Narra Amy:

Shadow no mentía al decir que llegaríamos rápido. Sin embargo, estoy demasiado aterrada por semejante velocidad que no puedo ni pronunciar palabra alguna. Lo único que puedo hacer para conservar la vida es aferrarme a este loco con todas mis fuerzas. Por extraño que parezca siento su pulso tan acelerado como la velocidad con la que conduce su motocicleta. Shadow the Hedgehog es un terreno, totalmente, desconocido para mí. Sin embargo, eso es lo que lo hace tan emocionante.

-Parece que la princesa no quiere bajarse. - su profunda y gruesa voz produce un escalofrio que me obliga a abrir los ojos - O tal vez estes buscando una excusa para abrazarme con tanta insistencia.

Aunque me costaba creeerlo ya estábamos a las puertas de mi casa. Ni siquiera noté el momento en que cruzamos el portón de entrada. Un efecto de todo el terror que estaba sintiendo hace pocos segundos. Al darme cuenta que continuaba sujeta a él me separé de golpe. Traté de bajar, pero las piernas me temblaban y no lograba encontrar fuerza. De modo que Shadow en medio de una risa baja primero y me observa con diversión.

-Si me lo pides con amor te ayudaré, mi princesa. - se burla de mí.

-Ni creas que haré cosa semejante. - digo con mi inevitable orgullo - Se supone que eres mi novio. Por lo que es tu obligación ayudarme a bajar de esta cosa.

-Para empezar esa "cosa" es mi motocicleta. - dice con rebeldía - Además, no soy el típico novio caballeroso al que una princesa como tú está acostumbrada. De modo que si quieres mi ayuda pídemelo como debe hacer una novia educada.

No podía creer lo que estaba escuchando. Los muchachos que había llegado a conocer nunca se atrevieron a levantarme la voz ni mucho menos a dirigirse con tanta osadía a mi persona. ¡Demonios! Esto es único y admito que me agrada.

-Por favor Shadow. - comienzo a decir rendida - Ayúdame a bajar de tu motocicleta.

-Lo haré con gusto princesa. - dice con una expresión mucho más amable.

El azabeche se acerca a mí sin perder su sonrisa de loco. Su cercanía me pone un poco nerviosa, pero no me desagrada de ninguna manera. Rodeo mis brazos en su cuello, mientras él rodea mi cintura con sus manos. Nuestras miradas no pierden contacto, siento que si desvio la mirada primero será como otorgarle una victoria. Me levanta con suma facilidad y una delicadeza que no creí que poseyera. Algo intenso se acaba de crear en este momento. Pero antes de que pueda descubrir de que se trata un flash de cámara se hace presente sin previo aviso.

-Le prometí a mamá que si llegaban antes de tiempo les sacaría una foto de recuerdo. - dice divertido mi torpe y encantador hermano mayor.

-Eres todo un maestro cuando se trata de ser molesto. - le digo mientras mi ceño se frunce - De todas formas, ¿dónde están nuestros padres? Supuse que contigo de cotilla ya tendríamos a un montón de agentes por el jardín.

-Llegaron más temprano de lo que creí. - me responde Silver ignorando casi todo lo que dije - De todas formas entren que hace frio. - dice haciendo señal de que lo sigamos, de todas formas no queda otra entrada cerca - Respondiendo a tu pregunta mamá sigue arreglándose y papá no saldrá de su estudio hasta que la cena esté lista. Sin embargo, ya estoy esperando la sorpresa que se llevarán cuando conozcan a Shadow.

Narra Shadow:

Las exageradas palabras del hermano sobreprotector de la princesa me traían sin cuidado. Lo que más me llamaba la atención eran todos los objetos que nos rodeaban. Por fuera este lugar me daba a entender que era una especie de castillo. Pero al verlo por dentro me doy cuenta de que es todo un imperio de historia familiar. Curiosos y costosos objetos nos rodeaban, lo que me obligaba a tomar nota mental de todo lo que pudiera observar. Lo siento por la princesa, pero en cuanto nuestro actual acuerdo termine este lugar será uno de mis siguientes objetivos.

-Ya te dije que lo dejes en paz Silver. - reclama la pelirosa que sujeta mi mano con firmeza - De todas maneras Shadow y yo aguardaremos en el saloncito hasta que la cena esté lista.

Sin esperar a que el albino responda mi "novia" jala de mí por los pasillos. No pronuncia palabra alguna en el camino, hasta que llegamos al dichoso saloncito. Lugar que no me parece muy distinto a una sala de estar, ¿por qué el nombre?

-Aquí mi hermano no podrá molestarnos. - dice mucho más tranquila - Este saloncito es mío y él tiene prohibido entrar a molestar.

-Quieres decir que quieres estar a solas conmigo sin que él nos moleste. - me acerco a ella cual león a su presa.

Estaba a punto de hacer un movimiento, pero como era de esperarse ella no me lo permitió. Puso su mano contra mi hombro y me empujó de manera leve. Pero con la suficiente fuerza para darme a entender que necesita espacio.

-No empieces Shadow. - dice mucho más seria.

-Cariño, lo siento, pero debo ser sincero. - digo con la misma seriedad - Solo a mí me queda la expresión que llevas ahora. A tí por otra parte se te da más eso de ser adorable y dulce como una repostera del mundo de los caramelos.

La expresión de mi "novia" cambia de manera radical a una de sorpresa total. Sin embargo, no pasa mucho tiempo para que se ponga a reir como si no hubiera mañana.

-¿Qué clase de comentario es ese en semejante momento de tensión? - cuestiona en medio de la risa que comienza a controlar - Eres un tonto.

-Cuando quieras princesa. - le respondo y guiño a la vez.

-Por cierto, ¿cuando dejarás de llamarme princesa? - vuelve a cuestionar, pero esta vez sin perder su sonrisa - Ya te dije que prefiero que me llames por mi nombre.

-Lo haré el día que te lo ganes princesa. - respondo de manera improvisada - Mientras tanto dame el gusto de que te llame como más me guste. Por supuesto usaré tu nombre solo cuando sea necesario.

-Hasta que me lo gane. - dice para si misma.

-¿Te molesta? - no puedo evitaar preguntarle.

-No me molesta. - responde de inmediato - La verdad es que me gusta como suena.

La expresión que tiene la pelirosa al decirme aquello es relajada. Conforme. No sabría decirlo, pero podría jurar que está que reboza de felicidad. Eso de alguna forma hace que yo mismo me sienta mucho más tranquilo. Sin embargo, si sigue mostrándome esas expresiones tan dulces que nunca antes había conocido... Puede que sea capaz de cometer una locura.

-Señorita Amelia. - la voz del extraño gato morado me pone tenso - La cena ya está lista y sus padres la esperan.

No importa cuantas veces lo vea. Ese tipo no deja de provocarme repelús por todo el cuerpo.

-Muchas gracias Big. Ya vamos para allá. - responde cortés la pequeña princesa.

Narra Silver:

¡Maldición! Se suponía que yo era el más relajado con toda esta situación. Pero ahora que mis padres están tan ilusionados en conocer al erizo que logró pasar los muros que mi hermana a creado me siento algo culpable al haber presionado este encuentro. Seguroestán esperando que sea un muchacho semejante a los que han cortejado a Amy. Solo espero que me hagan algunas preguntas con las que pueda amortiguar un poco la sorpresa que sea van a llevar.

-Dime Silver, ¿cúal fue la impresión que te llevaste con el novio de tu hermana? - maravillosa oportunidad que me da mi madre con esa pregunta.

-A decir verdad, estaba muy sorprendido y preocuapado en un principio. - digo con una media verdad en los labios. - No es la clase de chico que suele frecuentar Amy, incluso estaba pensando hablar con ella para que se aleje de él.

La expresión preocupada de mis padres no tarda en asomar sus rostros. Pero debo tratar de ser lo más sincero que pueda. Por supuesto, omitiendo la parte en la que sospecho de que algo no cuadra en esa relación. En fin, sólo espero estar haciendo lo correcto.

-No obstante, - comienzo a decir - y tras una charla con él, pude darme cuenta de que tiene personalidad muy agradable. Además, la sonrisa que tiene Amy en el rostro cuando está con él me tranquiliza. Tanto que incluso un sobreprotector como yo no tiene inconveniente en que su relación continúe.

-Y me tranquiliza saber aquello. - dice mi padre - Después de lo que le pasó con...

De repente y justo a tiempo llega mi pequeña hermana. Sin embargo, mi atención se concentra, casi de inmediato, en aquel erizo de mirada profunda. Mi madre no puede evitar soltar un pequeño suspiro de preocupación y parece que mi padre está a punto de dejar caer su pipa. Después de todo no es como que ellos se encuentren todos los días con muchachos con facha de delincuentes recién salidos de la correccional. De modo que me toca a mí reparar en algo la situación.

-Papá, mamá. - comienzo a hablar, lo que los regresa a la realidad - Él es Shadow the Hedgehog, el muchacho del que les hablaba, el novio de Amelia.

-Es un placer conocer a la familia de mi encantadora Amelia. - dice Shadow en respuesta sin apartar la mirada de mis padres.

-El placer es todo nuestro. - dice mi madre ya mucho más tranquila - Por favor no se queden allí y tomen asiento. Siéntete bienvenido Shadow.

Ambos erizos toman asiento y como era de esperar Amy le pide que se siente junto a ella. Una sonrisa fugaz aparece en el rostro del azabache. Pero eso es lo de menos ya que mis padres en quien mantienen atención es en mi hermana. Su expresión tan amigable es reconfortante y mucho más gratificante el que se sienta tan cómoda junto a un muchacho después de tanto tiempo. La cena transcurre sin ningún tropiezo. Es más, mi madre no para de hacerle preguntas al azabache con esa alegría que tanto la caracteriza. Por otra parte, mi padre se la pasa asintindo sin perder esa expresión conforme tras intercambiar unas cuantas palabras con el erizo junto a mi hermana. Pero creo que lo que a todos nos desborda en alegría es que este erizo, quien sabe de dónde salió, acaba de lograr lo que nosotros no conseguimos en mucho tiempo. La sonrisa angelical que Amelia hace tanto había enterrado en su temeroso corazón.

Tan solo ruego que mis sospechas sean erróneas. Amelia no sería capaz de soportar una nueva herida en su ya destrozado corazón. Ni yo mismo estoy seguro de lo que sería capaz si el azabache que se sienta frente a mí se atreve a lastimarla.

Narra Amy:

Las cosas terminaron por salir muy bien durante la cena. Mis padres se ven contentos y tranquilos al notar que Shadow no es un mal muchacho. Mi madre incluso me pidió que lo llevara a casa más seguido. Debo decir que ha sido todo un éxito, pero no puedo evitar sentirme un poco culpable de que esto solo sea una fachada para su tranquilidad. Sin embargo, insisto en que es lo que necesito en este momento. Necesito rodearme de todo lo que me acerque a la realidad y así poder hacerle frente al pasado que me persigue para avanzar sin temor a lo que me depara el futuro. Aunque...

-No quiero encariñarme contigo.

-¿Qué dices princesa? - cuestiona el erizo de vetas rojas quien estaba a punto de subir a su motocicleta.

-Que tengas cuidado en el camino. - digo veloz al darme cuenta de que estaba pensando en voz alta de nuevo - Considerando la velocidad a la que vas con la motocicleta no estaría demás que fueras más prudente.

-¿Te preocupa mucho lo que llegue a pasarme? - me pregunta divertido y con esa mirada de loco a la que he llegado a acostumbrarme.

Su pregunta a logrado dejarme sin palabras. No comprendo que rayos pasa con él, pero supongo que no vale la pena ser tan orgullosa en este caso.

-Me preocupas. - me limito a decir.

Por alguna razón la sonrisa burlona que tanto caracteriza al azabache se pierde. Una seria y fria expresión es lo que se refleja en su rostro. Estoy a punto de decir algo para retractar lo que ya he dicho, pero las palabras se niegan a salir. En lugar de eso me limito a observar al erizo de vetas rojas acercarse a mí sin cambiar su expresión. En cuanto lo tengo frente a mí levanta mi mentón con cierta fuerza a la que me veo obligada a ceder. De manera alarmante su rostro se acerca poco a poco al mío, tanto que siento su repiración hacerme cosquillas. No puedo más con mis nervios y cierro los ojos temerosa de lo que está a punto de ser un beso. No obstante, la calidez de ese beso se concentra en mi frente. Abro los ojos sorprendida ante aquel acto y a la vez Shadow se separa para mirarme a los ojos.

-Te llamaré en cuanto llegue a casa. - me dice con una voz tan serena que podría tratarse de un arrullo - Nos vemos princesa.

Mi voz acaba de morir. El erizo que hace poco estaba frente a mí se ha ido. Pero ha dejado algo que ni yo misma sé como explicar.

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Holiwis mis sensuales lectoras y lectores.

Hehehehe sé que los he tenido un poco abandonados. Pero ya me tienen de regreso.

Espero que el capítulo de hoy haya sido de su agrado. De ser así no olviden picar la estúpida y sensual estrella. Además de dejarme en los comentarios sus opiniones.

Les agradezco por todo el apoyo que me brindan siempre. Al igual que su paciencia, que espero no se les acabe. Todo esto es posible gracias a ustedes.

Los amodoro.

Sin más que decir...

...Eve cambio y fuera.