Prólogo
Era una noche oscura y tormentosa en una enorme y antigua ciudad, mientras que el pobre tenía que correr para mojarse lo menos posible de camino a casa, el rico tenía el privilegio de ser llevado hasta su vivienda en la comodidad de su vehículo.
O al menos así era en la mayoría de los casos, pues un joven "emprendedor" había salido a caminar bajo la lluvia, a pesar de que contaba con un lujoso auto a su disposición.
- El agua es el elixir de la vida, no sean tan maricones.
Argumentaba el joven burlándose de lo delicados que podían ser el resto de hombres de negocios, mientras que él caminaba recibiendo las gotas de lluvia casi con los brazos abiertos, igual si se llegaba a enfermar no le importaba mucho, pues al fin y al cabo contaba con su doctor de confianza para tratarlo.
Si bien el joven disfrutaba de caminar por las noches, este no valoraba los beneficios de tener un auto, como por ejemplo el no ser víctima de un asalto a mano armada.
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Después de varios minutos de dolor y agonía el equipo de paramédicos llegó a la escena para tratar al joven que acababa de recibir dos tiros, uno en el hombro derecho y otro en la pierna izquierda, la cantidad de sangre que salía de sus heridas era alarmante, pues aunque había tratado de detener la hemorragia ya había perdido cerca de un litro y medio de sangre.
El bullicio de los chismosos que rodeaban al joven porque no tenían nada mejor que hacer le resultaba asfixiante, lo cual es comprensible, lo último que necesitas en momentos como ese es que un montón de desconocidos se metan en lo que no les incumbe.
- ¿Quieren... largarse?
Hablo a duras penas con un hilo de voz, su respiración que en un principio era fuerte y agitada, poco a poco se volvía más débil y tranquila, posiblemente por la falta de sangre en el cerebro que le debía estar provocando "sueño".
Lentamente sus fuerzas se iban drenando de su cuerpo, como si ya no le quedará más tiempo en este mundo, al cabo de unos segundos de verlo apagándose en el asfalto no pude resistirlo más y terminé por pausar el momento para poder hablarle cómodamente.
- Buenas noches Tn, ¿cómo te encuentras en esta linda noche?
- D-Demonio Radio.
Mencionó con un notorio desprecio hacia mi persona, lo podía notar claramente por la forma en que su mirada se clavaba intensamente sobre mi ser, como si yo hubiera sido el responsable de su tragedia.
- ¿Qué te pasa colega?, ¿acaso no te alegras de verme de vuelta?
Pregunte con mi típico tono altanero solo para fastidiarlo aún más, me parecía tan entretenido la forma en que apretaba los dientes al saber que pronto podría cobrar nuestro trato, por lo que he visto su rostro siempre ha sido bastante expresivo, no es dificil darse cuenta de su estado de ánimo por todas las muecas que hace inconscientemente, sin duda sería un pésimo jugador de póker si me lo preguntan.
Sin embargo lentamente su expresión de ira y frustración se fue borrando de su rostro dándole paso a una sonrisa soberbia, cosa que me extraño un poco, pues su estado mental no era tan bajo como para haber caído tan rápido en la locura o la desesperación.
- Rompiste nuestro trato.
- Perdón, ¿cómo dices?
Me apresure a interrogarlo ante su declaración, ¿qué lo hacia pensar que el trato se había quebrantado?
- Me crees tonto, ¿no es asi?, conozco las reglas, los demonios no se pueden llevar las almas de sus deudores hasta que les llegue su hora.
- ¿Y por qué crees que estoy aquí en primer lugar?
- Tu provocaste esto.
Se atrevió a inculparme de su desdicha aún manteniendo esa sonrisa en su rostro, esa actitud tan descarada me hacia extrañar el día en que me invoco por primera vez, cuando entendía la posición e la que se encontraba cada uno de los dos y no tenía la osadía de faltarme al respeto.
- ¿Qué te hace pensar que yo tengo algo que ver en esto?
- El trato consistía en que a cambió de entregarte mi alma yo tendría tierras, riquezas, y sobre todo una vida LARGA, la única condición era que tendría que saber mantener lo que me entregaste y que no debía de tentar a mi suerte.
- Acabas de recibir dos impactos de bala, ¿no te parece eso bastante mortal?
- Yo no desafíe a ese idiota a que me disparará, fui bastante prudente y le entregué mi billetera y mi reloj tal como me lo pidió, no tenía razón alguna para disparar el arma, por lo tanto yo no tente a la suerte está vez.
Parece que se ha vuelto más perspicaz estos últimos tres años, al igual que muy arrogante, pero es lo normal cuando les doy todo lo que me piden, bien dicen que si le das poder a una persona terminas por conocer su verdadera naturaleza.
- ¿Dices que no crees morir ahora?
- Bueno, no lo podemos decidir ni tú ni yo, eso dependerá de que tan buen trabajo hagan en urgencias, ¿no lo crees?
- Sabes que hay mucha gente en la ciudad que te odia, ¿qué te asegura que los doctores no te dejarán a tu suerte?
- Los doctores y los médicos hacen cualquier cosa por dinero, y yo tengo mucho de eso, así que lo quieran o no me terminarán hospitalizando y tratarán mis heridas, por lo tanto aún no es momento de que cobres nuestro trato.
A pesar de su provocación pude mantener la calma, era claro que el quería verme enfadado por su reciente "victoria", pero yo no iba a darle ese privilegio, después de todo su vida no durará para siempre y en algún momento tendré su alma a mi merced.
- Vale Tn, supongo que tienes razón por esta vez, pero déjame decirte que esto no se quedará así, tarde o temprano vas a tener que morir y yo esperaré pacientemente a que eso ocurra.
- Pues te recomiendo que no me esperes de pie y tomes asiento, porque hará frío en el infierno antes de que eso ocurra, Demonio Radio.
- Jejeje... ya lo veremos.
Y habiendo dicho eso dejé que el tiempo volviera a transcurrir con normalidad, para que los paramédicos se llevarán al joven que se encontraba medio moribundo, y para que el dolor de sus heridas le borrara de una buena vez esa sonrisa estúpida.
Ese pobre iluso no sabe que se metió en mi juego, y una vez que entras no existe ninguna forma en que me puedan ganar.
Fue así que decidí regresar al infierno, no es la primera vez que tengo que esperar para reclamar lo que es mío, así que por lo mientras dejaré que disfrute lo que le di, si es igual de idiota que el resto de mis deudores se quedará en bancarrota y terminará muriendo, ya sea por hambre o por pedirle prestado a quien no debía.
Bueno Bandamax, nadie me lo pidió pero aquí está mi historia de Hazbin Hotel, solamente les quiero aclarar que la historia no tratará de Tn viviendo en el hotel junto con el resto de protagonistas, (ya que tengo cierta maña con escribir historias sobre fandoms a los que ni pertenezco :v), si llegara a interactuar con los personajes pero está historia no tendrá nada que ver con la trama de la serie.
Sin más que decir, los espero a todos en el próximo capítulo, nos vemos pronto, hasta la próxima.
Chao.
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