Capítulo 22
Abby's PVO.
Estaba muy impaciente, ya llevaba más de hora y media en el café que me había dicho Max y no llegaba.
Saque mi celular y le envié un mensaje.
Para: Friky.
¿Dónde estás?
Me quedé observando como empezaron a caer pequeñas gotas de lluvia. Me quedé ahí observando.
Cuando se calmó la lluvia, me fui a casa ya que ella jamás llegaría.
Entré a mi casa gritando.
– ¡YA LLEGUÉ!
Puse las llaves en la mesita, subí las escaleras y me aventé a la cama, donde me quedé profundamente dormida.
–Abby...
Me desperté vi que mi hermana, me estaba mirando, yo me quedé observándola, voltee a la ventana y vi la luna, mire a mi reloj eran las 3 de la mañana.
– ¿Amy?, ¿Por qué me despiertas a las 3 de la madrugada?
–Ven.
Me puse las pantuflas y seguí a Amy, baje las escaleras y pude ver a Antonio y Cris charlando con mi mamá.
– ¿Qué pasa?
–Max no aparece, no llegó de la escuela y pensamos que sabrías algo. –Dijo Cris.
–La vi en la mañana, quedamos de ir a tomar un café en el café del parque, pero jamás llegó, ¿Le preguntaron a su novio?
– ¡¿NOVIO?! –Gritaron los dos.
Yo me tape los oídos, después voltee a verlos.
–De acuerdo, veo que no sabían... No se preocupen él es un buen muchacho, le hablaré para preguntarle.
Subí por mi celular, busque en mis contactos a Luke, después de intentar llamarlo muchas veces al fin contestó.
– ¿Quién es? –Dijo medio dormido.
–Soy Abby, ¿Max está contigo?
–No, no la he visto desde la mañana, dijo que se vería contigo en el café, pero ya no supe nada de ella. ¿Por qué le sucedió algo?
–No aparece, su padre y hermano están aquí en mi casa.
–Iré para allá.
–No tienes que...
–Te veo en 20 minutos
–Pero...
Y me colgó. Baje las escaleras para ver a todos ahí reunidos.
–Ya viene, pero él sabe lo que yo, que me vería pero jamás llegó.
– ¿Creen que le pasó algo? –Preguntó Cris.
–Ni lo digas. –Gruño su papá.
Nos quedamos ahí observando la hora, nuestros papás se fueron para denunciar la desaparición.
Cris, Amy y yo nos quedamos esperando en la casa, tocaron el timbre y fui abrir la puerta, Luke me dio un abrazo y le dije que pasara.
–Buenas noches. –Saludó.
–Así que tú eres el novio de mi hermanita, te juro que si le haces algo te quebrare los dedos uno por uno.
–Cris, deja de asustarlo, además no es momento de ponerte en el papel de hermano celoso, tenemos que pensar en donde puede estar Max.
Todos nos sentamos en los sillones, estuvimos pensando, hasta que se me ocurrió, los únicos que le querrían hacer daño era Aurora pero la conozco ella no sería capaz de hacer algo tan horrible y Julián, él sabía que si le haría las cosas más horribles incluso secuestrarla para mantenerla a su lado.
–Creo que sé quién podría estar detrás de esto.
– ¿Quién? –Dijo Cris.
–Julián.
Max's PVO.
Desperté en una habitación negra y muy sucia, me agarre la cabeza, me dolía mucho, me estuve un momento ahí acostada.
Cuando estuve mejor me paré, estaba en una habitación de color claro, pero era obvio que por el tiempo se hizo de un color oscuro, había una mesita de noche, en donde estaba una linterna.
De seguro el estúpido de Julián me la había dejado, la agarre y la prendí, vi que había una pequeña ventana con barrotes, la puerta era café, corrí hacía ella y traté de abrirla, pero no podía era inútil, trate de abrirla a patadas, se comenzó a abrir, así que salte y me acosté en la cama.
La puerta se abrió, cerré mis ojos con mucha intensidad.
–Max, sé que estas despierta.
No me moví.
–Despierta.
Abrí mis ojos y vi que Julián iba vestido igual que como lo vi en el parque, en cambio él me había cambiado, traía un vestido que muy apenas tapaba mi muslo, hasta ahora me daba cuenta, ojalá él no me haya cambiado.
–Déjame salir. –Hablé.
– ¿Eso es una orden?
–Sí, ahora déjame salir o te haré daño.
Él solo río.
–No me harás daño, porque si no yo te haré el doble, ahora que tal si me das un beso de buenas noches mi amor.
Julián se acercó y le mordí el cachete, lo empuje y salí disparada hacía la puerta, pero él fue más rápido y me agarro fuerte de la cintura. Comencé a retorcerme para tratar de zafarme de sus garras, pero fue inútil, él logro aventarme a la cama, se puso arriba de mí y me lambió él cachete, hice una mueca, él me amarro de las manos, le trate de dar una patada pero la esquivó, me agarro la pierna y me la ató a la cama. Me dio un beso en la boca.
–A las niñas que se portan mal, merecen un castigo.
Julián se acercó a mí y me dio otro beso en la boca, le mordí el labio con tanta intensidad, que hice que le sangrara el labio.
–Me gustan bravas, pero ahora necesitas descansar.
Trate de zafarme pero no funciono, así que cerré los ojos y dormí.
–Buenos días muñeca.
Me desperté y lo primero que vi fue ver a Julián.
–Me puedes desatar, me duelen las muñecas.
–Solo si prometes no portarte mal.
–Lo juro.
Él me desato las muñecas y con las manos trate de sobarles, pero el dolor seguía ahí, me desato los tobillos, me quedé ahí esperando a que se moviera.
No lo hice así que me paré y camine.
–Eres hermosa. –Dijo besándome el hombro.
–No me toques.
Di un salto y me golpee contra la pared.
–Pero eres mi novia.
–No lo soy, yo soy novia de Luke.
Él se enojó y me dio una fuerte y estruendosa cachetada, perdí el equilibrio y caí al piso.
Me comencé a agarrar mi mejilla, que ardí, debería de estar roja. Voltee a verlo y lo fulmine con la mirada.
– ¡ERES UN IDIOTA, TE ODIO, TE ODIO CON MI VIDA, JAMÁS TE QUERRÉ ENTIÉNDELO MALDITO ENFERMO!
Las lágrimas comenzaron a salir, me quedé ahí tirada en el suelo.
–Eres una maldita zorra. Sabes las chicas malas deben aprender la lección.
Esta vez sí me dio miedo.
Abby's PVO.
Llegaron nuestros padres y dijeron que los policías no harían nada porque se reportaría como desaparecida hasta que tuviera 72 horas de desaparecida.
Nosotros salimos con la excusa de que iríamos al parque a distraernos, caminamos hasta la casa de Julián pero nadie abrió, así que camine hasta la casa de Aurora, toque la puerta y espere a que abriera.
Ella abrió la puerta muy emocionada, pero cuando nos vio se le fue todo signo de felicidad desapareció.
–Aurora, ¿Sabes algo de Julián?
–No, ahora lárguense de aquí.
–Aurora o nos dices por las buenas o por las malas.
–Váyanse.
Di la señal y todos agarramos a Aurora y nos adentramos a su casa, sabía que vivía con su tía, pero ella casi nunca estaba en casa, así que esto facilitaría las cosas.
Entre Amy y Cris la arrastraron hasta su ático. La amarraron en la silla, mientras yo bajaba por algunas cosas para sacarle lo que sabía sobre Julián.
Subí y ella estaba con un calcetín en la boca.
–Muy bien. –Dije sujetándola de las muñecas. –Me vas a decir donde tiene Julián a Max por las buenas o las malas.
Le quite el calcetín que ya estaba salivado.
–No les diré nada.
– ¿Segura?, mira que tenemos aquí – Saqué su bolso favorito. – sería una lástima que el pasara algo.
Saque vino tinto y lo destape, lo puse casi para que cayera una gota en el bolso.
–Dime o le caerá vino en tú bolsa favorita.
Ella hizo una mueca.
–Pruébame.
Comencé a ladear la botella en el bolso, hasta que le cayó una pequeña gota.
–Basta, les diré lo que sé.
–Habla.
Ella se remojó los labios.
–Escuchen lo único que les puedo decir es que Julián secuestro a Max, él la quería, aunque ella no quisiera, solo me dijo que haría lo que fuera, yo pensé que bromeaba, pero... Ahora veo que no, es todo lo que sé.
Nos quedamos un momento callados, estábamos igual que al principio.
– ¿No te dijo nada acerca de un lugar especial para él?
–No, pero si lo recuerdo se los diré.
Todos asentimos, le quitamos las cuerdas y salimos de su casa.
¿Max, dónde estás?
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