Seis. Alkes

Querido Diario:

El doctor dice que debo guardar reposo. Mi cara se ve como una paleta de colores, y por suerte no me rompí ninguna extremidad. Pero me golpeé la cara.

Antes de caer por las escaleras, pude ver a Nathan tras de mí. El me empujó. Y al llegar al piso, nadie me auxilió. Y Nathan supo que había llegado demasiado lejos. Vi su cara. Yo la vi. Y después, simplemente salió corriendo.

Daisy estaba feliz. Todos estaban felices. Menos yo. Yo sentía mucho dolor.

Y si no hubiera sido por un profesor, no habría llegado al hospital. En ese momento yo no tenía un papá.

Oh, estrellas, estrellitas... mi vida a veces es dura... pero seguirá siendo perfecta mientras pueda seguir apreciando la belleza de las constelaciones.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top

Tags: