Capítulo Cincuenta y Ocho


Capítulo cincuenta y ocho

11 de enero, 2014.

—Nos están tomando fotos —señalo, Doug se encoge de hombros y seguimos caminando.

—Ignóralos —Es su consejo—. ¿Es por aquí donde estuviste haciendo todas tus caminatas?

—Sí —respondo, siento su mano entrelazarse con la mía mientras continuamos caminando.

Ambos llevamos ropa deportiva, estamos haciendo la misma caminata que hacía para recuperarme mientras vivía de nuevo con mis padres, Jeff está con mamá.

Doug libera mi mano y palmea mi trasero con diversión, me da una gran sonrisa.

—Mujer perezosa, es hora de comenzar a trotar realmente —indica antes de marcharse trotando. Niego con mi cabeza antes de comenzar a trotar detrás de él, aunque lo esta haciendo algo rápido.

Me siento avergonzada cuando trota de espaldas y sonriendo hacia mí gritando cosas "motivadoras", pero que definitivamente están llenas de insinuaciones sexuales, seguro que no soy la única en notarlo.

—Vamos, princesa. Muévete más rápido.

— ¡Cállate! —grito riendo.

Vuelve a trotar de frente y para ser honesta es una buena vista la que obtengo viéndolo trotar, siento movimiento a mi lado y me sobresalto deteniéndome abruptamente y ocasionando que tropiece con mis propios pies. Unos brazos me ayudan a no caer. Respiro hondo.

—Lo siento, no quería asustarte.

—Bueno, de algún modo siempre terminas asustándome —rio dando un paso hacia atrás, liberándome de su agarre. Él me sonríe.

—Hace mucho no venías a caminar por acá, ahora resulta que trotas —ríe.

—Sí, ya no vivo cerca de acá, estoy caminando en otra ruta —respondo—. ¿Qué tal anda el nuevo proyecto?

Recuerdo que ayer cuando me escribió mencionó algo de un proyecto de un parque, mis respuestas siempre trato de que sean cordiales y que no dejen malas interpretaciones para Jasper, y por lo que parece él lo ha entendido muy bien.

Miro al frente y no hay rastros de Doug, rayos, quizás siguió sin darse cuenta que no lo seguía, por otra parte a una distancia prudente, Pet se mantiene cuidándome.

—Muy bien, firmé el contrato.

—Qué bueno ¡Felicidades! —suelto mi cabello para acomodarlo de nuevo en la cola y noto su mirada en mi mano. El anillo

— ¡Vaya!

—Sí...

—Eres una princesa perezosa ¿Te cansaste? Mira que... —Doug se detiene a mi lado notando la presencia de Jasper, aun así Doug le sonríe en saludo.

—Doug él es Jasper, Jasper él es Doug.

—Qué bueno conocerte finalmente, Jasper —dice Doug estrechando su mano—. Durante un tiempo escuché de ti.

—Me gustaría decir lo mismo...

—Técnicamente sí escuchaste de él —comento—, esel papá de Jeff.

—Oh, claro —dice Jasper rascando su barbilla pareciendo muy incómodo. Doug se mantiene observándolo.

Todo se torna a un silencio incómodo, al menos para mí lo resulta. Doug no borra su sonrisa y tiene el descaro de preguntarle a Jasper que tal le va en la arquitectura, de hecho Doug habla sin parar y Jasper parece aturdido. Soy espectadora en este momento.

—Bueno, seguiré mi ruta. Te veo luego, Hilary, un placer Doug.

—Sí, hasta pronto—dice Doug.

—Nos vemos, Jasper.

Jasper me da una breve mirada, sacude su cabeza y regresa trotando por donde supongo que vino. Ladeo mi cabeza hacia Doug, tiene el indicio de una sonrisa en su rostro.

—Ese hombre quiere quitarle las bragas a mi prometida —dice sin dejar de ver por donde se fue Jasper—, pero esas bragas solo las quito yo. Él tendrá que buscarse a alguna chica, pero sus ojos tienen que ir fuera de mi princesa.

— ¿Celoso?

—Sentiría celos si sintiera algún peligro de tú interesada en él, pero estuvimos separados y lo único que hiciste fue huir de una cita. Así que solo siento empatía hacia ese pobre hombre que puso los ojos en la mujer equivocada.

—Vaya, pero que maduro —me burlo.

Me guiña un ojo y camina hacia mí, me da la espalda.

—Sube, mujer perezosa, te llevaré sobre mi espalda. Será mi nuevo método para hacer ejercicios.

No espero a que lo pida de nuevo, soy una buena novia dispuesta a ayudarlo a hacer ejercicios. Subo a su espalda enredando mis piernas alrededor de su cintura y mis brazos en su cuello. Presiono mis labios de su mejilla y él ríe.

—No te pongas cariñosa, que despiertas al rayo y no quiero trotar con una dolorosa erección, al menos claro que quieras que te lo haga fuerte y contundente contra algún árbol, expuesto a que nos vean.

— ¡Doug!

—De acuerdo, pero entonces calma esas manos que están acariciando mi pecho —pide comenzando a trotar, Pet nos sigue y con su ropa de deporte no tiene la pinta de un guardaespaldas, además va a una distancia prudente.

Me causa gracia todo el movimiento que siento al estar sobre su espalda mientras trota, él va cantando alguna canción de Bruno Mars. Quizás varias personas lo reconocen, pero él va trotando tan rápido que a las personas no les da tiempo de reaccionar, sin embargo, las mujeres parecen tener tiempo para darle miradas aún cuando me lleva sobre él. Ruedo mis ojos y lo abrazo más fuerte con mis extremidades.

—Te amo —murmuro contra su oído y tengo el impulso de morder el lóbulo de su oreja, lo cual hago.

—Mierda.

Doy un grito cuando se detiene y de una manera que me sorprende, logra llevarme a su parte delantera, recuesta mi espalda de algún árbol y comienza a besarme de manera profunda y húmeda.

Siento sus manos en mi trasero mientras traslada sus besos a mi cuello, soy vagamente consciente de que cualquier persona podría fotografiarnos, pero ¿Qué es lo peor que podría pasar? Al menos esta vez mis pechos no terminarán en cada noticia de Inglaterra o mejor dicho, en todas las noticias globales.

—Bueno, Doug, no quiero interrumpirte...—escucho a Pet y Doug sonríe contra mi cuello.

—Estás arruinando la diversión, Pet.

—Lo siento, Doug, pero es mi deber decirte que hay ciertos fotógrafos muy interesados en fotos de... Su demostración de afecto.

Doug rueda sus ojos, me da un corto beso y deja mis pies sobre el suelo. Palmea el hombro de Pet.

—Gracias, Pet.

— ¿No volverás a cargarme? —pregunto, él enarca sus cejas hacia mí.

—Ya vimos cómo terminó eso, así que trota por tu cuenta perezosa.

—Aburrido.

Lo escucho reír mientras comienza a trotar de nuevo, cómo no quiero trotar camino junto a Pet, la sensación de ser observada está ahí, pero se trata de los fotógrafos. Me tranquilizo.

***

14 de enero, 2014.

—Chocolate, chocolate, queremos chocolate —canto sosteniendo a Jeff, mi sobrino quien está con nosotros canta conmigo.

— ¡Chocolate, chocolate! —canturrea Harry Daniel golpeando sus manos de la mesa. Doug ríe.

—De acuerdo, primero traiga las muestras de pastel que sean rellenos de chocolate —cede Doug.

La dueña de la pastelería sonríe y se aleja dando órdenes a sus trabajadores. Estamos en la prueba de pastel, no puedo creer que falte un mes para nuestra boda.

Bajo la vista hacia Jeff, puede que el principio para mi hijo y para mí fue difícil, pero ahora el niño parece encantado y fascinado conmigo. Él me observa y cuando le devuelvo la mirada, sonríe y hace ruiditos de bebé. Doug tiene razón, con una sola mirada lo alboroto.

— ¿Tu también quieres chocolate, niño rubio? —pregunto con esa voz infantil que todos hacemos cuando le hablamos a un bebé. Jeff sonríe y mueve mucho su pequeño cuerpo recostado en mis brazos, Doug ríe.

—Niño de mami —Lo acusa presionando su dedo de su pequeña nariz, Jeff hace un pequeño grito que sobresalta a mi sobrino.

—Él grita —dice asombrado antes de inclinarse hacia Jeff—. El rubio grita.

—Sí amiguito, Jeff grita —asegura revolviendo sus rizos.

La primera ronda de muchos pasteles rellenos de distintas mezclas de chocolate llega y creo que tanto mi sobrino cómo yo, no sentimos en el paraíso. Es esta la razón por la que lo traje, porque sé que con su ayuda el pastel de boda será de relleno de chocolate, Doug no podrá contra nosotros dos.

Dejo a Jeff sobre su coche y no parece muy contento, de hecho hace pucheros hacia mí, pero Doug lo silencia dándole su chupete, creo que Jeff cree que Doug juega porque deja de succionar el chupete y sonríe, Doug vuelve a presionar contra su boca y él sonríe de nuevo.

—Hijo, no estoy jugando. Concéntrate en el chupete y luego te cargo, lo prometo —murmura Doug besando su frente.

Cómo si lo entendiera Jeff se distrae succionando sin parar su chupete, pero gira su rostro hacia mí, rápidamente retiro la mirada antes de que piense que juego con él y comience a sonreír y llamar mi atención.

—Este es chocolate amargo con nueces y...

—Hay lugares donde le dicen nueces a ciertas áreas del cuerpo de un hombre —La interrumpe Doug, niego con mi cabeza mientras la mujer se sonroja.

Tomo un bocado del pastel y me concentro en saborearlo, tomo otro poco con la cucharilla dándosela a mi sobrino. Él hace una mueca de desagrado.

—Fuchi, no tiene azúcar —se queja frunciendo mucho el ceño. Doug y yo reímos.

Me mantengo probando muchos pasteles junto a Doug y mi sobrino. Creo que las opiniones de Harry Daniel son realmente buenas, incluso creativas, resulta más útil escogiendo pastel que Doug.

—Este esta muy rico, tía Hil —dice mi sobrino le doy otra cucharada del mismo pastel y yo tomo otra.

Por supuesto que es divino, es relleno de nutella y chocolate blanco, para los amantes del chocolate es la gloria, mi gloria. Doug lo saborea y aun cuando él no es realmente amante del chocolate me sonríe.

— ¿Es este realmente el sabor para un pastel de bodas?—pregunta viendo de reojo a Jeff.

— ¿Queremos o no queremos este sabor para el pastel, sobrino?

— ¡Lo queremos! —asegura mi sobrino con seriedad, viendo con fijeza a Doug—. Rico, rico.

Doug ríe y mira del pastel a mí. Cierto que no se suele apreciar un pastel blanco, elegante y matrimonial relleno de tanto chocolate, pero soy la novia y esta novia ama el chocolate. Es mi boda y si a las personas no les gusta el pastel, entonces mi sobrino y yo podremos comer más, apuesto a que Halle con gusto se unirá a nosotros.

—No puedo competir contra estos dos —indica Doug sacando a Jeff del coche, inmediatamente él sonríe. Doug lo pone frente a él, sosteniéndolo en el aire—. Amigo crece, porque tu mami está ganando todas las batallas y necesito algo de apoyo, ya que mi socio me traiciona por chocolate.

Jeff da una gran sonrisa y un hilo de baba cae por su barbilla, Doug ríe y lo acurruca contra su pecho.

—El pastel relleno de chocolate gana—sentencia Doug y mi sobrino sonríe de forma ganadora, pareciendo muy complacido.

—Somos buen equipo, Harry Daniel—aseguro besando su mejilla.

***

18 de enero, 2014.

Tomo mi té sentada en el sofá, Jeff aun duerme. Siento los pasos de Doug antes de que llegue detrás de mí y bese mi mejilla, su cabello húmedo de la ducha que acaba de tomar, humedece mi sien.

— ¿Vas a salir?

—No, creo que me quedo aquí con Jeff —respondo.

Él rodea el sofá y se sienta brevemente a mi lado, no sé si ignora el hecho de que va tarde para su entrevista.

— ¿No hay problema si hago que Pet me lleve? Para llegar más rápido, luego él estará de regreso.

—No hay problema, no voy a salir —digo dando el último sorbo de mi té. Sus dedos juegan con el dobladillo de su camisa que me cubre.

—De acuerdo, tengo quince minutos para llegar —Me da un beso rápido—, pórtense bien.

Ruedo mis ojos y por placer palmeo su buen trasero, lo escucho reír mientras sale del apartamento. Al bebé debe quedarle unos pocos minutos para despertar, tengo oportunidad de darme una ducha rápida. Huelo a Doug y a algo más que también tiene que ver con Doug.

***

Sostengo a Jeff dormido contra mi pecho, parece muy cómodo sobre él mientras dibujo en el block ubicado sobre mis piernas flexionadas. Es el London Eyes, para ser una chica completamente londinense, no soy de las que lo visita con mucha frecuencia, quizá sea porque principalmente no soy muy amante de las alturas.

Es relajante dibujar mientras Jeff se mantiene contra mi pecho, Emma me ha advertido que no lo acostumbre a dormir mucho tiempo sobre mí, pero no puedo evitar querer esa sensación de calidez y unión que siento al sostenerlo.

Lo siento suspirar y sonrío, sí, él está muy cómodo sobre mi pecho. Beso su cabeza cubierta de cabello rubio y continúo dibujando, al menos lo hago hasta que mi celular comienza a sonar anunciando una llamada, contesto antes de que pueda despertar a Jeff, sobre todo cuando él durmió tan poco por la noche.

Antes de contestar veo rápidamente de quién es la llamada.

—Jasper.

—Hilary —Me alerto ante lo angustiada que suena su voz—, sé que no me conoces bien, que quizá entre nosotros no exista confianza, pero eres la única persona que puede ayudarme en este momento. Por favor, es realmente una emergencia.

—Eh...

—Por favor, no te lo pediría si no fuera importante, eres la única que puedes ayudarme en este momento.

—De acuerdo, cálmate. Me estás asustando ¿Qué sucede?

—Es mi papá, Dios es algo horrible lo que ha pasado —Creo que comienza a llorar.

— ¿En dónde estás?

—En mi apartamento.

—Bien, según lo que me has dicho vives algo cerca de mis padres. Voy a ir a verte, tranquilízate. Necesito que me dejes la dirección exacta —hablo poniéndome de pie y dejando con sumo cuidado a Jeff sobre la cama—. No puedo dejar al bebé. Me tomará veinte minutos o más llegar.

—Bien, lamento incomodarte pero... —Se quiebra mientras llora.

—Tranquilo, no hay problema.

Cuando finalizo la llamada, abrigo rápido a Jeff, es bueno siempre tener una pañalera preparada, guardo un poco de su leche, me cubro con un abrigo, tomo mis llaves, estoy por salir con Jeff en mis brazos aun dormido, pero escribo rápidamente una nota.

"Pet, voy a ayudar a un amigo, Jasper el chico del parque. Estaré cerca de donde viven mis padres, te dejo la dirección por mensaje de texto en cuanto la tenga. Voy en mi auto."

Salgo del apartamento y pego con cinta adhesiva rápidamente la nota en la puerta, Alana está en el pasillo y me da una sonrisa falsa mientras me ve alejarme con él bebé.

Subo a mi auto y espero pacientemente que tras preguntar la dirección a Jasper, esta llegue. Decido escribirle rápidamente a Doug.

"Jasper tiene una emergencia, voy a ayudarlo. Dejé una nota para Pet, te aviso en cuanto llegue"

No espero su respuesta porque debe de estar en la grabación del programa, noto que mi celular tiene 5% de batería, lo que me faltaba. Espero y la dirección llegue rápido antes de que se termine la batería del celular.

Justo cuando mi celular está despidiéndose de mí, el mensaje de Jasper llega. No me queda más remedio que memorizar rápido la dirección, al estar a diez minutos de la urbanización donde viven mis padres es fácil de memorizar mientras el traidor celular se apaga.

Enciendo el auto y vuelvo mi vista, Jeff sigue durmiendo el portabebés. No es momento para la Hilary abuelita en el volante, manejo más rápido de lo que suelo hacerlo, pero sin arriesgar mi seguridad y la de Jeff, después de todo Jasper necesita mi ayuda, no que termine en un hospital.

***

Jeff esta en el portabebés que sostengo con fuerza junto a la pañalera que cuelga de mi hombro, presiono el timbre del apartamento, unos segundos después, Jasper con los ojos irritados y luciendo desaliñado abre la puerta.

Lo primero que hace es abrazarme mientras llora, casi pierdo el equilibrio y el movimiento brusco ocasiona que Jeff se despierte. Debe necesitar mucho consuelo porque su abrazo podría asfixiarme.

Aun con su tristeza me ayuda con el portabebés. Me esperaba un desastre, pero por suerte el único desastre es Jasper, el apartamento está limpio.

Dejo a Jeff sobre uno de los sofás aun en portabebés, parece absorto observando todo a su alrededor, se ha despertado de buen humor lo cual es bueno. Jasper se sienta en uno de los sofás y esconde su rostro entre sus manos mientras llora. Me siento a su lado.

—Oye, no sé que sucede, pero aun cuando no puedo asegurarte que todo va a estar bien, seguro mejorará —Paso mi brazo por su hombro— ¿Qué sucede?

—Es mi papá... Está muriendo y no puedo hacer nada.

Tengo la fortuna de contar con mis padres, no sé ni quiero saber cómo se siente perder a alguno de ellos, por lo que no sé cual son las palabras que pueden brindarle consuelo; así que me mantengo en silencio y lo abrazo.

Lo dejo llorar todo lo que necesita, acariciando su espalda, creo que la mejor forma de ayudarlo es hacerle saber que estoy aquí.

Espero que se tranquilice porque necesito que me facilite un cargador para mi muerto celular, pero es necesario que primero él se sienta mejor.

Lo dejo en el sofá y me movilizo en su cocina, busco hasta encontrar una bolsita de té. Sí, hacerle un té estará bien. Me muevo en silencio preparando un té para él, es gratificante que Jeff esté tan tranquilo.

Una vez el té está listo, camino hacia él y lo deposito en sus manos, me da una pequeña sonrisa. Me siento de nuevo a su lado.

Dejo que pasen unos minutos en silencio mientras observo todo el apartamento. Es pequeño, pero es bonito, quizá está demasiado amueblado para lo pequeño que es, pero supongo que funciona para él.

—Jasper —Lo llamo, él me observa dejando la taza de té en la pequeña mesa frente a nosotros—, necesito cargar mi celular, quedé en escribirle a alguien que pasará a buscarme y...

No termino de hablar porque estoy demasiado sorprendida, helada e impactada. Los labios de Jasper están cubriendo los míos y aunque creo que intenta darme un beso suave, con mis manos en su pecho lo alejo.

Creo que mis ojos están muy abiertos. Estoy debatiéndome si debo gritarle o aclararle que no está bien de manera amable puesto lo que está sucediendo con su padre.

— ¿Qué sucede, Hilary? —esa pregunta me toma por sorpresa.

—Que no puedes besarme —resalto lo obvio—. Tengo novio, lo que es aun más, voy a casarme.

Niega con su cabeza y suspira cómo si no entendiera mis respuestas. Lo intento de nuevo.

—Jasper, necesito que me prestes un cargador para...

—Comunicarte con alguien y que vengan a buscarte. Lo entendí —Me dice recostando su espalda y cabeza del sofá.

Espero algún movimiento, pero se mantiene en silencio. Esto es tan incómodo, Jeff se queja reclamando atención, dentro de poco va a ser su hora de comer.

—Tú no lo entiendes, Hilary —dice poniéndose de pie y caminando hacia la cocina—. ¿Recuerdas mi apellido?

—Eh, claro —digo poniéndome de pie y siguiéndolo a la cocina. Se gira y me da una leve sonrisa.

—Soy hermano de la mamá de Frank, el hermano pequeño. Lo que quiere decir que soy tío de Frank.

Esa noticia me toma por sorpresa, no es cómo si alguna vez me interesé por conocer a la familia de Frank, con conocer a sus padres ya era suficiente para todos.

—Bueno, tienes un buen sobrino —Es todo lo que digo.

—Ya sabes cómo es Frank con su fotos y vídeos —dice fregando la taza en donde le serví té—. Creo que le gustas...

—Le gustaba —No puedo evitar corregirlo.

—Estabas en muchas fotos con él al igual que otra chica, pero me pareciste muy llamativa.

Mordisqueo mi labio, no me gusta mucho hacia donde nos dirigimos, de hecho no me gusta que ya no esté llorando. Prefiero al Jasper desolado al Jasper tío de Frank.

—Fui a la graduación de Frank, te vi.

—Uhmm, interesante. Mira, está buena la historia, pero ¿Qué tal si consigues el cargador para m?

— ¿Quieres irte?

—No es ese el asunto, el asunto es que...

—No vas a irte.

—Mierda —digo asustada cuando mira con fijeza un cuchillo, de mí brota una risa nerviosa—. Tienes que estar bromeando.

—Vi cada foto que Frank tenía de ti, te vi en la graduación y me pareciste aun más impactante en persona. Te vi tontear con un hombre rubio, eso no significaba un problema realmente, al menos pensé eso hasta que te quitaste la toga y me fije que estabas embarazada. Soy un hombre de principios ¿Sabes? Por lo que me retiré y me dije que no había nada que hacer contigo. Pero existe el destino, Hilary, supe que existía cuando te vi comenzar a caminar en el mismo parque en el yo lo hacía.

Creo que la razón por la que no interrumpo su dramático discurso es porque estoy asustada y demasiado sorprendida, además mi vista se concentra en ese cuchillo que no suelta.

—Hice miles de conversaciones en mi mente para saber cómo debía acercarme, pero siempre me acobardaba, hasta que lo logré. Había escuchado todos esos rumores en internet sobre tu y ese rubio no estando juntos. Yo vi esa mirada triste que tenías en todas tus fotos, supe que él no te merecía. Entonces si todo iba bien con nosotros ¿Por qué volviste con él?

Tengo la tentación de aclarar que no hay un nosotros, pero seguro esa aclaración él no va a tomarla muy bien. Podría correr hacia la puerta, siempre y cuando esta no tenga seguro. Claro que podría hacerlo si estuviera sola, pero está mi bebé y desde luego que primero dejo que ese cuchillo me perfore a permitir que Jeff se quede aquí.

—Creo que has confundido las cosas —digo finalmente—, siempre he dejado claro que podemos ser amigos Jasper, eres un buen hombre y...

—Yo no quiero ser tu amigo —me corta—, si quisiera una amiga buscaría a cualquier mujer en la calle y no te tendría aquí.

— ¿Tú papá...?

—Mi papá está muerto desde hace mucho, Hilary —Rueda sus ojos—, aunque es lindo que te preocuparas.

— ¡Dios! Eso te hace cómo un maldito bastardo —no puedo evitar decir.

—Puede ser, pero entonces me hace un bastardo con suerte que te conoce lo suficiente bien cómo para saber que no te negarías a ayudarme.

—Eso no dice que me conozcas bien, es de sentido común saber que cualquiera iba a ayudarte. Esto no es divertido, por lo que me temo que voy a irme.

—No te muevas, Hilary, realmente te quiero en mi vida y no voy a dejarte salir de aquí. Ese rubio no te merece.

—Ese rubio es el papá de mi hijo.

—Puedo ser el padre de Jeff, realmente me agrada.

—Oh, bueno, eso es muy considerado y gentil de tu parte ¿Cuándo vamos a cambiar su apellido?

—No me gusta el tono irónico que usas.

El llanto de Jeff me sobresalta y me giro dispuesta a irme. Mi cuerpo se congela cuando pasa su brazo por mi cuello con el cuchillo presionado a mi garganta. Está mierda no puede estar ocurriéndome a mí.

Tanto cuidarme de Robert pensando que era el mayor peligro y resulta que el tímido Jasper es el peligro para mi vida.

— ¿Qué mierda te sucede? ¡Mi hijo está llorando!

—Vas a irte, no puedo dejar que te vayas —indica presionando el cuchillo, seguramente dejará algún rasguño.

—No voy a irme —intento razonar—, pero el bebé tiene hambre, debe comer ¿Cómo pretendes ser su papá si vas a dejarlo pasar hambre?

Por favor, créeme.

A los locos hay que seguirle la corriente y para mí, Jasper está muy loco.

Lentamente me libera, camino ordenándome no temblar hacia la sala, Jeff está molesto, su rostro está carmesí mientras llora. Lo saco del portabebés. Intento calmarlo y observo cómo Jasper tantea la pañalera hasta encontrar el biberón, mi mano temblorosa lo toma cuando me lo extiende.

Jeff nota la tensión de mi cuerpo porque mientras come está inquieto y de cuanto en cuanto deja de succionar el biberón para lloriquear, pero lo insto a que continúe comiendo.

—Podemos ser una familia feliz.

—Hilary y Jeff White, sí, cómo que no suena muy bien—señalo.

Aprieta sus labios, no puedo evitar ser desagradable quizás es el modo en el que proyecto el miedo que estoy sintiendo. Recuerdo la nota que dejé en mi puerta y el mensaje para Doug, fue información vaga la que dejé, no especifiqué, solo que estaría cerca de mis padres y que Jasper era un "buen chico", desde luego no sabrían que en cierta forma estoy medio o totalmente secuestrada.

—Será mejor que nos pongamos cómodos, Hilary, porque este es tu nuevo hogar.

Loco, loco. Está muy loco.

***

— ¿Por qué no comes?

En respuesta lo miro enarcando una de mis cejas. Estoy segura que llevo horas aquí, el tiempo suficiente para que Jasper haya preparado lo que se supone sea una cena romántica. Estoy preocupada, no por mí. Estoy preocupada porque dentro de poco Jeff tendrá hambre y ya no hay leche para él, no tengo leche en mis senos.

Quiero creer que no voy a pasar la noche en este apartamento con Jasper jugando a la familia feliz. Dejo la comida intacta porque honestamente no tengo hambre y tamborileo mis dedos de la mesa. Su mirada cae a mi mano.

—Quítate ese anillo.

—Tendrás que cortarme el dedo —Es toda la respuesta que tengo para darle.

Todas mis respuestas han sido groseras y cortantes, aun así sonríe, no se quiebra.

—Cuando Jeff despierte va a estar molesto y hambriento, no hay leche. Debe comer —informo.

Se mantiene en silencio mientras come. Vuelvo la mirada al sofá donde Jeff duerme en el portabebés, espero y siga durmiendo, que lo haga hasta que logremos salir de esto, lo cual espero sea muy pronto.

Es evidente que Jasper no planeó algo, va sobre la marcha y hay muchos detalles sueltos que acabarán con esta locura en algún momento, solo espero y ese momento sea pronto.

Me retiro de la mesa y camino por la sala, no puedo entrar en desesperación. Me sobresalto cuando desde atrás sus manos tocan mis pechos, grito y me alejo. Ahora eso no me ha asustado, eso me ha molestado.

— ¡No me toques! —le grito.

—Quítate la camisa, Hilary.

—Ah, claro, porque estoy deseosa de desnudarme para ti.

—Si quieres que vaya por leche para el niño, quítate la camisa.

—Mira, si quieres ser el padre de mi hijo entonces aprende que sus necesidades van primero que las tuyas. Él va a tener hambre, no vas a chantajearme, si un bebé no come se enferma y las cosas van a complicarse para ti y nuestra familia feliz.

Parece que entiende porque toma sus llaves, me da una mirada y sale del apartamento, puedo escuchar cómo pasa seguro.

Inmediatamente reviso todo a mí alrededor. Estoy en el piso ocho, la ventana está descartada. El teléfono local está desconectado y... ¡Mi celular!

Corro hacia su habitación y comienzo a revisar cada uno de los cajones hasta encontrar un cargador que definitivamente no es para mi teléfono.

— ¡Mierda! —exclamo furiosa de tener un celular inservible en este momento. Siento las lágrimas porque comienzo a asustarme.

Jeff y yo no podemos pasar la noche aquí.

Vuelvo a la sala y aun cuando Jeff duerme, saco su pequeño cuerpo y lo acurruco contra mi pecho, es lo único que me trae tranquilidad y que me obliga a pensar en alguna solución.

Hay un toque en la puerta que me sobresalta. Me acerco con rapidez a la puerta. Por favor que sea alguien que pueda ayudarme.

—Por favor ayuda —grito.

— ¿Tío Jasper?

Mi estomago da vueltas y respiro hondo. Gracias a quien sea que mandó a este ángel a mi rescate.

—Frank ayúdame, soy Hilary. Jasper está loco, me tiene aquí y no me deja...

— ¿Hilary? —parece incrédulo.

—Sí, sí. Soy yo —lloro—, ayúdame va a venir y no me deja salir...

Escucho su celular sonar y me pide que haga silencio. Mi corazón late muy rápido mientras espero que Frank hable o haga algo.

No escucho nada al menos no lo hago hasta que escucho unos pasos alejarse.

— ¡Frank! ¡Frank!

***

Para el momento en el que Jasper vuelve, estoy en el sofá acurrucada con Jeff y ya he terminado de llorar.

—Nunca voy a amarte, nunca vas a ser el papá de mi bebé. Nunca vas a ser Doug. Pierdes el tiempo, Jasper.

No dice nada mientras deja la leche en la cocina. No puedo creer que Frank se fuera sin ayudarme. Me dejó aquí, con este hombre loco que sueña con una familia feliz.

De mala gana acepto el biberón que me extiende teniendo fe de que no va a envenenar a quien quiere que sea su hijo. Jeff está tenso mientras come y tras comer está aun más tenso llorando, me recuerda a los primeros días cuando lloraba apenas lo cargaba, pero ahora lo entiendo.

—Ya, cariño, mami está aquí —murmuro acurrucándolo contra mí.

Tiene que ser muy tarde porque el cielo ya está oscuro. Jasper se sienta a mi lado, ni siquiera le doy una mirada.

—Eras quien me enviaba mensajes.

—Sí.

— ¿Eres realmente arquitecto?

—Lo soy. No mentí sobre mí.

— ¿Ah, no? Pues déjame decirte que olvidaste decir la parte en la que estás obsesionado conmigo y me conocías desde antes.

Él se inclina hacia mí, todo pasa muy rápido porque de un momento a otro se escucha un ruido fuerte y luego la puerta de Jasper está en el piso y Frank esta con la policía detrás de él.

—Nunca me has agradado, tío —indica Frank mientras los oficiales toman a Jasper.

Creo que mis labios tiemblan mientras sostengo a Jeff más fuerte contra mí y Frank me abraza. Por un momento creí que Frank iba a abandonarme.

—Tranquila, Hilary. Lamento lo del tío loco. Ni siquiera sabía que te conocía —murmura abrazándome fuerte.

—Quiero ir a casa —murmuro y él asiente.

Veo cómo se llevan a Jasper y aun cuando quiero ir a casa me hacen decir todo lo que ocurrió. Mientras lo cuento no puedo notar cuán estúpida es la historia, tuvo que ser el secuestro más extraño y peor planificado, pero me alegra que haya terminado porque estúpido o no el secuestro, sí me hizo sentir miedo.

***

Beso la frente de Jeff, hoy ha sido un niño admirable. Él está dormido en mis brazos. Frank estaciona mi auto en casa de mis padres, porque es el lugar más cercano. Son las tres de la madrugada. Es increíble pensar que todo ocurrió en tan pocas horas, aun cuando esas horas se sintieron eternas.

Al ser mi auto, los guardaespaldas fuera de la casa, Pet y Hunter se acercan con rapidez y antes de que pueda parpadear sacan a Frank del auto por la camisa y otro me ayuda a salir.

—Dejen a Frank —digo en voz baja.

Pet lo deja sobre el suelo y se acerca. Creo que habla mientras busca algún daño, pero lo único que tengo es ese rasguño en mi cuello que causó la presión del cuchillo.

No quiero más dramas en mi vida. Este tuvo que ser el último porque creo que ya ha sido suficiente.

Aun cuando Pet se ofrece a ayudarme a llevar a Jeff, me niego, él calor de Jeff ha sido todo lo que me ha mantenido tranquila desde que estaba en el apartamento de Jasper. Caminamos hacia la casa y cuando entramos todos se quedan en silencio.

El primero en reaccionar es papá.

—Oh, cariño —dice apresurado abrazándome—. Dios, Hilary, pensé...

—Estoy bien —susurro dejándome abrazar, pero buscando desesperadamente con mi mirada a Doug.

No tengo que buscarlo mucho tiempo porque pronto él me está abrazando con fuerzas. Me siento a salvo y en casa.

—Lo cuidé —susurro—. Cuidé de Jeff, él está bien.

—Lo sé, princesa, sé que tu puedes cuidar de él —dice abrazándome aún más fuerte.

Quiero disculparme con Frank porque está siendo sacudido por un furioso Harry que grita preguntando en dónde me tenía y parece que Dexter está esperando su turno.

— ¡No hice nada! Fue Jasper, lo juro. No he hecho nada —dice rápidamente Frank entre las sacudidas de Harry.

Doug se tensa, pero sabiamente se mantiene abrazándome, luego me libera y no sé cómo luzco porque me da una sonrisa temblorosa.

— ¿Quieres que te ayude a cargar a Jeff? —cuestiona con cuidado.

Miro del bebé a él y asiento. Porque con Jeff solo confío en Doug para sostenerlo en este momento, porque él desde luego al igual que yo cuando lo sostiene, sabe que sostiene su vida.

Lo toma con cuidado y me abraza de nuevo. Ya todo pasó, no creo que esté asustada, estoy agotada y sin ganas de hacer nuevos amigos. Pero estoy con Doug y todo está bien, esto fue un mal momento que quedará atrás, siempre voy a caminar hacia adelante.

Mamá me da una sonrisa temblorosa antes de besar mi frente, soy consciente de que Harry está haciendo una descripción muy grafica de lo que va a hacerle a Jasper en cuanto lo vea. Tengo una buena familia.

—Igual vamos a casarnos —digo para Doug, él me observa con sorpresa.

— ¿Es qué no íbamos a casarnos?

—Solo no quiero que pienses que ya no quiero hacerlo.

—Ven, vamos a tu habitación de esta casa, necesitas descansar.

Camino tomada de su mano subiendo las escaleras, puedo estar tranquila por Frank, nadie va a lastimarlo sabiendo que me ayudó.

— ¿Por qué estás tan tranquilo? —pregunto a Doug.

—Porque ahora estoy ocupándome de hacer sentir bien a mi familia. Cuando ustedes estén durmiendo y tranquilos, entonces me dedicaré a dar una descripción muy grafica con Harry sobre cómo Jasper va a lamentar lo sucedido hoy. Nadie toca a mi familia.

— ¿Y si no va a la cárcel? Está obsesionado conmigo.

—Confía en mí, él va a preferir ir a la cárcel que tener unas palabras conmigo.

—Suenas cómo un chico malo.

Llegamos a mi habitación, aun la cuna de Jeff se encuentra aquí, pero Doug lo deja sobre la cama.

—Voy a buscarle un pijama, cambiar su pañal y acostarlo. Siéntate aquí, que también voy a cuidar de ti.

Le doy una pequeña sonrisa mientras me siento en la cama, él se arrodilla frente a mí.

—Cuando tenías depresión no me di cuenta y es algo que siempre va a pesarme. No quiero volver a descuidarme y no estar pendiente de las señales que envías ¿Necesitamos un psicólogo, princesa? ¿Vas a estar bien? ¿Él te hizo algo?

Acaricio con mis dedos sus ojos cansados, de seguro para él ha sido totalmente difícil no habernos encontrado. Sacudo mi cabeza.

—Estoy bien, estoy furiosa ante el hecho de no poder confiar en alguien o querer ayudar a la persona equivocada. Pero no me hizo nada, creo que con mis palabras yo lo lastimaba y me alegra.

»Esto no va a quebrarme, he pasado por cosas peores. Esto ha sido cómo un paseo desagradable, pero estoy bien, lo prometo.

—Mi princesa fuerte.

—Jeff me mantuvo cuerda. Él ha sido el fuerte.

Me sonríe e intenta ponerse de pie, pero tomo su mano.

—Te amo.

—Y yo te amo a ti —Duda de si darme un beso, pero presiono mis labios sobre los suyos—. Ustedes son mi vida. Me alegra que mi vida esté a salvo.

—Eso ha sonado romántico.

—Tengo mis momentos. Ustedes me inspiran.


Para noticias sobre mis historias:

Instagram: DarlisStefany

Twitter: Darlis_Steff

YouNow: DarlisStefany

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top