Capítulo 4
Narra Shadow:
Tenía mis dudas, pero acabo de confirmar que este es el momento más incómodo por el que he pasado en toda mi vida. He tenido que enfrentarme a homicidas maniáticos en más de una ocasión. Pero esta es la primera vez que me enfrento a alguien con tan evidente sed de sangre y destrucción.
-Silver ya déjalo en paz. - reprocha la pequeña princesa con evidente molestia - Haz el favor de comportarte como un hermano normal en esta ocasión.
-Se está burlando de mí. - me acusa el hermano de mi noviecita - No me agrada para nada. Así que te regresas conmigo a casa en este instante. Mientras solicito una orden de alejamiento.
-El hecho de que seas policia no te da derecho a ordenarme. - dice la princesa mientras se aferra con más fuerza a mi brazo.
-Pues en cuanto se lo cuente a nuestros padres no hará falta que yo lo ordene. - dice exasperado el albino - Solo mira como se viste, incluso está fumando frente a tí ¿Cómo se te ocurrió que esto podría funcionar jovencita?
Ya me esperaba este tipo de reacción, pero no me vi venir que fuese el hermano sobreprotector quien actura de esa manera. Le dije a la pelirosa que esto pasaría, sin embargo, no quiso escucharme y ahora nos encontramos en esta situación.
-Yo lo quiero. - dice de repente la pequeña pelirosa mientras me abraza con fuerza.
-¿Estás hablando en serio? - cuestiona su hermano con una mirada molesta.
A decir verdad no tenía pensado que llegásemos a esta situación. Por lo que dar marcha atrás no es una opción. No obstante, me niego a ser el típico novio fresa del que se pueda presumir y todas las chicas envidien. Sigo sin comprender lo que espera Amelia de mí, pero ese no será un impedimento para que pueda obtener las muy codiciadas esmeraldas que ella posee.
-¿Acaso no te ha quedado claro? - cuestiono sonriente y aproximo a la princesa mucho más a mi cuerpo - Amy me quiere y yo he sido domado por ella. Por lo que no importa cuantas restricciones trates de interponer en nuestra relación, que te quede claro. Yo siempre voy a llegar a ella.
Como era de esperarse el albino se queda sin palabras. Incluso la princesa se ve sorprendida y el tono de sus mejillas se ha pintado de carmín, pero nada comparable al rojo labial que lleva en los labios. Admito que es extraño que a estas alturas note los peculiares rasgos de mi querida "novia", pero supongo que se debe a que la situación lo amerita.
-De ser así no tendrás problemas en conocer a nuestros padres. - me reta el hermano de la pelirosa. Un reto al que sin dudarlo le haré frente.
-Precisamente, ese era el asunto que discutiamos con Amy antes de que nos interrumpieras. - digo seguro de mis palabras, solo espero que la princesa sepa actuar conforme avance la situación - Ambos creemos que ya es momento de que me presente como es debido a los padres de mi dulce novia. Por supuesto, aún no hemos llegado a un acuerdo.
-De ser así no habra problema con que sea hoy para la cena. - dice satisfecho el albino. Pero es evidente que no ha picado con mis palabras - ¿Qué es lo que opinas Ammes? De seguro mamá y papá harán un montón de preguntas, a lo que me incluyo, después de todo es toda una sorpresa que tras ciertos acontecimientos tengas una relación con alguien. Mucho más admirable que sea con un muchacho como lo es él.
-Shadow. - dice la pequeña pelirosa con voz firme - Su nombre es Shadow the Hedgehog y haras bien en dirigirte a él con respeto.
-Será como quieras. - responde con cierta extrañeza el albino. Casi en ese instante su atención regresa a mí y me tiende la mano derecha - Un placer en conocerte Shadow mi nombre es Silver the Hedgehog, el hermano mayor de Amelia.
-El placer es todo mío Silver. - estrecho su mano con toda confianza - Por cierto, sobre la cena de hoy iré encantado. Solo si Amy está de acuerdo con esto por supuesto.
-¿Qué dices a eso Ammes? - cuestiona espectante su hermano.
-Por mí no hay ningún problema. - le responde con una adorable sonrisa - Pero antes de eso quiero pasar un rato a solas con Shadow. Después de todo estamos en medio de una cita.
-Así que una cita. - susurra el albino sin pensar en que lo escuché con claridad - Esta bien Ammes, solo no olvides que la cena empieza a las siete. Procuren ser puntuales.
Sin nada más que decir el sobreprotector hermano se retira sin dar mucha pelea. Estaba seguro de que esto terminaría en una especie de pelea callejera, pero parece ser que hay algo de por medio que obliga al albino a contenerse de sobremanera. Ignorar aquel detalle no hace más que molestarme, pero supongo que no faltará mucho para que yo mismo lo averigue.
Narra Silver:
Lo más seguro es que Amelia crea que me ha engañado, por otro lado, ese erizo azabache se ha dado cuenta al instante de que no he picado con nada de lo que han dicho. Aún así lo mejor será esperar un poco más y no actuar de manera precipitada. Ese erizo no parece ser idiota, pese a su manera de vestir, se nota a primera vista que es alguien muy calculador. Además, de tener algo que no me da buena espina. No comprendo la razón por la que Amelia se ha relacionado con ese sujeto tan de repente tras el trauma que ha pasado. Sin embargo, ha pasado un tiempo desde que mi hermana convive con alguien más que no sea su amiga Wave y los empleados de la casa. Razón por la que en esta ocasión no interferiré y dejaré que Ammes se encargue. Por supuesto si las cosas se salen de control no dudaré en alejar a ese erizo de mi pequeña hermana e investigar hasta el más mínimo detalle que me de la oportunidad de llevarlo tras las rejas.
-Shadow the Hedgehog. - pronuncio su nombre en voz alta - Por tu bien será mejor que no te atrevas a dañarla.
Narra Amy:
Lo último que esperaba de este día era encontrarme con Silver. Ahora gracias a él me veo obligada a acelerar las cosas. Los ojos carmesíes de Shadow se concentran en mí y estoy consciente de que no puedo escapar sin más.
-¿Quieres caminar un poco? - le pregunto con timidez.
-No me esperaba propuesta más adorable. - responde burlón y muy cerca de mí - Pero no tenemos tiempo para bromas, ¿no es así?
Antes de que pudiera responder el azabache sujeta mi mano y jala de mí fuera de la cafetería. Su mano es muy fría, además de tener un gran agarre que me lastima de forma leve. Caminamos sin rumbo a mi parecer. Al menos es lo que creo hasta que nos topamos con una banca junto a un solitario árbol. Algo triste debo decir, pero esta clase de lugares son los que me calman.
-¿Qué tienes planeado princesa? - pregunta el erizo azabache que tengo por novio - Ya me tienes donde me querías y esta noche tendré el agrado de conocer a tus padres ¿Cómo debería comportarme?
-No puedo creer que me preguntes eso. - digo entre carcajadas por semejante pregunta - Es evidente que eres un nene muy malo para mí. Pero así es como me gustas. De modo que sé tú mismo.
-Así que un "nene" muy malo. - dice divertido y con un tono pícaro en su voz - Cariño, si vuelves a llamarme de esa manera no te prometo llegar vírgen al matrimonio.
-No seas baboso y procura comportarte. - le reprocho avergonzada por sus palabras.
-Lo siento "nena". - dice al rodear mi cintura con ambas manos y jalarme de golpe para quedar pegada a él - Pero así es como soy. Por lo tanto, así es como te gusto.
Me quedo muda por su repentina cercanía. Me sorprendo a mí misma por no terminar gritando como una histérica por eso. Su aliento choca contra mi cuello y un extraño recorrido eléctrico se produce en mi cuerpo. Sin embargo, aquella sensación no iba a terminar allí ya que de repente siento la lengua del azabache avanzar en línea recta por mi cuello hasta mi mandíbula.
Sin quererlo dejo escapar un extraño jadeo. ¡No puede ser!
Narra Shadow:
¿Qué demonios acaba de ser eso?
No tengo la menor idea, pero no voy a negar que ese sutil y delicado jadeo me ha encendido. Además, el sabor de su piel es lo más delicioso que he saboreado en mi vida.
-Que dulce. - susurro todavía cerca su cuello - ¿Debería esperar a la cena para probar tan exquisito postre?
De repente la expresión de Amelia cambia, radicalmente, a una de temor. Su cuerpo empieza a temblar y se muerde el labio inferior con mucha fuerza para mi gusto. Por lo general solo veo esa expresión cuando se trata de mis víctimas, lo que es todo un deleite para mis ojos. Pero en este caso me enoja, señal de que eso no es normal.
-Lo siento. - me disculpo sin saber que otra cosa hacer - Solo estaba jugando. - atrapo una lágrima suya antes de que logré caer y acaricio su mejilla - No voy a hacerte daño Amelia.
-¿Me lo prometes? - pregunta temerosa.
Con esa pregunta me encuentro mucho más confundido que antes. Solo las niñas pequeñas hacen ese tipo de preguntas, pero por su expresión espectante puedo darme cuenta de que habla enserio.
-Te lo prometo princesa. - digo con una sonrisa.
Sin previo aviso Amelia me abraza con fuerza. No estoy acostumbrado a esta clase de cercanía tan inocente, pero no me desagrada. Una vez la pequeña rosa se separa de mí me dedica una preciosa y dulce sonrisa que podría provocarme diabetes si de azúcar se tratase. Nunca antes había visto a alguien tan feliz de estar a mi lado, es extraño. Aunque no debería sorprenderme tanto ya que la princesa no conoce para nada mi pasado, mucho menos lo que soy de verdad.
-Ya debemos irnos. - dice sin borrar su sonrisa - Tenemos que llegar a tiempo para la cena.
-¿No vamos a ponernos de acuerdo por si tus padres hacen preguntas cruciales? - cuestiono notando que perdimos el tiempo.
-No será necesario. - niega la pequeña pelirosa - Estoy segura de que todo saldrá de maravilla.
-Admiro tu seguridad princesa. - digo mientras la conduzco hacia mi motocicleta.
-¿Crees que lleguemos a tiempo? - cuestiona curiosa la pequeña al observar mi tesoro.
-Debes estar bromeando cariño. - respondo en un tono ofendido - Con esta preciosidad llegaremos una hora antes de lo previsto. Solo espero que te guste la velocidad.
-Nunca antes me subí a una motocicleta.
-Vaya dato que me das. - no desaprovecho nada - Significa que yo seré tu... - pongo mi voz mucho más empalagosa - primera vez.
Justo la reacción que buscaba. Las mejillas de mi querida "noviecita" se ponen mucho más rojas que la manzana de Blancanieves. Pero de manera sorpresiva sube la mirada.
-Así es. - responde con inocencia.
De inmediato me pongo el casco y le paso uno a ella. No quiero arriesgarme a mostrar ninguna clase de sonrojo. Después de una respuesta tan adorable sería un milagro que no mostrara por lo menos una expresión de vergüenza. En definitiva, la princesa, es la clase de novia que podría presumirle a mis amigos y que se mueran de la envidia por semejante bombóm que tengo. Lástima que no pueda si quiera darme el gusto de tocarla.
Sin embargo, mejor gusto me daré cuando consiga por fin las muy codiciadas esmeraldas.
..............................................................................................
Holiwis mis sensuales lectoras y lectores.
Espero que el capítulo de hoy les haya gustado.
De ser así no olviden picarle a la torpe y sensual estrella ☆ Además, de dejarme sus opiniones en los comentarios. Que me encanta leerlos.
Les agradezco de todo corazón todo el apoyo que le brindan a la historia.
Los amodoro. 😍😍😍
Sin más que decir...
...Eve cambio y fuera.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top