—Ahora sí jotada ¿quién viene conmigo? - preguntó Seungmin a sus amigos quienes se encontraban en su nuevo departamento.

Ya habían pasado unas cuantas semanas y pudo conseguir un departamento para Minho y él cerca de su agencia. Realmente pensaban vivir por separado, pero ambos sabían que eran capaces de cortarse las venas con un cuchillo de plástico si no estaban juntos, así que nuevamente como buenos amigos que se pelean por cocinar el último huevo, se mudaron juntos.

—Ni voy a hacer nada, me la voy a pasar viendo como te arreglan y después a escuchar los gritos de tus fans locas, no gracias. - dijo Felix.

—Yo voy a ir a bellakear ahorita como a las 5:30. - menciona sus planes Yeonjun.

—Dime que no vas a llevar Beomgyu por favor.

Yeonjun chifló haciéndose un poco para atrás.

—Tsss, ya te la sabes mi compa, mi morrito y yo andamos juntos pa' todos lados.

—Pues por mí no hay problema, pero como el evento será con Jisung lo más probable es q me le lanze a llorar porque lo extraño. - dice Jeongin.

—Igual yo. - Minho le hace segunda —. Aparte que de seguro ya no quiere verme, me ha de estar odiando o algo así.

—¿Por qué te odiaría? - si acaso entendía que Chan lo odiara a él porque literalmente se fue sin decir nada y sin dejarlo explicar nada, pero no entendía la situación de su mejor amigo.

—Lo dejé solo por ser egoísta.

—Pero ambos estuvieron de acuerdo con eso ¿No? Tú te ibas por tu bien y el seguía por su bien. Realmente los dos fueron un poco egoístas, pero estuvieron de acuerdo. - explicó Felix.

—Buen punto, por fin dices algo inteligente. - el modelo empuja su cabeza un poco con su dedo índice.

—¿Chan estará ahí?

—El evento es solamente con Jisung, pero no dudes que podría estar ahí apoyándolo.

Minho lo pensó mucho, esta podría ser su oportunidad aunque no lo veía muy probable, de hablar con Jisung, solucionar las cosas y quizás comenzar de nuevo, por otra parte también podría cuidar de su amigo en caso de que algo más pasara en el lugar.

—Bien, yo voy contigo.

—Les aseguro a que sólo va por su morrillo. - susurra Yeonjun.

—Sabía que tú vendrías. Tenemos que estar en el lugar en una hora aproximadamente.

Jeongin se veía emocionado, sus papás separados tenían una posibilidad de juntarse de nuevo después de varios años y por fin ser una familia feliz como antes.

—Minho, si ves a Hannie dile que aunque odie a su fandom, lo amo con mi corazón más destrozado que la mierda.

No le iba a decir eso claramente.

—Sí, de acuerdo.

Verdaderamente Minho no encontraba una mejor palabra para describir lo que siente como la siguiente:

MUERTE.

Así que como podrán suponer, estaba al borde de un colapso mental porque estaban a tan solo minutos de llegar al lugar donde sería el evento ¿y lo peor? tendría que pasar por un montón de fans cubierto hasta la cola de su rostro porque no quiere que le vean la jeta de ojersoso zombie que trae.

Al llegar los guardia son los que bajan primero para proteger a Seungmin y después el centro de atención baja de la camioneta cerrandole la puerta en la cara; que gran amistad. Vuelve a abrir la puerta y se apresura a seguir a su amigo antes de ser asesinado por las fans que los rodean; el ambiente es muy parecido al de unos cuantos años atrás, todos encima de todos, todos encima de él, empujando, gritando y haciendo preguntas que aunque no van dirigidas a él, le recuerdan cuando sí lo eran.

Se sentía abrumado y no faltaba mucho para llegar a la entrada, así que se aceleró un poco el paso y con un poco de dificultad logró entrar.

—Casi se me va el alma. - menciona a su amigo.

—Te acostumbras.

A veces no comprende a su amigo, a pesar de ser una persona que ama tener la atención de todos, no le gustan mucho las personas, así que no entiende como es que de la noche a la mañana de repente llegó con un trabajo de modelo en una marca poco reconocida e ir avanzando hasta llegar a pasarelas.

—¿Crees que Jisung haya llegado ya? - pregunta mientras acompañaba a su amigo a los camerinos.

—Lo más probable, pero no te preocupes, de seguro ni tendrán tiempo de entablar una conversación.

Bueno, no sabía si preocuparse o no por eso.

Siguieron caminando hasta llegar al camerino, y aunque era capaz de quedarse afuera por pena a entrar, no era capaz de entrar por pena a quedarse afuera, por lo que estaba en un dilema muy grande.

Pero no duró mucho porque su gran amigo lo empujó hacia adentro con la mejor delicadeza posible, y no sabe si lo que primero que vio fue el rostro de un ángel o de Dios. JISUNG ESTABA ENFRENTE SIENDO MAQUILLADO CON EL CABELLO HACIA ATRÁS Y UN VESTUARIO CASUAL QUE LO HACÍA VER HERMOSO

Ahora sí se moría.

—¡Seungmin! Bienvenido. - lo recibió el MC del programa.

—Buenas tardes, espero no haber llegado tarde.

El hombre de aproximadamente 30 años sonrió un poco más y tocó ligeramente su hombro.

—Llegas a tiempo, no te preocupes. Toma asiento para que comiencen a arreglarte.

El modelo obedeció y tomó asiento en una de las sillas desocupadas enfrente de uno de los espejos en dónde una joven se acercó y pidió permiso para comenzar a prepararlo.

—¿Eres amigo de Seungmin? - pregunta a Minho.

Quien sólo se había quedado viendo a Jisung por un largo rato ya que al parecer este no se había dado cuenta de su presencia por tener los ojos cerrados y sus audífonos puestos.

—Sí, sí, nos conocemos desde secundaria. - comenta sin verlo directamente.

TENÍA A POCOS METROS AL AMOR DE SU VIDA ¿CÓMO PODÍA CONCENTRARSE EN ALGO MÁS?

—¿De casualidad no eres modelo, actor, cntante? Eres muy guapo.

—No, me han ofrecido trabajos así pero no los acepté.

—Oh ¿Por qué? Tendrías buen futuro, en especial si cantas.

—No me interesa entrar en este medio. -  responde con una sonrisa.

"No quiero vender mi alma al diablo"

—Entiendo, es complicado estar aquí. Comprendo tu decisión, sin embargo si algún día quieres algún dinero extra o lo reconsideras; aquí está mi tarjeta. - saca de su bolsillo una tarjeta de presentación entregándosela a Minho con amabilidad.

Este la recibe y la guarda en su bolsillo trasero.

—Gracias.

Vuelve su mirada a Jisung y este sigue sin notarlo ¿CÓMO POR?

Resignado, toma asiento en el sillón enfrente del espejo, pegado a la pared y saca su teléfono para matar el tiempo en lo que sería su nueva tortura por el resto del día.