Capítulo 2
Al día de hoy, con catorce años que habían pasado de esos primeros días en su relación, ChanYeol solo podía asegurar ese último comentario porque más que ver a BaekHyun como un amigo, sentía que podía llamarlo su mejor amigo.
Desde entonces, se habían vuelto uña y mugre. No importaba que BaekHyun viviera a kilómetros de él, en un mundo diferente al suyo y no siempre pudieran verse. Siempre que había tiempo, BaekHyun iba a sumergirse hasta llegar al monte a buscarlo y sacarlo de sus deberes o hacerlo gritar de emoción por saber que ese era otro día donde podría salir con su amigo mestizo.
Tal como lo decía, el tiempo había pasado para ellos, y por más que los juegos y las exploraciones en las profundidades se convirtieran en pláticas entre arrecifes, a pasos de la costa, sobre rocas o en los alrededores del monte, BaekHyun había conseguido acostumbrarlo a tenerlo.
Las visitas ya no eran espontáneas. En un punto, donde tanto BaekHyun como él comenzaron a avanzar sobre todo en sus estudios para ser las personas que querían según sus ideales–que a veces compartían, entre conversaciones a horas de la noche, mientras juntos veían las estrellas en un amplio cielo sobre ellos–, se redujeron los espacios que llegaban a tener, y los horarios fueron estableciéndose para ambos, porque no podían darse las mismas escapadas como antes.
Eran jóvenes todavía, pero ChanYeol sabía que, como él, BaekHyun había crecido y la vida de adulto no estaba tan lejos para ambos.
"¿Y es por eso por lo que BaekHyun no ha estado por aquí estos últimos meses?" Al hablar justamente de aquello que les había estado pasando, ChanYeol miró a SeHun para darle un asentimiento.
Era extraño haberse acostumbrado también a tener al príncipe heredero rodeándolo en sus actividades, pero la edad y las responsabilidades de cada uno habían traído diversos cambios, no solo como los que acababa de mencionarle. SeHun era otro caso, como futuro rey, nadie nunca habría creído antes que podría siquiera dejar el castillo si no fuera con algún guardia o ante el conocimiento de sus propios padres.
Sin embargo, la rebeldía se había vuelto aliada de SeHun, y aunque ChanYeol no lo apoyara en sus intereses, no podía quejarse porque fuera a buscarlo en sus escapadas de sus tutorías y clases. Ya no era responsabilidad de su padre DongHae, así que tampoco debía preocuparse por eso. Y quizá estar con él le había parecido mejor a muchas personas en el castillo, porque por más que los regaños llegaran en los momentos que era encontrado, siempre podían reducirse de saber que estaba con él. Con su amigo, uno de los hijos del jefe de la guardia real, pues al final ChanYeol también había sido educado en defensa para reaccionar si algo llegaba a pasarles.
Su padre EunHyuk tenía la tranquilidad de que pasara tiempo a su lado a saber... que el príncipe heredero se hubiera escapado y no llegaran a encontrarlo con él. Al menos una que otra vez incluso le habían dicho que con él, SeHun aprendía algo. Ya fuera porque a él lo encontrara cumpliendo sus propias responsabilidades o estudiando.
Como ahora podía, en medio de esa práctica de su labor de vida–o como BaekHyun lo llamaría, su carrera universitaria–, al sur del Pueblo La Perla, en un alto monte a solo metros de su casa, donde atendía a una mamá delfín y la revisaba en su embarazo avanzado.
Probablemente a SeHun poco y nada podía importarle de importunarlo mientras él mantenía a la señora delfín acostada y él palpaba su vientre para sentir al pequeño animalito dentro. Sin embargo, algo debía ver y conocer de las especies que iban y venían–pertenecientes a su pueblo, por más que las especies fueran diferentes y no se comunicaran de la misma manera–, porque llegaban a agradecerle hacerle aprender algo en sus escapadas a SeHun, ¿cierto?
Como ya podía esperarse, no había muchas personas de su edad en esa área, y menos estudiantes que pudieran hacerle compañía en su labor de aprendiente. Había sido difícil llegar hasta ahí ahora, a ChanYeol se le había vuelto complicado seguir estudiando y encontrar su labor de vida para con su pueblo si consideraba que su educación no era tan centrada y establecida como BaekHyun le había contado en el mundo humano. No obstante, algo había encontrado y en medio de eso, había hallado su pasión incluso cuando fuera difícil salir de las tutorías con su padre DongHae hasta ser el aprendiz de la vieja partera del pueblo.
Pero igual... alguien debía terminar tomando ese lugar cuando ella desapareciera.
Él no se quejaba, al tener a SeHun ahí en medio de eso, también se beneficiaba de no estar solo en todo ese tiempo, y la facilidad de su aprendizaje era que tampoco se veía tan rígido como el de BaekHyun. Él no tenía por qué seguir un horario muy fijo ni riguroso o asignaturas obligadas que lo restringían de entrar y salir cuando quisiera, solo era cumplir día a día, y aprender hasta que dominara el arte que era traer vida.
"Sí, está en su último año de la universidad. Ya va a graduarse el próximo semestre y necesita cumplir con sus horas de prácticas en este tiempo. Creo que está trabajando por las tardes en un centro marino o... algo similar me había dicho, no recuerdo bien su nombre, solo..." ChanYeol sacudió la cabeza. No importaba darle grandes explicaciones a SeHun sobre eso, fuera de lo que podía enseñarle ahí, el mundo de los humanos era todo lo que menos podía importarle al heredero de un mundo marino, y aun más cuando ni siquiera iba a esperar conocerlo. Como él. Ninguno de los dos podía. "Es difícil para él darse las escapadas de antes."
Ante el encogimiento de hombros que dio sobre esas últimas palabras, ChanYeol provocó que el agua a su alrededor llevara su cabello largo casi sobre su cara. Al querer examinar a la mamá delfín con la que estaba ahora practicando, la soltó solo para sacar la pulsera que llevaba en la muñeca. BaekHyun se la había regalado hacía años, una simple pulsera hecha con un extraño material que había nombrado ser acrílico, unido como cadena donde cada parte tenía un color diferente–como un arcoíris, le había dicho el mestizo, y aunque ChanYeol tardó también en saber qué era un arcoíris, cuando lo supo no pudo más que alegrarse de portarla todos los días. Ahora la usaba no solo de accesorio en la muñeca, también para sostener sus largas hebras rizadas y hacerse un pequeño chonguito alzado para despejarle por completo la cara.
Con esa molestia quitada, pudo regresar a su labor e inspeccionar tan adecuada como delicadamente podría a la mamá en sus manos.
"Tendré suerte si llego a verlo en esta semana, supongo. Es más probable que venga los fines."
"¿Esos días son...?"
"Sábados y domingos. Los últimos días de los siete que hay en la semana, ¿recuerdas?" Esos datos eran difíciles de aprender para ellos porque, a diferencia de los humanos, no manejaban el tiempo de la misma manera. En realidad, bajo el mar el tiempo era bastante relativo. No existían los cumpleaños, las fiestas ni mucho menos semanas, meses y años que contar. Si bien podría haber días que no olvidaban porque la historia del océano también tenía sus puntos importantes, al vivir más que entre animales que, ante el ojo humano, se reconocían como poco pensantes–por más que ChanYeol dijera que había peces mucho más inteligentes que algunas personas en la superficie–, estaban acostumbrados a vivir el día a día. El tener a BaekHyun entre ellos los había hecho aprender muchas cosas distintas, y con el tiempo, su día a día se había ido asemejando a algunas características humanas. ChanYeol sobre todo lo hacía, y SeHun aprendía de lo que con él escuchaba. Mientras asentía a aquel recuerdo, pudo garantizar que quizá en años posteriores su pueblo podría comenzar a crear calendarios, si acaso la idea de llevar un recuento en sus vidas se volvía tan importante para SeHun como lo era para ChanYeol. "Hoy es jueves. Faltan solo dos días para que sea fin de semana."
"Ah, entonces, por eso te ves tan decaído últimamente. ¿Has extrañado mucho en toda esta semana a BaekHyun? Porque en casi cuatro días no has podido verlo."
Ese comentario hizo que ChanYeol de nuevo se detuviera en su inspección, y al sentirse un poco abochornado, miró a SeHun como si quisiera negarlo. Sin embargo, en la mirada de ojos azules que tenía el príncipe tritón se veía por completo que no podía engañarlo.
Obviamente su ánimo se había ido decayendo por tener lejos a su mejor amigo. Y sí, para él no era raro mantenerlo apartado porque sabía que un mundo diferente los separaba, pero de manera reciente las cosas habían cambiado bastante.
El tiempo que pasaba con BaekHyun, como antes lo decía, siendo uña y mugre, ya no se veía de la misma forma. Ya ni siquiera respetaban los horarios que antes tenían establecidos para verse. Esa carrera universitaria–o como quisiera llamarla BaekHyun– estaba absorbiéndolo en espacio y tiempo. Se habían alejado descomunalmente, y ChanYeol no podía negar el hecho de sentir la decepción cada que cierto día BaekHyun no aparecía como le había prometido para verlo en la costa o que se desanimara porque sabía que tampoco podía exigirle pasar tiempo a su lado porque era evidente que el mundo allá abajo no tenía nada por lo que llamar a BaekHyun.
"Señora delfín, su bebé tiene un buen tamaño para el tiempo de gestación que lleva. Necesita contar treinta amaneceres desde este momento, pues es posible que para ese número vaya a liberar a su cría. Si tiene alguna molestia o incomodidad antes de contar el número treinta, no dude en ir a buscarme, a mí o a la vieja partera Shin para asistirla. Es una mamá muy sana, estoy seguro de que no habrá complicaciones en su parto," tal vez por algo, con todo eso pensado, decidió no contestarle a SeHun de inmediato. En su lugar, comunicado con la delfín en sus manos, habló la lengua de la que bien sabía que SeHun también conocía para ver lo que estaba haciendo. Y sin más preocupaciones, la mamá atendida se recompuso en su posición al tiempo que le daba un agradecimiento con un simple golpe de su frente sobre su hombro. ChanYeol sonrió, era lo que le gustaba de su trabajo. "La veré dentro de poco. Que tenga buen viaje."
Con la delfín lejos de la cueva en la que ambos se instalaban en el monte, ChanYeol solo tuvo unos segundos más para verla nadar lejos de ahí antes de que la cola azul de SeHun lo golpeara en un costado. Por su movimiento, la bata abierta que usaba para cubrir parte de su pecho ondeó poco en el agua. Y en eso, lo miró.
Como él, SeHun todavía no había adquirido una mayoría de edad para fungir con su labor en el pueblo. Si bien los cumpleaños no eran fechas que se festejaran y los años podían ser un poco ilegibles debido a eso, de alguna manera la naturaleza les había hecho fácilmente reconocer cuando esos tiempos llegaban. No importaba que ChanYeol fuera más consciente del tiempo o de los días que pasaban a diferencia de sus padres y amigos ahí abajo, él desde antes sabía que sus padres apenas estaban cruzando una tercera década cuando lo adoptaron, se reconocía como infante en esos años, y ahora, mientras practicaba para conseguir su puesto que quería y le correspondía en su mundo, estaba seguro de pasar la adultez dentro de poco, así como su amigo, y sus padres que ya eran adultos cerca de la mediana edad.
Por algo que ninguno de los dos pudiera descubrir su pecho por completo. Solo hasta que habían adquirido responsabilidades en su pueblo–como él al ser partero, y SeHun el rey de La Perla– les era permitido mostrarse y pintar su piel.
Alguna vez había hablado con BaekHyun de eso. Esos... tatuajes, le había llamado el adolescente mestizo en ese tiempo.
"¿Son irreversibles?"
"Sí, se marcan con una fina espina que contiene un veneno especial. En la exposición de otras especies, podría ser letal, pero para nosotros no. Solo nos deja la marca oscura en la piel. De por vida."
"Entonces, son como tatuajes... bueno, los tatuajes pueden quitarse, pero queda una marca. Porque es como una cicatriz, está ahí, aunque pueda irse lentamente atenuando."
"Lo mismo pasa con nuestras marcas. Esos... eh, tatuajes que tenemos, son importantes. Espero tener los míos cuando llegue el momento."
"¿Y qué significan? ¿Por qué son tan importantes y qué los hace especiales para que ustedes pasen por el dolor de un veneno para tenerlos?"
"Papá DongHae me dijo que es por una tradición. Alguna vez nuestra especie fue cazada, descubierta por humanos de antaño..."
"¿De ahí es que vienen las leyendas de piratas y sirenas?" Recordaba encogerse al ver al chico de tez clara y ojos violeta. Sin embargo, la atención que le había dado al contarle sobre una parte de su historia lo estaba haciendo sentir único. Tan especial como cuando sus padres le dijeron que BaekHyun era diferente. Él también podía ser importante.
"Es probable. Cuando uno de nuestra especie desaparecía, muchas veces no se sabía porque no había registros. Y en ocasiones, aparecían los cuerpos de esas sirenas y tritones, pero era imposible saber quién era por el modo en el que... bueno..."
"Y pensar que algunas personas dicen que las sirenas eran las que mataban a los humanos..."
Sonrió triste. BaekHyun en serio era especial, pero por algo distinto, no lo que simplemente se veía de su caso particular.
"Entonces, comenzaron a marcarse. Para generar un registro, una forma de saber quiénes estaban entre nosotros. Las marcas te representan, porque cada uno las hace. Es difícil saber el significado de la marca que tiene otra persona, pero quienes lo saben suelen ser importantes para aquellos que le pertenecen. Podría decirse que la marca es tu identidad. Y así, cuando otra sirena o tritón desaparecía, el registro de la marca les decía quién era, y si algún cuerpo aparecía más tarde, podían saber de quién se trataba para darle una adecuada sepultura."
"Eso suena terrible, ChanYeol..."
"P-Pero las marcas ya no sirven como antes, quiero decir... ¡nos cuidamos más ahora! Hemos conseguido salir del radar humano y nos volvimos solo eso que dices... ¡leyendas! Las marcas se hacían antes desde que eras un infante, pero ahora... por el temor a que el veneno sea muy fuerte para la piel que sigue desarrollándose de un niño, se debe esperar hasta la mayoría de edad, y al hacerlas solo nos da nuestra identidad, ese significado especial que nos reconoce entre varios."
"¿Qué significan las marcas de tus papás?"
"No lo sé... solo ellos lo saben. Pero está bien, después de todo, aunque sea su hijo, hay cosas que entre ellos pueden guardarse, y al final... no hay amor más grande que el que ellos como cualquiera pareja se tienen."
"Wow, eso suena tan lindo... Me pregunto qué tipo de marcas te harás cuando crezcas, ChanYeol... ¿me contarías cuáles serán sus significados?"
Esa simple memoria y la sonrisa que le había dado a BaekHyun al verse en el titubeo de contestarle lo trajo de vuelta con SeHun, solo en una misma interrogante que involucraba al chico en el que estaba pensando.
Sabía que la respuesta que le había dado tenía que ver con lo que ahora escuchaba, porque el hecho de que pudiera pesarle tanto o no la ausencia de BaekHyun se reflejaba en aquellos sentimientos que, más allá de una amistad, se habían ido cultivando desde ese tiempo.
"ChanYeolee~"
"No sé de qué estás hablando, SeHun. Yo he estado perfectamente. El tiempo que tenga sin ver a BaekHyun no me afecta en lo más mínimo, ¿sabes?" Vaya mentiroso que era. No importaba, de cualquier modo, cualquiera que lo conociera sabría eso.
Y tanto como podía o no hacerlo SeHun, al verlo sacudir la cabeza con sus cortos cabellos plateados balanceándose en el agua, supo que estaba claro. Incluso con el enrojecimiento de sus mejillas al voltearse.
"Y yo que pensaba que estabas a punto de traerlo a casa por fin anunciando que es tu pareja."
"¡¿Qué-qué?!" Sin pensar en cómo estaba intentando disimular sobre su mentira, ChanYeol volvió a girarse de aquella labor que esperaba realizar al anotar en la piedra la fecha que había establecido para el parto de la delfín; se expuso por completo, pues, tarde se había dado cuenta de cómo estaba avergonzándose con ese tono agudo de voz y ese nerviosismo al escuchar la simple posibilidad de que alguien creyera que BaekHyun y él... bueno... "¿Por-por-por qué creerías eso? Yo no... BaekHyun y yo no... ¿de qué hablas, SeHun?"
Torpes eran sus intentos por reducir lo que estaba claro en sus actos. Aunque regulara el tono de su voz y quisiera hasta sonreír al decirle eso, como si le hiciera gracia solo pensarlo, su temor estaba claro en cada aspecto. Su postura tensa, su sonrisa chueca, diablos, si pudiera sudar, seguro que lo estaría haciendo. Pero igual, eso no era necesario para que la sonrisa conocedora de SeHun supiera lo que estaba viendo.
"ChanYeol, tu interés amoroso por BaekHyun es demasiado obvio. Por favor, te conozco desde que le gritabas a tu papi EunHyuk porque fuera a llevarte a orinar, no puedes engañarme. E incluso si fuera así, tampoco tienes por qué avergonzarte de saber que lo pueda tener en cuenta. Si bien lo piensas, tómalo como una ventaja. A diferencia de tus padres que se volverían chismosos si supieran que algo te traes con BaekHyun–aunque sigo creyendo que es una tontería que haya una sola especie en el océano que no sepa que estás loquito por ese mestizo," ChanYeol abrió la boca, sorprendido ante esas palabras; quiso tal vez renegar en medio de eso, pero sin poder hacerlo, solo le quedó seguir escuchando al heredero mientras esperaba su turno para defenderse. "Yo puedo ser tu completo confidente. Después de todo, soy lo más cercano que tienes a un amigo después de BaekHyun, ¿no? E incluso así, soy el príncipe heredero de este pueblo, tengo la responsabilidad de ver por el bienestar de mis súbditos. Y como uno de ellos, ChanYeol, me preocupa honestamente tu interés por crear una familia, así como necesitas mi aprobación como futuro rey para desposar a tu pareja. Si a mí me cuentas cómo te va y qué tal te sientes con BaekHyun, tal vez podría ver la posibilidad de darles mi entera bendición a su matrimonio, ¿sabes?"
ChanYeol no pudo decir nada contra eso. Aunque boqueara y quisiera contradecir, quizá nuevamente negar que pudiera sentir algo de lo que (se suponía) todos sabían que tenía con BaekHyun, nada quitó que el hecho de escuchar la defensa que le había dado SeHun era bastante... bueno, adecuada. Al final, era cierto que SeHun, como su soberano, daba las ceremonias de uniones en su pueblo. Arreglaba matrimonios, y no como que él juntara a dos personas para casarse, si lo ponía en términos que BaekHyun le había enseñado, SeHun era como un oficiante para casar a las parejas en su pueblo.
Cierto era que no todos los seres marinos pedían su aprobación y menos tenían una ceremonia oficial, pero ellos, como tritones y lo más cercano a la raza humana, probablemente tenían ese mismo pensar de hacer todo más de acuerdo con una norma.
Por tradición. Porque ningún papel o aprobación era necesaria para garantizar el amor y la unión monogámica de dos personas. Sin embargo...
Nada evitaba que ChanYeol quisiera tener su ceremonia oficial si algún día pensaba casarse.
Él quería lo que sus dos padres habían podido en algún momento, porque era lo que conocía. Ser una pareja casada, con una familia.
La situación con BaekHyun era otra, en su mundo humano todo lo que él pedía se daba de una manera muy diferente, pero en su mundo podía ser posible porque no estaban basados en nada que pudiera rechazar lo que ellos podían formar juntos, e igual...
Suspiró. Bien, SeHun podía sentirse feliz porque iba a confesarlo. Sin embargo, no le impedía decir lo que había surgido en medio de esos pensamientos.
"Bueno, sí, tal vez sea demasiado obvio, pero... no porque yo muestre que me gusta BaekHyun, significa que sea correspondido," molesto, frunció un poco el ceño y cruzó sus brazos sobre su bata y pecho. No obstante, SeHun inclinó la cabeza con inquietud, como si no entendiera lo que le estaba diciendo. Él volvió a suspirar, porque tuvo que explicarle. "No porque tú pienses darme tu bendición o yo quiera estar con BaekHyun significa que pueda traerlo a casa diciendo que es mi pareja, ¿comprendes?"
"Comprendo lo que estás diciendo, ChanYeol, pero no el significado que tienen tus palabras, porque si estoy oyendo bien, me estás diciendo que a BaekHyun no le gustas como a ti te gusta, y yo solo puedo decir con eso... ¿en serio? ¿De verdad piensas que eso es lo que dice BaekHyun?" ChanYeol apretó los labios. Cómo iba a saberlo. No era como si alguna vez hubiera hablado de eso con BaekHyun. Por más que le gustara y hubiera querido en sus locos días de adolescencia experimentar uno que otro detalle a su lado, como ese posible primer beso del que había escuchado, simplemente nunca lo había hecho. BaekHyun podría haberlo permitido, pero qué le decía que eso no arruinaría lo que tenían juntos o qué le aseguraba que luego de eso pudieran haber permanecido juntos. BaekHyun se lo había dicho, él había experimentado en su mundo, había tenido parejas, una que otra vez lo había escuchado hablar de chicas y chicos, pero... ¿él dónde quedaba en eso? ¿Cómo demonios se le confesaba si BaekHyun le había contado cómo ya había tenido algo con otras personas? No le había dado su primer beso a él, en su lugar... solo ChanYeol lo había conservado. "¿Siquiera has visto cómo te mira? Prácticamente le brillan los ojos cuando está frente a ti, ChanYeol."
"Ese es solo el brillo natural de sus ojos, son violetas, SeHun. Es normal que le brillen con cualquier mínimo haz de luz que le pase."
"No hablo de un brillo literal, es algo más, ChanYeol. Es algo... obvio."
Por más que una espinita lo molestara ante esas palabras que SeHun le dio, ChanYeol no quiso darse falsas esperanzas. Bien, tal vez SeHun había advertido sus sentimientos, pero cómo podía hacerlo con los de BaekHyun. Estaba claro que ellos dos se conocían, pero BaekHyun y SeHun no eran tan cercanos.
Eran contadas las veces que se habían visto, y sí, quizá fueran más de las que él pensaba porque habían pasado años desde que llegaron a verse por primera vez, entre eso, incluidas las veces que le había presentado a SeHun como su príncipe y las ocasiones en las que se vieron cuando él estaba en sus clases junto al heredero. Entonces, tal vez era posible decir que no eran completos extraños, pero tampoco eran amigos como ChanYeol podía decirlo.
Eran solo conocidos. No había razones para que SeHun tuviera la misma seguridad al decir eso de BaekHyun con él.
«Pero ¿qué pasaría si fuera cierto...?».
"¿Tú en serio crees que BaekHyun pueda sentir algo por mí?" Tímidamente, ChanYeol tuvo que preguntar al respecto. Mientras volvía a girarse, seguro de estar enfocándose en la piedra donde anotaba lo de antes, se hizo el tonto. Fingió no mostrar el entusiasmo que le daba imaginar que tal vez, a pesar de las situaciones que había escuchado y visto junto a BaekHyun en el pasado de sus relaciones y experiencias, y se dejó llevar sobre la inocencia que su simple pregunta iba a desembocar con SeHun.
Lo escuchó desde el momento en el que SeHun bufó a su lado.
"Claro que sí, ¡a BaekHyun le gustas, ChanYeol! Y si no fuera así, me estaría volviendo loco, porque para mí es demasiado claro. ¿Nunca has pensado en decirle algo? Quizá si te confiesas... él te demuestre justo lo que te estoy hablando."
¿ChanYeol no había pensado en eso? ¿Nunca había tenido intenciones de decirle a BaekHyun cómo podía tener sentimientos por él?
Diablos, contestar esa pregunta era complicado. Porque claro que lo había querido hacer. Alguna vez, hacía varios años, había tenido ese mismo deseo de solo decirle lo que sentía, comentar que podía estar desarrollando algo más que solo una amistad a su lado.
El problema era que hacerlo involucraba muchas cosas. Entre ellas tenía miedo, porque qué podía pasar si acaso BaekHyun lo rechazaba, si le decía que no estaba interesado en él de esa forma...
Además, descubrir su orientación sexual no había sido tan fácil para BaekHyun como para él en esos tiempos. Ya lo había dicho, el mundo humano en el que vivía hacía ver esos aspectos de manera distinta. Los rechazaba, y aunque ChanYeol quisiera decirle que estaba bien, que él no iba a juzgarlo porque solo era él enamorado de una persona, hubo días difíciles mientras le contaba cómo podía sentir algo por un chico en su escuela y obviamente había sido rechazado. Burlado. Golpeado.
Los llantos que había escuchado del mestizo en esos días se guardaban en los recuerdos de ChanYeol con tanta impotencia mientras se permitía abrazarlo. Y claro que BaekHyun ya había pasado esa faceta, aunque la rechazara por momentos y negara sentirse de esa forma, una vez que lo entendió y su mente maduró, el que gustara de chicas y chicos no le provocaba ninguna molestia. Por más que en su sociedad no pudiera decirlo o demostrarlo con tanta sencillez como ahí se veía.
¿Cómo iba ChanYeol a confesarse cuando BaekHyun mismo había sido un lío en sus sentimientos de ese tiempo? Ahora, luego de tanto, ya no estaba seguro de ver que hubiera un interés amoroso por más que las cosas fueran otras.
«Pero ¿qué pasaría si no fuera así...?». Esa simple pregunta curiosa que se abrió espacio en su cabeza. Había conseguido que volteara a ver a SeHun, y tan pronto lo encontró sentado sobre la piedra que hacía de su mesa donde apuntaba, la impulsividad que todavía conservaba desde que era un niño dominó su labia.
"¿Crees que debería decirle a BaekHyun que me gusta?"
"¿En serio me lo preguntas?" ChanYeol asintió todavía con los labios apretados. Estaba demasiado ansioso esperando esa respuesta, por más que de alguna manera ya sabía cuál era. "¡Por supuesto! Después de todo, si no llegas a decírselo, ¿cómo vas a saber la verdad? No creo que haya algo malo, solo tómalo de este modo... el que no arriesga, no gana, ChanYeol. ¿BaekHyun no te dijo eso hace tiempo?"
"Sí, cuando iba a presentar su examen para Biología Marina. Pero eso es diferente a esto. BaekHyun tenía la oportunidad de presentar de nuevo para su carrera si no pasaba, y yo..."
"Tú tienes que intentarlo, porque si no lo haces, vivirás amargado de por vida, preguntándote qué hubiera pasado si..."
Odiaba saber que SeHun tuviera tanta razón, porque no podía contradecir ni decir nada a cambio. Tal vez SeHun en verdad había aprendido algo a su lado, más allá de lo que él hacía, estaba demostrando madurar. Saber eso... comenzaba a hacerlo ver como el futuro rey que sería.
"Ok, voy a decirle en ese caso."
"¿En serio?"
"Sí, ¿o no me estabas diciendo que eso hiciera?" Esa pregunta vino resurgiendo la ansiedad que sentía antes, porque, contraria a la respuesta que se esperaba de SeHun por lo que le había dicho, no se habría imaginado encontrarse con una tremenda sorpresa en sus gestos junto a esas palabras. Quizá no estaba mal echarse para atrás de último momento.
"¡No! No, o sea, quiero decir sí, pero no estaba diciendo que yo... es que fue tan repentino eso, y no pensé que en serio quisieras hacerlo, o sea, no ahora, ¿sabes? Pero... si eso es lo que quieres, ChanYeol," y para su mayor sorpresa, SeHun puso una mano sobre su hombro que de nuevo lo dejó mudo, a la expectativa de lo que estaba viendo en esos ojos azules de su amigo. "Entonces, ¡ve por ello! Tienes todo mi apoyo."
"¡Muchas gracias, SeHun!" Tan impulsivo como estaba siendo en esos momentos, ChanYeol saltó para abrazar a SeHun y rodearlo con sus brazos del cuello. Probablemente por eso el príncipe tritón ni siquiera supo cómo responderle. Sin embargo, no tuvo que hacerlo, porque, casi como si hubiera llamado a alguna línea del destino, en ese momento a su sala de revisión llegó un banco de peces, a los cuales ChanYeol tuvo que atender, preocupado porque hubiera una emergencia que lo incumbiera. "Oh, chicos, ¿sucede algo, acaso?"
Separado del abrazo, ChanYeol nadó hasta donde estaba el banco, y en medio de burbujas que transmitieron el mensaje para el futuro a ser partero, detrás quedó SeHun rascándose la nuca con cierta incomodidad mientras veía a su dichoso amigo tensarse de nuevo y enrojecerse hasta las orejas.
"¿Qué pasa? ¿Hay un problema con todos estos peces? ¿Qué están diciendo?" A diferencia de SeHun que no comprendía todos los idiomas de las especies marinas que vivían cerca del pueblo, ChanYeol había sido instruido por su padre DongHae en aquel arte; SeHun se perdió de todo lo que esos peces plateados pudieran decirle al otro tritón completamente tieso. "¿ChanYeol?"
"E-Está bien, y-yo atiendo eso en un momento. M-Muchas gracias, chicos," despidió con ello al banco de peces, y al girarse una vez más sobre la entrada a la cueva, miró a SeHun con ese ceño fruncido que seguía exigiéndole una respuesta. No tuvo por qué tardar en dársela, solita había salido de los labios. "Mm, me acaban de decir que BaekHyun me está, ah... buscando."
"¿Qué? ¿BaekHyun está aquí? ¿Cuándo llegó?"
"¡No lo sé! No se suponía que viniera aquí hasta el sábado, y hoy es jueves, ¡es jueves! A menos de que me hubiera equivocado en lo que escribí del calendario," rápidamente llegó hasta la piedra donde había tallado su calendario. No estaba mal según él, pero cómo podía asegurarlo si no tenía la tecnología humana que BaekHyun le había mostrado y mucho menos algo en su mundo que con eso lo ayudara. E igual, nada quitaba que BaekHyun estuviera ahí ahora, ¿cierto? Sin contar lo que significaba. "Ay, no, ¿por qué vino antes? ¿Qué se supone que voy a hacer ahora?"
"Pues, lo que dijiste que harías, ¿no? ¿No pensabas confesarle tus sentimientos?" SeHun opinó, cosa que le crispó todos los nervios. No estaba preparado para eso. Tal vez había emoción en su interior, cierto gusanito que brincaba de alegría por pensar en ver a BaekHyun y hablarle, pero suponer lo que podría pasar fuera de eso con lo que le estaban apuntando... simplemente no podían exigirle ponerse menos nervioso. "¿ChanYeol?"
"Yo... ¿debo hacerlo? No sé, la verdad no sé, yo... no sé si estoy listo."
"Oye," cuando SeHun volvió a poner una mano en su hombro, ChanYeol lo miró con cabeza agachada y cuerpo engarrotado. A la vez, el toque fue suave, para sorpresa de muchos, SeHun podía ser un gran amigo aunque poco creyeran que podrían volverse cercanos. "Hazlo solo si te sientes seguro, tampoco debes hacerlo si no estás listo."
De la misma manera, escuchar esas palabras consiguió que soltara todo el aire que estaba conteniendo. Fueron realmente reconfortantes, y ahora al ver a SeHun de nuevo, ese temor de antes se estaba evaporando. Solo podía quedar ahora el entusiasmo de ir a ver al mestizo, ¿cierto?
"De acuerdo. Entonces, iré a verlo, SeHun."
"Claro. Yo supongo que tendré que regresar a mi sucio y aburrido castillo para atender las reuniones que papá me dejó. Imagino que ya le di mucho estrés a mis cuidadores con todo este tiempo desaparecido. ¿Me visitas más tarde para contarme chisme?"
"No prometo hacerlo inmediatamente, tengo que permitirte atender tus responsabilidades, ¿no?" Se burló, a lo que pronto fue quitándose la bata al separarse de su lado. En su lugar, se puso un simple suéter tejido rosa pastel que se habían encontrado a los bordes de la costa. Toda la ropa que usaban siempre era sacada de los desperdicios humanos, y aunque algunas veces muchas cosas raras vinieran de ahí, y a veces dañaban sus ecosistemas, habían hecho lo mejor para sacar provecho de ello. Tenían que evolucionar, su ropa no iba a ser hecha de puras conchas y alguitas.
"Tss, aburrido. De menos para consolarme podrías pedirle a BaekHyun que me presentara a JongDae, su primo."
"¿Eh?"
"¿Eh? Ya vete de aquí, no hagas esperar demasiado al mestizo," ChanYeol quedó con más de una interrogante ante eso último que había escuchado, y aunque tuvo mucha curiosidad al ver cómo las mejillas de SeHun se habían teñido, la simple mención de BaekHyun entre todo pudo más con él. Tuvo que sacrificar dejar aquello a medias y se despidió para nadar fuera de la cueva en dirección a la costa.
A diferencia de hacía años, sus padres no necesitaban ahora acompañarlo hasta allá. ChanYeol era más independiente. Por más viviera todavía bajo el monte con EunHyuk y DongHae, nada quitaba que pudiera desplazarse con mayor libertad. Y entre eso, la recompensa había estado en poder salir a donde quisiera y pudiera junto a BaekHyun.
Como en ese jueves que su sonrisa no podía ser más grande al encontrar los pies mojándose en la superficie.
Antes de siquiera acercarse por completo a ellos, ChanYeol pensó un poco. Después de lo poco que había hablado con SeHun y que lo había hecho preguntarse un par de cosas, no sabía si en verdad ese podía ser el momento en el que se le confesara a BaekHyun.
¿Sería muy precipitado hacerlo solo en ese momento? ¿No sería muy poco especial? Tal vez debía preparar algo más o quizá... hacerlo tan espontáneo como eso podía ser en este momento.
"ChanYeolee, sé que estás ahí, puedo ver tu molotito negro en el agua. Sal ya, no tienes por qué esconderte," escuchar esa voz amortiguada por su diferencia de estar bajo el agua trajo de nuevo a ChanYeol con los ojos arriba. Entonces, sin siquiera haberlo notado, estaba a solo unos metros de BaekHyun, en esa cuesta abajo que hacía la arena en la costa de aquella playa, misma donde sobresalía la roca sobre la que BaekHyun se sentaba con sus pies que apenas tocaban el agua y sus piernas peluditas con pantalones subidos, ChanYeol vio la imagen ligeramente distorsionada del chico de cabello corto, ahora pintado de rubio y lacio que aun bajo el agua alcanzaba a distinguirle plasmar una sonrisa. O tal vez solo era que él podía proyectarla porque bien lo conocía, y por lo que escuchaba decirle en estos momentos, no podía hacer más que imaginarla esbozada en su rostro. "¿O vas a hacerme esperar todo el día? No estaba pensando meterme hoy al agua."
"Precisamente por eso me sorprende que estés aquí en este día," esas fueron las palabras con las que llegó cuando pudo emerger a la superficie. Apenas con su cuello fuera para mostrar su cabeza junto a la roca donde estaba BaekHyun sentado, ChanYeol aseguró esa sonrisa grande que ya conocía del mestizo tal como pensaba que la estaba figurando. Tal vez solo más grande cuando lo vio, bajo los ligeros rayos del sol que aún se asomaban para la temporada invernal que había en esos días y podían asomarse–después de todo, estaban en la zona costera, las temperaturas bajas no eran mucha cosa en esos lados; por algo que BaekHyun pudiera llevar solo como protección un simple pantalón chándal y una sudadera gris encima.
No importaba lo que trajera o el gesto que viera en el rostro de BaekHyun, nada quitaba que le gustara verlo tal como ahora, incluso en su faceta humana con esa piel bronceada y de leves pecas bajo sus ojos. Era igual de hermoso a cuando era un tritón todo lleno de brillos y tonos violetas. Todavía se preguntaba qué provocaba esos cambios en BaekHyun, porque ni siquiera en edad adulto le había sido explicado eso, cuando la familia tritón del chico no tenía ninguna de esas características, aun su padre de donde aquella rama descendía.
De cualquier modo, nada quitaba que BaekHyun tuviera ese particular brillo del que SeHun le había hablado, ¿cierto? ¿Podía ser que en serio significara algo?
«¿Debería averiguarlo?».
"¿Te estás quejando de que venga a verte de manera inesperada?"
"¡No! No, yo jamás haría eso, solo..." ChanYeol se exaltó ante aquellas palabras, tanto lo hizo que sacó parte de su torso del agua, y salpicó levemente el cuerpo del humano en la roca. Al mismo tiempo, al ver lo provocado, se avergonzó y rápidamente volvió a hundirse. Parte de eso lo hacía también temeroso de que ojos indeseados fueran a verle más de lo necesario. Si alguna persona aparecía, quizá al verlo solo de ese modo podría creer que era cualquier otro humano sumergido, pero una segunda mirada podía delatar lo que bajo del agua ocultaba. Mejor era prevenir a pasar malos tragos. E igual, aunque no hubiera nadie cerca para temer, ChanYeol tomaba eso a su favor, pues, estar sumergido y más por debajo de BaekHyun le permitía también ocultarse cuando algo llegaba a sonrojarlo. Como ahora. Hundido casi hasta el nivel de su nariz para cubrir sus mejillas encendidas. "Estoy un poco sorprendido. Creí que habías dicho que llegarías hasta el sábado. Y hoy es jueves... ¿cierto?"
"Sip, hoy es jueves, pero tenía algo importante que decirte y... creo que no quise esperar hasta el sábado para hacerlo," BaekHyun había estado sonriendo hasta ese momento. ChanYeol notó el modo en el que su gesto se redujo, y aunque no fue inmediato, también vio cómo sus ojos se dirigieron lejos de él, en un punto donde ya no estaba enfocándose en nada concreto. "¿No te interrumpí en algo importante?"
"En realidad, no, acabo de terminar la revisión de una mamá delfín. Va a tener a su bebé dentro de un mes más, y no tengo más citas por este día, así que, estoy completamente libre," admitió, renovada su alegría. O al menos eso se quiso decir, porque estaba temiendo la forma en la que BaekHyun se volvía poco a poco más seco. En medio de ese asentimiento, irregular al saber que, en cualquier otro caso, BaekHyun le hubiera preguntado cómo le había ido, qué había hecho o qué era de esa mamá delfín de la que hablaba, no pudo hacer más que traer su propio entusiasmo para calmar las aguas. ¿Era este el momento en el que se aventuraba a confesarse o estaba saliendo mucho de lugar? "¿Tú tuviste un buen día en tu centro de trabajo?"
"Sí, sí, excelente, estoy por salir de vacaciones, así que no... no estoy muy saturado en estos últimos días. Tal vez por eso pude darme una escapada en este momento. Para verte, ChanYeol."
Sonrió. Era lindo pensar que BaekHyun viniera a verlo tan pronto tenía un tiempo libre, pero... ¿por qué esa sonrisa que le dedicaba se veía tan vacía?
"¿Vas a meterte al agua, BaekHyun? Ven, toma mi mano."
"No, no, ChanYeol, en realidad, yo hoy..." rechazada su oferta con la mano estirada, ChanYeol escuchó cómo BaekHyun lanzó un suspiro. Entonces, la gravedad de ese gesto lo hizo retraerla hasta mirarlo preocupado. Algo en serio no estaba bien, y él ya comenzaba a temer lo que fuera. El cómo BaekHyun llegó a mover sus pies que tocaban el agua y recorrió una de sus piernas hasta pegarla a su pecho para abrazarla con sus dos manos, permitió al menos que pudiera acercarse un poco más a la roca y recargarse, en caso de que BaekHyun necesitara algo. "Creo que es mejor que me quede aquí arriba. No puedo permitirme gastar mi energía transformándome, no... no es sano."
"¿No es qué?" Esa inesperada acotación trajo en ChanYeol un ceño fruncido, y aunque BaekHyun volvió a evadir su mirada, no se rindió. Solo se había vuelto más de su incumbencia entender todo lo que estaba escuchando. "BaekHyun, ¿qué está pasando?"
"¿Alguna vez te conté la historia de cómo se conocieron mis padres, ChanYeol?" La forma en la que le contestó por medio de otra pregunta hizo que volviera a cuestionarse lo anterior. Sin embargo, por respeto y esperanza a poder darle el espacio a BaekHyun para explicarse, ChanYeol no insistió. Permaneció con ceño fruncido mirándole hasta dejar que esas palabras del rubio pudieran darle su respuesta. "Cuando era niño, mamá TaeYeon me contaba muchas veces esa historia, y yo siempre creí que se trataba de un cuento de hadas, magia, fantasía, princesas y príncipes. Pero ella estaba contándome en todo ese tiempo la verdad de su unión, sin que yo supiera cómo fui creado por un simple deseo de amor..."
"BaekHyun, creo que muy bien sabemos cómo fuimos creados, no creo que necesites entrar en detalles sobre aquello."
El mestizo se rio. Bueno, al menos algo bueno podía hacer en medio de eso. No quería que todo fuera molesto para ambos.
"Sí, lo sé. Pero no estaba contando ese asunto, yo... solo no supe que mis padres fueron un amor prohibido por tantos años, repudiado por una familia y acogido por otra hasta que... tuve mi primera transformación, ¿sabes? Entonces, entendí que mi padre había lastimado a su familia porque los había abandonado a cambio de estar con la persona que él amaba y por la que formó mi existencia. Sigo sin entender cómo, de ser un tritón puro, papá WonSik pasó a volverse humano, pero en medio de esa transición, un ultimátum quedó sellado. Él no iba a poder vivir dividido entre dos mundos, porque para obtener los beneficios de uno, tenía que perder los del otro. Y creo que puedes saber cuál fue su decisión, al final... él se quedó en este mundo, junto a mi madre, la humana que lo volvió mestizo... por la que no pudo regresar como antes a su mundo, y aunque fuera capaz de transformarse un par de veces cuando tenía contactos con el agua, no estaba en sus completas facultades regularlo y tampoco... hacerlo cuantas veces deseara."
ChanYeol sabía todo eso, y aunque a la tierna edad en la que había conocido a BaekHyun no se lo habían podido explicar por más que deseara entender, sobre todo ante la razón por la que BaekHyun era eso que llamaban mestizo, y por lo mismo no pudiera vivir y nadar junto a él todos los días bajo el agua, con el tiempo la historia poco a poco había hecho mella al ser tan clara como ahora se la describían de nuevo.
Era una dulce y triste historia de amor, si a ChanYeol le preguntaban. Después de todo, el padre de BaekHyun había decidido quedarse con su madre porque la amaba; aunque eso significara dejar a su familia atrás, enfrentarse a un mundo que desconocía y olvidar la vida que había tenido como un tritón, nada lo había podido hacer renunciar a ese amor que con la humana había profesado. El mismo por el que la familia Byun no vio con tan buenos ojos como muchas otras personas el recibimiento de BaekHyun entre ellos.
ChanYeol no dudaba que BaekHyun pensara en esa historia como un cuento de hadas incluso de niño y ahora, pues era como esas que otros humanos podrían contar, con sus propios giros, desacuerdos, dramas y finales felices. Porque el amor había triunfado. A pesar del sacrificio, los padres de BaekHyun se amaban, y lo habían tenido a él, en contra de toda norma que había impuesto la naturaleza.
El problema era que, aun cuando sabía todo eso, ChanYeol no veía su respuesta contestada. Y BaekHyun ya no le estaba hablando o viendo con sus ojos arriba.
"BaekHyun," tuvo que externar de nuevo su duda, y aun con su mano mojada y visibles dedos palmeados, la apoyó sobre el pie que tenía cerca del mestizo. "¿A qué viene que me cuentes de nuevo todo esto?"
El agua con la que había tenido contacto su piel expuesta había traído la revelación de unas pequeñas escamas lilas en BaekHyun. ChanYeol sabía que BaekHyun controlaba sus cambios, luego de haber pasado por su primera transformación, era capaz de manejar mejor eso y aunque normalmente detonaba su cambio estar completamente bajo el agua, sabía que había ocasiones en las que su simple toque podía activar esa parte tritón en él. Era como si la despertara.
BaekHyun tenía esa particularidad, sobre todo cuando tenía sus emociones a flote y no estaba controlándolas. A diferencia de su padre, que tenía casi imposibilitado pasar a su fase tritón cuando deseara, BaekHyun podía, pero había situaciones que lo exponían si no estaba atento.
ChanYeol no pudo por eso dejarlo pasar. Algo le estaba ocurriendo a BaekHyun.
"Navidad está cerca, ChanYeol, es una gran temporada. ¿Sabes qué quiero de regalo?"
"BaekHyun..." no podía permitir que se le fuera por las ramas, necesitaba centrarlo en lo que estaba pasándole.
"Mi padre me dijo que no voy a poder controlar muy pronto mi transformación, ChanYeol..." eso trajo en él el ahogo de un respiro. No esperaba semejante confesión, pero él la había pedido, lo había forzado a darla, y aunque le pesara, sabía que necesitaba escucharla. Era por esto por lo que BaekHyun se sentía tan desanimado. "No sabíamos cómo sería mi caso, porque no soy como papá ni como mamá, yo no nací completamente humano ni completamente tritón, yo solo... soy una combinación de ambos, pero lo que sea que le hubiera dado la oportunidad a mi papá de pasar de ser un tritón puro a un medio mestizo, ahora solo... parece que me está alcanzando. Papá dijo que no sabía cuándo tendría una respuesta definitiva, pero por los síntomas que estaba presentando, probablemente antes de que cumpla mis 21 años vaya a perder el control sobre esto."
"¿Qué, qué... qué significa eso? ¿Tú no...? ¿Acaso no vas a poder...?"
Esos ojos oscuros lo miraron ante aquellas palabras, y bajo la tristeza que lo abundó, le dio la respuesta que ya no quería escuchar como antes.
"No puedo seguir pasando mi vida dividida en dos mundos, ChanYeol. Debo decidir si quedarme como tritón o como humano."
Entonces, todo se había vuelto muy real para ChanYeol. Fuera de la curiosidad que podía sentir antes, ahora las cosas se estaban transformando en pura angustia. Porque no estaba seguro de lo que eso significaba, pero tenía claro que esa unión inseparable de la que tanto habían presumido se iba a quebrar una vez que esa situación aterrizara completamente.
¡Listo el segundo capítulo de esta historia! 🙌🏻
Después de que posiblemente el primer capítulo dejara algunas preguntas sobre la historia con el pueblo en el que vive ChanYeol, me he dado a la tarea de hacer un par de explicaciones en esta nueva parte. Así que, espero pudieran disfrutarlas y entendieran mejor algunas cosas~
No todo está dicho todavía y quizá quedaron con otras dudas sobre lo último que aquí leyeron, pero espero se permitan ir poco a poco descubriendo lo que pasa avanzando la historia. Mientras pueden decirme:
🔹 ¿Qué piensan sobre lo que hasta ahora se leyó?
🔹 ¿Hay algo que les hubiera gustado más o interesado en particular que ya esperan escuchar respuesta?
Además, como pueden ver, esta historia intenta centrarse más que nada en ChanYeol, por lo mismo que la ship principal sea el BaekYeol, y aunque haya una que otra mención de cierta posible parejita, no vamos a ahondar mucho en ellas. Para que no se sorprendan si nunca aparecen en verdad o si no los vemos de nuevo en un rato.
La magia va a llegar pronto en esta historia, apenas se ha desencadenado la primera parte, así que, espero sigan aquí al pendiente para leer lo que se viene. ¡Muchas gracias por llegar hasta este punto! Nos estaremos leyendo en lo siguiente, ¡hasta entonces! 💙
Pd. Ya extrañaba escribir de un ChanYeol con cabello largo. Mi ilusión en verdad es imaginarme tanto a él como al BaekHyun tritón de aspectos violetas. Díganme que han tenido una hermosa imagen al proyectarlos *-*
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top