Epílogo. Nathan La Estrella

Es un día lluvioso. La gente se reúne alrededor del pedazo de tierra que pronto cubrirá a aquella persona que tanto amamos alguna vez. Mis lágrimas caen despiadadamente, y ya ni siquiera puedo sentir el dolor de mi corazón. Se ha vuelto un dolor tan común desde que recibí la noticia. No he comido. No he dormido. No hago nada más que pensar día y noche qué habría pasado si hubiera sido yo la que recibiese esa bala. ¿Por qué él? ¿Por qué no yo? Cómo desearía regresar el tiempo para cambiar todas las cosas que hice mal. Ésta debería ser mi tumba.

"Era una persona excepcional", comenta la gente. Pero qué mas da lo que diga la gente. Si pudiera dar cualquier cosa, lo que fuera... incluso mi vida... con tal de traerlo de vuelta a la vida, lo haría sin dudar. Mi amor por él se ha multiplicado más de lo posible, y ya no puedo compartirlo con él. No ahora que está muerto.

El señor y la señora Reagan sufren junto a mí, y Lucy pone su muñeca sobre al ataúd de Nathan. Que ingenuidad. Si con eso Nathan regresara a la vida, le regalaría todas las muñecas del mundo.

Durante varios minutos acaparo el ataúd solo para mí. Lloro y lloro, y por esa razón no muchos se acercan. Es injusto, pero me niego a alejarme de él. Como dije, es un día lluvioso. Pero mi corazón también vive una tormenta, una tormenta que no cesa jamás.

Finalmente veo como la caja se pierde entre las profundidades de la tierra. Lo amo. Lo amo, y duele tanto que ese amor ahora tenga que estar separado  por los límites de la vida y por un buen trozo de tierra. Recuerdo todos los momentos que pasamos juntos, cómo me consoló en el baño de mujeres, cómo comenzamos a hacernos amigos, como me fui a vivir a su casa, como nos enamoramos, como me defendía y sufría por mí cuando mi padre me hacía daño, como nos dimos nuestro primer beso, como llegamos a dormir juntos alguna vez, como disfrutamos el atardecer, como disfrutábamos ver las estrellas cada noche... son tantos recuerdos, que deseo nunca olvidar.

Las lágrimas salen de mis ojos adoloridos. Me he vestido de negro, porque negra está mi alma. Nunca volveré a ser la misma.

De repente una manito me jala del pantalón. Miro hacia abajo. Me quedo paralizada al ver a una niña igualita a Nathan, pero también parecida a mí. Sus mejillas rosaditas, sus ojos tristes... ella también llora. ¿Por qué?

-¿Por qué lloras, mamá?

Todo parece volverse patas arriba. ¿Esto no es real?

-¿Star?

.

-Cariño, despierta.

-¿Uh? ¿Qué?-abro los ojos lentamente. Estoy en mi estudio...

-Estás llorando dormida-escucho la voz de Nathan, y siento unos dedos limpiando las lágrimas bajo mis ojos. Me ubico poco a poco, y veo a Nathan de cuclillas frente a mí. Está hecho todo un hombre. Sonrío, feliz y eufórica porque solo hubiese sido un sueño.

Un momento, ¡Todo fue un sueño!

Me tiro a sus brazos, y Nathan me recibe, impresionado.

-¡Oye! -ríe asombrado-¿Y eso a qué se debe?

Quisiera decirle que soñé con aquel horrible final, pero no lo haré. Desde que despertó hace tres años, me prometí a mí misma que nunca volvería a recordarle aquella dura época. O tal vez, yo no quiero recordarlo. Ya no vale la pena hablar de ello. Ya no.

-¿Qué pasa? -pregunta él preocupado mientras acaricia mi cabello.

-Nada. Creo que al fin encontré una nueva estrella no descubierta.

-¿De verdad? ¡Por fin!

-¡Sí! ¡Mira!

Emocionada le muestro mi nuevo acontecimiento. Le indico las coordenadas, y él está de acuerdo conmigo que puede que ningun astrónomo haya analizado esas coordenadas. Si en el observatorio lo aceptan, ¡Podré ponerle el nombre que yo quiera! Ambos celebramos y nos besamos, felices.

-¿Y Star? -pregunto cuando Nathan comienza a ponerse demasiado cariñoso.

-En su cuna. Está bien-dice mientras me sigue dando besitos. Yo le correspondo, feliz- ¿Y como le pondrás a la estrella?

Sonrío. Él único nombre que podría ponerle... es el nombre de la persona que iluminó mi vida.

-Nathan. 

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

¡I love the finals! No, de hecho no, pero tenía que escribirlo.

He pensado en hacer un capítulo extra, pero eso quedará en veremos. Si alguien apoya esa idea, ¡Pues mis ánimos para hacerlo crecerán! Y si no, pues entonces quedará en manos de mi fuerza de voluntad. Y mi fuerza de voluntad es un asco.

¡Fuerza de voluntad estúpida!

Fue una historia realmente larga, ¡Pero gracias a todos aquellos que la leyeron de punta a punta! Espero poder entretenerlos con más historias en el futuro, y ya hablando de eso, mi primera novela se estrenará el 15 de febrero. ¡Espérenla!

Sin más que decir y dar millones de gracias, ¡Hasta la próxima historia!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top

Tags: