Capítulo Cuarenta y Dos


Capítulo Cuarenta y Dos

26 de abril, 2013.

—Eres un encanto —murmuro a Grace mientras subo al puesto de copiloto, ella sonríe.

— ¿Qué pasa con tu auto? No es que este quejándome de acompañarte.

Abrocho el cinturón de seguridad de su pequeño pero muy buen auto y le sonrío.

—Aún está en el taller mecánico, quien estaba arreglándolo tuvo un viaje de emergencia y aun no vuelve.

—Uh, que mal —dice comenzando a conducir—. Entonces, vamos a Bolton ¿Sabes la dirección exacta hacia dónde nos dirigimos?

—Sí, he estado ahí antes. Disculpa que te llamara, pero parece que eres la única con tiempo libre. De verdad quiero ver a April y puesto que Ethan está allá desde ayer, no tenía quien me llevara.

—Así que me utilizas —Bromea sonriendo—. No te preocupes, no tenía grandes planes para hoy. Desde que renuncié a la editorial para trabajar con Kae tengo muchísimo tiempo libre, aun cuando ya falta poco para la apertura.

—Bueno ¿Pero no te diviertes con el chico con el que estás saliendo?

—Sí, salimos y eso, pero no estamos juntos todo el tiempo. No sé, si paso mucho tiempo con él me siento asfixiada es muy empalagoso. A veces cuando se pone en plan dulzón por dentro solo me estoy riendo por ser tan cursi, eso de seguro me hace sonar cómo una descorazonada, pero ¡Jesús! Parece salido de un mal libro romántico, cuando se pone en ese plan solo puedo reírme en mi mente.

Esta es la razón por la que desde que la conocí, me ha agradado Grace. Es muy divertida e ingeniosa en sus comentarios, parece que siempre tiene algo que decir de las situaciones de una manera que resulta natural y positiva.

La observo mientras conduce, es hermosa. Comienza a cantar al ritmo de la canción de Bruno Mars que suena y luego ríe.

— ¿Puedes creer que aun soy toda ojitos cuando un BG.5 me habla? Es como "Oh querido niño Jesús, este hombre caliente del CD está dirigiendo sus vocales y consonantes unidas hacia mí", pero luego doy mi sonrisa de "soy normal y puedes hablarme", creo que Harry no nota que aún me quedo algo lela cuando me dice algo. Solo quiero arrojarle baquetas y obligarlo a tocar porque es el mejor baterista del mundo —Está sonriendo—. Apuesto a que lo obligabas a tocar cuando estaban pequeños.

—No, de hecho en un principio lo hacía bastante mal y yo escondía sus baquetas para que no molestara.

—Eso es pecado, Hilary. Aunque el primer BG.5 que conocí fue a Ethan, él tiene que ser definitivamente uno de los hombres más sensuales del mundo —Suspira de manera exagerada en broma— la manera en la que ese acento de Bolton arrastra las palabras en esa voz ronca, hace que cualquiera quiera ofrecerse para que haga lo que quiera.

— ¿De manera sexual?

—De la manera que quiera —dice riendo—, pero luego recuerdas que es un adorador de mujeres y niegas con tu cabeza. Para darle crédito, eso no le quita atractivo. Recuerdo que antes de conocerlos, me molestaba ver fotos de ellos con chicas, ya sabes, la parte de fan irracional. Pero joder, Ethan sí que sabía hacerme rabiar, siempre con morenas ¡Nunca con una rubia! Excepto su última novia.

—Samantha.

—Sí, sí, esa. Pero ella fue hace años. La cosa es que me molestaba y siempre una diferente y su "¡Qué va! Estoy soltero" me hacía querer golpearlo para que dejara de andar de puto ofrecido. Luego volvía a ser racional y decía que era porque no había conocido a la rubia correcta, claro que tenía diecisiete años y estaba en mi fase "sueño salir con mi ídolo".

—Eres muy divertida.

— ¡Qué va! A ti solo te divierte escuchar de los que fueron mis dramas adolescentes.

— ¿Cómo va eso de superar a Ethan viéndote...?

—No me lo recuerdes —Sus mejillas se sonrojan sólo un poco—, eso es demasiado vergonzoso. Muy vergonzoso.

—Parece incluso que Halle hubiese conspirado en tu contra.

—Nunca me había hecho popo y justo ese día lo hace.

—Bueno, soy la chica a la que medio mundo le vio los pechos, así que de pecho público a pecho público, siempre es bueno alegrar la vista de los demás —bromeo haciéndola reír.

—Es admirable que eso no te derrumbara.

—Estuve mucho tiempo derrumbada, pero alguien me dijo que no debía dejarme caer.

—Nunca hay que rendirse.

—Nunca.

Ella vuelve a cantar la canción que suena y sonrío, este será un viaje divertido con Grace.

***

— ¿Doy vueltas y me llamas cuando estés lista para irte? —pregunta cuando se estaciona frente a la casa. La miro confundida.

— ¿Piensas que solo te estoy utilizando? No seas tonta, baja del auto conmigo.

—No conozco a April y honestamente tampoco conozco a Ethan, quizás los incomode.

—Tonterías, vamos.

Ella se encoge de hombros y apaga el auto bajando junto a mí. La casa es pintoresca, de hecho es quizás la más sencilla de la urbanización, sobre todo mucho más sencilla que la enorme casa de la entrada, la casa donde Ethan creció.

Toco el timbre cuando estoy frente a la puerta y una adorable mujer mayor de cabello un poco canoso nos recibe con una sonrisa, pero pareciendo desconcertada.

— ¿Puedo ayudarlas en algo?

—Sí, estamos vendiendo galletas —dice Grace—. No es cierto, solo bromeaba, ni siquiera tenemos galletas.

— ¿Sucede...? ¡Hilary! —exclama Ethan ubicando sus manos sobre los hombros de la mujer—. July, ella es Hilary es mi amiga y ella es... ¿Grace?

—Sí, ese es mi nombre.

Ethan ríe negando con la cabeza, es evidente que no preguntaba su nombre, solo estaba sorprendido. La mujer estrecha nuestras manos y asiente antes de entrar.

—Es la abuela de April. Pasen adelante.

Grace y yo pasamos. Un llanto se escucha, pero cuando llegamos a la pequeña sala no es difícil ver que es uno de los bebés llorando.

April alza la vista y me sonríe, luego desplaza su vista hacia Grace y parece sorprendida.

— ¡Hola a ti! —dice Grace tomándome por sorpresa—. No puedo creer que seas la misma April de Ethan.

—No soy de Ethan —dice April riendo mientras nos acercamos, Ethan enarca una de sus cejas, parece igual de sorprendido que yo ante el reconocimiento de ambas mujeres—. Conocí a Grace hace unos años en la clínica.

Grace sacude su cabeza y sonríe hacia ella.

—Te dije que ibas a salir adelante y ahora tienes dos bebés.

—Yo también te dije que ibas a salir adelante —Asegura April antes de observarme—. ¡Felicidades! Ethan me dijo sobre la sorpresa de tu embarazo.

Grace me observa con sorpresa, eso no lo sabía.

—Es bastante perverso que le hagas publicidad a la banda de tu amigo a una chica en una clínica —dice Grace con una sonrisa sentándose al igual que yo. Ethan se sienta frente a nosotras, junto a April—. Me dijiste que me sentiría mejor si escuchaba esa banda.

— ¿No lo hizo?

—Lo hizo —concede Grace sonriendo, ve hacia la bebé en el coche—De verdad me alegra mucho que todo esté bien contigo. Siempre me pregunté que había sido de ti.

—Lo que se traduce a que te preguntabas si estaba viva.

—April —dice Ethan entrecerrando sus ojos, ella ríe.

—No lo digo en mal plan, podría decirte que también me preguntaba por ti, pero conocí a tantas personas durante el tiempo que estuve en la clínica que pensar en que todos ustedes estuvieran bien sería condenarme a nunca descansar.

No puedo evitar ponerme de pie y sin tan si quiera pedirlo, saco a la bebé del choche. A la hermosa Zoey que se enrolla sobre mi pecho cómo si quisiera hacerse una bolita. Es calientita, pequeña y tiene ese maravillo olor de bebé.

— ¿Quieres cargar a Nathan? —cuestiona April a Grace, quien asiente.

—No te había visto Grace, desde... ¿El incidente? —dice Ethan con una sonrisa divertida, Grace aclara su garganta.

—Sí, desde el incidente.

—Un memorable incidente. ¿He mencionado que ese es un bonito recuerdo?

—Ethan, qué pesado —le digo haciéndolo reír.

—Solo quiero que Grace sepa que conservo muy buenos recuerdos —asegura con fingida inocencia, April rueda sus ojos.

—No sé qué hiciste, Ethan Abrahams, pero estoy segura que esa sonrisa comemierda es de que tienes pensamientos perversos.

—Soy un ángel, April.

—Y yo una virgen —replica April. Ethan ríe y besa su cabeza

— ¿Quieren algo de tomar?

Asentimos e inmediatamente desaparece en la cocina, April me da una gran sonrisa.

—Lo está tomando mejor de lo que esperaba.

—Parece espléndidamente feliz —aseguro besando la cabeza de Zoey.

Ella asiente y luego observa con diversión a Grace.

— ¿Qué es ese recuerdo tan divertido que tiene Ethan de ti?

—Por favor, no me hagas recordarlo —pide Grace entrecerrando sus ojos grises—, fue su culpa.

—No es mi culpa haber entrado en el momento perfecto para apreciarte —grita Ethan desde la cocina.

—Dile que se calle.

—Ethan, cállate —Le grita April—. ¿Mejor?

— ¡Tengo derecho a expresarme! —grita de vuelta Ethan.

—Lo siento, Grace, pero cuando está en ese plan, nadie puede callarlo —Se disculpa pero pareciendo muy divertida—. ¿Pueden cuidarlos brevemente mientras aprovecho a darme un baño?

—Claro, no hay ningún problema —aseguro.

***

30 de abril, 2013.

Mientras respiro hondo tras haber respondido la última pregunta de los profesores evaluando mi defensa de trabajo de grado, solo puedo pensar en sí mi vestido es lo suficiente holgado al caer bajo mis pechos para ocultar que definitivamente ya no estoy tan plana.

Me remuevo incómoda viéndolos conversar en voz baja sobre sus opiniones. Me esforcé mucho en esta tesis, le puse empeño y pasión desde el momento en el que la inicié. Nunca la descuidé, creo que merezco el reconocimiento.

Sé que me ha ido bien, yo lo sé.

Confío en esto y en lo que he hecho. Estoy muy orgullosa de los resultados.

Los miro con impaciencia, cuando los ojos de los tres profesores vuelven a mí, sonrío. No sé si sentirme intimidada o afortunada de que el profesor Joseph sea uno de los que me evalúa.

—Señorita Jefferson ¿Cómo cree usted que lo ha hecho? —pregunta el profesor Joseph. Inmediatamente enderezo mi espalda.

—Creo que lo he hecho muy bien, ha valido la pena mi trabajo de investigación y aunque los resultados no fueron los planteados, estos no dejaron de ser óptimos.

— ¿Tenía preparada la respuesta? —bromea con un dedo bajo su barbilla.

—Si la hubiese planeado, seguro hubiese tartamudeado tratando de recordar.

Ellos ríen y hacen unas anotaciones. De un momento doy un respingo ¿Ha sido eso lo que creo que es?

— ¿Se encuentra usted bien, señorita Jefferson?

—Sí, profesor Joseph —murmuro juntando mis manos para evitar fuertemente llevarlas a mi vientre.

—Bueno, creo que tu trabajo de investigación ha sido innovador, fuiste arriesgada. Lo único que me hizo un poco de ruido es una de las fuentes que citaste, pero todo lo demás me ha parecido bastante bien, creo que lo que ha acabado por realmente hacerme aplaudir tu trabajo es que tu defensa ha sido muy buena. Estoy seguro de que escucharemos de ti en el futuro.

—Gracias, profesor —Creo que mi sonrisa podría dividir mi rostro en este momento. No sé si son hormonas, pero siento ganas de llorar de alegría.

—Creo que en ese caso, estamos a poco tiempo de dejar de ser profesor y alumna, para ser colegas —sentencia el profesor Collin.

Mordisqueo mi barra de chocolate antes de finalmente llegar al estacionamiento de la universidad en donde pacientemente Doug me está esperando. He recibido mi auto de nuevo, pero cierta persona alega no sentirse seguro por mi manera de conducir, tampoco es que tenga alguna queja hacia el hecho de tener un sexy conductor privado.

— ¿Es en serio, Hilary?

— ¿Qué? —cuestiono sin entender deteniéndome frente a él.

—Me has hecho esperar porque ibas por una barra de chocolate.

—Bueno, quería una barra de chocolate, Doug.

—Y yo quiero saber cómo te fue —dice alzando sus manos—. Podía haber conseguido una barra para ti después de que me dijeras cómo te fue.

—Pero quería una barra ahora.

—Antojosa —Me acusa antes de sonreír—. Dime ¿Cómo te ha ido? Por cierto ¿Te he dicho que te ves hermosa hoy?

—Me lo has dicho ya varias veces. Y me fue estupendo, fue tan emocionante. Al principio estaba muy nerviosa, pero a medida que hablaba me fui sintiendo más a gusto y segura.

— ¿Y...?

— ¡Y mi tesis fue súper aprobada! ¡Voy a graduarme!

Inmediatamente me abraza y yo protejo mi barra de chocolate mientras le devuelvo el abrazo.

— ¡Felicidades, princesa! ¡Te dije que lo lograrías! Todos te lo dijimos.

—Me siento tan feliz —Le sonrío—. Espera, esa no es la única noticia.

— ¿No?

—No, adivina quién estuvo presente mientras defendía mi trabajo de grado.

—Uhm ¿Katherine? —Niego con mi cabeza— ¿Frank? ¿Jane? ¿David?

— ¿Conoces el nombre de todos mis amigos?

—Eso creo, pero dime quién estuvo presente.

Le sonrío antes de señalar mi vientre, él enarca sus cejas y quiero ofenderme ante la mirada que me da, cómo si yo estuviera loca y sintiera pena de mí.

—Se movió.

—Tienes que estar bromeando. No puede hacer su primer movimiento cuando yo no estoy, eso es contra las reglas.

— ¿Tenemos reglas?

—No te enfoques en eso, enfócate en el hecho de que se movió sin mi presencia. Eso no es nada justo.

—Bueno no podía decirle "no te muevas", igual fue algo muy leve.

Doug frunce el ceño viéndome intensamente, contengo las ganas de reír de su actitud infantil. Luego sus manos están en mi vientre.

—Vamos, una patada, algo. Dile que se mueva, Hilary.

—No puedo decirle simplemente que se mueva, Doug —indico riendo.

—Me puedo hasta arrodillar para hablarle, pero dile que se mueva.

—No seas tonto.

Riendo veo cómo se deja caer sobre sus rodillas y presiona sus labios sobre mi vestido, miro cómo algunas personas nos observan.

—No seas tonto, ponte de pie.

—Rayito por favor muévete, yo te invoco. Muévete para mí.

— ¡Doug! Hace que las personas nos vean, ponte de pie.

Muy a su pesar se pone de pie y entrecierra sus ojos hacia mí.

—Ustedes dos han roto mi corazón hoy con su traición.

—Pero qué drama.

—Me siento traicionado.

—Vas a superarlo, Doug.

***

4 de mayo, 2013.

Tomo rápidamente las manos de Doug y las llevo a mi vientre, haciendo que él se calle de manera abrupta. Lo miro con una sonrisa, la sonrisa de él se hace muy amplia.

— ¿Es ahora la vida justa? —le pregunto.

—Oh, realmente se está moviendo. ¡Se mueve!

Asiento. Es sumamente extraño e incómodo, se siente cómo si por dentro todo se revolviera, pero a la vez es increíble y sorprendente. Todavía me sorprende que estuvo creciendo por mucho tiempo dentro de mí sin que me diera cuenta.

— ¿Qué tan grande estás para que comiences a patear? —Le cuestiona Doug alzando mi camisa, me sonrojo—. ¿Por qué te sonrojas?

—Porque es evidente que ya no tengo un abdomen plano, mira cómo es ovalado ahora. Dentro de poco seré enorme.

— ¿Y eso es malo?

—No, solo... es extraño.

—Estoy ansiando que crezca, me gustaba ver a Kae embarazada, me gustó cuando vi a April. Ahora voy amar verte embarazada, bueno ya se nota, pero hablo de cuando esté totalmente crecida tu pancita.

—En mi acto de graduación voy a tener mi vientre muy crecido —él besa bajo mi ombligo y baja mi camisa.

—Encontrarás el vestido perfecto que te hará lucir más hermosa de lo que eres... ¿Vas a llorar?

—Solo porque me siento muy feliz cuando dices cosas cómo esas. He visto y escuchado de muchas chicas pasando trabajo en situaciones como estas y me siento tan afortunada de tener a ti y mi familia, que no encuentro razones siquiera para estar triste y no desear a Rayito.

»No estoy en mala posición económica, mis estudios están completos, tengo trabajo y mi novio no me da la espalda, parece egoísta siquiera sentirme triste por engordar cuando hay mujeres embarazadas en el mundo pasando trabajo y lidiando con idiotas.

—Vaya, hoy estás particularmente sensible.

—Es que me estoy sintiendo muy afortunada.

Doug hace mi cabello hacia atrás y toma mi rostro entre sus manos, me da una pequeña sonrisa.

—Yo también me siento afortunado, pero no tienes por qué llorar.

—No lo sé, las lágrimas se forman solas —digo riendo sintiendo una deslizarse—, no lo controlo.

—Mi Dios, eres tan hermosa Hilary incluso cuando lloras por cosas que no deberían hacerte llorar.

— ¿Qué vamos a hacer?

— ¿Cómo que qué vamos a hacer?

—Sí, me refiero a cómo esto va a funcionar. No quiero dejar mi apartamento y no sé cómo me siento hacia la idea de una mudanza. Pero tendremos un bebé.

—Soy mal novio, ni siquiera había pensado en eso.

—No te sientas mal, yo tampoco lo había hecho hasta que Ethan lo mencionó hace unos días.

Él camina hacia mi cama y se sienta, luego tira de mi cuerpo y me hace sentarme a horcajadas sobre él. No es una mala posición. Con mis manos peino su cabello rubio.

—Quiero que tenga tu cabello —murmuro— y esos bonitos ojos tuyos.

— ¿Qué pasa con tus ojos? Son hermosos.

—Es que quiero que tenga todo de ti.

—Esa es una confirmación de que realmente te traigo loca —bromea presionando brevemente sus labios sobre los míos.

—Es que te amo mucho y la idea de más de ti parece increíble. Incluso que tenga tus labios.

—No estás dejando que tome nada de ti y yo amo todo de ti.

—Pero que sea cómo tú.

—Ya veremos cómo quién será —asegura sonriendo—, pero ahora hablemos sobre nuestros planes.

— ¿Cuáles son nuestros planes?

—No quieres mudarte de aquí y lo entiendo. Katherine y tú han moldeado este apartamento a ustedes, lo han hecho suyo. La idea de venir a vivir contigo sería cómo invadir tu espacio y el de Katherine, además de que Ethan está dejando el apartamento para mí.

— ¿Cuál es la solución?

—Puedo ir y venir. Tú también puedes hacerlo. Será cómo darle dos hogares. Haremos su habitación en mi apartamento, también puede tener una acá. Entonces cuando nos sintamos listos realmente podremos buscar un lugar para nosotros.

—No será fácil, pero podemos intentarlo.

—Esa es la actitud —Me da una mirada picara—. ¿Si sabes que me he dado cuenta de que estás excitada, verdad?

— ¡Doug! —grito cubriendo con mis manos mi rostro.

— ¿Qué? Solo digo que me doy cuenta. No llevas sujetador y tus pezones son muy visibles, además estás toda sonrojada y manos sueltas conmigo.

— ¡No estoy manos sueltas!

— ¡Desde luego que sí! Estabas acariciando mi cuello, bajo mi nuca y cabello de la manera en la que sabes despiertas a rayo McQueen.

— ¡Eres un pesado!

— ¡Y tu una mujer excitada avergonzada!

Busco de bajarme de su cuerpo, pero con sus manos en mi trasero me mantiene en el lugar, es vergonzoso el hecho de que dice la verdad.

— ¿A dónde crees que vas? Has despertado a alguien, princesa, ahora quiere jugar.

—No hables de tu pene de ese modo. No seas raro.

Él ríe y besa la comisura izquierda de mi boca antes de con una de sus manos sacar mi camisa y dejar mi torso desnudo.

—Deja de ser una quejica. Vamos a la que es nuestra prioridad en este momento.

—Tú eres solo hablar y nada de acción —Lo provoco haciendo que su rostro luzca sorprendido y luego ofendido.

— ¿Estoy recibiendo una queja, Hilary?

—Sigues hablando...

—Mujer traviesa —dice antes de comenzar a besarme, me gusta provocar a Doug, es divertido—. Solo para que lo sepas, ya que estás tan mandona, entonces tú arriba. Estás al mando.

—Entonces cállate y obedece, bésame.

—¡Vaya! No dejas de sorprenderme.

— ¿Doug? ¿Realmente puedes callarte y besarme?

Él ríe y me besa, yo sonrío. Una vez más me siento afortunada y solo deseo que en algún momento de sus vida cada mujer viva y experimente el tipo de amor que siento por Doug, es algo que merece ser vivido y experimentado.

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