos—, aún es temprano.

—Cariño, quiero llevarte a un spa, peluquería, necesitamos aprovechar el tiempo.

— ¿Por qué te casaste con una mujer glamurosa, Carter? —cuestiono en broma, él sonríe y besa la mejilla de mamá.

—Porque sabía que ella me daría hijos dignos de portadas de revistas.

— ¡Carter! —exclama riendo, yo rio observándolos.

—De acuerdo, era broma. Me casé porque me enamoré —Le da un beso breve—. Ahora no la hagas enloquecer y ponte en pie.

—De acuerdo, denme unos minutos —pido incorporándome y dando un gran bostezo.

Los veo salir de mi antigua habitación y me incorporo, rio porque no es tan sencillo como antes. Tengo un embarazo normal, no estoy excesivamente enorme, pero tampoco estoy pequeña.

Contengo las ganas de rascar alrededor mi ombligo cuando siento la familiar piquiña, no quiero manchas o marcas, pero como pica.

Me pongo de pie en mi pijama y me dirijo hacia el baño, en donde me encargo de cubrir todas mis necesidades fisiológicas. Cuando me veo en el espejo, sonrío. Hoy es mi acto de graduación. Tendré mi título universitario.

Me doy una rápida ducha con agua caliente y bajo para encontrarme con un desayuno hecho por papá mientras mamá parece estar entretenida hablando por teléfono.

— ¿No crees que deberías ir comprándole las cosas a mi nieto? Tienes casi siete meses.

—Creo que ya son siete meses, papá.

—Esperemos y todo salga como se espera, pero siempre es bueno estar preparado para cualquier situación. Ni siquiera has estado buscándole un nombre.

—Sí lo he hecho —él entrecierra sus ojos hacia mí—. De acuerdo, lo he hecho muy poco, pero tranquilo, no será un bebé sin nombre.

—Tienes miedo.

—Es difícil no tenerlo, pero estoy bien —aseguro comiendo mi tostada francesa, él sólo me observa antes de sacudir su cabeza.

— ¿Lista? —cuestiona mamá hacia mí, pero me ve comer—. Tu papá va a llevarnos.

—No porque yo lo decidiera —murmura papá comenzando a leer el periódico, no puedo evitar reír.

***

—Mamá, contrólate—pido riendo cuando no deja de toquetear la toga, quitando arrugas inexistentes. Me coloco el birrete sobre mi cabeza, inmediatamente ella acomoda mi cabello cuidadosamente ondulado por una estilista costosa a la que me llevó horas atrás— ¡Mamá!

— ¡Déjame cuidarte! —exclama, papá ríe y le tiende un pañuelo justo antes de que comience a llorar una vez más—. Ustedes crecen... mis bebés.

— ¿Pero por qué llora la madre más hermosa? —pregunta Dexter llegando detrás de ella y abrazándola. Lleva un traje color tinto con una corbata color negra, por la manera en la que el traje le sienta, tiene que ser hecho a la medida.

Harry que esta junto a Kaethennis me da una sonrisa, parece que los tres han llegado juntos. No me sorprende que Kaethennis se vea tan estupendamente hermosa con un vestido negro y su cabello recogido a un lado de su cabeza, Harry va con el clásico traje negro.

—Si te hubieses planteado ocular tu embarazo, bien podías usar una toga durante los meses —bromea Harry besando mi mejilla y dándome un breve abrazo—. Lo lograste.

—Lo he hecho —digo abrazándolo por la cintura. Dexter no libera a mamá del abrazo mientras me sonríe.

—Te sienta bien el traje de graduando.

—Gracias, Dexter, es cómodo —digo riendo.

— ¿La rubia no ha llegado? —Me cuestiona y niego con la cabeza viendo alrededor—. Viene con Andrew.

Veo detrás de él y mamá, cómo Katherine viene con una gran sonrisa y sin avisar apunta una cámara tomando una fotografía de la cual estamos desprevenidas.

—Te ves bellísima —asegura con una sonrisa.

—Ni siquiera se ve el vestido que estoy usando con esta toga.

—Pónganse todos para una foto —nos pide.

Hacemos lo que pide para capturar el momento de manera física, luego procedemos a fotos de cada uno de ellos de manera individual. Creo que podría llorar cuando obtengo mi foto con mis padres, y posteriormente una con mis hermanos.

Por mucho tiempo soñé con este momento. El momento en el que al ver atrás sabría que todo ha valido la pena porque tengo mi título universitario de algo que amo.

Me despido brevemente de ellos porque van a ubicarse en el gran auditorio donde se lleva a cabo el acto académico.

— ¡Frank! ¡Jane! —Los llamo apenas los visualizo.

Ellos se acercan, la tensión entre ellos es evidente, pero ignorándola los abrazo a ambos. Jane y yo tuvimos la oportunidad de estudiar la misma carrera, aun cuando no siempre compartíamos las mismas secciones de clases y con Frank por alguna razón que agradezco, aun cuando estudiaba una carrera distinta a la mía, tuve la oportunidad de ver materias electivas con él, además de conocerlo en mi primer día de clases.

Son mis dos grandes amigos.

—Katherine tómame una foto —pido entusiasmada. Los tres sonreímos a la cámara—. ¡David! ¡David!

—Calma —dice el rubio llegando hasta nosotros con acomodando el birrete sobre su cabeza—. A ustedes sí que le sienta bien una toga y birrete.

—A ti también —digo riendo, él se gira hacia Katherine.

—Pronto será tu turno.

—Por supuesto que sí, David.

—Deja de hablar y ven a tomarte una foto con nosotros —digo tirando de su brazo.

Él ríe y deja que Katherine tome diversas fotografías de nosotros. Siento mis ojos humedecerse y rápidamente sacudo mi mano alrededor de ellos, no quiero arruinar mi maquillaje.

—Oh, no llores —dice Jane sacudiendo su mano en mi rostro, no puedo evitar reír.

—Tener esta sensibilidad no ayuda —digo resoplando.

—Lo veo en un rato, voy a ver a Andrea y mis padres —anuncia David alejándose.

Observo a Frank y a Jane con una sonrisa. Tontos.

—Así que...

—Voy con mis padres —anuncia Frank alejándose.

—Voy... a hacer algo —dice Jane yéndose de igual forma.

Estoy curiosa sobre como seguirá todo esto después de la graduación entre ellos. Siento a Rayito moverse, llevo mi mano a la altura de mi ombligo, en donde percibo el movimiento. Sonrío.

Siento el flash de la cámara y observo a Katherine que se encoje de hombros.

—Apuesto que cuando la imprima, esa será la mejor foto. Él es tu invitado más importante el día de hoy.

—El invitado que no esperaba pero que me gusta tener —murmuro.

Repentinamente unos brazos me rodean desde atrás y me alzan. No puedo evitar gritar ante el susto repentino e inesperado.

—Mi princesa va a graduarse —murmura dejándome de nuevo sobre el suelo y rozando su nariz de mi cuello.

Me doy la vuelta y golpeo su hombro haciéndolo reír.

—Me asustaste, podrías haber dicho que Rayito se saliera.

—Exagerada —murmura sacando su celular y tomándome un foto, ni siquiera me avisa.

Aprovecho para darle el visto bueno. Lleva un traje azul, con camisa blanca y sin corbata. Cuando Doug lleva traje parece más imponente, más alto... más inalcanzable. Me gusta que no lleve peinado su cabello, aun cuando parece que lo ha cortado un poco.

Se acerca y me abraza por la cintura antes de bajar su rostro al mío y besarme dulce y suavemente, haciéndome imposible contener el suspiro que escapa de mí.

Enredo mis dedos en su cabello mientras vuelvo el beso más profundo adentrando mi lengua a su boca y acariciándolo. Alguien se aclara la garganta detrás de nosotros.

—Que incómodo es esto para los que estamos solteros ¿Cierto, Andrew? —escucho la voz de Jeremy.

Rio sobre la boca de Doug antes de alejarme, él me sonríe y guiña un ojo. Saludo a Jeremy y Andrew. Hoy todos lucen de trajes y me encanta.

Vuelvo junto a Doug, quien se ubica detrás de mí y me abraza con sus manos en mi estómago y su barbilla sobre mi hombro derecho. Alzo mi vista hacia él sonriéndole. Doug me vuelve una idiota enamorada.

—Katherine está tomando una foto —susurra—. Te amo, estoy orgulloso de ti.

—Dices cosas lindas —susurro—. Te amo de vuelta.

— ¡Atención graduandos! Acérquense, invitados por favor comenzar a entrar al auditorio —dice una mujer, Doug me da un beso rápido antes de liberarme.

—Te veo adentro, princesa.

Asiento y camino hacia todas esas personas con toga y birretes que al igual que yo, sienten que hoy culmina una etapa de sus vidas y alcanzan una meta, un sueño.

***

Que mi apellido sea con la letra J me deja con un gran tiempo en el que debo aplaudir y ver a muchos subir al escenario para recibir su título y diploma. Creo que estoy ansiosa y un poco nerviosa. Agradezco que mamá me recomendará usar zapatillas planas elegantes, aun cuando la toga las tapa de la vista; no creo que estar embarazada, nerviosa y usando tacones hubiese sido buena idea para subir a un escenario de piso de madera suave y brillosa.

La primera de mis amigos en pasar es Jane, aplaudo con mucha fuerza. David pasa rato después y es divertido que por un momento derrape sobre el escenario, pero por suerte no se cae, pero él es tan encantador que hace una pequeña reverencia y muchas suspiran.

Veo a muchas personas más pasar, cada vez poniéndome más cómoda en mi puesto y acariciando de manera distraída mi vientre en donde mi Rayito parece estar muy activo el día de hoy.

Ubico una mano bajo mi barbilla y no puedo evitar bostezar un poco, suspiro y creo que mis ojos se sienten un poco pesados.

—Oye, es tu turno —murmura el chico sentado a mi lado. Me sobresalto y escucho el segundo llamado de mi nombre.

Me pongo de pie y salgo de mi fila. Me digo a misma caminar con paso seguro mientras escucho todos esos intimidadores aplausos, siento este nudo de emoción en mi estómago.

Un hombre del que no había notado la presencia, me ayuda a subir, seguramente pensando que tengo unos tacones de muerte.

—Gracias —Le murmuro cuando llego al escenario.

No vayas a caerte, Hilary. Me ordeno.

Sonrío al profesor Joseph Blank, quien escogimos para que impusiera nuestras medallas. Bajo mi cabeza y él retira brevemente mi birrete pasando la medalla, vuelve a poner mi birrete. Alzo la cabeza con una gran sonrisa mientras estrecho su mano.

—Felicidades, señorita Jefferson —dice sonriendo, es la primera vez que lo veo sonreír tanto. Supongo que le gusta ver a las personas graduarse.

Sigo mi camino tomando mi título de una profesora que si mis recuerdos no fallan, me dio historia en tercer semestre. Estrecho la mano de dos profesores más.

Quiero saltar y gritar. Pero lo único que hago es darme la vuelta frente a todos mientras me retiro alzando y sacudiendo mi título. Dexter ha perdido totalmente la clase porque no deja de silbar y los demás gritan. Me encanta.

Bajo del escenario y vuelvo a mi puesto.

Oh Dios, estoy graduada.

Muy graduada a nivel universitario.

***

Tomo un birrete que estoy segura no es el mío, pero me queda por lo que comienzo a salir de mi fila logrando abrazar a David a mitad de camino y a Jane cuando camino por el pasillo. Veo a Frank saliendo de las filas hacia el final y ambos nos abrazamos.

— ¡Lo logramos! —me dice y yo río.

— ¿Valió la pena la frustración, falta de sueño, cafeína y lágrimas? —cuestiono sin dejar de sonreír.

—Totalmente lo valió.

Lo abrazo de nuevo y lo libero mientras sigo caminando hasta donde me espera mi familia. La primera en abrazarme es mamá, que no deja de llorar. Me abraza tan fuerte que el birrete cae al suelo.

—Tranquila, Hannah, seca esas lagrimas —murmuro abrazándola con igual de fuerza, aunque siento las mías propias caer.

—Hannah, amor, déjame felicitar también a mi hija.

Mamá ríe y me libera. Abrazar a papá me hace sentir como una pequeña muñeca, él es alto y cuando me envuelve entre sus brazos me siento de la manera en la que siempre me he sentido cuando lo hace: en casa.

—Creo en ti —murmura muy bajo, sólo para mí.

—Y yo creo en ti.

—Mi turno, mi puto turno —dice Dexter haciendo a papá a un lado y tirando de mi medalla para acercarme antes de abrazarme fuertemente—. ¡El orgullo de la familia! ¿Qué son unos grammys, millones o muchos premios? ¡Tú título hace que lo demás parezca de juguete!

—Esa definitivamente es tu rara manera de ser dulce —indica Harry abrazándome—. Felicidades, Hilary.

Cuando Harry me deja libre inmediatamente Doug me abraza alzándome un poco del suelo, río enredando mis brazos alrededor de su cuello.

—Ten cuidado, te recuerdo que está embarazada —escucho a Jeremy decir. Tomo el rostro de Doug con mis manos dándole un suave beso antes de que me deje sobre el suelo.

—Felicidades, princesa.

—Gracias. Ahora Rayito tendrá a una mamá graduada y un papá con muchos premios.

Él me guiña un ojo mientras Jeremy me abraza, Andrew y Katherine son los siguientes. Ethan es el último, no sé en qué momento llegó, pero me alegra que lo hiciera, porque cada uno de los miembros de BG.5 es parte de mi familia.

Lo siguiente son las fotos, entre risas y bromas vamos guardando este momento tan importante para mí en fotografías que siempre serán parte de este recuerdo.

***

Camino entre las personas pero en cierto punto Doug se detiene frente a mí.

— ¿A dónde vas? He tenido que compartirte con muchos, quiero mis minutos con mi princesa y Rayito.

Ruedo mis ojos antes de tomar su mano y dirigirnos a las escaleras. Nos guío hacia mi habitación en la casa de mis padres. Él sonríe viendo alrededor.

—Muy pocas veces entré a esta habitación —murmura caminando hasta las grandes ventanas—, siempre me gustó.

—Bueno, podías venir siempre que quisieras.

—Si claro, venir significaba imaginar cosas no angelicales contigo y esa gran cama de princesa.

Rio caminado hasta él cuando pide que me acerque. Cuanto estamos frente a frente, me alza solo un poco sentándome en el borde de la ventana y sosteniéndome por la cintura con sus brazos rodeándome.

—Tenemos que comprarle cosas a Rayito. Dos cunas, biberones, chupetes, ropa... ¡Muchas cosas!

—Sí, tenemos que hacerlo, después de todo él ya está grande.

—E inquieto —agrego sintiendo el movimiento—. Hoy no ha dejado de moverse.

—Es su manera de demostrarte que está presente en tu día importante —se inclina y besa sobre mi ombligo—. Quiero conocerte, amigo.

—Él llevará tu apellido —murmuro—. Me gustaría que de algún modo el llevara algún indicio o algo de Jefferson.

—Sobre eso, estuve pensando un nombre...

Se inclina y acerca sus labios a mi oreja, murmura un nombre. Lo repito probando el sonido en mis labios.

— ¡Me encanta! —digo abrazando su cuello, él ríe—. Yo estuve pensando en otro, pero ese podría ser su segundo nombre. ¡Rayito tiene nombre!

—Sí, pero hasta que nazca será nuestro pequeño Rayito—murmura dándome un beso rápido.

Asiento antes de recostar mi frente de su hombro.

— ¿Si yo no hubiese dado el primer paso aquella noche que me desnudé en tu apartamento, tu algún día hubieses hecho algún movimiento? —pregunto llena de curiosidad.

—Me gusta pensar que lo hubiese hecho, no sé qué hubiera pasado, pero quiero creer que no iba a quedarme viéndote seguir toda mi vida sin nunca dar un paso —despego mi frente de su hombro para observarlo—, pero esa noche tú fuiste atrevida y sobre todo valiente.

Sus dedos toman mi barbilla mientras me observa fijamente.

—Esa noche tú eras mi sueño hecho realidad, incluso mejor que un sueño.

Siento mis mejillas calentarse lo cual lo hace reír mientras deja un beso suave en mi mejilla izquierda.

—Fuiste más valiente que yo. Gracias a ti estamos juntos ahora y de la manera en la que lo estamos. Ni siquiera sé cómo estuve tan tranquilo sin hacerte mi novia durante tanto tiempo, si ahora la idea me parece absurda.

—Dijiste que no estabas interesado en tener una novia...

—Pero me gusta tener una novia. Me gusta que tú seas mi novia.

—No quiero bajar, quiero quedarme aquí contigo —murmuro abrazándolo fuertemente—. Te amo mucho. Mucho, mucho.

—Me alegra saber eso, porque yo te amo mucho de vuelta.

***

29 de julio, 2013.

— ¡Tenemos que llevar esto para él! —exclama Doug tomando un pijama de cars, específicamente Rayo McQueen—. Mi hijo tiene que tener esto.

Rio viendo cómo lo arroja al carrito que ya está lleno de muchos artículos y ropa de bebé, quizás Doug es un poco exagerado en comprar.

— ¿Qué es esto?—pregunta tomando un pequeño artefacto en su mano. Se lo quito para observarlo.

—Es un saca mocos ¿No has visto a Kae utilizar esto con Halle?

Él hace una mueca, parece que va a descartarlo, pero nuevamente se lo quito de las manos y lo arrojo al carrito.

—No creo que vayas a sorber de su nariz para sacar sus mocos, querido —musito con ironía.

—Cierto, el incómodo saca mocos se viene con nosotros, es más, compraremos dos —dice tomando otro.

Sonrío y tomo un babero de patitos increíblemente lindo. No sé cómo algunas personas pueden venir a tiendas de bebé y no querer llevarse todo. Quizás Doug y yo estamos siendo exagerados, pero no puedo evitar meter en el carrito todo lo que me enamora, que es básicamente todo.

Veo lo que según su nombre es un "saca leches" bajo la vista a mis pechos, quienes siguen aparentemente del mismo tamaño. Vuelvo la vista al saca leches.

— ¿Qué?—cuestiona Doug.

—Aun no me sale leche de los pechos, ni siquiera han crecido.

— ¿Pero te duelen?

—A veces duele un poco mis pezones y se inflaman, pero más allá de eso nada.

—Bueno, no te preocupes por eso ahora, quizás más adelante. Yo podría ayudarte para que salga.

— ¿Ah, sí? ¿Y cómo es que tú harías eso?

—Poniendo mi boca ahí —señala mis senos con una gran sonrisa en su rostro.

—Que tonto que eres a veces.

— ¡Oye! ¿Por qué no aprovechamos y compramos el regalo para Halle?

—Cierto —digo con entusiasmo—. No me creo que ella ya va a cumplir un añito. Los bebés crecen muy rápido.

—El tiempo pasa muy rápido, princesa.

Siento unos cuantos Flashes, desde el momento en el que nos montamos en su auto sé que nos han estado fotografiando, pero hemos decidido ignorarlo, eso no va a desmotivarnos ni hacernos pasar un mal rato.

—Vamos por ese regalo de Halle—digo.

—Y por más cosas para rayito.

Al paso que vamos, tantas cosas abrumaran al pobre bebé. Me hace feliz saber que no va a faltarle lo material ni emocional. Será un bebé destinado a ser feliz.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top