Capítulo 2
Narra Shadow:
-¡Ya es de mañana idiota! - un molesto grito familiar manda al carajo mi sueño - Tenemos trabajo pendiente así que date prisa.
-Como digas. - respondo resignado y comienzo a levantarme.
Sin embargo, mis ojos se ven cegados por la repentina luz que ingresa por la ventana, gracias a cierta vampiresa que quita las cortinas. Bastante enojado estoy a punto de gritarle, pero me veo interrumpido cuando el reesplandor de una joya se ve reflejado por la luz.
-Así que lo de anoche no fue un sueño. - no puedo evitar decir ya que el tener esa hermosa esmeralda me es irreal.
-Cuesta creerlo, pero ya tenemos en nuestro poder una de las Esmeraldas Caos. - dice la vampiresa con la misma impresión, pero al cabo de segundos sonríe burlona - Así que ten muy en cuenta que depende de tí conseguir dos más. Por lo que debes procurar tratar muy bien a tu "noviecita".
-Ni me lo recuerdes. - de sólo pensar en esa mimada de ojos jade me siento algo miserable - Nunca creí estar atado a una sola hembra y menos ser fiel. Sin embargo, considerando nuestra posición actual me consuela saber que la recompensa será grande.
-Vaya que lo será. - los ojos de Rouge comienzan a brillar - Ya que pronto tendremos en nuestro poder tres de las siete esmeraldas más codiciadas del mundo.
-Es cierto, aunque me pregunto donde se encontrará el resto. - dice de repente Scourge al ingresar a mi habitación.
-Es difícil de saber, pero seguro que Shadow se pondrá a investigar eso pronto. - los ojos zafiro de la peliblanca se concentran en mí.
-Eso podemos dejarlo para después. - digo mientras me dirijo al baño para una buena ducha - Por ahora será mejor que se preparen y se enfoquen en el trabajo de hoy. Será sencillo, pero nunca es bueno bajar la guardia.
-Como digas. - responden al unisono el erizo verde y la vampiresa albina.
Tras decir aquello se retiran de mi habitación para prepararse. Por mi parte dejo que el agua de la ducha empieze a caer sobre mí. A pesar de lo mucho que trato de disimularlo, la verdad es que estoy muy frustrado. ¿Cómo es posible que una princesa como ella quiera tener a un desconocido, total psicópata, de novio? Lo que es peor, no tengo la menor idea de cual es la mejor forma de proceder para conseguir las esmeraldas caos. Esto me resultará un poco más difícil de lo que creí.
No obstante, lo mejor será concentrarme en el trabajo del día de hoy. Por lo que me apresuro en salir de la ducha y secarme cuanto antes. Una toalla negra es lo que saco de uno de los cajones, pero por más que trato de evitarlo los acontecimientos de anoche siguen rondando en mi mente. Una vez seco tiro la toalla al cesto de ropa sucia. Luego me cubro con mi bata de baño y me dirijo a mi armario para sacar mi habitual vestimenta de trabajo, lo cual no es muy distinto a lo que llevo normalmente. Me pongo los pantalones negros y ajusto mi cinturon, una camisa negra es lo que sigue. Como ya es costumbre dejo mi chaqueta de cuero en el perchero ya que es mi favorita y no quiero que se vuelva a ensuciar con la sangre de cualquier infeliz.
-Llego la hora de trabajar. - susurro algo ansioso, lo que es buena señal ya que podré desfogar esta frustración con unos cuantos disparos.
Sin perder tiempo saco algunas armas y las guardo en mis espinas. La mayoría pensaría que voy poco preparado, pero la verdad es que con esto me sobra. Soy muy bueno en lo que hago y disfruto cada segundo de ello, en especial cuando escucho los perturbadores gritos de mis víctimas.
Narra Amy:
De repente la luz de la mañana me obliga a despertar. Me siento agotada y no es para menos después de todo lo que pasó anoche.
-Anoche... - sencillamente me cuesta creer que todo fuese real.
Una pequeña sonrisa se forma en mis labios, pero como es de esperarse eso no me dura demasiado.
-Señorita Amelia. - dice una de las criadas tras la puerta de mi habitación - El desayuno estará listo dentro de poco. Por favor baje cuanto antes.
-De acuerdo. - respondo mientras me levanto resignada a tener que enfrentar otro día en la universidad.
Sin perder el tiempo me dirijo al baño, donde ya tengo lista la tina con agua caliente. En cuanto me meto comienzo a tallar mi piel con la esponja enjabonada. De la misma manera lavo mi cabello con mi shampoo favorito. Me enjuago y dejo que el agua de la tina corra por las tuberias. Salgo con desgano del baño y tomo la toalla que esta en la gaveta para secarme. De paso voy buscando algo para vestir, lo que no será muy difícil ya que tengo demasiada ropa. Finalmente, me decido por un vestido rojo y unas sandalias de tacón bajo doradas. Con algo de apuro cepillo mis púas y las dejo sueltas como ya es habitual.
-Señorita Amelia, su desayuno ya está listo. - dice la criada tras la puerta.
-Bajo de inmediato. - respondo aburrida ya que es lo mismo de cada mañana.
Sin perder tiempo salgo de mi habitación y bajo hasta el gran comedor de casa. Al llegar veo mi desayuno servido en la mesa y como de costumbre no encuentro a nadie más. Me acerco a mi lugar y en cuanto tomo asiento la criada encargada, muy atenta por cierto, se acerca a mí.
-Si no es de su gusto puedo pedirle a chef que le prepare otra cosa. - dice tan cordial como siempre.
-No hace falta Cream, muchas gracias. - le digo con la mejor cara que puedo brindar, pero se muy bien que ella puede ver a través de mí - ¿Dónde está mi hermano?
-Salió muy temprano en la mañana señorita Amelia. - dice preocupada por mi reacción - Pero ya le dejó en cargo al conductor que también la fuera a buscar apenas salga de la universidad. Además, la señorita Wave llamó y dijo que con gusto hoy la acompañaría.
-Ya veo... - ese maldito temor, nuevamente, trata de apoderarse de mí. Pero un par de ojos tan rojos como la sangre y una sonrisa psicópata pasan por mi mente; no logro reprimir una pequeña risita - Disculpa Cream, ¿podrías hacerme un favor?
-Lo que usted me pida señorita. - dice esperanzada al verme con mejor cara.
-Hay una posibilidad de que un erizo algo intimidante pase por aquí. - digo divertida - De ser así, por favor, pásale mi mensaje de que vaya por mí a la cafetería de siempre.
-¿No sería mejor que usted misma se lo dijera por celular señorita? - cuestiona dudosa la pequeña conejita, lo que es justificable.
-Sería lo más sensato Cream, pero si se toma una vuelta por aquí me dará tiempo a alejarme lo más que pueda de la universidad. Así evitaré preguntas innecesarias. - replico de inmediato.
-Comprendo señorita. - dice con cierta preocupación - Entonces, será como usted indica.
-Te lo agradezco Cream. - digo mientras me levanto de mi silla.
Me acerco a la salida de la casa y se acercan un par de criadas con mi mochila en mano.
-Que tenga un buen día señorita Amelia. - dicen muy amables.
-Muchas gracias. - les respondo con ánimo. No estoy muy segura, pero tengo un buen presentimiento del día de hoy.
Al salir de casa paso por el jardín y observo con algo de añoranza las flores que mi abuela plantó antes de su muerte. Pienso en la promesa que le hice en su lecho de muerte.
-Buenos días señorita Amelia. - la voz de Big me saca de mis pensamientos.
-Muy buenos días Big. - respondo cordial - ¿Mis padres no te llamaron la atención por lo de anoche?
-Solo me dijeron que no volviera a pasar. - responde con una mirada complice - Puede estar tranquila, no les dije nada de lo que pasó.
-Te lo agradezco mucho.
-No tiene porqué. - dice sonriente aquel gato morado - De inmediato saldremos, además, debemos pasar por la señorita Wave también.
Me limito a sentir y subir al auto. En lo que comenzamos a avanzar no puedo evitar repasar el encuentro que tuve anoche.
-Shadow the Hedgehog. - susurro para mí misma - A decir verdad es un nombre muy lindo, además, le queda como un guante.
Narra Shadow:
-¡Por favor! - grita desesperado el pequeño hurón - ¡Te lo ruego!
-Lamentablemente, vales mucho más muerto. - digo con una sonrisa y disparo - Sin embargo, si te mato ahora me sería muy aburrido.
-¡¡¡Basta!!! - grita la chica que está atada junto al hurón, supongo que su novia.
-Tranquila que muy pronto será tu turno. - digo al acercarme a ella - Siempre dejo lo mejor para el final. Con esa carita tan linda que tienes será todo un deleite ver como sufres.
-Por favor, no la toques... - dice el hurón a medio morir - Ella... ella no tiene nada que ver en esto.
-Estas comenzando a ser molesto. - digo aburrido y le disparo en la frente.
-¡¡¡¡¡Noooo!!!!! - grita la chica desconsolada.
-Calma pequeña que ya llegó tu turno. - digo tomándola de los hombros - Eres tan adorable que supongo no estará nada mal que me divierta un rato contigo.
Sin decir nada más acerco mis labios a los suyos con cuidado. Mientras ella lucha por escapar de mi agarre sin dejar de llorar. De repente un par de manos se apoyan en mis hombros y me alejan de la pequeña justo cuando ya estaba a punto de besarla.
-Alto ahí Romeo. - dice Rouge que me obliga a mirarla - Recuerda que ya eres un erizo con dueña, así que ni se te ocurra besar a otra.
-¡Maldita seas Rouge! Para empezar no se va a enterar. - digo molesto y regresando a lo que dejé pendiente.
-Pero todavía no sabemos de lo que esa mocosa es capaz. Lo mejor será investigar un poco más antes de hacer lo que quieras. - me advierte - No estoy dispuesta a perder la oportunidad de tener las Esmeraldas Caos en mi poder. Mucho menos por una simplez tuya. Así que te comportas porque sí.
-¡Esta bien! Ya te entendí - destesto cuando me dan órdenes y mucho más cuando Rouge es la que ordena.
Empujo a la chica lejos de mí y disparo. Sigo molesto, por lo que vuelvo a disparar. Nada ha cambiado, vuelvo a disparar. Continúo una y otra vez, hasta que mi arma se queda sin ninguna bala. En ese momento salgo de mi trance y observo el grotesco cadáver de lo que fue una chica muy adorable.
-¿Qué demonios es esto? - cuestiona asqueado Scourge - Es asqueroso.
-Eso mi buen amigo. - dice Rouge divertida - Es una chica qu tuvo que pagar el enfado de nuestro querido líder.
-¡Rayos! ¿No podías controlarte un poco Shadow? - se queja es ojiazul.
-Mejor cállate inútil o terminarás siendo el siguiente. - le advierto irritado.
-¡No lo pages conmigo erizo! - me devuelve la advertencia - Solo vine a decirte que tienes un mensaje de tu noviecita.
Me giro a verlo en cuanto escucho que la pequeña princesa está involucrada. Scourge de mala gana se limita a entregarme el celular que me dio la ojijade. De inmediato lo desbloqueo y veo un mensaje de ella.
Por favor pasa por esta dirección a las 17:00 hrs. Quiero que tengamos una cita, así que procura ser puntual.
Atte: La chica por la que estás loco.
No logro reprimir una sonrisa de lado y dejar escapar una leve carcajada. ¿La chica por la que estoy loco? Esto tiene que ser una broma, pero supongo que no tengo más remedio que distraerme un rato con esa chica. Ya terminé con mi tranajo y no tengo nada mejor que hacer ¿por qué no? Además, me da tiempo a bañarme y quitarme toda esta sangre.
-¿Qué te dice? - cuestiona curiosa Rouge - Seguro lo pensó mejor y ya no quiere nada contigo.
-En realidad, quiere que tengamos una cita. - digo divertido - Me acaba de enviar su dirección y la hora para vernos.
-Que inocente. - dice Scourge en medio de una carcajada - Yo en su lugar no te daría ni siquiera la clave de mi celular.
-Nos vemos luego. - me limito a decir mientras salgo de aquel edificio.
Un montón de cuerpos sin vida están a mi paso. La sangre que mancha el suelo y las paredes me tranquiliza. El olor a la muerte se me hace muy reconfortante. En cuanto logro salir del lugar me subo a mi motocicleta y arranco con rumbo a mi casa.
No sé que clase de cita quiere tener mi linda noviecita, pero estoy seguro de que puedo sacarle provecho para mi propia diversión.
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Holiwis mis sensuales lectoras y lectores.
Espero que el capítulo de hoy les haya gustado. De ser así no olviden picarle a la torpe y sensual estrella. Además, de dejarme su opinión en los comentarios.
Les agradezco por toda la paciencia y apoyo que le estan brindando a la historia. Los amodoro.
Sin más que decir...
...Eve cambio y fuera.
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