Pensamientos de un corazón despechado
El sonido de la musica de fondo y los brillos de las luces azules de daban al Bar "SpineBreak" la vibra de malicia y codicia que la gente tanto buscaba. En este lugar su trago iba a acompañado de una píldora de éxtasis si así lo solicitabas o alguna otra droga ilícita.
Desde el sentimiento de fracaso y rabia Ji-Hyung visitó el lugar por quinta vez en el mes, pero en esta ocasión se encontró en la barra con un hombre bien vestido que parecía tener cara de buenos amigos.
—¿Penas de amor?— dijo el hombre mirando Ji-Hyung.
—¿Ah?— miró hacia un lado sintiéndose interrogado.
—Nadie toma un vaso wisky con hielo si no quiere olvidar a alguien— bebió de su cerveza —Las mujeres son algo complejo
—Sobretodo si aparece alguien en medio— bufó Ji-Hyung pensando en el chico del apartamento de NaeMi.
—¿Era tu chica y te la arrebataron?
—Yo cometí un error y quiero arreglarlo, pero hay un chico en medio— suspiró mirando los hielos en el vaso —Siempre habrá alguien más si no soy yo
—Eso puede cambiar— sonrió el hombre más maduro entregándole una tarjeta— Toma, es un buen servicio—.
La tarjeta era negra con detalles en dorado y tenia una abeja, bajo ella había una dirección de pagina web. Ji-Hyung miró la tarjeta y luego al hombre pidiendo más información, sus dedos húmedos con el sudor de su vaso habían estropeado una de las esquinas dañando el papel.
—Es una comunidad a las afueras de Seúl que es privada— se acercó al oído del muchacho —Tu entrégales la chica y ellos la llevarán ahí, la conservan para ti— sonrió.
—¿Cómo?
—Puedes tener a tu chica alejada de otros hombres y que sea solo para ti, tiene cuartos donde puedes follartela y le dan comida y abrigo— bebió de su cerveza —Yo envié a una chica ahí y la voy a visitar todos los viernes—.
Ji-Hyung miró el papel pensando en NaeMi, en protegerla de otros hombres y procurar su bienestar. Si esa comunidad prometía conservarla para él quizás no es mala idea.
—¿Cómo puedo hacerlo?— preguntó sacando su teléfono del bolsillo.
Las vacaciones parecían haberse ido tan rápido como llegaron, si embargo el segundo semestre parecía ser mucho mas corto en los últimos años de la carrera. La docencia seguía siendo la pasión de NaeMi, ella deseaba ser docente de historia, le encantaban las antigüedades, los secretos de los grandes imperios y comenzaba a creer que los hombres de época también.
Estaba ella junto a sus compañeras almorzando en el casino de la universidad. Esperaban a que Kim Byeol llegara para conversar del último trabajo del año antes de que terminara el semestre.
—Estoy segura que Byeol ésta saliendo con alguien— Hye mencionó —El otro día la ví irse con un chico en moto—.
—Es su hermano— aclaró NaeMi —Él viene a veces por ella después de las clases
—Y es muy guapo, ¿Acaso lo vieron? Su familia debe ser muy guapa en general— Hye masticó su pieza de gimbab con rapidez.
—Creo que solo son su hermano y ella— YuMi tapó su almuerzo con un paño —Creo que sus padres sufrieron un accidente cuando ella era más pequeña—.
—¿No han visto que ella y el profesor Choi son muy cercanos?— Hye comentó ante todas las del grupo y Nae le dió un golpe en el codo para que hiciera silencio.
Byeol se acercó caminando con unos libros a cuestas entre sus brazos y llamó a NaeMi a lo lejos, esta ultima se levantó y la siguió hasta la sala de profesores donde estaba la oficina del Sr. Choi. Nae ingresó a la sala mirando de forma sospechosa todo y vió que Byeol cerró la puerta con seguro.
—NaeMi, toma asiento —sonrió el hombre alto y algo robusto —Byeol me dijo que estabas un poco preocupada por algunas notas en mi asignatura—.
—No tuve un buen desempeño en la prueba de hace 3 meses, no estaba pasando por un buen momento— Nae miró a Byeol con curiosidad y esta le sonrió de vuelta.
—Por ello quiero subirte la nota justificando la mejora de tu calificación por tu asistencia a clases— mostró la pantalla de su computadora mostrando la nota cambiada.
—Gracias— hizo una reverencia algo temblorosa ya que la situación era algo extraña.
—Les invito un café para que conversemos de la vida después de clases— dijo él levantándose de su silla, acarició el hombro de Nae y lo masajeo dejándola con una sensación de incomodidad que le presionó el estomago dándole nauseas.
—¡Yo me apunto!— Byeol contestó animada.
—¿Qué dices NaeMi?— el olor a café y tabaco del aliento del profesor llegó a la nariz de Nae haciendo que esta se levantara de la silla y saliera corriendo del lugar venciendo el pestillo.
Luego de salir del baño recibió una llamada de JungKook quien ahora tenia un teléfono para comunicarse con ella.
—¿Nae estás bien?— preguntó el joven Jeon tras la linea.
—Si, tranquilo— ella se miró al espejo, sus mejillas estaban rojizas.
Un sonido en uno de los cubículos del baño hizo que NaeMi bajara su teléfono y lo guardara en su bolsillo. Se quedó parada junto al lavamanos mirando aquella puerta de donde provenía el sonido.
—NaeMi— abrió la puerta de sorpresa, la figura masculina y alta atravesó con determinación la puerta del reducido espacio.
—¿JungKook?— la muchacha se sintió rodeada por los brazos fuertes del joven Jeon que había viajado a través de su chasquido para verla.
—Como es que...— lo miró impresionada.
—Solo divisé lo que había a tu alrededor a través de tu mente y me teletransporté, puedo hacer eso ¿Sabías?
—¡Claro que no!— rió algo nerviosa.
—¿NaeMi?— Byeol tocó la puerta y guardó silencio.
—-¡Sí, espera, salgo ahora!— dijo hacia la puerta principal —JungKook vuelve a casa, te cuento todo cuando llegue— besó sus labios en forma breve y salió del cuarto de baño.
Afuera Byeol jugaba con algo en su sweater y alzó la vista hacia NaeMi con una sonrisa. NaeMi miró a Byeol con cierta curiosidad y tenia muchas preguntas en su mente que no sabia como organizar para buscar información.
—¿Estás enferma? — Byeol acarició el pelo de Nae con cariño.
—Algo, pero no es nada grave— dijo breve —Byeol, yo...
—Entonces no podrás ir con el profesor Choi a tomar café, el martes— hizo un puchero —Pero yo le digo que no irás porque te sientes mal, no te preocupes— sonrió amable.
—Yo...
—No tienes nada que agradecer, con el profesor Choi nos debíamos un favor y sé que hace unos meses atrás tu estabas muy mal con la ruptura de tu novio así que no te preocupes— la abrazó con fuerza haciendo que el aroma de su perfume se impregnara en NaeMi.—Tu eres la mejor compañera que conozco, yo sé lo que dicen las otras chicas de mi—.
—Byeol— NaeMi buscó separarse del abrazo pero se quedó enganchada con su pelo en lo que parecía ser una especie de pin.
—¡Lo siento Nae, déjame ayudar!— Byeol con agilidad sacó el pelo de Nae y sonrió nuevamente —Es un regalo del profesor Choi— acarició el broche dorado en su pecho.
—Es una abeja— Nae miró con atención el pin dorado y luego a los ojos de ilusión de Byeol.
—Sí, una abeja muy linda— dió unos brincos —Me tengo que ir, SeokJin oppa debe estar esperándome para la cena de esta noche— se acercó a la mejilla de Nae para dejarle un tierno beso.
—Claro, nos hablamos para ver lo del trabajo juntas— NaeMi vió a Byeol caminar por el pasillo en su lindos botines negros con destellos en plateado, unos pantalones ajustados de jeans oscuro y su blusa fucsia, su aroma dulce y su cabellera larga negra, su bolso en el hombro derecho, tan guapa, tan jovial e inocente.
NaeMi no sabia que esa tarde era la ultima vez que vería a su amiga Byeol.
NꭼꮃᎻꮻꮲꭼ right here!
Ciertas partes de este capitulo están relacionadas con una futura historia de Jin que espero que puedan leer más adelante.
Gracias por los votos y las lecturas , somos #1 en Deseos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top