Capítulo Cincuenta y Cuatro
Capítulo Cincuenta y cuatro
7 de diciembre, 2013.
— ¿Me extrañas? —pregunta Andrew a través del Skype, Doug rueda sus ojos. Jeff está muy dormido en mis brazos.
— ¡Claro que lo hago!
—Me gusta que él sea del equipo rubios —informa Andrew—, por cierto hablando de rubios, háblame de Jasper.
—Él no es rubio —aclaro.
—Bueno, tiene nombre de rubio. ¿Qué tal está?
—Hasta donde sé, él está bien —miro a Doug, quien parece ahora entretenido en su teléfono.
— ¿Sabes quién llamó a Doug?
—Cállate, Andrew —Lo golpea Doug.
—Alana lo llamó, seguramente dijo algo cómo "¿Qué tal si salimos cuando vuelvas?" ¿Qué te parece?
No puedo evitar apretar mis labios, Halle entra a la habitación, me sonríe y toma uno de mis zapatos, Katherine la trajo.
—Creo que voy a acostar al niño, hablamos luego.
Cierro la laptop sin esperar respuesta, suspiro y acuesto a Jeff a mi lado en la cama. Él se encoge un poco y continúa durmiendo. Vuelvo mi vista a Halle que golpea mi ventanal con el zapato.
—Halle, no.
— ¿No?
—No, cariño, deja el zapato de la tía Hil.
Ella lanza el zapato a algún lugar y camina hasta la cama, sigue siendo pequeña por lo que la ayudo a subir, mira a Jeff.
—Bebé.
—Sí, pero dejemos dormir a bebé y vayamos por una barra de chocolate, que gracias a la vecina Alana, necesito una con carácter de urgencia.
La cargo y ella felizmente se agarra de mi cuello mientras bajo las escaleras y me dirijo hacia la sala, en donde mamá parece muy entretenida conversando con Katherine.
— ¿Te dejaron venir con Halle en taxi? —pregunto con sorpresa dejando a Halle en las piernas de mamá, quien desde luego esta derretida por ella.
—Sí, eso solo sucedería en un mundo paralelo. Kae nos trajo. No dejó a Dan porque lo llevó a rebajarle los rulos —Se encoge de hombros.
Katherine cada día parece más radiante, quizás una parte de ella es feliz de que incendiara el apartamento, puesto que tomando sus propias decisiones, sin pedir permiso y solo consultándolo a sus padres vive con Ashton, lo que es un gran paso.
Y aunque Keith en un principio dio el grito al cielo al igual que el señor Kevin, Katherine dejó muy en claro que a sus diecinueve años ella sabía las decisiones que tomaba, sobre todo ahora que tiene un contrato en la editorial de Kaethennis y ella puede cubrir sus gastos.
Tras una semana las cosas entre los Stuart volvieron a la calma, uno creería que los Stuart no viven crisis familiares, pero es evidente que cómo cada familia tiene sus malos momentos.
Halle es dejada en el suelo e inmediatamente camina hacia uno de los sofás para subir, me divierto viéndola intentarlo, resopla las primeras dos veces que no lo logra, pero finalmente lo consigue.
— ¿Qué tal la universidad? —pregunto.
—Bien, llena de trabajos por hacer, pero bastante bien. Saqué mis cuentas y debería graduarme en el dos mil quince.
—Me recuerdas a cuando Hilary sacaba esas cuentas —dice mamá riendo, se pone de pie, carga a Halle y sube las escaleras.
Es una abuela consentidora.
Katherine y yo la vemos desaparecer por las escaleras con Halle, vuelvo mi atención a Katherine.
— ¿Te llegó al correo mi boceto para el mural de la galería?
—Sí, me parece estupendo. Me gusta el concepto de lo que es real y lo que a veces creemos que nos refleja el espejo.
—Supiste captarlo —palmeo su hombro—, podría empezarlo luego de la boda Karry.
—Las revistas están acosando a Harry y Kae para que vendan las fotos.
—Harry no quiere venderlas —indico recostando mi espalda del sofá—, dice que prefiere publicarlas cuando quiera, porque es un momento privado. Igual Max le habló acerca de las fivers deseando fotos y creo que él ha cedido a vender solo cinco. De resto, tendrán que esperar que él publique las que desee en su cuenta oficial o Kae.
—Todas las revistas andan cómo buitres tratando de atrapar cualquier detalle de la boda —ríe Katherine.
—Suerte con eso, todos sabemos cómo es Harry cuando se trata de familia —Cierro mis ojos y respiro hondo—. Jasper me invitó a cenar.
—Uh, él había tardado en hacerlo de hecho.
— ¿Recuerdas cuando no podía rechazar a Frank?
—Oh, Dios, no me digas que estás pasando por eso de nuevo.
—No lo sé, quizás yo no quise decir no. Estoy confusa, él es agradable y parece muy atento, pero no quiero ser la estúpida que saca un clavo con otro. Quiero dejarle en claro que en este momento no estoy lista o en busca de una relación.
—Y vas a dejárselo claro en la primera y única cita que va a tener contigo, eres cruel —Me sonríe y luego hace una mueca—. ¿Realmente Doug y tú no van a volver?
—Me parece que no... Estoy asustada de nunca dejarme sentir del modo en el que me siento acerca de él, además de que es cómo si Jeff se hubiese unido en mi contra para parecerse todo lo que puede a Doug. Creo que él y su vecina tal vez intentarán tener algo.
— ¿Qué vecina?
—La señorita tropical, una nueva vecina que tiene, la mujer no sabe lo que es ocultar sus bronceadas piernas.
—Bueno, no estás bronceada y eres bastante blanca, pero ¿Y qué? Eres bastante hermosa y ahora estás mucho más hermosa.
Le sonrío y suspiro.
— ¿Qué pasa si Doug comienza a salir con ella? No sé cómo sentirme al respecto. En algún momento Doug podría salir con ella o con cualquier otra mujer...
—O podría comenzar a tener de nuevo aventuras —Me interrumpe, me estremezco—. Si lo quieres para ti, demuéstralo. Sé que ustedes dicen que las cosas no estaban funcionando, pero ¿Por qué no intentarlo de nuevo?
— ¿Estás hablando en modo fiver, verdad?
—Me descubriste —admite y rio—, pero ten en cuenta que hablo en representación de todas las fivers o al menos de la mayor parte.
— ¿Quién te eligió su representante?
—Me auto elegí y sé que ellas están bien con eso, incluso los fivers, porque soy una persona agradable.
Rio y escucho un llanto, los ojos de Katherine se abren mucho y hace una gran sonrisa.
—Tienes una mirada loca ante el hecho de que mi hijo se despertó.
— ¡Yo lo buscó! —grita subiendo corriendo las escaleras.
Camino hacia la cocina, muy segura de que Jeff ha de tener hambre, es su hora de comer y también para que tome un buen baño.
***
9 de diciembre, 2013.
— ¿Me veo como si me hubiese esforzado mucho? —pregunto a mamá, sin embargo, es papá quien aleja la vista del televisor y me sonríe.
— ¿Te esforzaste? —cuestiona, mamá ríe acostada en la cama, tiene una de sus migrañas por haber comido mucho dulce con su Adam y Harry Daniel.
—No, tomé lo que pensé que se vería bien.
—Entonces, no se ve como que te esforzaste. Si te maquillas, quizás sí...
—Bueno, voy a aplicar un poco de pintura labial —informo saliendo de su habitación y volviendo a la mía.
Tomo una pintura labial rosada y la aplico rápidamente. Tomo un broche y recojo la mitad de mi cabello para no tenerlo sobre el rostro. Voy hacia el espejo de cuerpo completo y me observo.
Un pantalón entubado y ajustado color gris, una camisa blanca de mangas largas y botas de gamuzas para proteger mis pies del frío. Rio, mi atuendo no importa cuando debo ponerme el gran abrigo blanco y cubrir mi garganta con una bufanda, hace bastante frío y aun cuando estaré en la comodidad de mi auto y luego en la calefacción de algún buen lugar, afuera hace frío, incluso caen pequeños copos de nieve, espero no resbalar o aun peor: que mi auto derrape.
Descarto esos pensamientos y reviso que en mi bolso este todo. Jeff está en mi cama bastante abrigado con un traje de oso que Bridget le regaló, de igual modo pienso envolverlo en una manta al momento de salir.
La única razón por la que esta tranquilo es porque tiene su chupete, comió hace unos minutos y lo distrae Discovery Kids. Reviso que en su pañalera esté todo y me acerco a él, inmediatamente tengo su atención y por supuesto que sus balbuceos, he descubierto que le gusta el desorden, si le das tu atención se alborota y se mueve mucho, es divertido.
— ¿Nos vamos niño desordenado? ¿Príncipe rubio? A tus casi tres meses de vida, te han dado muchos apodos.
Me frunce el ceño y luego sonríe, rio acomodando el gorro de orejas que viene con el trajecito, lo envuelvo en una manta y lo cargo. Tomo su pañalera y mi bolso.
— ¡Ya me voy! —informo asomándome en la habitación de mis padres—. Lo dejó con Jeremy y después pasó por él.
—Si la carretera se pone muy ruda o difícil, por favor quédate en un hotel o con Jeremy, pero no te arriesgues a ti y al niño.
—Ya sé, papá —digo frunciendo mis labios y arrojándole un beso, mamá duerme—. Te aviso cuando deje a Jeff con Jeremy y luego cuando esté con Jasper.
—De acuerdo.
Bajo las escaleras y camino rápido hacia mi auto, sintiendo mi nariz enfriarse rápidamente. Arreglo a Jeff en el portabebés y cierro la puerta del auto, miro a mi alrededor, tal vez estoy algo paranoica, pero los vellos de mi cuerpo se erizan.
—No debo ser paranoica, con este frío dudo que alguien quiera vigilarme —murmuro subiendo al auto. Antes de ponerlo en marcha escribo rápidamente a Jeremy:
"Jeff va en camino, espero y te vaya bien de niñero"
Miro a mí alrededor y pongo en marcha el auto.
Tengo la primera cita con Jasper y una parte de mi sabe que planeo sea la última.
***
Normalmente suele gustarme la música clásica, no es mi estilo, pero la disfruto. Solía ir a recitales con mis hermanos cuando estábamos más pequeños, específicamente cuando ellos eran adolescentes y yo aun una niña, o bien podría ir con papá.
Es por ello que en este auditorio me concentro en la música, en la chica en medio del escenario tocando de manera mágica el piano. Ni siquiera soy consciente de la presencia de Jasper a mi lado.
Para ser honesta, tuvo una gran idea al traerme a este lugar, aunque no estoy interesada de la manera en la que debería en él, admito que ha sido una buena elección.
La pianista termina y todos aplaudimos, hacen un breve receso y me volteo hacia Jasper, me está sonriendo.
—Veo que te gusta este tipo de música.
—Solía venir a estos recitales con mi papá y hermanos —comento viendo brevemente la hora en mi celular—. Hace tiempo no venía.
—Me alegra haber tenido esta idea.
Lo observo, en mi mente estoy creando las palabras que sean suaves y no hirientes para rechazarlo de manera amable, es un buen hombre, solo que por ahora no me intereso en una relación.
— ¿Quieres que vaya por algo de beber?—cuestiona.
—Por favor.
Lo veo bajar las escaleras e ir en busca de algo de tomar. Decido llamar a Jeremy para saber cómo va todo, aparte de mis padres nunca he dejado hasta ahora a Jeff con alguien solo, no sé si Doug lo haría.
No pude negarme a la insistencia de Jeremy, sobre todo con mamá teniendo migrañas para cuidarlo. Marco su número y en poco tiempo contesta.
— ¡Mitad Dilary!
—No hay Dilary—digo riendo— ¿Cómo va eso?
—Perfecto, este rubio ama el desorden, creo que incluso quiere hablar.
—Seguro es porque es un McQueen ligado con Jefferson —bromeo.
—Seguramente ¿Cómo va eso con cómo sea que se llame?
—Jasper.
—Sí, no me interesa su nombre.
—No estoy saliendo con él. Bueno, ahorita estoy saliendo con él, pero me refiero a que...
— ¿Qué es lo que quieres? No lo pienses much,o Hilary, manda a la mierda eso de que si amas algo déjalo ir, a la mierda con eso. Si amas algo no lo sueltes y aférrate cómo garrapata, más si ese algo te ama con la misma fuerza. No quiero más a una Hilary confundida, y no quiero a un Doug desconsolado. Quiero a Dilary juntos. Quiero que dejen atrás la cosa de "terminamos" cuando están muriendo por estar juntos.
No puedo evitar sonreír.
—Lo extraño mucho.
—Así que lo extrañas ¿Y qué vas a hacer cuando él vuelva? —cuestiona, algo me dice que Jeremy está sonriendo.
— ¿Saludarlo?
—No, vas a darle un fogoso beso al pobre hombre. Doug es un hombre activo cariño, dale al pobre hombre disfrute.
— ¡Jeremy!
—Ahora ¿Por qué no vienes a mi apartamento y plantas a ese cómo se llame? Jeff y yo nos estamos divirtiendo viendo Mickey Mouse.
—Suena tentador... —Escucho el quejido de Jeff— ¿Lo pellizcaste?
— ¡Por supuesto que no! Él solito anda emocionado con la idea de que vengas a ver a Mickey con nosotros.
—De acuerdo, en media hora estoy con ustedes.
— ¡Trae la cena! —dice antes de colgar.
Nadie puede negar que Jeremy sea encantador.
Veo a Jasper acercarse con lo que parece un coctel, cuando me lo extiende tengo el momento de desconfianza sobre beber o no.
—Oye, debo irme. El tío de Jeff llamó, parece que él no se siente bien —miento— y debo ir.
—Oh... —frunce el ceño, pero rápidamente recupera la sonrisa—, lo entiendo, es tu hijo, esta pequeño y debes ir ¿Verdad?
—Desde luego.
—Déjame y te acompaño a tu auto.
Salimos del auditorio antes de que el receso termine. Siento nostalgia de no terminar de verlo y escucharlo, pero siendo honesta, admito que estoy escapando ante la oportunidad que me presentó Jeremy. Al parecer los McQueen son buenos para sacarme de estos momentos, puesto que puedo recordar como Doug hace más de un año, me salvó de una situación incómoda en la residencia de Frank.
Acomodo la bufanda en mi cuello, el frío ha aumentado. Me detengo frente a mi auto y me volteo hacia Jasper, él mira alrededor y luego a mí, sus ojos marrones se achican mientras me sonríe.
—Es una lastima que debas irte...
Siento la culpa acumularse en mi conciencia.
—Sí. Jasper eres realmente agradable, pero es necesario que sepas que no estoy interesada en mantener una relación amorosa contigo.
Ambos nos quedamos en silencio, quizá eso ha sido demasiado directo, pero eso implica que las cosas entre nosotros quedarán muy claras.
—Vaya, eso ha sido una gran flecha —dice finalmente—, quizás ahora no estés lista...
—Amo aún locamente al papá de mi bebé —Lo interrumpo, hoy no estoy siendo sutil según lo que noto en mis declaraciones.
—Directa.
—Solo quiero ser honesta, me agradas, pero no creo, ni me visualizo en una relación contigo, prefiero hablar ahora que esperar que pase el tiempo y te hagas las ideas equivocadas.
—Creo que ahora debes irte por tu bebé, hablamos luego ¿De acuerdo?
Asiento y beso su mejilla, parece que me abraza durante unos segundos, subo a mi auto y conduzco con mucho cuidado, no quiero derrapar sobre la carretera.
***
Camino por el pasillo del edificio antes de detenerme frente al apartamento de Jeremy. Me detuve en algún kfc y pedí lo suficiente cómo para alimentar a cinco personas, ciertamente tengo hambre y hace mucho que no como comida chatarra.
— ¡Jeremy! Estoy aquí —grito, puesto que mis manos están ocupadas por la comida y gaseosas.
— ¡Voy! —grita de vuelta, espero sus vecinos no se quejen.
Espero pacientemente a que Jeremy abra la puerta, miro hacia el suelo ¿Qué tanto puede tardar alguien en abrir la puerta? Incluso si tiene a Jeff cargado. La puerta se abre.
—Tardaste mucho, Jeremy y yo que traje comida para...
—Uhm, rica comida, espero y tengas ahí suficiente para mí también.
Abro mi boca con sorpresa, él sonríe y pasa una mano por su cabello rubio, de nuevo ha crecido un poco. El cabello de Jeff es un rubio más claro, más cómo el de Jeremy, pero sin duda se parece a Doug.
— ¿Pero...?
—Rica comida —dice quitando la comida y gaseosas de mis manos, se voltea y se las extiende a Jeremy—. Toma esto.
—Cómo quieras, buena elección, Hilary —indica Jeremy perdiéndose dentro del apartamento.
—Ahora sí ¡Hola a ti! —sonríe.
Enreda sus brazos en mi cintura y me alza un poco, reacciono para enredar mis brazos alrededor de su cuello. Espero y no sienta la manera enloquecedora en la que está latiendo mi corazón, que bueno que he empezado el tratamiento de píldoras para mi corazón, de lo contario podría darme un ataque ahora mismo.
— ¿Qué haces aquí? —pregunto aun abrazándolo.
—Adelantamos el vuelo, Hottie está teniendo alguna crisis de novia y Harry estaba enloqueciendo, todos sabemos que ella jamás cancelaría la boda, pero ya sabes cómo es Harry.
Asiento, no puedo evitar deslizar mis manos hasta sus mejillas, lo observo, me sonríe. Me inclino y presiono mis labios brevemente sobre los suyos.
—No, si vas a darme un beso, que sea uno de verdad —murmura llevando una de sus manos fuera de mi cintura hasta mi cabello y guiando mi rostro al suyo.
El suspiro no lo puedo contener cuando me besa de manera profunda, moviendo sus labios sobre los míos de manera experta y luego adentrando su lengua a mi boca. Mis manos se mantienen en sus mejillas mientras sigo los movimientos de sus labios.
Tengo un gran nivel de euforia, hace mucho que no probaba estos labios. Deja pequeños besos antes de alejarse, me da una sonrisita juguetona y lo vuelvo a abrazar.
— ¿Van a dejarme comer solo? Porque tengo tanta hambre que podría comerme todo este pollo —indica Jeremy.
Libero a Doug para ubicar mis manos en mis caderas y observar a Jeremy, que de hecho parece ya haberse servido en un plato.
—Ni creas, tengo mucha hambre —Entro en el apartamento, escucho a Doug cerrar la puerta.
¿Qué significa ahora ese beso? Para mí mucho, quiero saber cuál es el significado para él.
— ¿El cómo se llame no te alimentó?
—Jasper —Le digo a Jeremy— y estábamos en un recital.
—Y lo abandonaste —murmura Doug.
—Jeremy dijo... ¿De quién fue la idea? —pregunto viéndolos a ambos, Jeremy señala a Doug— ¿En dónde está Jeff?
—Bueno, derrochó energía con su papá y luego de comer quedó rendido —responde Jeremy sentándose en el sofá.
Camino hacia la mesa en donde Jeremy dejó dos platos y la comida. Tomo dos piezas de pollo, papas y ensalada. A mi lado, Doug se sirve, y cuando me siento en la mesa y no en el sofá, Doug también lo hace, a mi lado.
— ¿Qué tal estuvo esa gira?
—Genial, cada país es genial. La comida en Japón era buenísima —responde antes de comenzar a comer—, aunque Andrew arrasaba con la comida tailandesa. Él y Ethan salieron mucho, Dexter también lo hizo, pero fue un buen chico, un hombre fiel.
— ¿Qué hay de ti?
—Salí un poco, unos cuantos clubs, nada de mujeres si te lo preguntas.
—No me lo preguntaba —Sonrío—, aunque supongo que tu vecina va a darte una efusiva bienvenida.
— ¿Por qué no hablamos de Jasper? —Me pregunta enarcando sus cejas. Me toma por sorpresa—. Eso creí.
—No hay nada que hablar de él. De hecho hoy le dejé claro que solo podemos ser amigos, nada más.
No dice nada, pero lo veo sonreír.
Permanecemos en silencio mientras comemos, resulta que de verdad Jeremy está viendo Mickey Mouse en el televisor.
—Jeremy me dijo que el viejo basura te buscó —Lo observo confundida—. Paul.
—Oh, sí, pero no hay que preocuparse por eso. Le dejé claro que no se acercara. ¿Qué es eso blanco en tu camisa?
—Jeff me vomitó porque cuando llegué había acabado de comer y Jeremy lo había estado moviendo mucho.
—Un lindo recibimiento.
—Su recibimiento y el tuyo sin duda son los mejores.
Siento que me sonrojo un poco y él ríe. Veo mi celular y son las ocho, afuera esta nevando un poco más. Un llanto se escucha, rio y me pongo de pie.
—Ese es mi llamado de que mi cena se acabó —Le susurro yendo por el bebé que llora.
***
—Puedes quedarte, afuera está nevando y no me sentiré seguro de que ustedes se vayan con las calles de esa forma —indica Doug mientras me observa cambiar el pañal de Jeff. Lo estoy alistando para que se duerma, al menos para que lo haga hasta las tres de la madrugada que despierta para comer.
— ¿Jeremy está bien con eso?
—Jeremy ha salido con amigos, me dejó a cargo.
—De acuerdo —concedo porque me aterra conducir con las calles en ese estado y más teniendo a Jeff conmigo—. Puedes escribirle un mensaje a mamá ¿Por favor?
Asiente y toma mi celular cuando se lo doy para que le escriba. Visto a Jeff con el pijama y me rio al ver cuán abrigado esta, él lleva una de sus pequeñas manos a su boca y la succiona. Lo tomo y ubico contra mi pecho mientras me balanceo durmiéndolo.
Estoy en la habitación de huéspedes, recuesto mi espalda del cabecero de la cama mientras Jeff parece adormilado, pero se mantiene observándome y cuando le devuelvo la mirada, él sonríe.
—Deja de verme y duerme.
—Le gusta verte —asegura Doug ubicándose a mi lado y dejando el chupete en la boca de Jeff que comienza a cerrar sus ojos.
—Está luchando contra el sueño —acaricio la pequeña nariz de Jeff y él cierra los ojos encantado con la caricia—. ¿Si ves que se parece a ti verdad?
—Yo le encuentro un poco de ti también.
—Sí, pero en su mayoría se parece a ti. Es precioso.
—Indirectamente me estás llamando precioso, princesa.
Dejo de acariciar el rostro de Jeff y lo observo con sorpresa, tomo un profundo respiro.
—Me has dicho princesa, de nuevo.
—Siempre vas a ser mi princesa —murmura—. No quiero estar con alguien que no seas tú, besarte ha sido cómo la gota que ha derramado el vaso. No puedo simplemente dejar que esto acabe, al menos claro, que así lo quieras. Te echo mucho de menos y sé que no fui el mejor apoyo, pero quiero intentarlo.
Me mantengo en silencio viendo a nuestro bebé, quien esta totalmente dormido. Alzo la vista hacia Doug y me está observando con fijeza antes de besar la frente de Jeff.
—Dulces sueños, Rayito, papi ya está aquí —murmura alejándose, vuelve a observarme.
—Te amo —susurro— y mucho. No me importa lo malo, solo pienso en que quiero más de esos buenos momentos que hemos construidos.
— ¿Te refieres a que quieres más Rayitos? —pregunta divertido.
— ¡No!—digo con rapidez—. Me refiero a que quiero más de ti.
Se inclina y me besa dulcemente acariciando mi mejilla.
—Te amo —murmura contra mis labios— ¿Somos Dilary?
—Lo somos.
Acuesto a Jeff en el medio y Doug parece no ser capaz de dejar de verlo, lo entiendo, han sido más de dos semanas desde que lo veía. Me dice lo grande que lo encuentra y se divierte ante el hecho de que sea rubio.
En algún momento en cansancio del viaje le gana y se queda dormido alrededor de Jeff, rio y lo cubro con la manta, apago la luz y me acuesto en lo que supongo será mi lado de la cama. En algún momento me quedo dormida, pero con la mejor sensación de saber que las cosas ahora estarán más que bien.
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