Capítulo 4
ChanYeol supo que anoche había hablado muy pronto. Su confirmación vino cuando escuchó que BaekHyun había llegado a verlo, pues él también se dio una sorpresa alcanzando la superficie.
En su defensa, la mañana había transcurrido tan normal como se podía. Al salir de su cuarto en su horario usual, con esa forma instintiva que tenía para despertar a una hora regular sin necesidad de alarma, ChanYeol apareció frente a sus padres para saludarlos y desayunar como se debía en la misma mesa.
"¿Dormiste bien anoche? No te pude levantar para la cena, sentí que estabas muy cansado con todo el trabajo que tuviste ayer, así que preferí dejarte dormir un poco más, esperando que eso no te fuera molestia."
"Sí, no me molestó, me imaginé que hubiera pasado. No estaba tan cansado, pero creo que necesitaba darme esas horas extras para reponerme de otras," entonces, mintió en la charla usual con sus padres, mientras veía cómo ambos asentían, siempre preocupados por él aun a esa edad para darle toda su atención al estar hablando. "¿Ustedes durmieron bien? Cuando desperté, tan solo más tarde en la noche, ya no los encontré aquí, así que supuse que se habían ido a la cama."
Y tan simple como podían sus padres seguir en esa charla, ChanYeol no había encontrado nada inusual en sí mismo. Más tarde, EunHyuk había tenido que irse para servir en el castillo, DongHae lo acompañó para darle sus tutorías al príncipe heredero, y él solo los despidió hasta más tarde tener que ir a atender sus propios deberes, donde esta vez llegó a la casa de la vieja partera Shin para hablar de sus últimas prácticas y que ella le diera un par de lecciones sobre lo que todavía seguía aprendiendo.
Tal como lo decía, no había visto nada anormal hasta ese punto. La mañana había pasado, y cuando apenas se abrían las horas de la tarde, en un horario que imaginaba ya comenzaba a querer comer de nuevo en familia, ChanYeol recibió el gusto de escuchar que BaekHyun lo estaba buscando a la orilla del muelle.
Usualmente la emoción de una sorpresa como aquella traía vuelto loco a ChanYeol, pero esta vez temió solo por unos momentos. Más se estaba preguntando si acaso esa nueva e inesperada aparición de BaekHyun podría traerle algo negativo; después de todo, la última vez que había llegado de manera similar, le había venido a decir una mala noticia.
(Aunque tal vez no lo era, solo se trataba de él que la consideraba así por lo que estaba implicado en medio).
De cualquier modo, supo que no hubo forma de que dejara eso pasar. Incluso si estaba nervioso y decía no querer verlo, BaekHyun bien podía llegar a él, así que había dado una oportunidad para ver por qué la inesperada llegada en ese lunes.
Decidió además que podía aprovechar y tomó las cosas que JongDae había dejado de WonSik en su casa para entregárselas a BaekHyun cuando lo viera.
Por alguna razón, aun entonces, ChanYeol sintió que era lo correcto. Había algo en él que le estaba diciendo que fuera a verlo. No lo decía solo por ver al mismo BaekHyun–con el interés que obviamente le guardaba al chico–, sino porque en serio había algo en su interior que le decía estaba haciendo lo correcto al seguir ese camino.
Dirigirse a la superficie fue casi instintivo.
Probablemente eso debió haberle dado una pista al inicio, pero lo cierto fue que ni siquiera lo pensó por mucho tiempo.
Nadó hasta el lugar tan conocido que tenía de encontrarse con BaekHyun, y al sacar su cabeza de a poco, temeroso de encontrarse con algo que no deseaba, una extraña sensación lo inundó en ese momento.
No supo qué fue, pero se sintió como si hubiera bajado su presión. Entre un ligero mareo que estaba sintiendo y que el sol le había molestando la vista, ChanYeol vio a BaekHyun a unos metros de él, mientras le sonreía y agitaba una mano en lo alto para que pudiera ubicarlo.
BaekHyun estaba parado descalzo al borde del muelle rodeado de las piedras donde a veces se sentaba para ponerse en mayor contacto con el agua. Por la mochila que en él estaba viendo y el modo en el que ya parecía querer quitarse los calcetines que traía, ChanYeol supuso que planeaba meterse al agua. E igual, se acercó porque esperaba escuchar de él antes de tenerlo dentro transformado.
Hacerlo fue como si hubiera nadado amarrado a cadenas con anclas. Le pesó demasiado, lo cansó, y a la vez el mareo se intensificó, pero se dijo que nada evitaría que se acercara a BaekHyun.
"Hey, ChanYeol. ¿Te sorprendí al llegar hoy de nuevo? Perdona, no tenía planeado venir, pero luego de mis clases, no pude resistirlo. Tenía esta asfixia en mi pecho que me obligó meterme al mar de inmediato, al menos antes de regresar a mi casa y seguir con mi rutina. Supuse que querrías que pudiéramos vernos si iba a estar por acá, aunque fuera unos minutos, y la verdad... no me sentí cómodo de pensar que fuera a estar aquí solo incluso por poco tiempo."
"Hey, BaekHyun, yo..." por lo mismo, intentó darle normalidad a esa situación dejando de lado sus molestias al seguirle la plática a BaekHyun. Llegó hasta él a la vez que el mestizo ya metió sus pies al agua. Las escamas aparecieron de a poco, en su obvio proceso de pronto juntar la piel humana y crearla una sola extremidad en forma de cola. ChanYeol conocía un poco de eso al verlo entre las burbujas que siempre rodeaban a BaekHyun mientras se transformaba; sin embargo, justo entonces no pudo prestar mucha atención, en su lugar, sintió un picor en las costillas. Acto seguido, tosió, y BaekHyun lo miró, ligeramente intrigado. "Lo siento, no... tienes razón, no me esperaba que vinieras hoy, pero es agradable verte, igual no..."
La tos no dejó que continuara. Mas, no quiso darle mucha preocupación, siguió buscando dirigirse a BaekHyun, y sin permitir que el mestizo resolviera su duda por cómo lo veía, ChanYeol levantó una mano para pedirle el turno de habla.
No debía hacer esto más complicado. Estaba aquí para pasar un buen tiempo con BaekHyun, no para incomodarlo. Más razones no necesitaba el mestizo de querer vivir entre los humanos no con él, en el mar junto a sirenas, peces y tritones.
"Hmm, no es ninguna molestia. ¿Quieres que te ayude a bajar al agua?"
"Sí, yo..." BaekHyun no fue tonto. A pesar de sus intentos por dejar de lado sus molestias, igual lo miró, y con ligera preocupación en el ceño fruncido que ChanYeol vio entre el propio, la pregunta que esperaba evitar le vino en seguida. "En realidad, estoy preocupado. ¿Te encuentras bien, ChanYeol? Te ves un poco pálido. No sé si puedas apoyarme de ese modo..."
"Estoy perfectamente. Solo dame tu mano y voy a–" no pudo tolerarlo por mucho rato. Aunque el mareo no fuera tan severo para hacerlo desmayar, cuando ChanYeol estiró su mano para tomar la de BaekHyun, se retrajo porque un dolor punzante lo atacó en el pecho, y luego se extendió por todo su cuerpo. Se sintió de la punta de su cola hasta su vientre. "Ugh."
"¿ChanYeol? ChanYeol, ¿qué te pasa? ¿Estás bien? ¡ChanYeol!" Preocupado como BaekHyun podía estar de verlo encogerse sobre sus propios hombros, cerrar los ojos ante el dolor, apretar los dientes y abrazar su cuerpo con una mano engarrotada que apenas alcanzaba a sostener el envuelto que traía consigo, lo único que ChanYeol sintió que hizo luego de mostrar su inquietud fue tomarle la mano que había intentado ofrecerle.
Eso fue suficiente para mantenerlo arriba, porque, si no lo hubiera tomado, tal vez ChanYeol se hubiera hundido en el agua.
Nada quitó el dolor que sintió más tarde. Fue como si le estuvieran partiendo en dos, y mientras eso mismo le pasaba, su piel raspó como si pasara por rocas filosas. ChanYeol no lo pudo soportar, aun entre las preguntas preocupadas de BaekHyun, gritó.
No lo estaba viendo, pero a su alrededor se estaba formando un remolino. Ante los ojos sorprendidos de BaekHyun que temían por su bienestar, al mismo tiempo, se vio el modo en el que ese remolino agitó las aguas a su alrededor, pero solo en torno a ChanYeol, y al ser incapaz de entender qué pasaba, BaekHyun abrió la boca, anonadado.
ChanYeol sintió el dolor por al menos un minuto y hasta hacerlo sacar lágrimas. El segundo siguiente en el que aquello pasó, su cuerpo se vio más recargado en torno al de BaekHyun que lo había intentado abrazar para ver si de algún modo ayudaba.
No hubo forma, aunque al principio esperara, cuando vio su alrededor, quedó más prendado de eso que de cualquier otra cosa, y aunque se avergonzara más tarde, lo cierto fue que dejó de lado su dolor para concentrarse en lo que estaba pasando ahí mismo.
Ese remolino que él ignoraba trajo burbujas por montón. De inmediato las sintió, porque fueron como aguas limpiadoras que trataron las heridas que sentía estaba teniendo en su piel, sobre todo inferior.
Fue revitalizador. Sin notarlo, la sangre que había salido de su cuerpo en medio de ese espanto había desaparecido con esto, y lo siguiente que vio cuando pudo abrir los ojos de nuevo respirando hondo y seguro de que el dolor lo había abandonado, fueron los ojos de BaekHyun que no lo miraban directo, pero todavía estaba boquiabierto, sorprendido por lo que había pasado.
Él tenía otro panorama que ChanYeol seguía sin prestar mucha atención, más preocupado por sentir que por fin volvía a respirar sin molestias.
"C-ChanYeol..." antes de que pudiera hablar (pues, ni siquiera sabía qué iba a decir luego de ese inconveniente), BaekHyun tembló tan solo al preguntarle: "¿Cómo...?"
ChanYeol no sabía qué estaba preguntando o queriendo preguntar, sin que pudiera contestarle y con ojos entrecerrados, lo miró esperando escuchar más de su inquietud para entender qué estaba viendo.
Fue tarde para hacerlo, cuando ChanYeol alzó su mano contraria lejos del retén en el que la tenía, algo más lo distrajo, porque frente a él estaba viendo cómo sus dedos estaban separados.
Sin hallarse palmeados.
¿Cómo...?
Esa pregunta pareció tener más sentido ahora que él mismo podía repetirla. Sin embargo, antes de poder hacerla, miró a BaekHyun, sorprendido.
BaekHyun finalmente lo estaba viendo a los ojos, y al hacerlo, ChanYeol notó en ellos ese brillo violeta que lo caracterizaba de su parte tritón. No se perdió en él como antes, porque de un momento a otro, BaekHyun lo jaló fuera del agua en una fuerza que no esperaba tuviera, y al hacerlo, ChanYeol quedó expuesto de la mitad para abajo sobre el muelle.
No supo por qué temió, como si alguna persona cercana fuera a descubrirlos y saber de la existencia que bien habían guardado de su especie (incluso cuando sabía que ese lugar estaba siempre más desolado que las costas turísticas, espacio específico escogido desde el conocimiento de los padres de BaekHyun para evitarles justamente esos problemas en sus visitas). Sin embargo, cuando su cuerpo sintió el aire fresco de esa temporada invernal, más que preocuparse porque perdiera el aire y que comenzara a salpicar, ChanYeol sintió cómo pudo tomar un hondo respiro.
Su caja torácica se infló con ese aire, pero no lo hizo solo en la apertura de branquias. Lo hizo desde la sensación de pasar por otro poro y bajar hasta esa parte. Un proceso nuevo que él hizo por instinto, pero no había sentido natural, porque él no estaba acostumbrado a respirar de ese modo.
Lo siguiente que sintió fue el peso en su parte baja. Lejos de la liviandad con la que movía su cola sobre el agua, en la superficie se sintió distinto. Casi quiso pensar que era por el peso que su cola debía tener fuera del agua; no obstante, al escuchar el grito ahogado que BaekHyun profirió aun al sostenerlo por sus axilas para darle su espacio en las tablas de madera húmeda, algo se sintió distinto.
Ahí fue cuando él solito bajó sus ojos confundidos a donde el mestizo estaba viendo, y eso... le trajo la misma sorpresa que acababa de escuchar, pues lo raro había salido a la luz, y ante él estaba viendo que donde estaba su cola ahora solo había dos extremidades.
Dos piernas. De carne y hueso. Sin escamas ni algún indicio de haber pertenecido al mar. Tenían hasta vello y se acoplaban al color de su piel ligeramente bronceada.
Nuevamente tuvo que preguntarse cómo porque solo no lo estaba entendiendo.
Al menos hasta que una voz resonó en su cabeza al dejar caer todo el peso de esa situación. La respuesta vino en medio de lo que le llegó sin ser parte de sus pensamientos. Era algo externo.
«Tu deseo fue escuchado, joven tritón. Cumple tu intención antes de que sea tarde. El amor es voluble y no puede ser moldeado más que por el destino. Tienes que trabajar para conseguirlo. Cinco días se te conceden como humano para que sigas tu corazón. Úsalos de la manera más sabia».
"¿Escuchaste eso?" Tuvo que preguntarlo porque no pudo creer obtener aquella grave voz hablarle como un susurro. Sentía que se estaba volviendo loco, y confirmarlo mediante la negación de BaekHyun le hizo temer. Al menos hasta que algo pareció vincularse en todo eso. Él podía entenderlo, no podía estar loco, porque esto solo podía ser: "La perla..."
Después de todo, este era su deseo. Realmente se lo habían cumplido. Pero ¿qué había escuchado en medio de eso? ¿Que tenía cinco días para conseguirlo?
¿Era esa su trampa entonces? Él no... no se había convertido en un mestizo por completo. Era solo parte de ello.
«Porque no puedes anteponerte a la naturaleza».
Ahora todo estaba claro. Entonces, lo había conseguido. La leyenda de la perla era real, y él... debía aprovechar lo que le habían dado. Sin importar cómo, aun en ese poco tiempo establecido, ahora tenía la oportunidad de lo que estaba buscando, ¿no?
"ChanYeol, ¿q-qué... qué, qué demonios está pasando? ¿Cómo es que tú...? ¿Por qué...? ¿Esto...? ¿Esto es un sueño, acaso?" Escuchar el temor y titubeo en palabras de BaekHyun, ignorante o despreocupado por lo que había dicho antes–probablemente ya que era más preocupante pensar que su amigo tritón acababa de volverse de manera inesperada un humano de lo que suponer que oía voces–, solo trajo a ChanYeol de nuevo donde estaba.
Hasta fue adorable razonar un poco aquellas palabras una vez que pudo. ChanYeol se dio el tiempo de sonreír al hacerlo, porque ciertamente parecía eso: Un sueño, sí, pero no lo era.
Estaba muy seguro de esto, porque él iba a probar la oportunidad que le habían dado. No podía desperdiciar un solo segundo. Tenía que conseguir cumplir el deseo que tenía al ver cómo la magia de la perla lo había dejado en esa situación.
Si la perla estaba dispuesta a procurar que él pudiera seguir sus intenciones y hacer lo que había pedido, no pensaba decepcionarla. Iba a conseguir que BaekHyun viera las razones por las que no debía quedarse en el mundo humano, sino como tritón, porque eso evitaría que lo perdiera.
"No, no lo es, BaekHyun. Estoy aquí," dichas esas palabras, ChanYeol se permitió extender de nuevo su mano y tocar con sus nuevos dedos la piel de BaekHyun, quien todavía lo miró demasiado inquieto, sin importar cuánto le sonriera. "Yo por fin conseguí ser como tú."
Eso debió ser suficiente por ahora. ChanYeol sabía que habría más preguntas por contestar, pero en ese momento no hubo otra cosa que él quisiera decir con la alegría que cargaba.
Estaba hecho. Tenía que hacer valer esos cinco días.
Por más cuestiones que BaekHyun pudiera tener y ChanYeol ya se esperara, antes de poder empezar a resolverlas, tuvo que agradecer que BaekHyun propusiera prestarle ropa que cargaba en la mochila; obviamente se había avergonzado tan pronto notó cómo de expuesto estaba. Por más que solo con su cola pudiera decirse que también se mostraba desnudo, con ella no se veían a simple vista su pene y ano a menos de que él quisiera mostrarlos.
Fue un alivio poder tener algo con lo que cubrirse, aun cuando fuera con una toalla (que BaekHyun le había explicado traía para secar y calentarse una vez que saliera del agua), suficiente tuvo para cubrirse. Y luego, además de ayudarlo, BaekHyun había puesto parte de su fuerza que apenas le había demostrado tener para pararlo sobre sus dos piernas.
A ChanYeol todavía le era sorprendente decirlo de ese modo. Tenía piernas, y eso era tan alucinante como reconocer que era más alto que BaekHyun si se enderezaba en toda su altura. Si bien ya había notado que sus tamaños eran diferentes incluso dentro y fuera del agua, otra cosa era compararlo ahora que ambos tenían otro tipo de complexiones en la superficie.
No se molestaba, igual se había sentido bastante cómodo encorvado al ser abrazado por BaekHyun para apoyarlo.
Entonces, cualquiera diría que parecía imposible que, recién obtenidas sus piernas, fuera capaz de caminar. En realidad, a ChanYeol también le pareció raro. Por la misma situación de que la presión en el mar y en la superficie era diferente, que su peso debía ser más pesado (vaya la redundancia) a diferencia de cómo flotaba en el agua y que nadar no era muy parecido a dar pasos, por alguna razón, cuando BaekHyun lo guio por el muelle al decirle que tenían que ir a su casa de inmediato, casi se sintió instintivo cómo funcionar en eso.
Llámenlo magia, parte del deseo que cumplía la leyenda, o solo mera naturaleza con la que se acoplaba; ChanYeol había conseguido caminar, y aunque sí requiriera un poco del apoyo de BaekHyun para no tropezar o tambalearse–ante el leve mareo que todavía sentía (probablemente era cosa del súbito cambio; BaekHyun jamás le había dicho que las transformaciones fueran tan agotadoras, pero ahora entendía muchas otras cosas que había pasado aun cuando niño)–, no había sido tan difícil recorrer todo ese tramo del muelle a la arena en la costa y más tarde a unos metros más que lo separaban de la casita que BaekHyun tenía por ese rumbo.
ChanYeol nunca había conocido la casa de BaekHyun más que por descripciones que el mestizo le había dado, y claro que sabía que vivía cerca, después de todo, por algo conocían la zona, y por sus condiciones, no esperaban separarse mucho del mar, pero haber escuchado de todo esto y por fin verlo era todo otro rollo.
Decir que estaba emocionado era un eufemismo.
ChanYeol se sentía extasiado. Sus ojos curiosos no había perdido más mínimo detalle de todo lo que estaban recorriendo. La arena y la humedad bajo sus pies eran incluso distintas de ese modo. No todo había sido agradable, pues se había picado sus plantas en más de una vez con alguna roca o basurita que por ahí se hubiera hallado.
Sin embargo, siguieron su camino, y cuando pudieron llegar a esa casa de una planta, con techo alto, paredes verdes de concreto y solo dos ventanas que todavía le escondían el interior al ser cubiertas por cortinas, ChanYeol no hizo más que sonreír lleno de gusto, sin saber lo que le esperaba.
¿Qué podía ser que lo asustara? No creía que hubiera algo por lo que sentirse nervioso sobre esto, ¿cierto? Más estaba ansioso. Tanto había querido alguna vez hacer algo así, y luego de tanto, como se lo dijo a BaekHyun, lo había conseguido.
Parecía un sueño, pero era más que eso.
"Sube con cuidado. Lamento todo el polvo, cuando vives donde todo lo que te rodea es arena, parece imposible dejar limpio el pórtico," BaekHyun le dijo eso cuando lo ayudó a subir el pequeño escalón que dividía su casa de la costa. A él no le importó, fuera o no que esos pisos antepuestos a su entrada pudieran dejarle los pies sucios, poco se preocupó cuando siguió tragándose con la vista todo lo que había a su alrededor. No quería perderse un solo detalle de la casa y lo que rodeaba a BaekHyun. ¿Cuándo iba a tener otra oportunidad como esa? Tenía que aprovechar hacer tanto, en más de un sentido. "¿Puedes sostenerte tú solo? Necesito sacar mis llaves para abrir, pero con todo lo que traigo cargando..."
"Oh, sí, sí, puedo hacerlo, solo..." ante ese pedido, con dificultad, ChanYeol pasó a recargar su espalda contra la pared junto a la puerta de BaekHyun. Era cierto que había sido inconsciente ante el modo en el que había dejado a BaekHyun; con la mochila que estaba cargando más el envuelto que le había tomado de las manos (aun sin saber lo que en realidad llevaba), el pobre mestizo no podía manejarlo tan tranquilo mientras lo sostenía para guiarlo hasta allá. Entonces, ChanYeol se sintió mal, pero quiso ignorarlo. No estaba para hacer eso más extraño, solo quería seguir ahí, absorber todo lo que veía y conseguir lo que se había propuesto. Debía ser el mejor huésped que pudiera tener BaekHyun para luego convencerlo de lo que estaba buscando con todo eso. "Lo siento, me siento un poco mareado, pero no esperaba molestarte de este modo."
"No, no, no, no me molestas, solo... bueno, ya sabes, esto es demasiado raro, ¿no? Pero..." se rio. La risa que el rubio mestizo soltó casi sonó de otra manera. ChanYeol ya la había escuchado, pero estaba maravillado con todo lo que ahora podía hacer en esta forma. Incluso fuera del agua, en la superficie, muchas cosas se sentían diferentes. "Lo entiendo, ¿ok? Acabas de transformarte y necesitas un tiempo para acostumbrarte a tu nuevo entorno. Sé lo que es eso. Aunque todavía tengo mis dudas sobre cómo es que has podido hacerlo."
"Sí, yo... creo que podemos hablar de eso cuando entremos, ¿no?" Ese fue su modo de evadir entrar en temas peliagudos.
Obviamente ChanYeol no le iba a decir a BaekHyun sobre la perla azul, el deseo que había pedido y cómo estaba ahí prácticamente para convencerlo de volverse tritón para vivir entre ellos porque le gustaba. Sería ponerse una soga al cuello, y tan egoísta como eso sonó, no estuvo seguro de querer decirlo en voz alta. Necesitaba buscar alguna otra excusa que pudiera sacarlo de todo esto.
Mientras más tiempo le diera para pensar, ChanYeol encontraría algo.
Entremedio, BaekHyun se podía ocupar de asentir al esperar abrir su puerta ahora que buscaba sus llaves entre los bolsillos de su mochila.
Así que, tal vez ChanYeol dijo que pensaría en una excusa para hacerle entender cómo había podido pasar de ser tritón puro a otro mestizo como ellos; sin embargo, por otro segundo, se distrajo viendo lo que había a su alrededor.
Y con eso, notó cómo la casa de BaekHyun era pequeña desde fuera. No parecía que pudiera recorrerla en menos de diez pequeños pasos, pero la apariencia solo lo engañaba, porque su interior en realidad era un poco más profundo.
E igual, mientras todavía estaba afuera, ChanYeol observó otro par de cosas. Además del obvio detalle de cómo las olas del mar chocaban a unos buenos metros de donde ellos estaban, y el frío viento de esa temporada lo estaba haciendo temblar con la simple playera blanca que él traía para cubrir su pecho más la toalla todas mojadas y pegadas a su cuerpo, alcanzó a vislumbrar cómo ese pórtico que había nombrado BaekHyun estaba rodeado de un barandal de la misma madera ligeramente vieja para encerrar la casa.
Había solo una pequeña entrada sin cubrir que les había dejado pasar al cruzar el escalón abajo. A su derecha, si veía luego de donde estaba BaekHyun abriendo la puerta, ChanYeol solo había podido encontrar una silla que le había parecido muy particular, pues, en la parte de abajo, donde debían ir las cuatro patas que la sostenían, en realidad había dos pedazos curvos del mismo material blanco que conectaban esos extremos. El viento que soplaba y lo hacía secarse había provocado que esta se tambaleara, y aunque ChanYeol temió que se cayera, se había dado cuenta de que solo se había movido adelante y hacia atrás, como si se estuviera meciendo.
(En general, ChanYeol desconocía lo que era una mecedora).
De la misma manera, a su derecha, en un espacio poco más amplio que el del otro lado, había alcanzado a observar una pequeña mesa rectangular que se anteponía a una red que colgaba de extremo a extremo en el techo de la casa. ChanYeol había fruncido el ceño al verla, y por obvias cuestiones, aunque BaekHyun ya hubiera conseguido abrirles la puerta para decirle que entrara, tuvo que preguntarle señalando, sin preocuparse por lo que iba decirle antes:
"ChanYeol..."
"¿Tus padres pescan? Creí que habías dicho que de eso se encargaban otras personas, BaekHyun."
"Entr– Eh, ¿qué? ¿Por qué preguntas eso?" BaekHyun fue rápido en responderle, y dejada su moción para hacerlos entrar, vio justo lo que le señalaba, solo para entender lo que estaba externando. "¡Oh! Eso... eso no es una red para pescar, ChanYeol, lo parece, pero no... Es una hamaca. Te puedes sentar y acostar en ella, te sirve para descansar y mecerte al estar dentro."
"¿Hamaca?" Repitió la palabra, más curioso por saber de lo que hablaba. ChanYeol frunció el ceño cuando BaekHyun asintió sonriendo. Siempre hacía eso cuando le enseñaba algo de su mundo humano, pero por obvias razones, no le había podido hacer entender o demostrar todo. Había cosas que solo terminaba por perderse, como una mecedora... y la hamaca. "¿Es como una silla?"
"Parecido, pero más cómoda. Te mostraré cómo utilizarla cuando haya tiempo, ahora... ¿crees que sea mejor que entremos? Debes estarte congelando."
Asintió, muy de acuerdo con eso. Ya veía por qué hacía años BaekHyun había dicho que el agua estaba fría. Desde la superficie la temperatura era diferente. Y aunque pudiera ligeramente sentirlo al exponerse un poco surgiendo de las aguas, ChanYeol nunca había tenido la experiencia como tal, porque no estaba habituado al ambiente humano.
Vaya si se congelaba, y eso que el clima no era tan extremo como al interior del país en esas épocas. A diferencia de otras playas frías, esa costa era mucho más húmeda y calurosa. Suficiente tenía BaekHyun para cubrirse con unos pescadores, una posible playera que trajera abajo y esa raída sudadera negra encima (junto a sus calcetines y tenis que obviamente se había vuelto a poner antes de llevarlo hasta allá, por si todavía tenían la duda).
De niño alguna vez ChanYeol había preguntado por qué los humanos usaban tanto, pues en su pueblo apenas se cubrían el pecho, y eso solo cuando no pasaban la mayoría de edad, pero ahora que experimentaba lo que en verdad era estar en ese entorno, no juzgaba por qué se ponían diferentes capas encima.
Eran necesarias, no solo por pudor, también por la exposición en la que quedaban.
"No sé si mis papás están ahorita en la casa. Se supone que es su hora de descanso, pero hay veces en las que mamá se queda en el centro de natación, y con papá hay mucha clientela en el mercado..." BaekHyun fue diciendo eso al volver a cargar todas sus cosas y ayudarlo mientras lo tomaba de la cintura. Se sentía un poco más repuesto para poder caminar por su cuenta luego de ese mini intervalo, pero tampoco se quejaba de esa cercanía que tenía con el mestizo. Era raro que BaekHyun fuera así, no lo parecía desde que eran niños, así que, ChanYeol no iba a quejarse ni desestimar el gesto mientras pudiera tenerlo. Se admitía culpable en esa fechoría. "Igual sería bonito que estuvieran por aquí, te los presentaría para que los saludaras, luego de tanto..."
"Sí, ¿cuándo fue la última vez que vi a tus padres? ¿Cuando teníamos nueve años?"
"Y eso porque mamá se molestó que no regresara pronto a la casa. Ellos siempre me han dado mucha libertad en el océano, ¿no?" BaekHyun bromeó, a lo que ChanYeol sonrió. Aunque, por otro lado, se dijo que tal vez podía tomar eso a su favor.
"Quizá porque el océano siempre ha sido más seguro que la superficie, ¿no crees?"
"Oh, sí, definitivamente lo es. El mundo humano... es tonto que le tema tanto a las especies marinas cuando de quienes más deberíamos preocuparnos somos de nosotros mismos."
ChanYeol casi se felicitó por haber conseguido ese comentario. Sin duda había logrado hacerle llegar a BaekHyun una razón implícita por la que el mundo humano no era tan agradable como el suyo. Si seguía de ese modo, tal vez sí conseguía convencerlo en su decisión.
Se estaba dando esperanzas muy pronto, pero no podía hacer más. Necesitaba ser entusiasta en ese ámbito.
"¿Mamá? ¿Papá? Ya llegué, ¿están?" ChanYeol no se había dado cuenta, pero mientras él se alegraba de haber hecho un pequeño avance en su misión, BaekHyun los había entretenido en ese mismo lugar pues estaba quitándose dificultosamente los tenis en la entrada al todavía sostenerlo y dejar de igual forma sus cosas. Tal vez la mochila y el envuelto que había traído no habían quedado en el mejor de los lugares, medio desparramados junto a sus zapatos y un llavero colgado del lado derecho, pero el mestizo se prometió recogerlo tan pronto pudiera deshacerse de ese asunto que estaba cargando con ChanYeol.
Sin respuestas ni obvios avistamientos de sus padres al no aparecerse ante su voz, BaekHyun suspiró, en lo que le daba un golpecito a la cadera al acomodarlo en su agarre.
"Ok, parece que no. Seguro llegan más tarde. Mientras podemos aprovechar buscarte algo con qué vestirte, y quizá entonces me cuentes lo que ha ayudado todo esto, ¿no te parece?" Oh, claro, también había que ver eso.
ChanYeol no había pensado muy bien su excusa en ese poco tiempo, pero tuvo que asentir, porque no había otra cosa que dijera. Suponía que tocaría improvisar. Seguía muy entretenido mirando lo que había a su alrededor en esa casita.
Ahora que bien la veía, la casa de BaekHyun era más grande de lo que se imaginaba. Y bueno, si la comparaba con su cueva en el monte marino, obviamente iba a serlo. Si bien el espacio era poco, la profundidad del mismo daba más espacio del que por fuera parecía. Lo mismo iba para su cueva, pero las habitaciones seguían siendo más pequeñas.
Mientras el comedor de ChanYeol era lo primero que lo recibía al entrar a su cueva, en la casa de BaekHyun era una salita a la que llegaban subiendo otro par de escalones. En estos, varios otros zapatos de diferentes colores y tamaños se acomodaban. ChanYeol se preguntó si alguno de esos le quedaría ya que veía que sus nuevos pies habían sido ensuciados y golpeados en tan poco tiempo que llevaba estrenándolos, sin embargo, no lo preguntó al saber cómo BaekHyun estaba más preocupado por llevarlo lejos de ahí.
Esa sala estaba bastante desprovista de muebles o decoraciones. En realidad, a diferencia del resto de la casa, debía ser el lugar más simple que encontraban por ahí, pues, era solo el recibidor. Con una amplia ventana a su derecha, un pequeño librero cubriendo la mitad de la pared al fondo y una alfombra, suficiente tenían para que al girar a su mano izquierda encontrara la verdadera entrada a su casa.
Allá el espacio se dividía en tres lugares distintos. Empezaban por la sala que se conformaba de un amplio sofá con tres plazas, una mesita baja al frente y una inmensa pantalla que, si ChanYeol recordaba lo que BaekHyun le había contado en algún momento, tal vez era el tan entrañable televisor por el que había llorado en su cueva cuando niño al decirle que no podría ver sus caricaturas de las mañanas.
Pasado aquel espacio, ChanYeol todavía alcanzaba a ver un marco en forma circular que daba entrada a lo que suponía era su comedor por la mesa igualmente circular que aparentaba la suya. Habría querido ver un poco más donde debía hallarse la tercera habitación, pero BaekHyun lo llevó lejos de ahí por otro marco que abría a un pasillo a la derecha y de ahí había al menos tres o cuatro puertas.
La segunda a la izquierda fue el cuarto de BaekHyun.
Obviamente no dejó pasar los cuadros que había colgados en algunas de las paredes. En realidad, junto al cuarto de BaekHyun había un retrato familiar bastante grande con un BaekHyun que reconocía de sus años de infancia. Sin embargo, no hubo mucho tiempo para examinarlos a profundidad. En el cuarto de BaekHyun...
Sí pudo darse más tiempo, porque, tan pronto BaekHyun lo dejó sentado sobre el borde de su cama pegada a la pared opuesta, ChanYeol pudo observar todo lo que lo rodeaba mientras el mestizo se encargaba de buscarle la ropa que parecía necesitar.
Desde el ancho buró que tenía el desorden de varios libros gruesos que leían títulos de distintas biologías y especies marinas, hasta la pequeña repisa arriba con algunos cajones que al menos alcanzó a ver cómo acomodaban un par de figuritas y álbumes de distintos colores y tamaños, ChanYeol se pudo maravillar de ver todo en conjunto.
Al frente todavía encontró un escritorio con montón de hojas y cables desconectados de aparatos que apenas entendía de qué se trataban, pero lo que más llamó su atención mientras veía toda la composición de las cosas fue el mural que había en las paredes de BaekHyun.
No lo había notado al principio, muy curioso por saber de qué se trataba todo lo que lo rodeaba, pero ahora que había hecho el recorrido, había podido notar cómo las paredes, aparte de tener un tono azulado oscuro, tenían pequeños detalles que daban la apariencia de algo más que solo una simple pintura de cuarto. Eran burbujitas pintadas a los lados, atrás se hallaban más detalles como rocas, arrecifes, algas y diversidad de peces, pero al frente, junto al escritorio, encontró un aspecto más grande que demostraba la figura de un tritón de cola verde.
No tenía muchos detalles, en realidad, la figura era solo eso, una figura, pero los colores estaban entre el verde, negro y un suéter violeta...
"Ok, creo que de mi ropa podría quedarte este pantalón deportivo. Te noto delgado, así que pienso que solo necesitarás amarrártelo a la cintura. Una compañera de las prácticas me lo regaló en un intercambio, pero creo se ha de haber equivocado en la altura, así que no creo que esté corto. Ahora, para cambiarte tu playera mojada y fría, ¿quieres una sudadera gruesa clara o delgada y oscura?"
No pudo fijarse mucho más en eso cuando BaekHyun regresó para decirle aquello. Ante él, a solo dos pasos, estaba el rubio mestizo con las dichas prendas en las manos. Ambas sudaderas que estaba mencionando las traía en ganchos y los pantalones deportivos rojos doblados en uno de sus brazos. ChanYeol no tuvo que fijarse mucho en ellos, ahora que había visto tanto, estaba muy intrigado sobre varias cosas, como si quisiera preguntar sobre todo lo que ahí tenía; no obstante, se dijo que tal vez no era conveniente curiosear al respecto.
No iba a hacer esa situación más extraña de lo que ya era. Tenía que enfocarse en algo.
«Y si hablamos de su alrededor humano, ¿de qué modo voy a mostrarle el lado negativo que tiene?».
"Hum... ¿puede ser la gruesa y clara? Creo que tengo un poco de frío luego de haber salido sin nada y con el aire..."
"El cambio de temperatura pega duro, ¿cierto?" BaekHyun se burló, quizá conocedor de lo que estaba pensando con respecto a sus años anteriores donde no comprendía por qué de niño se quejaba. Dejadas sus mejillas sonrojadas de lado, la risita del mestizo fue la que rellenó el ambiente y se acercó hasta su lugar para entregarle lo nombrado. "Está bien, espero que te guste la tela. Está suavecita, pero no sé cómo le parezca a tu piel, quiero decir, hum... ¿cómo te sientes? ¿Todo bien con lo de la transformación?"
Entonces, ya estaban llegando a ese momento. Era hora de que hablaran sobre eso, y aunque ChanYeol no estaba seguro con qué iba a mentirle, algo tendría que salir.
"Sí, sí, yo... me sentía un poco mareado hace un rato, pero creo que ahora estoy mejor. ¿Esto... te pasa a ti cada que tienes transformación?" E igual podía retrasar un poco más el suceso, ¿no?
"A veces. Antes, cuando era niño, pasaba más seguido. Pero creo que luego me fui acostumbrando o tal vez pude controlarlo... no lo sé, pero ya no cuesta tanto. El dolor del cambio entre piel y escamas es por un momento, pero para eso están las burbujas, son curativas, ¿cierto? O al menos eso he pensado yo, ¿tú cómo lo sentiste?"
"Similar, supongo," comentó entre meneos de cabeza, a lo que BaekHyun se cruzó de brazos y con una sonrisa apretada, ChanYeol supo lo que se venía.
"Entonces... ¿cómo fue eso de tu transformación inesperada? Quiero decir, esto me emociona, la verdad. Creo que hemos querido que algo como esto pase desde... ¿qué? ¿Los ocho años? Bueno, obviamente no me molesta, pero fue... demasiado extraño. Me asustó, temí que algo más te estuviera pasando, y yo..." lo vio morderse el labio inferior y al inclinar un poco la cabeza, ChanYeol solo pudo apretar los labios. "¿Siquiera estabas consciente de lo que te estaba pasando, ChanYeol? Porque no siento que lo hicieras."
"Hum, bueno... no estoy muy seguro, BaekHyun, en realidad, yo... ¿crees que podrías darme espacio para cambiarme?"
"Claro, claro, tú cámbiate. Pero entonces, dices que tú..." ChanYeol no supo qué hacer cuando escuchó eso por parte de BaekHyun. Estaba pidiendo un poco de privacidad para cambiarse a modo de excusar que no tuviera bien su respuesta para decirla, sin embargo, cuando BaekHyun no pareció dársela, nuevamente se mostró incómodo. Al menos, BaekHyun pudo notarlo a tiempo, porque entonces, sin seguirle a lo que decía, el mestizo le dijo: "Oh, espera, ¿quieres que te dé un espacio como solo para que te...?"
"Sí, sí, yo... no me veo igual a como era de tritón, BaekHyun, tengo, eh..."
"¿Pito?" Si podía ponerse más rojo de lo que antes, ese era el momento, BaekHyun lo había conseguido. Con la risa que el chico había soltado, ChanYeol retrajo su mano que intentaba señalar lo que escondía debajo de la toalla, porque la vergüenza era grande. "Bueno, no es como si tú y yo no compartiéramos lo mismo, o como si nunca hubiera visto un pito, ChanYeol."
"Pero nunca has visto el mío."
"No en forma humana, ¿cierto?" Más avergonzado no podía estar ahora. El hecho de que, como niños, hubieran sido demasiado curiosos y quisieran entender un poco de sus anatomías, sobre todo ante la inquietud de la diferencia que había entre el cuerpo de un tritón y un humano, no quitaba el que ahora, ya grandes y conscientes de sus acciones, no lo incomodara sobre esos actos del pasado.
Sabía que eran niños e inocentes, ingenuos, sin ninguna maldad en lo que hacían. Sin embargo, ahora de alguna manera todo se sentía más incómodo.
"Hum, BaekHyun..."
"Está bien, está bien, te daré tu espacio. Pero si necesitas algo, puedes llamarme. No te vayas a caer poniéndote los pantalones, una pierna va en un hoyo, y la otra en el otro, ¿ok? Y si necesitas ayuda para amarrar los cordones, solo pregunta. No sientas vergüenza porque te ayude, ChanYeol, es normal hacer las cosas mal o no saber hacerlo en un mundo desconocido," dejadas las prendas junto a la cama donde estaba sentado, BaekHyun se inclinó apoyando una mano en su hombro. Con esas palabras, lo vio directo a los ojos. Él no pudo bajar ni siquiera por el temor, porque al mirarlo solo pudo detallar en la diferencia que había de ver sus ojos violetas a los negros que tenía como humano, y por alguna estúpida razón, no dejaba de pensar que igual eran bonitos. "¿Recuerdas cómo me trataste en mis primeros días como tritón? Fui bastante torpe en muchas cosas, así que, lo entiendo. Deja que sea yo el que ahora te regrese el favor."
"Yo..." se relamió los labios. Era la primera vez que hacía eso sabiendo lo que daba la verdadera sensación fuera del agua, pero al hacerlo, no pudo más que limpiarse su boca de esa saliva y entre la risita que BaekHyun soltó, solo terminó diciéndole: "Gracias."
BaekHyun lo dejó con eso, y al ver la puerta cerrada, comenzó a vestirse con lo que le había sacado. No supo qué hacer con la ropa mojada y toalla, pero decidió ponerla en una esquina donde esperaba no molestar. Ya más caliente en las prendas de BaekHyun, y con el cabello suelto ahora que se había dado cuenta de que estaba goteando y también necesitaba secarlo, se preguntó si habría un modo de secar sus rizos enredados.
Se dijo que podía distraerlo todavía con eso para retrasar un poco más tener que hablar cómo había llegado a esa inesperada transformación, pero no tuvo que hacerlo cuando afuera escuchó cómo BaekHyun ya empezaba a hablar del otro lado.
Se estaba preguntando qué decía o con quién hablaba, al menos hasta que la puerta fue nuevamente abierta, y con él en medio de ese cuarto, mientras apenas sabía cómo ajustarse el pantalón, se encontró con la sorpresa de que los padres de BaekHyun estaban ahí. Justo detrás del mestizo y lo miraban...
Bueno, ¿cómo más podían hacerlo? Claramente estaban sorprendidos.
"¿ChanYeol? ¿En serio eres tú?"
"Hum, eh, sí... eeeh... ¿hola, señor Byun?"
"Oh, por Dios, entonces... ¡en serio eres humano ahora! Pero cómo..." la madre de BaekHyun surgió en ese momento, y aunque temió tener que contestar a eso sin tener su historia bien armada, WonSik salió junto a TaeYeon para tomarlo y con una sonrisa, hizo la moción de guiarlo fuera de ese cuarto, rodeados sus hombros por uno de sus brazos.
BaekHyun no pudo quedarse atrás, estaba viendo todo desde otro ángulo y ya proyectaba la misma sonrisa que su padre. Algo debían saberse ambos para despreocuparse por ese acto.
"¿Eso importa ahora? El chico debe estar hambriento. Toda transformación genera muchos cambios, y uno de ellos es esa hambre voraz que solo... ¿no quieres acompañarnos a comer, hijo?"
"En realidad, no me siento con mucha hambre, pero..." de su parte fue torpe decir eso, porque WonSik podía estarle dando una salida fácil de ese incómodo camino. Sin embargo, antes de que pudiera encontrar siquiera cómo corregirse a sí mismo, el adulto contestó en medio de un bufido, ya con respuesta sobre la suya. Ignorante de cómo lo estaba ayudando a salirse de ese embrollo.
"Tonterías. Ven a comer con nosotros ahora mismo. Tenerte aquí también es para nosotros todo un gusto, así que debemos festejarlo de algún modo, ¿no?"
No tuvo otra opción, WonSik los dirigió pronto fuera de la recámara, y tan fácil como estaba siendo para ellos guiarlo, BaekHyun solo pudo encogerse de hombros cuando lo vio para aceptarlo.
Al menos se detuvieron en el comedor y ahí lo dejaron, porque los padres de BaekHyun decidieron dirigirse a la cocina como el cuarto contiguo que tenían del comedor. De una u otra forma, ambos se organizaron para hacerles algo, y mientras, con la negación que le dieron a BaekHyun de ayudarlos, se quedó a su lado para decirle dónde podían sentarse.
Todavía se distrajeron en la espera de que se sirviera la comida, porque BaekHyun había notado que había sido torpe para amarrarse el pantalón como le había dicho, y entre risitas y la ayuda que le dio para hacerle el nudo, además de enseñarlo (entre varios intentos que él solito hizo para ver si lograba memorizarlo), cuando finalmente se sentaron, los padres de BaekHyun ya habían llegado con platillos de comida para acomodarlos en el comedor.
Hablaron de todo menos de la razón por la que ahora era un mestizo, y ChanYeol no pudo estar más agradecido. Incluso cuando la ligera ansiedad de saber qué se suponía que iba a decir si la pregunta volvía a ser escuchada, encontrarse con la fortuna de nunca escucharla lo hizo suspirar en más de una ocasión con alivio.
Entonces, todo fue tranquilo. La comida estuvo rica, esos estofados que habían calentado, con la sorpresa de conocer nuevos platillos como el espagueti, las sopas y caldos, trajo mucho interés y razón por la que hablar con todos ellos, además de contarles cómo estaba él y su familia, junto a lo que ahora hacía, pues aparentemente sabían muy bien a qué se estaba dedicando (a estudiar) debido a los comentarios anteriores que BaekHyun ya les había hecho de él, porque hablaba mucho de él en esa casa.
Entremedio, ChanYeol llegó a mencionar sobre el envuelto, el cómo JongDae se lo había dado a sus padres para que regresara con su dueño, y aunque llamó la curiosidad de BaekHyun sobre lo que su padre poseía cuando joven y como tritón que había dejado junto a su mochila en la entrada, poco tiempo tuvo de poder preguntar y escuchar al respecto, porque pronto comenzaron a despedirlo.
Entre todas las personas que estaban ahí, ChanYeol fue el único que no pudo entender por qué BaekHyun estaba recogiendo todas sus cosas y cortando su conversación, sin dejarlos con el gusto de poder pasar más tiempo a su lado. No al menos hasta que lo preguntó, y recibió su respuesta:
"Tengo mis prácticas, ¿recuerdas? Hoy debo ir al centro de investigación, solo estaba en mi pequeño descanso, y bueno... lamento que te deje así tan de repente en la casa, ChanYeol, pero no tenía idea de que todo esto pasaría. Si pudiera, cancelaría hoy, pero no tengo oportunidad, porque si no cumplo con mis horas, podría..."
"Está bien, creo que lo entiendo, BaekHyun, de todas maneras, hum... ¿regresarás más tarde aquí, cierto?"
"¡Sí! Claro, y podemos quedarnos despiertos hasta tarde. Después de todo, mañana ya no tengo clase, así que también podemos despertarnos tarde. Haremos muchas cosas, te lo aseguro, ahora que estás aquí y así no podemos desaprovecharlo," ChanYeol sonrió. No, no podía hacerlo. Tal vez esta situación no la tenía contemplada en sus planes, pero tampoco dejaría que lo hundiera. Tendría que asegurar cómo estaba conformado su horario, y de ahí, bueno, surgiría un plan para cumplir con su objetivo, ¿no? Tenía que, no había otro modo. "Todavía tenemos charlas pendientes, de eso no me olvido."
"Por supuesto. Entonces, hum, vete con cuidado y... ¿nos vemos más tarde?"
"Claro, te dejo en buenas manos. Mamá, papá, ¿cuidan bien a ChanYeol mientras me voy?"
"Por supuesto, hijo, sabes que lo tendremos vigilado," TaeYeon bromeó, a lo que BaekHyun rodó la mirada. No necesitaron más palabras, entre besos y despedidas que les dio a los adultos, ChanYeol fue el último en recibir inesperadamente ese mismo gesto por lo que quedó estático y despidió al muchacho.
Luego de poco, TaeYeon también se excusó para salir del comedor regresando a su trabajo, y aunque tanto BaekHyun como su madre hubieran desaparecido, ChanYeol todavía no pudo moverse de donde estaba, más porque WonSik seguía tomando una taza humeante, sin decirle que podían pasar a otro lado.
De cualquier forma, no estaba interesado en hablar o moverse a ningún lado con él, más centrado estaba de pensar en cómo iba a organizar los siguientes días para demostrarle a BaekHyun que alejarse del mundo marino podía ser un error. Entonces, se dijo que tal vez en ese momento no podía alejarlo de su familia, escuela y estudios, pero podía intentar estar ahí para lo que necesitara, y entremedio de eso iba a conciliar sus acciones con sus intereses.
De alguna manera, tendría que hacerlo. Estaba enfocado en sus objetivos.
"Bueno, ahora que mi esposa y mi hijo se han ido, ¿quieres contarme la verdad sobre tu transformación, ChanYeol?" Lo cierto fue que, mientras pensaba todo aquello, ChanYeol no se esperó que WonSik todavía deseara hablar. Más perdido estaba en sus pensamientos para recordarlo. Mirar al antiguo tritón lo sorprendió al analizar lo que significaban sus palabras, y sobre esa sonrisa conocedora que el mayor le dio, ChanYeol supuso que algo ya se sabía sobre lo que estaba preguntando. Después de todo, ambos habían sido impulsados por algo, ¿no? "Me he de suponer qué pudo ayudarte, pero igual necesito que me seas sincero y me cuentes al respecto. ¿Quieres que hablemos sobre tu deseo?"
Estaba claro, ni siquiera necesitaba confirmación para saberlo. Pero estaba bien, por alguna razón, pensar que WonSik se lo estaba preguntando en la privacidad, lejos de BaekHyun y posibles oídos curiosos, ChanYeol se dijo que tal vez en el hombre podía hallar un aliado.
Uno muy inesperado, sin duda, pero... quién mejor que la persona que ya había pasado por su misma desdicha. No era idéntica la situación, mas, algo debía haber con lo que pudieran entenderse, ¿no?
ChanYeol iba a aceptarlo. Necesitaba más ayuda de la que pensaba. Ya lo había dicho, no podía desaprovechar estos momentos. De esto se fijarían dos destinos.
Tengo que admitir, no ha sido fácil escribir este capítulo... ¿saben esa sensación de tener algo en la cabeza, querer proyectarlo y al momento de escribirlo sentir que hiciste todo mal, pero no hallas modo de arreglarlo? Bueno, algo parecido he sentido al escribir esto. He intentado arreglarlo y creo que ya me siento mejor de leerlo nuevamente, pero...
Bueno, este no fue el mejor capi de la historia, e igual, pueden decirme...
🔹 ¿Qué les pareció a ustedes? Al menos en sustancia... 😔
🔹 Ya descubrimos cómo el deseo de ChanYeol fue cumplido, y con eso... ¿qué piensan que vaya a pasar? ¿Creen que ChanYeol la tenga fácil en su misión autoimpuesta y ahora con ese inconveniente de tener que hablarlo hasta con su padre?
🔹 Sin contar que... ¿ustedes qué creen que piense BaekHyun? ¿Algo que se imaginen sobre lo que está pasando en todo esto con el mestizo? 👀
No tengo más que añadir. Como siempre, se agradece que leyeran hasta aquí. Lamento darles este capi tan pobre, espero el siguiente venga mejor, así que... nos leeremos, ¡hasta entonces! 💙😓
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