- ¡¿Cómo qué él es el elegido?! - Ryder exclama impresionado y asustado.

- ¡Esto es ridículo!, ¡Debe haber un error! - Honeymaren se muestra inquieta también.

Todos se hacen la misma pregunta, me miran con confusión y temor a la misma vez.

- No la hay - Yelana trata de calmarlos - Los espíritus no se equivocan.

Desde el suelo, intento levantarme, pero mis pies se sienten pesados. Estoy temblando y mi cabeza parece que va a explotar.

- ¡No puede ser él!, ¡Él nos atacó a todos! - Nils se pone de pie también y me señala con el dedo - ¡Él asesinó a mi padre!

- ¡Eso es mentira! - Protesto.

- Sabemos que extrañas mucho a Kol, pero debes superarlo - La mujer de cabello blanco mira a Nils a los ojos con compasión.

- ¿Kol? - Pregunto - ¡Yo conozco a Kol!

Una suerte de recuerdo viene a mi mente: Lo recuerdo, no sé cómo no pude reconocerlo en Sandnes, se me hacía bastante familiar. Estuve junto a él cuando vine al bosque encantado en mi adolescencia, me contó bastantes historias alrededor de la fogata aquella noche.

No puedo creerlo, ese hombre que me engañó para que creyera que había viajado al pasado es un Northuldra. ¿Cómo pudo escapar del bosque si nadie podía hacerlo?, al menos que lo haya hecho conmigo.

- ¿Qué estás diciendo (Y/N)? - Yelana está en frente de mí - ¿Cómo puedes decir semejante estupidez?, él murió a causa de tus poderes, lo incineraste.

- ¡Eso no es así! - Elsa ingresa al círculo con firmeza - (Y/N) fue engañado por un hombre llamado Kol en el Reino de Sandnes, Abuelo Pabbie dijo que era un mito, pero era real.

Mi pecho se contrae al ver a Elsa defenderme y en ese estado: Su mirada alta y su pecho firme. El fuego que recorre por mi cuerpo arde al contemplarla.

- ¡Eso es verdad!, ¡Lo recuerdo!, Kol me narró historias del bosque y puedo decir que es el mismo hombre que me engañó con su magia.

- ¿Magia? - Nils se ve un tanto confundido - ¡Es imposible!, él no tenía poderes, además mi padre era bastante viejo, es improbable que estuviera vivo todavía.

- No lo es - Elsa retoma la palabra - Abuelo Pabbie dijo que él había vendido su alma a la Diosa Hela para vivir en este mundo.

- No es descabellado - Los ojos de Yelana es de notable preocupación - Pero si dicen la verdad, esto podría ser interesante. Kol tenía una fascinación por el agua, el deseaba entender a los espíritus del bosque y su control de éste elemento.

- ¡Exactamente! - Aporto - ¿Han oído decir que el agua tiene memoria?

- ¡Papá solía decirme eso! - Nils se ve muy impresionado.

- "El agua ha pasado por lo menos cuatro otros seres humanos o animales antes de ser parte de nosotros" - Cita Honeymaren - El agua es la fuente de todos nuestros recuerdos, todos lo saben.

- ¡Así es!, su poder es impresionante. Es capaz de crear mundos a su merced dentro de las mentes de sus víctimas. Lo viví en carne propia y no se lo deseo a nadie, está dispuesto a todo con tal de obtener tus recuerdos, incluso la muerte.

Observo a todos y lucen aterrorizados. Kol debió ser un hombre muy respetado aquí.

- ¡Eso es mentira!, ¡Mi padre jamás haría algo como eso! - Nils se acerca corriendo con rabia e incredulidad para atacarme con sus puños.

Intuitivamente, formo con mis manos una barrera de fuego que impide su actuar.

Todos se alejan momentáneamente al ver mi poder.

- Nils, sé que puede ser difícil de creer, pero es la verdad. Tu padre está vivo y tiene un gran poder - Miro a sus ojos.

Está bastante confundido.

- Deberás aceptar la verdad Nils - Comenta Yelana - Tú padre está con vida, ya no puedes guardar rencor contra (Y/N), él es el elegido y tal vez las historias sean ciertas.

- ¿Qué historias? - Elsa la observa fijamente.

- Ya lo sabrán en su momento, ahora debemos irnos antes de que oscurezca. ¡Todos!, preparen sus cosas. En cuanto a tí (Y/N), eres uno de los nuestros, tu deuda con nosotros está saldada - Yelena se inclina ante mí como un acto de reverencia.

- Gracias - Respondo con inseguridad.

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Ya es de noche, todos están durmiendo en sus tiendas.

Yo en cambio, sentado en un tronco de madera observo el fuego de la fogata que hice con mis poderes.

Miro este hermoso bosque, un tanto similar donde estábamos. Caminamos por varias horas hasta llegar hasta aquí.

Durante el trayecto, finalmente pude abrazar a Iduna. La regla de no acercarme a las mujeres se había derrogado, así que pude caminar junto a ella en el camino.

Pero lamentablemente, Elsa seguía distante, no me dirigió la palabra en ningún momento a diferencia de las otras mujeres Northuldrans que me acosaban con su presencia, ellas me preguntaban algunas cosas de mi vida e incluso algunas tuvieron la osadía de abrazarme.

Honeymaren tenía razón, soy muy popular entre las chicas.

Cuando Yelana decidió que éste sería el lugar ideal para vivir. Instalé mi tienda a 20 metros de los demás, por que a pesar de estar con ellos, siento que todavía no soy bien recibido por la mayoría, les produzco rechazo al verme.

Chasqueo mis dedos para ver como el fuego sale libremente por ellos.

- Me siento más poderoso que antes. El fuego es más intenso y con más vida. Verdaderamente sorprendente.

Cierro los ojos por un momento.

De repente, oigo algo moverse detrás de mí, cerca de los arbustos.

- ¡¿Quién anda ahí?! - Extiendo la palma de mis manos listo para atacar.

- Soy yo - Elsa se deja ver entre la oscuridad.

- Elsa... - Me emociono al verla. Me pongo de pie para recibirla - ¿Qué haces aquí?

- Quería saber como estabas - Luce introvertida, evita mirarme a los ojos como si estuviera avergonzada.

Suspiro con torpeza al ver de más cerca su vestido blanco y su cabello libre.

- Te ves bien, me gusta tu nuevo estilo. No dejas de impresionarme, siempre me sorprendes con algo nuevo.

- Gra...cias - Sus mejillas se tornan rojas.

- Extrañaba estar contigo Elsa - Doy unos cuantos pasos y llevo mi mano derecha a su fría mejilla. Con mi dedo pulgar la acaricio suavemente.

Acerco mis labios a los suyos listo para besarla.

- Lo siento (Y/N) - Se separa de mí - No merezco tu bondad.

- ¿De qué estás hablando?

- Deberías estar enojado conmigo. Te desterré de Arendelle, hice cosas horribles ese día: Te traté como un cobarde por abdicar; Impedí que vieras a Iduna e incluso tuve deseos de atacarte. ¿Y tú actuas como si nada de esto hubiera pasado?

Elsa está bastante agitada, de sus ojos se forman pequeñas gotas.

- No puedo guardarle rencor a la mujer que más amo. Tenías todo el derecho a estar molesta, además lo que ocurrió en Sandnes no es algo del que deba estar orgulloso.

- Abuelo Pabbie me dijo lo que ocurrió en tu cabeza - Cierra los ojos por un momento para luego volver a abrirlos - Pudo almacenar toda tu experiencia allí. Cuando me dijiste que querías alejarte de Arendelle sentí como destrozabas mi corazón, no podía creerlo, pero gracias a Pabbie pude ver que querías reunirnos a mí y a Anna cuando estaba encerrada.

- ¿Pabbie te mostró todo eso? - Estoy sorprendido al saber que ese Troll tenga tal habilidad.

- Sí, sé que cuidaste muy bien de Anna y estuviste conmigo en mis tiempos de soledad. Desearía que nos hubiéramos conocido de esa forma, mi niñez habría sido más felíz a tu lado - Me mira fijamente - Fui muy egoísta al no escucharte y muy ciega para no entender que ser Monarca no era algo para tí, tomaste decisiones acertadas que no supe entender luego que te fuiste.

Elsa con lágrimas en sus ojos, baja su cuerpo hasta estar encuclillas, llevando sus manos a su rostro para que no pueda verla llorar.

Preocupado, me acerco a ella a su misma altura y la abrazo con todas mis fuerzas.

No tolero verla triste.

- Perdóname (Y/N) - Oigo su voz apenada - Te traté muy mal, dije que eras un cobarde por abandonar el trono y yo hice lo mismo después, no tuve el derecho de juzgarte. Me hiciste mucha falta cuando viajé sola a Ahtohallan, con el último de mis fuerzas envíe un mensaje a Anna, pero pensé en tí.

- Lo sé - Seco sus lágrimas - Vi que estuviste congelada en un lugar muy oscuro, sé que intentaste cruzar grandes olas para llegar a ese lugar. Tuve visiones, pude verte y me preocupé mucho por tí. Anna me comentó todos los detalles, debí estar allí, a tu lado, yo también lo siento Elsa.

- Perdóname también por no protegerte cuando los Northuldrans te capturaron. No supe que hacer, no podía creer que ya habías estado en el bosque encantado durante tu adolescencia. Fue muy impactante en ese momento.

- La culpa es mía, perdóname por no decírtelo antes. A partir de ahora ya no habrán secretos entre nosotros.

Sus brazos cubren mi cuello, su rostro está en mi hombro.

- Estoy tan felíz de volver a verte (Y/N), no quiero separarme de tí ni un segundo más.

Ambos nos ponemos de pie lentamente.

Arreglo algunos mechones de su cabello que cubre su perfecto y lozano rostro. Me pierdo una vez más en sus hermosos ojos azules como un marinero en alta mar.

- No dejaré de decirte lo hermosa que eres Elsa, no puedo creer que seas el puente entre el mundo humano y el mágico. Me siento muy orgulloso.

Me separo para apoyar mis manos en su hombro.

- ¿Qué me dices de tí?, también eres especial. ¡Mírate!, volviste a controlar el fuego - Su sonrisa de alegría me cautiva.

- Sí, fue extraño como esa salamandra entró por mi boca - Hago una mueca de disgusto al recordar.

- Bruni es bastante curioso, de seguro que se llevarán bien.

- ¿Espera?, ¿Esa cosa tiene nombre?

- Sí, es un animalito muy agradable. Me ayudó mucho a encontrar el barco donde iban mis padres.

- Lo siento mucho, debió ser muy duro ver en ese estado. Me enteré que viste los últimos momentos de tus padres antes de morir.

- Fue muy duro verlo, pero estoy bien. Todo quedó en el pasado - Se abalanza sobre mí y acaricia mi dorso.

Ambos disfrutamos de este bello momento en la mitad del bosque. El frío se deja caer y a lo lejos se oyen a los espíritus de la tierra realizar su recorrido nocturno.

- Bien, creo que ya es hora de ir a dormir - Bostezo separándome de Elsa.

- ¿Qué?, ¿Me dejarás aquí? - Se indigna ante mi actuar.

- ¡Oh!, ¡Disculpame!, ¿Dónde están mis modales?. Te llevaré a tu tienda de inmediato - Sostengo su mano.

- No me refería a eso - Elsa sostiene mi mano con más fuerza, a la vez que cambia su tono de voz a una más sensual.

- ¿A qué te refieres? - Siento escalofríos por todo mi cuerpo.

- Ya sabes, estamos solos en este bosque. Nadie nos podrá escuchar - Lleva ambas manos a mi pecho y baja lentamente.

- ¿En serio quieres hacer esto? - Trago un poco de saliva.

- Hace tiempo que ya no lo hacemos, esta es nuestra oportunidad - Muerde suavemente mi labio inferior.

- Creo que no podré negarme a los deseos del quinto espíritu - Jadeo.

Excitado, sostengo a Elsa de forma nupcial y la llevo a mi tienda.