-Yo que tú no haría eso. Está dormida.

Nathan soltó el pomo de la puerta de la habitación de Ariana y se dio la vuelta para encontrarse con el rostro de su padre.

-Papá...

-¿No recuerdas nada? -Nathan negó con la cabeza -No sé que pasó entre ustedes dos... pero si noté que la estuviste evitando desde hace varios días. Luego pasó esto y ella te dio una tremenda cachetada que-

-¿Me dio una cachetada? -pregunto Nathan, sorprendido y asustado. Si Ariana había hecho semejante cosa era porque en realidad estaba enfadada. Pero no recordaba nada. Y ahora ella era quien huía de él.

-Sí, y solo de verla hasta a mí me dolió. -dijo, y después caminó por el pasillo. Su hijo lo siguió. -¿Por qué hiciste esto, Nathan? Estos comportamientos no son normales...

-Papá... yo... yo no entiendo que es esto que estoy sintiendo. Y cuando estaba cerca de ella... solo me sentía incómodo y nervioso. El corazón se me disparaba y las manos me sudaban... y empecé a evitarla... yo... no pensé que por eso, ella fuera a molestarse...

-Ni modo que se pusiera feliz, Nathan. Tu madre está decepcionada de ti. Lo que sucedió fue que estuviste fuera toda la noche. Y llegaste borracho hasta la coronilla, completamente borracho. Y lleno de lápiz labial, cabe decir.

Y entonces, todos los recuerdos se aclararon frente a él.