Capítulo Treinta y Ocho


Capítulo Treinta y ocho

— ¿Estás segura de que te sientes realmente bien? —cuestiono viendo a mamá cocinar. Muerdo mi manzana. Ella me da una sonrisa.

—Estoy bien. ¿Qué hay de ti? ¿Ya desapareció esa conmoción que tenías tras el accidente?

—Me siento perfectamente —respondo—- En una semana me entregan mi auto de nuevo.

La puerta de la casa parece cerrarse y luego escucho la inconfundible risa de mi sobrino. Observo a mamá reconociendo la voz de Harry y la de Dexter.

— ¿No mencioné que también invité a tus hermanos a almorzar?

—Creo que convenientemente no lo mencionaste, Hannah.

Ella solo me sonríe y mi sobrino entra corriendo gritando "Abu" pero cuando me ve, su grito cambia a "Tía Hil" mientras abraza mi pierna. Me agacho y beso su mejilla antes de que corra hacia mamá.

Dexter y Harry entran a la cocina teniendo lo que parece una conversación divertida, parecen sorprendidos de verme. Este es el momento en el que me siento excluida de mi propia familia.

Sonrío viendo a papá detrás de ellos con Halle dormida sobre su hombro.

—Voy a acostar a esta dulzura y luego bajo —informa papá con su traje aun del trabajo, seguramente se los encontró al entrar.

—Espera —Le pido acercándome a él y besando la mejilla de una muy dormida Halle—. Hola, mi hermosa bebé, esperaré pacientemente que abras esos hermosos ojos azules.

Papá rueda sus ojos, pero besa mi frente antes de desaparecer. Vuelvo a mi puesto, pero antes siento a mi sobrino sobre el mesón, justo frente a mí. No hay que ser un genio para notar la incomodidad rondando en el aire cuando Harry y Dexter también se sientan. Mamá parece muy dispuesta a hacernos hablar.

— ¿Cómo te va en tu nuevo empleo, Hil? —pregunta mamá.

—Aun no empiezo, es en una semana y por ahora solo será en el área de restauración, creo ya habértelo dicho.

—Quizá lo olvidé.

—Tú no olvidas nada, Hannah —indico sabiendo que solo quiere ponernos al día.

Ella ignora mi comentario mientras comienza a picar vegetales sobre una tabla de color blanca.

— ¿Tienen fecha para la boda Kae y tú?

—No, aun no lo hemos discutido.

No puedo evitar girarme solo un poco para mirar brevemente a Harry, él me devuelve la mirada.

—Felicidades por tu compromiso —murmuro.

—Gracias —Es todo lo que dice, de hecho, es todo lo que me ha dicho en mucho tiempo. Ubico mis manos sobre las rodillas de mi sobrino que con entusiasmo acepta la mitad de una manzana que mamá le ofrece.

— ¿Cuándo defiendes tu trabajo para graduarte? —prosigue mamá.

—Abril.

—El mismo mes en el que Harry se muda a su nueva casa —dice con entusiasmo, no puedo evitar sonreír, ella lo está realmente intentando.

—Entonces, Abril será un buen mes —Le digo sin oponerme a sus intentos porque también quiero que todo vuelva como antes.

— ¿Qué hay de ti, Dexter?

—No tengo nada sucediendo en abril, si te lo preguntas —responde Dexter jugando a esconder y mostrar su piercing en el labio.

—Hay personas que pasan por cosas peores —Me sorprendo diciendo tras un silencio incómodo—, es decir, algunos solo deben soportar que alguien que aman les mienta pensando que hace lo correcto. Pero hay personas que tienen problemas peores.

Pienso en Naomi, en Emma, Leslie y Arthur. Frente a eso, mi relación oculta empequeñece.

—Tienes razón, cariño. Hay personas que pasan por problemas reales y no complejos de "soy genial para saber que está mal o está bien"—dice mamá viendo de reojo a mis hermanos.

Respirando hondo, me giro completo para observar a mis hermanos.

—Lamento no habérselos dicho desde un principio, sé que usar excusas no tiene sentido, pero temía que pasara precisamente esto y cuando dejé de temer, entonces, estaba lo suficientemente asustada como para saber que cuando lo nuestro se supiera, no tendríamos tiempo para nosotros.

»No estoy disculpándome por enamorarme o hacer mi vida de la manera en la que me parece idónea, porque esta es mi vida y solo yo decido cuáles serán mis errores y aciertos —Respiro hondo—. Ustedes lo saben, saben lo difícil que es mantener una vida privada. Esas fotos... Ellas ni siquiera deberían estar en internet. No es mi culpa que algo privado se hiciera público.

»Iba a decírselos, quizá lo aplacé demasiado, siempre apoyándome en una excusa sin sentido. Pero en algún momento iba a hacerlo y me arrepiento de no haberlo hecho en su momento. Pero esta es la cosa del tiempo, no puedes devolver ni controlarlo. Mis acciones ya fueran hechas y decir que me gustaría cambiar las cosas no haría nada y tampoco quiero hacerlo porque eso sería cambiar cada una de las cosas buenas que me ha traído a donde me encuentro justo ahora.

Respiro hondo ante el hecho de que tengo su atención, incluso mi sobrino está mirándome. Odio el nudo que se forma en mi garganta y la humedad que contengo en mis ojos.

—Entiendo que quieran protegerme porque yo también siempre he sentido la necesidad de cuidarlos y protegerlos aun cuando soy la hermanita menor, pero es mi vida. Ustedes tienen ya ocho años, tal vez un poco más conociendo a Doug. Lo han visto, han crecido con él, saben que es un buen hombre.

» ¿Se sintieron siquiera bien golpeándolo sin dejarlo explicarse? ¡Él ni siquiera les devolvió el golpe! —Paso mi mano sudada por mi pantalón—. De lo único que estoy arrepintiéndome es de haber hecho acceder a Doug al tiempo que le pedí. Él no tuvo que ver, de hecho cada día se encargó de decirme que teníamos que decirlo, pero de alguna manera lograba que cediera. Fue mi idea, incluso nuestra relación empezó por mí.

»Siempre me ha gustado Doug y siempre va a gustarme. Todos hemos sabido eso. No estoy saliendo con un asesino en serie, estamos hablando de Doug. El mismo chico que conocen desde que él tan solo tenía diecisiete años. Es el mismo, salir conmigo no lo cambia o convierte en un desconocido. No es justo que lo juzguen por enamorarse de mí, yo tampoco soy una mala persona. Por favor —murmuro sorbiendo mi nariz para no llorar—. ¿Qué hay de malo con qué estemos juntos? ¿Dónde está el error de querer estar juntos?

—No hay nada malo —dice la voz de papá llegando hasta mí y acariciando mi cabello como cuando era una niña—. He visto a Harry enamorarse de una mujer asombrosa, ahora estoy feliz de verte enamorada de un hombre increíble, solo me falta ver a Dexter caer también. No hay nada de malo en tu relación, ni siquiera tendrías porque estarte disculpando, tú no fuiste la que golpeó a tu mejor amigo sin siquiera dejarlo dar una explicación.

Sonrío un poco decepcionada de que ellos no me digan nada. Dije tanto y la respuesta solo ha sido un silencio de su parte. Veo a mamá que limpia con disimulo unas lágrimas y gesticula hacia mí un "lo siento", no tiene por qué sentirse culpable, ella lo intentó, yo lo intenté, pero no puedo hacer más.

—Iré al jardín a hacer una llamada, me avisas cuando la comida este lista —anuncio poniéndome de pie y saliendo de la cocina.

Camino por el jardín hasta el solitario columpio de madera, quizá un día este columpio se desplome. Saco mi celular y escribo rápidamente a Doug.



"Quizá ellos nunca van a hablarme de nuevo.

No importa cuánto yo diga, ellos no quieren escucharme."



Su respuesta no tarda mucho en llegar.



"Todo tiene un límite, ellos lo están excediendo.

Si ellos no quieren escucharte, yo puedo ser los oídos para escuchar todo lo que quieras decir.

Pdta: eso sonó como una buena letra para una canción.

Pdta de pdta: Pero esas palabras solo fueron para ti."



Sonrío y respondo rápidamente, mis dedos desplazándose con rapidez por la pantalla táctil. Suspiro viendo con fijeza su nueva respuesta. Tiene razón, todo tiene un límite.

— ¿Él es capaz de escribir un mensaje romántico? Digo, tiene una capacidad increíble para escribir canciones, pero siento curiosidad con respecto a eso —La voz de Harry me sobresalta y doy un respingo aún más fuerte cuando tras ver a Harry siento como alguien empuja mi espalda para balancearme. Dexter.

Al menos no estoy lo suficientemente sorprendida como para creer que mis hermanos han venido hasta acá para acabar conmigo.

—Entonces... ¿Puede escribir un mensaje romántico? —cuestiona de nuevo Harry, Dexter hace que el columpio se balancee lentamente, pero aun así me sostengo fuerte de las cuerdas, mientras sacudo mi cabeza para salir de la sorpresa.

—Sí...

—No... Lo imaginé —murmura Harry con las manos dentro de los bolsillos traseros de su pantalón—. ¿Tienes miedo de nosotros?

— ¿Ahora?

—No tanto ahora, hablo en general. ¿Tienes el suficiente miedo de nosotros para no decir lo que pasaba?

Solo lo observo mientras Dexter deja de empujar para detenerse al lado de Harry. Dos contra una, fácilmente podría ser una emboscada.

—Estoy demasiado sorprendida de que de hecho tú me estés hablando. Permíteme que salga de mi asombro, por favor —digo solo observándolos—. No tengo miedo de ustedes. Tenía miedo de sus reacciones.

—Lo que da a entender que es lo mismo —indica Dexter viendo al cielo—. ¿Cuánto tiempo llevas... Saliendo con él?

— ¿Ahora Doug será como el innombrable? —cuestiono, siento la necesidad de defenderlo—. Desde noviembre.

—Noviembre —repite Harry—. ¿No pensaste que esto iba a explotar en sus caras? ¿No te fijaste en el hecho de que él es malditamente famoso y no puede tener secretos como estos?

—No soy idiota —Alzo la voz—; sí me fije, pero quise hacerlo a mi manera.

—Vaya manera de mierda —espeta Dexter.

—Oh, lo siento, ha hablado el señor que más sabe sobre relaciones verdaderas.

Creo ver que Dexter lucha con una sonrisa leve. Planto mis pies sobre el suelo para que el columpio deje de balancearse suavemente.

— ¿Te trata bien? —pregunta Harry.

—Si me tratara mal no estaría enamorada, es Doug por Dios. ¿Doug podría si quiera tratar mal a alguien?

—Enamorada —repite Harry antes de sacudir su cabeza—. Dios, Hilary, yo pensé que solo tenías un enamoramiento de adolescente, no que realmente tuvieras sentimientos por él.

—Eso era antes, nos hemos conocido más.

—Detente, no quiero ni imaginar de qué manera se han conocido —Me corta Dexter—. ¿Toda la idea de ocultar lo que pasaba fue jodidamente tuya o solo intentas protegerlo de mi ira?

—No miento, fue mi idea. Soy egoísta y no quería compartirlo.

—Bueno, pareces que tienes un lado egoísta como Harry.

No puedo evitar sonreír un poco mientras retiro el cabello de mi rostro. Solo hay un breve silencio.

—Íbamos a enojarnos Hilary, por supuesto que lo haríamos en un principio—comienza Harry—, pero luego de procesarlo íbamos a estar bien. Eres mi hermana y Doug... Bueno, todos sabemos que él no es un desconocido. Pero enterarnos de esa forma no es justo, ver la poca confianza y fe que tienes en nosotros fue peor que el hecho de que mintieras. No puedes buscar excusas, porque las cosas ya están hechas.

—Lo sé.

— ¿Si él estaba tan dispuesto a decirnos por qué jodidos no lo dejaste? —cuestiona ahora Dexter con las manos en sus caderas como si no entendiera cómo funciona mi mente.

—Porque soy su hermana y tengo un poco de idiotez de ustedes —digo frunciendo el ceño—. No es culpa de Doug.

—Ya has dicho eso, has dicho muchas veces que no es culpa de él, pero claramente tampoco lo obligaste a mentir.

— ¿Qué es lo que quieren de mí? ¿Qué están esperando que diga? Quiero que dejen de verme como si fuera una criminal, no he hecho nada malo.

Harry respira hondo y pasa una mano por su cabello para luego ver al cielo, Dexter se balancea sobre sus pies pasando su mano por su barbilla, como si estuviera perdido en sus pensamientos.

—Seré el primero en decirlo —murmura Dexter dándome una mirada más amable—. Quiero disculparme por cómo te hablé, incluso por patear esa silla tan cerca de ti. Exploté y estaba tan enojado que solo pensaba en decir cosas hirientes.

»¡Mierda! En mi mente parece lógico que explotara, no puedes culparme por querer jodidamente protegerte. Eres mi hermanita y esas fotos solo eran mierda. Solo podía pensar en cómo eso podría afectarte. Quiero entender que estás grande, que puedes tomar tus decisiones aunque algunas de ellas sean jodidas. Pero para mí siempre lucirás como mi hermanita, la que quería jugar a cuidarme y maniática de conocer todo lo que nos hacía daño o producía alergia.

»Estoy tratando de ser malditamente sensato y ofrecerte una disculpa, estoy seguro de que esto está resultando mierda, pero es lo más cerca y más sincero que tengo para decirte ahora.

Respiro hondo sin creerme que esas palabras han salido de Dexter, abro mi boca para responder, pero entonces es el turno de Harry.

—Ahora no sé si mi disculpas suenen tan geniales como las de Dexter —asiente—. Muy bien, te he visto crecer, te he cuidado, he procurado que el mundo nunca te hiciera daño. Ver esas fotos en internet me enfermaron, me enfermó ver la manera en la que en apenas una hora ya todos estaban comentando, juzgando u opinando. Vi tantos comentarios que solo encendieron mi ira.

»Para ser honestos, todos sabemos que cuando me molesto no soy el ser más racional, un defecto que no voy a negar. Creo que mis disculpas más grandes tienen que ser dirigidas a Doug, después de todo, él solo se dejó idiotizar por ti con eso de ocultarlo. Demonios, siento que quiero sacudirte porque por alguna razón asumí que todo esto había sido idea de Doug y ahora me siento realmente como la mierda acerca de lo que dije e hice.

Pasa las manos por sus cabellos, parece frustrado.

—Sigo enojado, Hilary, pero ahora soy racional para entender que es tu vida, que soy tu hermano y no el dueño de tus decisiones. Comprendo que vas a cometer tus errores y que ellos te ayudarán a crecer. Pero no quiero nunca más tener que saber una mentira de ti por otros medios, no quiero sentir que no confías en mí.

»Está bien temer, pero no de mí, no de nosotros. Dos personas que te han cuidado desde que tienen uso de razón. Y por favor, no vuelvas de nuevo hacer mentir a Doug, no está bien, sé que no lo haces con mala intención, pero así como lo comprometiste a él con tu secreto, también comprometiste a Kae y Andrew, incluso a más personas. Es el momento de que si eres lo suficiente grande para mantener una relación seria, entonces, también enfrenta tus decisiones y batallas, no te escondas.

No quiero llorar, por lo que cierro mis ojos con fuerza. Tuve que esperar un mes para sentir a mis hermanos de nuevo como lo que son. Un mes para que me hablaran, y santos cielos, se siente tan emotivo que el molesto nudo se instala una vez más en mi garganta.

Abro mis ojos de nuevo y ellos me observan, ubico mi cabello detrás mis orejas.

—No volverá a suceder, pero tampoco voy a terminar mi relación con Doug.

—Jodidamente no hemos pedido que lo hagas. Deja de estar a la defensiva —señala Dexter pareciendo exasperado—. Estás empeñada en ver lo peor de nosotros. No estamos pidiéndote que lo dejes, que te separes o desgarres tu corazón dejándolo ir o esa mierda rosa. Solo deja ir el maldito problema de querer hacernos ver como los malos ¡Joder! Estamos disculpándonos no pidiendo entrar en otra guerra.

— ¿Hacen esto de corazón o solo por Ethan?

— ¿Qué tiene que ver Ethan en esto? —cuestiona Harry con confusión, suspiro con alivio.

—Nada... ¿Entonces todo está bien entre... nosotros?

—Sigues siendo nuestra hermanita, Hilary, no íbamos a estar enojados toda una vida.

—Pues se sintió como una eternidad, Harry —murmuro antes de sentir como finalmente sus brazos me envuelven, lo abrazo con fuerza—. Te extrañé muchísimo.

—Y yo a ti, cariño.

La mano de Dexter despeina mi cabello antes de darme un beso sonoro en la frente y pasar su brazo por sobre mi hombros mientras Harry continúa abrazándome.

—Mamá y papá nos están viendo, creo que mamá llora.

—Seguro también está tomando fotos —murmura Dexter y yo rio.

—Con respecto a Doug...

—Detente, Hilary, eso ya nos compete a nosotros. Déjanos hacerlo a nuestra manera, no tienes que protegerlo de nosotros —indica Harry.

—Pero lo golpearon.

—Sí, y no volverá a suceder—me tranquiliza.

***

11 de marzo, 2013.

— ¿Por qué me ves de ese modo? —cuestiona Doug una vez doy por finalizada mi llamada al médico.

—Nada, sólo... nada.

— ¿Sucede algo?

—No. El cardiólogo va a atenderme la semana entrante. Esto debería hacer sentir más tranquila a mamá con respecto a nosotros heredando su deficiencia cardiaca.

—Investigué en internet, dice que es más una enfermedad genética que hereditaria —comenta sacando el gorrito negro de su cabeza y despeinando de manera distraída su cabello.

— ¿Has hablado con mis hermanos? —pregunto, él ríe de manera seca.

—Princesa, creo no tener que recordarte que tus hermanos me han declarado su enemigo número uno.

Frunzo el ceño, porque Harry y Dexter se veían muy decididos hace dos días a hablar con él, no entiendo que ha sucedido.

— ¿Katherine siempre está fuera del apartamento?

—Cuando Ashton tiene tiempo libre, procuran pasarlo juntos —respondo caminando hasta él que está sentado en la silla alta frente al mesón. Paso mis manos alrededor de su cuello y bajo la vista hacia él—. No la culpo, siempre se quiere obtener más de lo que se tiene.

—Ethan va a mudarse —murmura.

—Algo de eso me ha dicho. ¿Qué tal ha sido vivir con Bucker?

—Bucker dentro del apartamento es como un caballo, cuando corre muchas cosas caen al suelo. Pero es un perro genial, me gusta. Quizás consiga un perro para mí.

—Tendría que ser muy pequeño para que no parezca un caballo en tu apartamento.

—Sí —hace una mueca—. Con respecto a Ethan, creo que está bien que lo haga. Creo que a pasos de bebé está avanzando. Esta es su manera de acercarse más a April y lo que serán los futuros bebés.

—También lo creo. Ethan está equivocado sobre la concepción que tiene de sí mismo.

—Pero él solo debe darse cuenta. Escuchar a los demás decirle que podría ser un buen padre y esposo solo lo hace pensar que no lo será.

Asiento estando de acuerdo mientras pasa sus manos por mi cabello y deja un beso suave sobre mis labios.

— ¿Qué tal la universidad?

—Genial, me va bien con las dos materias electivas. Estoy nerviosa sobre el poco tiempo que falta para defender mi trabajo.

—Lo harás estupendo. Cuando te gradúes seré el primero en gritar tu nombre y aplaudir hasta quedarme sin manos.

—Si te quedas sin manos entonces ya no podrás tocarme —murmuro besándolo, él sonríe.

—Y desde luego tú quieres ser tocada.

Asiento haciéndolo reír mientras sus manos van a mi trasero debajo el vestido corto y holgado que estoy usando. Sus labios dejan un beso en mi barbilla.

—Vamos a comer afuera. Ahora que todo esto de nosotros se sabe, puedo llevarte a una cita normal.

—No es muy normal que mientras me lleves a una cita seamos fotografiados.

—Cierto, pero dentro de nuestro mundo, eso es normal —Me sonríe aun con sus manos en mi trasero—. Veo que estas bragas son de seda. ¿Si adivino el color puedo quitártelas luego? ¿Quizá romperlas?

—Inténtalo.

Él sonríe mientras parece pensativo y sus dedos acariciando los bordes de mis bragas.

—Azul oscuro.

Lo miro con sorpresa, eso ha sido un gran acierto. Luego él ríe y entrecierro mis ojos hacia él.

—Cuando pasaste hace un rato a quitar algo de la mesita junto al sofá, yo me agaché un poco y vi bajo de tu vestido.

—Pervertido.

—Aun así ¿Vas a dejarme quitarte luego esas bragas, verdad?

—Ya veremos. Primero llévame a esa cita.

—Como usted ordene, princesa —dice dándome un beso suave—; nuestra cita comienza ahora.

***

14 de marzo, 2013.

Andrew aprieta mi mano en cuanto visualizamos a una corta distancia a Leslie, su hermana y otra mujer mayor que ellas, pero con un parecido que no se puede negar. No hay que ser un genio para saber que Leslie está llorando, sus hombros tiemblan mientras sus manos cubren su rostro.

Agradezco haber ido al apartamento de Andrew para hablar con él y justo encontrármelo con que venía a visitar a Arthur, no parecen buenos días para esta familia.

Leslie dice que todo está cerca, al menos eso decía en el correo que Andrew me permitió leer.

Cuando llegamos hasta ellas, Elanese nos da una sonrisa temblorosa mientras limpia sus propias lágrimas.

—Les, mira, Andrew está de visita —dice intentando alentarla. Leslie solo solloza más fuerte mientras niega con su cabeza.

Quiero dar un paso hacia adelante para decirle algo, pero Andrew se adelanta y se arrodilla hasta estar a su altura, de hecho creo que duda cuando lleva sus manos a las rodillas de Leslie.

—No sé cómo se siente esto, no soy padre y no he pasado por lo que estás pasando. Pero ¿Recuerdas el primer correo que me enviaste? —cuestiona Andrew, ella a retira las manos de su rostro lleno de lágrimas y asiente—. Dijiste que no eras fuerte, pero que no querías verlo sufrir más. Dijiste que tú y yo éramos su ancla, la razón por la que se mantenía aquí.

»Esto tiene que ser difícil para ti, pero le prometiste que estarías bien y él me dijo que le has enseñado a no romper promesas. Esto se pondrá más duro, Leslie, y sé que lo sabes. Podrá hacerse más doloroso, pero puedes decidir dejarte caer o dejar que su último recuerdo sea saber que tú estarás bien. No te digo que lo hagas por otros, te digo que lo hagas por él, por ti. Merecen crear buenos recuerdos que puedas atesorar.

»No volvamos más oscuros estos días que ya están resultando grises, hay que pintarle un poco de color para que cuando sea el momento, él solo se vaya viendo los mejores de los colores —Él alza sus manos y las detiene a mitad de camino a su rostro—. ¿Puedo?

Ella asiente apenas mientras Andrew limpia sus lágrimas y luego aprieta su mano.

—Tienes la fortuna de contar con una hermana que te apoya...

—Dos —Lo corrige la desconocida—, soy Eva.

—De acuerdo, eres afortunada de contar con dos hermanas que te apoyan y por lo que sé, un padre que siempre ha estado contigo. Mira, no me conoces de nada, solo soy el ídolo de tu precioso hijo, pero en cierta manera puedes obtener ayuda de mí si lo necesitas.

—Arthur siempre ha sido más sabio que yo —murmura ella con la voz enronquecida por el llanto—. Siempre supo que eres un ángel. Gracias por hacer esto por él. Cuando te escribí solo esperé una respuesta, si tenía suerte una llamada. Pero has dado más, has venido. Gracias por esto.

—Yo no soy el ángel o héroe de Arthur. Su mayor héroe eres tú.

Sonrío porque Andrew no lo sabe, pero diciendo esas palabras solo hace que el pensamiento de él siendo un ángel o la mejor persona del mundo, se vuelva más fuerte. Leslie lo observa y luego le da una breve sonrisa.

—Gracias... —Me observa—Y gracias a ti también por venir, creo que has dejado flechado a mi hijo.

—Él me flechó a mí —Le informo con una sonrisa.

Esperamos por al menos una hora antes de que nos dejen pasar. Es triste ver que ahora tiene una máscara para respirar y más cables pegados a su cuerpo, pero aun así, cuando él ve a Andrew sonríe aunque sus ojos se encuentren cansados y su rostro pálido.

Aun con todo eso, parece feliz. Y cuando Leslie y sus hermanas también entran, su ánimo aumenta. Como si sus deseos se hicieran realidad.

—Hola, mejor amigo —saluda Andrew y yo le extiendo la guitarra acústica que he estado cargando—. Hoy he decidido traer un pequeño concierto para ti... Bueno, y para tu mami y tías. Amigo déjame decirte que tu familia está llena de tres hermosuras.

—Lo sé —murmura levantando solo un poco su mascarilla, luego me sonríe—. Bella...

—Hola, príncipe —murmuro besando su frente.

—Entonces, esta canción es inédita y haré todo lo que esté a mi alcance para que esté en el próximo CD —murmura Andrew, hace una mueca porque creo que está pensando en el hecho de que no sabe si habrá más BG.5— y esta canción siempre será para Arthur.

Leslie se sienta sobre la cama y toma la mano de Arthur dándole caricias mientras Andrew comienza a tocar.



La típica vida llena de fantasías, sueños y promesas.

Creía tenerlo todo. Creí que mis problemas eran los más grandes.

Pero has aparecido tú, un rayito de luz que entre tanta oscuridad jamás para de brillar.

Ojos peculiares, amistad sincera, apoyo incondicional. Una persona difícil de olvidar.

¿Dices que soy tu héroe? Tu eres el mío, como una gran estrella, un gran infinito.

Mis deseos serán para mí. Pediré que siempre estés junto a mí.

Luchas cada día, sonríes no te detienes.

Si hay un mal día no lo demuestras. Sonríes a la vida nunca te detienes.

Cuando parece que caes, tú te levantas. No te diste por vencido, fuiste a la batalla.

Hay oscuridad, pero tú siempre serás luz. No importa si es aquí, no importa si es allá. A donde quiera que vayas, llevas felicidad.

Cuando cierre mis ojos, cuando sonría, cuando deje fluir esta melodía. Pensaré en ti.

Oh, oh, solo pensaré en ti. Mi pequeño gran héroe. El señor sonrisas.


Arthur tose con fuerza, pero algo me dice que las lágrimas descendiendo por su rostro son de infinita alegría y admiración. Aquí todos tenemos nuestras lágrimas, no sé cómo Andrew siquiera puede ser capaz de cantar y tocar cuando esto es tan emotivo.



Dije no querer un mañana si tú no estás.

Dije que me ponía en tu lugar.

Dije que si caías yo no me iba a levantar.

Sonreíste, tú sonreíste y dijiste que yo merecía felicidad.

Pediste mirar adelante, no regresar. Dijiste que todos merecíamos libertad.

Oh, oh, sí lo hago. Entonces lo haré por ti.

Luchas cada día, sonríes no te detienes.

Si hay un mal día no lo demuestras. Sonríes a la vida nunca te detienes.

Cuando parece que caes, tú te levantas. No te diste por vencido, fuiste a la batalla.

Hay oscuridad, pero tú siempre serás luz. No importa si es aquí, no importa si es allá. A donde quiera que vayas, llevas felicidad.

Cuando cierre mis ojos, cuando sonría, cuando deje fluir esta melodía. Pensaré en ti.

Oh, oh, solo pensaré en ti. Mi pequeño gran héroe. El señor sonrisas.


Andrew da el último toque en las cuerdas de la guitarra y entonces las hermanas de Leslie aplauden con lágrimas descendiendo por su rostro. Me uno sin poder limpiar mis propias lágrimas.

Leslie besa la frente de Arthur, quien tose con mucha fuerza mientras la maquina marcando su ritmo cardiaco parece ir más lenta.

Él se quita la mascarilla un poco y sonríe a Andrew mientras Leslie limpia las lágrimas que salen de sus hermosos ojos con alegría infantil.

—Mi-mi canción —Tose—. ¿Puedo-pue-puedo darle un nom-nombre?

Andrew se acerca y asiente, tiene los ojos irritados, como si contuviera con fuerza sus lágrimas.

—Claro.

—Llam-llámala —Tose con fuerza y respira hondo como si buscara oxigeno con fuerzas—, llámala... Señor sonrisas.

—De acuerdo —Andrew saca un marcador de su bolsillo—, tú tienes un autógrafo mío, pero no me has dado el tuyo.

Arthur sonríe mientras vuelve su mascarilla sobre su nariz y su mano temblorosa toma el marcador. Parece que su mano tiembla mientras deja su nombre y apellido junto a una estrella en la guitarra favorita de Andrew. Luego su mano cae lánguida sobre la cama, se ve tan casado...

—Gracias, héroe —murmura hacia Andrew, luego sus ojos cansados van hacia Leslie—. Quie-quiero descansar, mami.

Leslie inspira hondo y me parece que Eva es quien solloza fuerte y sale de la habitación. Tomo la mano de Andrew y aprieto fuerte. Sabemos lo que eso significa.

Como puede Leslie sube a la camilla y aun con todos esos cables, lo atrae a su pecho mientras se balancea.

—Antes dile a tía Ela algo...

—Te amo, tía Ela —murmura quitando su mascarilla—; espe-espero y si-si jueguen ajedrez allá.

—Esperemos que sí, sobrino favorito —murmura Elanese besando su frente—. Yo... Yo te amo muchísimo y estaré ansiosa de cuando nos veamos de nuevo.

—Lleva fresas... Cuan-cuando me visites y te vea...

—Lo haré.

Arthur tose y Leslie se balancea abrazándolo, parece que lo mece.

—Te amo, mi cielo, mami te sostiene. Puedes dormir, puedes descansar —murmura una y otra vez.

—Te amo, yo- yo te sostendré —murmura Arthur.

Las cosas no ocurren tan breves como lo pintan en las películas. Mi mano sostiene la de Andrew, ambos de pie por lo menos durante una hora y media. Las quejas, jadeos y tos de Arthur se reproducen durante todo ese tiempo en el que Leslie no deja de hablarle.

Le habla de cuentos, de cuando nació. Le dice que lo ama, cómo está orgullosa. Cuán ansiosa estará de verlo de nuevo.

Me gustaría decir que no es tan doloroso para él. Que solo es cuestión de cerrar sus ojos, pero como se trata de un pequeño y gigante héroe, eso sería quitarle méritos, es justo mencionar lo fuerte y admirable que es al aguantar a través de las lágrimas incluso sonrisas todo el proceso de dejar batir sus alas para partir.

Creo que es dos horas después cuando finalmente la maquina deja de sonar, cuando la batalla de Arthur termina, no se siente como que perdió. Se siente como que ganó porque se ha ido como un héroe.

Leslie no deja de hablarle, no lo hace por al menos quince minutos desde que todo está en silencio. Elanese se acerca a ella.

—No me toques —murmura Leslie—, no pienses siquiera que voy a soltarlo. Es mi bebé, no voy a soltarlo.

Elanese no dice nada y se sienta a su lado tomando una de sus manos que se aferra aun acunar a Arthur.

—Lo cuidaré hasta que llegué a dónde tenga que ir —murmura Leslie con voz temblorosa—, prometí sostenerlo.

—Estaré aquí contigo —murmura Elanese.

Doy un apretón a la mano de Andrew, una parte de mí no llora porque siento admiración hacia Arthur, a una corta edad se le dio una batalla difícil, pero una digna de él. Una con la que luchó durante mucho tiempo y de la cual ahora puede descansar.

Andrew me guía hacia la salida. Cuando cierra la puerta tras de nosotros, entonces, el llanto y grito de Leslie llega, porque finalmente se ha dado cuenta que realmente se ha ido.

Abro mis brazos para Andrew, listo para recibirlo cuando me abraza y comienza a llorar murmurando cuán jodido y perverso es el mundo. No tengo mucho para decirle, excepto tal vez una cosa.

—El dolor siempre estará Andrew. El mundo siempre será de este modo, pero de algún modo entre tantas tristezas siempre hay algo de esperanza, un poco de luz para aclarar estos momentos tan oscuros. En este momento no lo vemos, pero quizá después podamos ver el impacto positivo y enorme que este pequeño ángel ha dejado en nuestra vida.

Andrew no dice nada, pero tampoco desmiente mis palabras. Todos estamos de acuerdo en algo. Hoy todos ganamos un nuevo héroe digno de admirar.


Para más noticias de mis historias:

Instagram: DarlisStefany

Twitter: Darlis_Steff

YouNow: DarlisStefany 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top