Sesenta y tres. Hassaleh

Querido Diario:

Creo que tendré que conseguirte un repuesto. Éste se está acabando.

Sigo sin volver a clases, y a pesar de que le he comentado a los señores Reagan que ya debería volver a clases, dijeron que mi incapacidad no había terminado. ¿Incapacidad? ¿Incapacidad para qué? ¡Yo estoy bien!

Y Nathan no ayudaba mucho. Él tampoco quería que yo volviera aun. Lo fulminé con la mirada. No me ayudas, Reagan. Hablando de Nathan, he estado poniéndome al día de sus apuntes. Y cada vez que me mira, parece que quisiera decirme algo. ¿Qué será? Estoy intrigada.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top

Tags: