Capítulo Cuarenta y Siete
Capítulo cuarenta y siete
3 de agosto, 2013.
— ¿Quién es la cosita que cumple un año? —pregunto con Halle sentada sobre mis piernas, ella ve a Harry y estira sus brazos hacia él—. No, te quedas conmigo.
—Pa-pá.
—Nada de llamar a tu papi —digo besando su sonrojada mejilla— ¿Es mi idea o su cabello se está oscureciendo? Parece que se convierte en un castaño con naranja.
—Kae me dice que su cabello pasó por eso —dice Harry.
Su casa está llena de globos morados y blancos, el mismo color que lleva Halle en su vestido floreado. No es una fiesta de cumpleaños grande, pero es una fiesta familiar.
—Ella ya se mantiene en pie, pero creo que aún le da algo de miedo dar los pasos.
—No puedo creer que esta preciosura ya tiene un año —digo besando su nariz.
—No —Me dice y comienza a repetir el "no". Ella ya dice diversas palabras.
— ¿Quieres llamar a mamá? —pregunta Harry—Mamá, mamá.
—Mamá —repite viendo alrededor. Harry me sonríe.
—Le gusta decir las pocas palabras que sabe, mira —Le sonríe a mi sobrina—. Halle ¿Quieres agua?
—Abua.
—Provoca comérsela —digo besando continuamente en la mejilla, como reacción obtengo que una Halle molesta de mis besos tire de mi cabello.
—Halle no, ya te hemos dicho que no tires del cabello de las personas —reprende Harry tomándola de mis piernas.
Siendo una niña astuta hace un puchero y recuesta la cabeza del pecho de mi hermano. Es inteligente, hermosa y tierna. Pero desde luego es muy traviesa y encantadora.
—Ella sabe usar su encanto.
—Ella es rebelde —murmura Harry besando su cabeza antes de volver su atención a los pocos niños jugando.
— ¿Qué hablan de mi bebé? —pregunta Kaethennis llegando con mi sobrino tomando una de sus manos y Adam en la otra.
—Harry te pondrá al dí a—anuncio poniéndome de pie y caminando hasta Ethan.
Él me da una sonrisa breve antes de volver su atención a April conversando con Grace, Grace sostiene a Nathan mientras Zoey duerme en el coche.
— ¿Concentrado?
—Desde que se vieron no paran de hablar, creo que incluso hablan por teléfono.
— ¿Eso es malo? —pregunto sentándome en la silla que arrastra para mí.
—No, pero es raro.
— ¿Qué lo hace raro?
—Que se conocen de antes —Me da una breve mirada—. April estos días me ha hablado de Grace, parece no sé, deslumbrada.
—Es que Grace es muy divertida ¿Has hablado con ella por más de diez minutos? Es espontanea.
— ¿Hablado con ella? ¿Te refieres a solo nosotros dos?
Él ubica una mano bajo su barbilla y sonríe un poco, entrecierro mis ojos hacia él.
— ¿Has hablado con ella a solas?
—Puede ser, no lo aceptaré ni voy a desmentirlo.
— ¿Qué no vas a aceptar o desmentir? —cuestiona Andrew comiendo lo que parecen galletas cubiertas de chocolate, incluso tiene sobre su labio chocolate.
—Que tú estás saliendo con Carol Hurt —dice Ethan, Andrew se encoje de hombros.
—La he llevado a dos citas, creo que eso está en todo el internet.
— ¿Te gusta? —pregunto con curiosidad y entusiasmo.
—Sí, es fresca y linda.
—Suena cómo una bebida —bromea Ethan—, no cómo una mujer con la que sales.
—No seas celocito, siempre voy a amarte —asegura Andrew limpiando el chocolate de sus labios con la lengua—. Iré a hablar con Grace y April.
—Pareces muy amigo de Grace... —murmura Ethan, todo lo que Andrew hace es reír y caminar hacia ellas.
—Relájate, Ethan —sugiero.
Nos mantenemos en silencio viendo cómo Halle gatea detrás de Adam que claramente no quiere tenerla cerca, no lo culpo, a Halle le gusta pellizcarlo y eso Adam no lo olvida.
—No puedo creer que ella ya tenga un año —murmuro.
—Los bebés crecen muy rápido.
—No eres el primero en decirlo, Ethan.
—A ti ya te falta muy poco, Hilary.
—Mediados de septiembre.
—Muy poco.
***
10 de agosto, 2013.
— ¿No quieres levantarte? —cuestiona Jeremy, niego con mi cabeza viendo la televisión—. Es decir ¿Vas a estar todo el día acostada?
—No tengo trabajo que hacer, así que la respuesta es sí. Ayer me acosté tarde, Katherine cumplió un año más de vida y llegó tarde de celebrar con Ashton, era mi turno y fue un maratón de muchas películas, me siento agotada.
— ¿Eso es todo lo que hacen las embarazadas? —pregunta de nuevo, acostándose a mi lado en la cama de Doug.
Despego muy brevemente la vista del televisor para observar a mi atractivo cuñado que mira fijamente mi vientre crecido.
— ¿No deberías estar ayudando a Doug y Dexter a armar la cuna?
—Esa tiene que ser la cuna más complicada de la historia, la cuna que armamos en tu apartamento no fue tan difícil —se queja.
—Es porque esa cuna es más sencilla, Doug es un exagerado.
—Pensé que Doug estaría enloqueciendo por la idea de un bebé —comenta Jeremy sonriéndome—, pero sorprendentemente creo que está comprando demasiadas cosas.
—Cómo dije, es un exagerado.
—Me dijo que ya tienen nombre para ese niño que de seguro nacerá siendo un galán.
—Sí...
Aclaro mi garganta poniéndome más cómoda con mi cabeza en la almohada de Doug, incluso apenas me acosté, retiré mis zapatillas, mis pies comienzan a hincharse un poco.
— ¿Cómo va el caso de Naomi?
—No es tan fácil. Me gustaría que para ella todo fuera fácil y sin necesidad de pasar por tantos papeleos —Me mira brevemente—. Tenemos en dos meses una reunión con la basura y su abogado.
— ¿Va a verlo?—cuestiono alarmada.
—No puedo evitar que eso suceda, si queremos que esto avance, es necesario.
Asiento, como si entendiera, pero en mi cabeza estoy preguntándome cómo de afectada puede estar Naomi por la situación. Cuán aterrada puede estar.
— ¿Y si le hace daño? —murmuro, ubico mi mano en la parte baja de mi vientre. Este niño patea cada vez más fuerte.
—Yo estaré ahí, no pasará nada malo.
—Cierto que tienes esos brazos de ir al gimnasio que te sirven para golpear en caso de que las cosas se compliquen.
—Nunca lo olvides —bromea.
— ¿Puedes hacer un favor por mí?
— ¿Qué cosa?
Le doy mi mejor sonrisa con la de labios cerrados y procuro mover suficiente mis pestañas.
— ¿Puedes hacer un batido de fresa y oreo para mí? ¿Por favor?
Él me mira con fijeza y luego ríe poniéndose de pie, tengo al mejor cuñado.
— ¿Estos son los antojos de los que Doug me ha estado hablando?
—No sé nada de eso —digo haciéndolo reír más fuerte.
Lo veo salir y vuelvo mi atención a la programación de Disney, parece que soy lo suficiente floja para preferir ver Hannah Montana a levantarme y cambiar de canal. No pueden culparme por estar siendo perezosa.
Según el doctor, Rayito es pequeño para el tiempo que tiene lo cual no quiere decir que no sea un bebé sano, es por ello que mi vientre quizás resulte un poco más pequeño del tamaño promedio, pero eso no impide que de alguna forma me sienta pesada y quiera permanecer acostada.
Rayito debe ser el mejor pateador de toda la historia, al menos se ha ganado ese título durante el último mes, sobre todo en esta semana que ha estado inquieto, poniéndome nerviosa ante la idea de un parto adelantado.
Según los pronósticos, me queda un mes con dos semanas o quizá una. Suspiro sintiendo mi vejiga clamar por liberar líquidos. Me pongo de pie porque de tener ganas de orinar leve he pasado en segundos a estar a punto de explotar.
Camino a paso rápido hacia el baño, pero lo siento. Siento el líquido caer por mis piernas hasta el suelo. Estoy horrorizada.
— ¡No! —grito e inmediatamente tengo a los tres hombres en este apartamento apareciendo en la habitación.
Ethan sería el cuarto si todavía viviera con Doug, pero la realidad es que Ethan ya está viviendo en una pequeña casa no muy lejos, donde en algunas ocasiones April y los gemelos se quedan a dormir.
Doug intenta acercarse a mí, parece alarmado.
—Joder ¿Has roto fuente? ¿Va a nacer? —cuestiona Dexter.
—No...
—Entonces, todo ese líquido...
— ¡Cállate, Doug! —le grito cuando veo que parece entender y sonríe con diversión. Incluso lleva un dedo a sus labios para detener su risa.
— ¡Oh, mierda! ¡Te has hecho en los pantalones! —señala Dexter antes de comenzar a reír, Jeremy sale de la habitación para reírse libremente.
— ¡No es gracioso!
—Claro que lo es, has meado la alfombra de Doug. Meona —sigue Dexter y eso me hace molestar. Qué vergonzoso.
— ¡No es mi culpa! ¡Fue el bebé!
—Claro, Hil, culpa al bebé —ríe Dexter sacando su celular, marca unos número y parece estar llamando—. ¿Mamá? Te reirás cuando escuches esto. Hilary se ha hecho encima.
— ¡Dexter! —grito furiosa, Rayito se agita y llevo mi mano para acariciar mi abdomen, he descubierto que eso lo tranquiliza.
Mi hermano sale riendo burlándose con mamá. Miro mi pantalón holgado húmedo y la alfombra de Doug.
Este tiene que ser el momento más vergonzoso de mi vida. Esta es la parte que no te muestran las películas o libros sobre estar embarazada. Es la primera vez que me pasa, pero sé que a algunas les sucede.
También está el molesto hecho de que a veces parece que me lleno de gases. Las partes no lindas de estar embarazada, aunque para ser justa, son más los momentos buenos que malos.
—Estás tan roja cómo un tomate, princesa.
—Esto es demasiado vergonzoso, lo siento.
Él sonríe y me evalúa. Luego sacude su cabeza.
— ¿Quieres darte un baño? Aquí hay algunas de tus ropas.
—Sí, quiero darme un baño. Pero debo limpiar esto.
—Tonterías. Esa alfombra solo debe ir...
—Bótala, prometo regalarte una, pero bótala —pido.
—De acuerdo, ahora ve entrando a la ducha mientras consigo tu ropa.
—En serio lo lamento.
—No ha sido tu culpa.
Dexter con el teléfono en su oreja se asoma en la habitación de nuevo.
—Harry pregunta sí debemos comprar pañales para ti y no para Rayito.
— ¡Voy a matarte, Dexter Thomas!
—También te amo, hermanita —Vuelve su atención al teléfono—. Creo que no quiere los pañales, Harry.
— ¡Él le está diciendo a todo mundo!
—Cálmate, no te alteres —pide Doug—, deja que yo me encargue de él.
—De acuerdo.
Camino dentro del baño, pero el muy traidor ríe. Me giro a observarlo.
—Te amo, princesa.
—Imbécil.
***
28 de agosto, 2013.
—Dale un besito a la tía Hilary para que se sienta mejor —murmura Doug con suavidad. Halle frunce sus labios y aun cuando sostiene una muñeca se inclina para besar mi nariz, sonrío y sorbo mi nariz para no llorar más.
— ¿Mamá? —dice la voz suave y baja de Halle viéndola hacia la puerta.
—Mamá vendrá a buscarte luego, estamos cuidando de tía Hil —indica Doug.
Halle frunce el ceño, pero abraza la muñeca y observa curiosa mi vientre, me cubro mucho más con la sabana, no porque sienta frío, más porque por alguna razón estoy deseando desaparecer, quizás eso está incluido a los dolores musculares.
—Princesa, estas preocupándome, parece que estás deprimiéndote cada día que pasa. ¿A dónde ha ido toda la emoción?
—Me duele la parte baja de la espalda, tengo migraña. Me duelen mis pies y no puedo dormir porque o se mueve mucho o no encuentro una posición. No estoy feliz, Doug, no lo estoy.
— ¿Pero lo amas?
—Claro que lo amo —respondo sin dudar, Halle toma su chupete que está al lado de mi cabeza y lo lleva a su boca, me extiende su muñeca y yo la beso, ella sonríe. Parece difícil de creer que Kae ha dejado a Doug a cargo de Halle.
— ¿Son hormonas?
—No lo sé, solo me siento triste —respondo tirando del pie de Halle.
—No.
— ¿Solo "No" es lo que vas a decirnos, Halle? —cuestiono.
—No.
—También sabe decir "sí", pero le gusta más la idea de negar todo.
»¿Quieres que le diga a Hannah que venga? ¿Puedo hacer algo para que te sientas mejor?
— ¿Puedes ir mañana a llevar mis papeles para el reposo? Ya no creo que sienta las ganas de ir a trabajar.
—Teóricamente debiste entrar en reposo el mes pasado...
—Pero ese mes puedo sumarlo a estar más tiempo acá cuando él nazca.
— ¿Papá?
—Viene luego, Halle —responde Doug peinando el cabello de mi sobrina con su mano—. Qué loco que su cabello se esté volviendo castaño.
—No es tan loco, además es castaño rojizo.
— ¿Vas a comer?
—No, no tengo hambre, pero...
— ¿Pero?
—Quiero un beso, así sea uno chiquito.
Él ríe y cubre con sus mano los ojos de Halle antes de besarme dulcemente. Solo besos dulces para Hilary embarazada, nada más. Con eso tengo que conformarme, aunque con este ánimo, dolores y malestar tampoco quiero más.
—No, no, no —dice Halle, abro un ojo y veo sus manos intentando quitar la de Doug. Ambos reímos y Doug retira su mano.
—Lo siento, Halle, pero hay ciertas cosas que no harás ni verás hasta que tengas mínimo treinta años.
— ¡Pobre niña! —exclamo riendo.
—Quiero más risas, princesa, tratemos de subir ese ánimo. Ya falta muy poco y no quiero verte triste.
— ¿Puedes conseguir helado para Halle y para mí? —pregunto tirando del cuerpo de Halle hacia mí, ella se queja y remueve, pero igual la abrazo. Se siente cómo abrazar a un adorable peluche, un peluche inquieto que dice "no" una y otra vez.
— ¿Nito?
—Tu hermanito está en el colegio, ya te he dicho que luego vendrán por ti, Halle —responde Doug besando su frente, poniéndose de pie y cargándola—. Halle y yo iremos por el helado, me llevo tus llaves. ¿Katherine ya está por venir?
—Supongo que sí.
—De acuerdo, ya venimos —Se inclina y me besa—. Dale un beso a la tía Hil.
Halle besa de manera babosa mi frente y se aferra al cuello de Doug. Ya está caminando, pero le gusta que la traten cómo a una reina, le gusta que la sigan cargando para ella no agotarse.
Bebé lista y caprichosa.
***
2 de septiembre, 2013.
Peino mi cabello, no puedo evitar reír ante algunas cosas que Dexter parece decirle a mi bebé, de hecho da la impresión de que va a estampar su boca contra mi ombligo.
Ayer vine visitar a mis padres, tuve un momento de nostalgia, lo cual tengo últimamente, y decidí quedarme, razón por la que desperté con Dexter llegando a la casa haciendo mucho ruido.
—Y vas a decir que soy tu tío favorito. Y cómo lo hago con la pequeña bestia te enseñaré a tratar a las mujeres cómo princesas y a conquistarlas.
—Pensé que eso lo haría Doug.
—Podemos hacerlo ambos —sentencia dejando un beso y bajando mi camisa, termino de cepillar mi cabello y él sonríe—. Tienes los ojos irritados y la nariz sonrojada, eso significa que has estado llorando.
—Pero muy poco.
— ¿No deberías ver alguna mierda cómo no sé, un psicólogo? Cuando tengas al niño vas a estar más sensible, creo que no es bueno que estés teniendo estos momentos tristes y de llanto.
—Creo que estoy enloqueciendo a Doug.
—No es al único que estás enloqueciendo —dice sentándose a mi lado—. Estamos tratando de entenderte, pero no sabemos cómo se siente, incluso Hottie y la mujer ardiente dicen que sus embarazos no contó con toda esa tristeza que estás sintiendo.
»Pero quiero que estés bien, cariño, quiero que seas feliz por este momento tan putamente genial. Una nueva vida.
—Y lo estoy, es solo que siento esta tristeza y nostalgia. No puedo evitar sentirme así y no quiero transmitir mi tristeza a ustedes.
— ¿Tienes fecha?
—No, dice que a mediados de este mes.
— ¿Para el cumpleaños de Ethan? —pregunta divertido.
—Ese sería un gran regalo para Ethan —Rio.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top