El peliblanco, la compasión y el café
Shinji no entendía la aparente hostilidad de parte de su prima hacia Kaworu, tomando el suéter que el muchacho albino le había dado, Shinji emitió una débil sonrisa al joven albino. Kaworu se la respondió y los dos se sentaron en el sofá.
-Lamentó todo está incomodidad, Kaworu-Kun
-No pasa nada. Dijo sonriéndole al chico.
-Kaworu-Kun
-Dime.
-¿Tuviste algún problema con Penélope Gianluca?
-Oh eso. Dijo Kaworu sin importancia. A Penélope nunca le he caído bien, me considera un intruso en la familia Ikari. Ella siempre me vio como un arribista. Y es natural.
-¿natural? Inquirió Shinji.
-Shinji. Dijo suspirando Kaworu. El testamento de tu abuela estipula que las mujeres no pueden heredar nada de su testamento . Todo el dinero y la casa pasa a los nietos varones de la abuela.
-¿de verdad? ¿Por qué?
-La abuela siempre le tuvo desconfianza a las mujeres. No las cree aptas para manejar sus tierras ni las empresas por eso en su testamento pone que solo los varones pueden quedarse con la herencia. Antes de tu llegada, el hermano de Penélope era el que iba heredar todo. Pues era el primer nieto.
-¿Rono? Inquirió Shinji.
Kaworu asintió. Volviendo hablar, el hombre de cabello peli gris exhaló aire y prosiguió a explicarse.
-No obstante, a Rono lo sacaron del testamento. Por ser mentalmente inestable y no apto para manejar las tierras de la abuela. Penélope no lo tomó bien. Y ella sabe que yo soy la única opción que queda a pesar de que por mi sangre no corre ni una pizca de Ikari.
-Que terrible. Es tan triste que exista tantos conflictos entre ustedes solo por dinero.
-El dinero es lo que mueve al mundo, amigo. Quien tiene suficiente puede hacer lo que quiera. Hasta puede salvar vidas.
Shinji no dijo nada, él nunca había considerado el dinero como parte fundamental de la vida. Sus padres no eran millonarios cómo la abuela pero nunca sufrieron carencias de ningún tipo, quizás la única carencia que Shinji tenía era el amor de su padre. Pero él sabía que ni aún siendo millonario, Gendo lo voltearía a ver, para él únicamente estaba Rei, su primogénita. No obstante algo dentro de Shinji le hizo hacer una pregunta.
-Kaworu ¿a ti te interesa mucho el dinero?
-Solo para lo esencial. Replicó Kaworu guiñándole el ojo a Shinji.
Kaworu por supuesto, aprovecho cuando Shinji se durmió a ir al cuarto de su tía para estar con ella. La mujer estaba en la cama contemplando distraídamente la ventana en su basta cama en la mesa de noche estaban unas medicinas que la mujer tomaba para aliviar síntomas de jaqueca y musculares. El muchacho de cabello platinado miró a la Vieja, y se le acercó tomándole de la mano.
Kaworu-Kun. No tienes idea de lo mucho que agradezco tu compañía.
-Para mi es un placer tía. Siempre te estaré agradecido por ser la primera persona en abrirme su corazón a raíz de la muerte de mis padres.
-Sabes que puedes contar conmigo para todo.
-Si, tía. Claro que si. Explicó Kaworu balbuceando distraídamente.
La mujer viendo que el hombre peli plateado estaba mirando hacia otra parte y estaba nervioso, le preguntó.
-¿ocurre algo?
-Tía. Deberías saber que Penélope Gianluca regresó al pueblo.
-¿mi nieta? Inquirió la vieja con una voz que de pronto se apagó.-¿qué es lo que quiere?
-Hablar contigo, tía. Pero yo solo vine a prevenirte de ella, está desquiciada por lo que le pasó a Rono. Y busca echarme en cara un crimen que no cometí. Y temo que se valga de Shinji para lastimarme. El pobre de Shinji es tan débil e inocente.
-Yo te creo, Kaworu-Kun. Sé que no tuviste nada que ver con lo que le pasó a Rono. Hablaré con Penélope para que no se acerque a Shinji.
-Gracias tía. En el tiempo que ha estado aquí, Shinji-Kun se ha vuelto como un hermano para mí. Y odiaría que esa malvada mujer le metiera ideas equivocadas de mi persona.
Kaworu había aprendido a manipular, por supuesto estaba orgulloso de ser quién era, aunque no contaba conque Penélope Gianluca estuviese allí para estropear de nuevo sus planes. Aquella mujer era demasiado lista y el dolor la había convertido en alguien demasiado prudente, sobre todo en lo que concernía a volverse maternal con Shinji. Pero aún estaba tiempo de alejar a Shinji de esa mal nacida de Penélope. Como era de esperarse, la abuela habló con su nieta para que no se acercara a Shinji, había sido una lucha de titanes, ya que amabas mujeres discutieron largo rato y la nieta gritando fuertemente a la abuela le dijo.
-No puedo creer que prefieras a ese intruso antes que a tu propia familia.
-Basta ya, Penélope.
-Sabes que lo que dijo es cierto. Se defendió la chica italiana.
Shinji solo pudo escuchar los gritos de la abuela desde su habitación, había muchas cosas que desconocía de la familia de lado de su madre, por ejemplo, todos parecían enloquecer por la herencia, y quién era Rono, por qué esa enemistad entre Kaworu y Penélope. Todas esas personas giraban entorno a la figura emblemática que era Kaworu Nagisa. Shinji no sabía por qué pero algo acerca del peli-blanco comenzaba atraerle poco a poco, y quería conocer más acerca del pasado de Kaworu, probablemente Rei podría orientarle. De repente Shinji consideró que todas esas respuestas tenían un punto en común: la relación de Kaworu con la familia Ikari.
A la mañana siguiente, Shinji se despertó con el sol golpeándole la cara, se frotó los ojos y se preparó para tener otro día, a pesar de que se encontraría con los regaños de la abuela y la hostilidad de toda la mansión, Shinji pareció no importarle. A pesar de todo, ya estaba acostumbrándose a la vida de la mansión además a pesar del halo de misterio, Shinji encontraba esperanzadora la presencia de Kaworu. Calzándose las pantuflas, el muchacho bajó las escaleras y se encontró con la abuela en la sala de estar con Kaworu a su lado conversando, la vieja puso su mano en la mejilla de su protegido. A pesar de que Kaworu le caía simpático a Shinji, y él era fabuloso, el muchacho Ikari no podía negar que ese trato tan cariñoso que la abuela tenía con el peli blanco, le causaba conflicto. Cómo era posible que Kaworu no siendo un miembro de la familia Ikari tuviese mejor relación con la abuela que el propio Shinji y Penélope siendo que los dos eran nietos de aquella despiadada mujer.
-Shinji-kun. Exclamó Kaworu con una sonrisa.
-Buenos días, Kaworu-kun. Lamento por haber interrumpido, abuela.
-No te preocupes, querido. Justo estábamos hablando de ti. Explicó la abuela con una sonrisa cálida.
-¿si? Inquirió el muchacho extrañado.
-Acerca de tus lecciones y cómo has mejorado.
Shinji no pudo evitar sonrojarse, Kaworu pareció notar eso y le dedicó una sonrisa misteriosa que provocó que Shinji bajara la mirada completamente avergonzado. Ese impacto que Kaworu poseía sobre él provocaba que se emocionara a niveles insospechados. El pelo blanco notaba aquella actitud del jovencito genuinamente encantadora.
Al caer la tarde los dos jóvenes fueron a pasear por el parque, ambos presenciaron la puesta del sol colocarse sobre sus cabezas, era hermosa. Como pocas puestas de sol además el crepúsculo al pegarle a la iglesia lograban una atmósfera única en su tipo. Los dos se sentaron en la banca cercana a la iglesia enfrente de la plaza. Shinji encontraba irónico todo esto, a pesar del trato de la abuela para con él, la belleza del pueblo era innegable y la multitud que se reunía allí para pasar la tarde le daban aquel lugar una atmósfera increíblemente pacífica. Era como si el pueblo te invitara a quedarte para siempre. Las palomas volando, los niños correteando, las chicas hablando y susurrándose chismes para estallar a carcajadas, los ancianos bailando con sus parejas con la orquesta que se ponía en el quiosco.
-Hermoso. Dijo suspirando Kaworu.
-si. Es un tanto irónico.
-¿irónico?
-La abuela siendo tan ruda conmigo. Y toda esta belleza es como si fuese una prisión de oro.
-¿la abuela te trata mal, Shinji? Preguntó con cierta curiosidad Kaworu.
Shinji solo bajó la cabeza pero el peli blanco notó que una lagrima se asomaba por la mejilla de aquel jovencito. A pesar de ser un descarado, Kaworu sintió una especie de apretón fuerte en el estomago, sabía de antemano que la abuela era en especial dura con todos sus nietos. Él había sido testigo cómo la vieja mal trataba a Rono por su actitud similar a la de Shinji, a Penélope por ser desobediente y pelear con ella por defender a su hermano, incluso con Yui y Sana; todos los miembros excepto con él. Emitiendo un leve carraspeo, el hombre tocó el hombro del muchacho con una muestra de afecto entre los dos. Era como si por un momento, Kaworu entendiese el dolor de aquel muchacho menudo.
-Sabes Kaworu te envidio. Tú lo tienes todo, el cariño de la abuela, eres atractivo, simpático y ves todo de manera natural.
Kaworu solo soltó un bufido notando lo irónico de la situación, por primera vez, el peli-blanco no supo qué responder. Tratando de evadir el tema, el hombre pasó su mano blanca por su cabellera desordenada y acercó al muchacho a su hombro, y luego señaló a un trailer donde estaba atendiendo un hombre gordo viejo de rostro simpático que les daba a un par de cafés a una pareja. El chico pagaba, y el anciano sonrío amablemente tomando el dinero.
-¿ves a ese hombre?
-¿si? Dijo Shinji.
-Es el señor Teuchi. Su puesto tiene los mejores cafés.
-oh. ¿Quieres uno?
-¿no es molestia?
-estas bromeando? Tú ya has hecho mucho por mí, darte un café es lo menos que podría hacer por ti.
El muchacho animado con el rostro iluminado se paró de la banca, y Kaworu metiéndose la mano en el bolsillo sacó el dinero, y Shinji corrió hacia el puesto. Kaworu se quedó contemplando el caminar del muchacho, Kaworu no pudo reprimir un suspiro.
-Se parecen bastante.
Escuchó a una voz femenina, Penélope Gianluca estaba a su lado, traía puesta una cazadora una boina roja, el cabello atado en una trenza, llevaba lentes que la mujer se quitó dando el gesto de una actriz del glamour. Kaworu la ignoró, consideraba la belleza de las mujeres irritable, era mejor la de los hombres. Fingiendo cierta ignorancia pues sabía lo que esa mujer estaba intentado provocar, Kaworu preguntó.
-¿a quién?
-A Rono. Shinji es idéntico a mi hermano antes de que..
La mujer se interrumpió controlando un tanto su impulso sus ojos se posaron en los ojos rojizos de Kaworu.
-¿A qué has venido? Penny.
-Tú, y yo tenemos que hablar. Crees que no sé que le has estado hablando mal de mí a Shinji.
-Exageras.
-Pretendes alejarlo de su familia.
-No es el lugar indicado para eso. Te recomiendo que te vayas Penny, estás arruinado mi tarde con Shinji-kun. Crees que me atemoriza el que hayas llegado de no sé dónde. Si quieres discutir conmigo, tenemos el despacho de la abuela para hacerlo.
Penélope frunció el ceño, Kaworu no la miraba directamente sino que veía a Shinji haciendo cola para comprar los cafés, y luego pedírselos al señor Teuchi. La mujer miró enojada al peli blanco no se indignó pero su mirada fue la de una leona.
-Que así sea. Pero te advierto una cosa, no dejaré que Shinji corra el mismo destino que mi hermano.
-Veamos quien ríe al último.
Penélope se puso los lentes y su chofer llegó hasta ella, dandole la orden que se irían, el hombre se limitó a obedecer a su señorita, y los dos se marcharon. Justo a tiempo antes de que Shinji regresara con los dos cafés con una amplia sonrisa en el rostro. Kaworu suspiró aliviado lo que menos quería era que la metiche de Penélope Gianluca se topará con Shinji, y ése niño la saludara con afecto. Era obvio, no importaba lo que hiciera, el muchacho peli castaño y la chica italiana seguían siendo primos, la sangre era la sangre.
Ignorando aquel sentimiento, Kaworu cerró los ojos y movió la cabeza mientras que Shinji deslizaba sobre sus manos un envase de café, los dos bebieron al chico se iluminaron los ojos. De repente se sintió más confortable y echó un suspiro. Kaworu solo se le quedó mirando dando media sonrisa. Algo tenía Shinji que lo relajaba era una sensación diferente una que no había conocido desde hace mucho tiempo. Inexplicablemente, el joven sintió cierto repudio a la abuela de Shinji por tratar a todos sus familiares como basura. ¿Remordimiento? Kaworu se corrigió eso jamás, la familia Ikari debía pagar el daño que le habían hecho a los Nagisa hace años. En qué era diferente a Shinji a Rono; dos muchachos que con solo hablarles bonito, los ojos se les iluminaba el rostro y obedecían a los caprichos de los demás.
Sorry, a todos los que estuvieron esperando he andado ocupada con el inglés. Pero cuento que está es mi última semana aquí en Santa Bárbara Estados Unidos, el próximo lunes ya estaré de regreso en mi casa. La ambientación del pueblo donde se desarrolla la historia está inspirado en SB California. He de decir que aquí es donde viene la inspiración. En fin, una disculpa por hacerlos esperar tanto.
Saludos a todo, y gracias por leer.
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