Capítulo 15
MAX'S PVO
Vi como Abby maldecía en voz baja, estábamos en problemas y muy graves.
– ¿Cómo pudiste conducir en estado de ebriedad? – Dijo la madre de Abby.
– ¿Y tú cómo pudiste agredir a un guardia? – Complemento mi padre.
–No lo agredí...Físicamente.
Todos me miraban con cara de desaprobación. Seguro nos castigarían hasta que cumpliera la mayoría de edad.
El guardia abrió la celda y nos dejó salir, salimos mientras escuchábamos como nuestros padres nos regañaban, hasta que llegamos al carro, donde ahí ya nos decían hasta de lo que nos íbamos a morir, así sucesivamente hasta que llegamos a la casa, donde ahí nos comenzaron a gritar maldiciones, pero no las voy a decir porque hay menores de edad.
–Las dos castigadas durante un mes, sin carro, sin computadora, sin celular y sin poder salir. ¡AHORA A SU CUARTO! – Sentencio mi padre.
Me quite los zapatos y subí las escaleras, sinceramente no quería pelear, estaba muy cansada, este día había sido muy pesado lo único que quería era lanzarme a la cama y morir.
Entramos a la habitación, me quite el vestido, poniéndome mi pijama, me desmaquille, me deshice el peinado y me lancé a mi cama para dormir.
–Buenas noches Abby.
Me desperté por la alarma, ¿Quién había puesto la alarma a las 9 de la mañana?
Apague el despertador, pero mi padre entro a la habitación.
– ¡HORA DE LEVANTARSE!
La pobre Abby, se levantó muy asustada y desconcertada.
–Ya tienen que levantarse, de castigo, tendrán que limpiar toda la casa, mientras que Anni y sus hermanos salimos a desayunar.
Él salió de mi habitación, camine hasta la ventana para ver como mi padre subía al carro y se alejaba.
–Muy bien Abby, tenemos que recoger, así que yo pido arriba y tú limpia abajo y el patio.
Salí de la habitación, mientras me recogía el pelo en una coleta.
–Muy bien comencemos.
Dije mirando hacía todo la planta de arriba.
*1 HORA MÁS TARDE*
Termine de limpiar, baje para ver cómo iba Abby, ella estaba terminando, así que subí a mi habitación agarre ropa limpia. Camine hasta el baño y me di una larga y merecida ducha.
Salí del baño, me puse un pantalón de mezclilla, una blusa blanca de tirantes, me puse mis lindos tenis blancos, me cepille mi pelo negro y rojizo, escuche como Abby se metía en el baño, baje a cenar, lo único que comí fue cereal.
Escuche como la puerta se abría, deje el plato en el fregadero y subí corriendo a mí cuarto.
Agarre mi celular junto con mis audífonos, dejándome llevar por la música.
–Max, despierta.
Me desperté alterada y pude ver a mi lindo hermano.
–Vete y deja dormir.
–Son las tres de la tarde, no seas floja y levántate.
Me levante arrastrando mis pies hasta la sala. Entre a la cocina por algo por comer y ya estaba la comida servida, era el paraíso.
*Se escuchan cantos de aleluya*
Me senté, entonces toda mi familia entro y comenzaron a poner los platos. Cuando me dieron mi plato, puse una pierna de pollo y comencé a devorarla.
–Aún no están perdonadas por lo que hicieron anoche. –Dijo mi padre.
–Lo sabemos. –Dije.
–Así que Abby de castigo te iras todo el fin de semana con tu padre. –Sentenció la mamá de Abby.
Abby casi se ahogaba con la comida. Le tuve que dar varios golpecitos en la espalda.
Cuando estuvo bien hablo.
–No iré con mi padre.
–Iras y es mi última palabra.
–No iré, el jamás se interesó en mí, han pasado siete años desde su separación y nunca intento acercarse a mí. Así que mi respuesta es NO.
Ella salió de ahí como toda la diva que es.
Quería ir tras ella, creo que necesita una amiga, entonces recordé, cuando vi al maldito de Julián, ella estuvo ahí para mí.
Me levante de la mesa y corrí hasta donde estaba ella, pero no estaba en el cuarto así que fui hasta la azotea.
Ella estaba sosteniendo una foto o eso creía.
–Hola...
–Hola. –Dijo sin ganas.
Nos quedamos viendo como las estrellas brillaban y como la luna se veía mucho más grande que todas las noches.
– ¿Quieres que te cuente mi historia?
Dude un momento enterarme sobre la vida privada de Abby, creo que eso solo nos uniría más, pero creo que ella necesita desahogarse.
–Si tú quieres está bien.
Ella dio un suspiro y continúo.
–Sabes porque no quiero ir con mi padre –Negué con la cabeza. –Tenía ocho años, estaba sola con mi padre, un día iba a pasar toda la tarde y parte de la noche con una amiga, pero mi amiga se enfermó a último momento, así que volví a casa antes, entre a la casa y no hice ningún ruido, corrí al cuarto de mi papá, abrí la puerta y lo vi estaba desnudo en la cama con una joven rubia. Era muy pequeña y no lo supe hasta que tuve 13 años, jamás les conté a mi mamá y a mi hermana. No lo quiero volver a ver Max, lo odio, porque engaño a mi madre, porque después del divorcio no me vio a mí, ni a mi hermana. Mi hermano tuvo la mala suerte de quedarse con él, pero Ethan es feliz con mi padre o eso creo... Desde ese día jure que nadie me vería la cara como mi padre lo hizo con mi madre, desde ese día cubrí mi corazón de cemento porque sé que si dejas que alguien entre a tú vida, si te encariñas con alguien esa persona tarde o temprano te traicionara o se ira. No ves Julián te engaño, tú lo querías y ¿Qué fue lo que hizo?, te rompió el corazón sin más.
Sentí como cada una de sus palabras se encajaba una por una en mi corazón, me sentía triste por Julián, pero ahora comprendía porque ella era así, todo por su padre, pero tenía que demostrarle que no todas las personas son malas, no todas las personas somos infames.
–Abby, siento mucho lo que te paso, pero no todas las personas somos así, muchas veces depositas tu confianza en las personas equivocadas.
Ella solo me sonrió.
–Quiero estar sola, necesitaba desahogarme, nunca se lo había contado a nadie, así que espero que no se lo digas a nadie, será nuestro secreto.
–De acuerdo.
Ella solo se quedó viendo la luna, yo baje las escaleras y fui directo a mi cuarto.
Me desperté e hice lo que hago diario, cuando acabé me fui en mi patineta a la escuela, llegue y camine hasta mi casillero, saque mis libros de la primera clase, cerré mi casillero y estaba ahí Julián. Trate de caminar pero él me agarro de la muñeca.
– ¡Suéltame! –Exigí.
–Tenemos que hablar.
–No, no tenemos nada de qué hablar.
Me solté de su mano y camine lejos de él, pero otra vez me agarro.
–No, tenemos que volver te amo.
– ¿Cómo te atreves a decir te amo?, no me digas eso, te vi besándote con Aurora, vi que no tenías ningún inconveniente, así que ahora déjame en paz no quiero volver a saber de ti.
El me agarro de una forma muy tosca, además de lastimaba mi muñeca, tendría muchos moretones cuando me soltara.
–TÚ Y YO ESTAREMOS JUNTOS.
Esta vez estaba muriendo de miedo, pero de la nada vi como un puñetazo salía volando a la cara de Julián, casi como un rayo Luke estaba arriba de Julián golpeándolo, agarre a Luke de la camisa, lo paré junto a mí.
–No me vuelvas a tocar. –Amenace a Julián.
Camine lo más rápido para ir a fuera, cuando estuvimos a salvo nos sentamos en el patio.
–Gracias Luke...
–De nada Max... Me entere...
–Genial... Ahora todo el mundo lo sabe.
Él me miro divertido, tenía unos hermosos ojos cafés y su pelo negro despochinado, además de sus lindos lentes.
–Tranquila, solo lo sabemos tus amigos.
–Me puedes dar un abrazo.
Él me envolvió en sus brazos, no pude más y las lágrimas salieron, no podía más, no quería aparentar que era dura, que era de roca no podía ser como Abby, a partir de ahora, si quiero llorar lo hare.
–No llores.
–No me digas que no llore...
–Yo....
–Te quiero amigo.
Él no dijo nada y solo me seguía abrazando, escuche como sonaba la campana, me despedí de él y huí.
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