Los amigos llegaron a la casa de su amiga, Bright fue el primero en tocar la puerta entusiasmado.

—¿Estás nervioso? - pregunta Gulf.

—¿Por qué lo estaría? Son nuestros amigos.

—No me refiero a ellos.

En ese momento su pequeño cerebro parece entender a lo que se refiere, sabe que probablemente la noticia que saldrá de ellos llegará de alguna u otra forma a Win, lo sabe muy bien.

En el momento en que iba a responder su pregunta, se abre la puerta apresuradamente y su amiga sale disparada a abrazarlos.

—¡Los extrañé demasiado! - grita.

Ambos corresponden a su abrazo con fuerza, en eso se unen los otros dos aprovechando el mini abrazo grupal.

—Drake, sigues oliendo a ese perfume barato. - se queja Gulf.

—Lo sé carnal, es que es el único que hay en el mercado y para el que me alcanza.

—No te preocupes, justo ese es el recuerdito que te traje. Perfume nuevo y bueno.

Todos ríen separándose del apretado abrazo, las chicas los invitan a pasar mientras Drake ayuda con sus maletas, y más las de Gulf porque parece que hasta metió el colchón ahí dentro.

Dentro, la casa olía muy bien, a comida casera, esas que te esperaban regresando de la escuela o trabajo hechas por tu mamá o papá.

Cuando fueron a la cocina vieron varios platillos, favoritos de los chicos acomodados en la mesa junto a varios vasos de agua.

—Dudo que lo hayan hecho ustedes. - menciona Bright.

—Lo hizo la mamá de Drake.

Sabían que personas que muy apenas saben sumar no podían hacer tremenda comida tan apetecible, pero se agradecía el esfuerzo por conseguirla y a la mamá de Drake por hacerla.

—Bueno, dile que gracias y que si esperaba que le mandáramos en los Toppers que están ahí, que espere sentada porque tengo hambre y no dejaré nada.

Luego de la advertencia, todos se sentaron a comer entre risas y anécdotas que pasaron en los años que no se vieron. Realmente extrañaba esa sensación que le producían sus amigos al estar juntos; los extrañaba tanto que no podía esperar el momento de abrazarlos a todos y decirles cuánto los ama y que le hicieron mucha falta.

En especial su hija molesta a la cual alguna vez adoptó y ahora es un padre soltero luchon el cual la tiene que sacar adelante con todos los peligros del mundo, de la calle, sólo, abandonado, dejado, triste.

Bueno, basta de drama.

Ahora está con ella, con ellos, y muy pronto... con él.

(Separador)

El bajito castaño ahora salía de la oficina de su jefe con una sonrisa victoriosa como cualquier ganador que es. Tan sólo bastó poner en riesgo su contrato para conseguir lo que quería.

—¿Cómo te fue? - pregunta su novio quien lo esperaba en un lugar apartado.

—Excelente. - responde con una sonrisa amplia que lo deja en el suelo —. Ya no publicarán las fotos de Bright y Gulf, ahora sólo falta que ellos se encuentren.

—¿Y cómo será eso?

—El nuevo evento. Gulf es invitado y justo estará Bright ahí apoyando a su amigo. - no podía estar más orgulloso de sus planes.

—¿Qué pasa con Mew entonces? - ellos lo arreglarán.

—No te preocupes. - guiña un ojo de nuevo sonriendo y comienza a caminar con el más alto detrás de él.

—En serio me asustas a veces.

—Lo sé.